Nelson Méndez
«Nosotros, “los utopistas”, deberemos ocuparnos del pan cotidiano. Tenemos
la audacia de afirmar que cada uno debe y puede comer tanto como necesita.»
Piotr Kropotkin, La Conquista del Pan (1892)
El nexo con la gastronomía ha tenido importancia para el pensamiento y la acción ácrata al menos desde Kropotkin y su imprescindible La Conquista del Pan. Por supuesto, nos referimos a lo gastronómico en sentido pleno y cabal abarcando dimensiones sociohistóricas, culturales, políticas y económicas que al considerarse justifican plenamente el haberse dado esa relación con el anarquismo [1]. De tal enlace hubo múltiples expresiones en el siglo XX, en medio de las altas y bajas en el andar de la historia libertaria, hasta llegar al momento actual, en donde uno de los tantos signos de la revitalización del anarquismo es la multiplicación de sus expresiones en diversos lugares del planeta. Al respecto, en la ponencia que presentamos ante el 2° Congreso de Investigadorxs del Anarquismo (MÉNDEZ 2019 apuntamos un listado –ciertamente no exhaustivo, pero creemos que representativo- donde figuran 43 enlaces en Internet sobre el tema, muestra originada en 26 países y clasificada en 10 áreas diferenciadas de la relación anarquismo-gastronomía en el presente.
En tan amplio panorama, examinamos en este texto tres expresiones que valoramos como particularmente importantes, siendo que al considerarlas estamos profundizando en puntos esenciales sobre el modo en que el vínculo objeto de nuestra atención se muestra en contextos sociales contemporáneos, asumiendo debates y retos que son significativos para el anarquismo en tanto reflexión crítica y como práctica de transformación radical.
Food Not Bombs: Cuando alimentar a los hambrientos es un acto subversivo
Esta iniciativa es, según hemos podido constatar, la expresión más extendida en la actualidad de las prácticas que conectan al anarquismo con lo gastronómico, al menos teniendo como indicador su presencia en el activismo social en múltiples lugares del mundo. También podrían verse como señal de su impacto la atención que ha recibido en diversas oportunidades por parte de los mainstream media, así como la literatura académica que ha suscitado, donde destacan como de particular valor los trabajos de HEYNEN (2010) y de PARSON (2014).
FNB [2] –Comida, No Bombas- es el slogan con que se identificaba un colectivo libertario presente en las movilizaciones antinucleares y antimilitaristas en Nueva Inglaterra (Estados Unidos) hacia 1982. El lema se asumió como denominación tanto por expresar la denuncia a la locura irracional del militarismo armamentista (“Si los gobiernos y corporaciones del mundo entero gastaran tanto tiempo y energía en la alimentación de la gente como lo hacen en la guerra, nadie pasaría hambre” y “Hay bastante alimento en el mundo para alimentar a todos, pero mucho de ello va a la basura innecesariamente, lo que es un resultado directo del capitalismo y el militarismo“), como por indicar la línea de acción práctica que asume el grupo: servir alimentos a quien concurriese a los actos de protesta antibélica en que se participaba, en especial a los menesterosos. La actividad se realiza dentro de la filosofía de la no violencia y las decisiones del colectivo a cargo se toman por consenso. Se insiste en obtener materia prima para la preparación de comida reciclando alimentos desechados por el mercado capitalista debido a su apariencia (práctica conocida como “freeganismo”), y en la comida vegetariana, de preferencia vegana.
Para fines de esa misma década un segundo grupo, más centrado en la alimentación a los necesitados, aparece en la costa oeste de Estados Unidos, específicamente en San Francisco; este grupo alcanza notoriedad por la tenaz pugna que le enfrenta a las autoridades locales empeñadas en prohibir y reprimir sus acciones callejeras de dar comida a los “homeless”. Tal perseverancia produce frutos, no solo en lograr que finalmente un nuevo gobierno municipal se vea obligado a tolerar las comidas públicas de FNB, sino en que el interés mediático sobre el tema favorecerá la expansión nacional e internacional de la iniciativa. Con el correr del tiempo, han llegado a constituirse cerca de 200 grupos, conectados en una estructura abierta de tipo federal, y aunque la mayoría de esos colectivos opera en Norteamérica, FNB ha alcanzado a tener actividad en 53 países, extendiéndose a Suramérica, Europa, África, Asia y Oceanía [3].
No por casualidad ha acontecido esa expansión en Estados Unidos, donde la participación de FNB es reconocible en tantas protestas y luchas sociales de hoy. Su inspiración y acciones conectan con una larga tradición de activismo social no violento que tiene raíces tan ilustres allí como los cuáqueros, el “ferrocarril subterráneo” para auxiliar a esclavos fugitivos antes de la Guerra de Secesión, la lucha pro-derechos civiles de distintos grupos oprimidos, o la oposición a las guerras imperialistas. Lo novedoso en este caso es la profunda vinculación con el anarquismo, tal vez no expresada en el despliegue de la habitual simbología de la (A) y la bandera negra, pero suficientemente expuesto en los modos de acción de FNB y en la fundamentación que da a su existencia. Si esto parece poco preciso o un intento por atribuir forzadamente una identidad inexistente, recomendamos que se ubique en su website al libro que claramente aparece y se expone como contentivo de las propuestas centrales en torno a las que se organiza y actúa FNB, que no por casualidad se llama The Anarchist Cookbook – El Recetario Anarquista-, un texto que es abiertamente un manual de introducción al anarquismo (¡no se debe confundir con la virulenta obra homónima de William Powell!) [4].
Por último reiteremos que en sus prácticas culinarias concretas, FNB se ha orientado hacia lo vegano y a enfrentar tanto el despilfarro de comida como el menosprecio a ciertos alimentos que es propio del capitalismo [5]; es de suponer que por esta clase de cosas un vocero del Federal Bureau of Investigation –el sombrío FBI- públicamente calificó a FNB como "organización con posibles conexiones terroristas", declaración que en cierto modo podemos interpretar como hosco reconocimiento al valor rebelde de la labor de los colectivos que la integran.
Cucine del Popolo, Cucina Sovversiva y el auge del nexo gastronomía-anarquismo en Italia
Cucine del Popolo apareció en 2003, impulsada por activistas de la Federación Anarquista Italiana (FAI) en Reggio Emilia, ciudad del centro-norte de Italia. La sede del proyecto es el Centro de Estudios de las Cocinas del Pueblo en la cercana población de Massenzatico [6]. El Centro impulsa eventos que se difunden vía Internet y edita volúmenes que reúnen intervenciones y ponencias a dichos eventos; además divulga estudios, organiza talleres prácticos y teóricos, propicia mercados de pequeños productores y cooperativas, e inspira la recuperación de prácticas culinarias y de vitivinicultura relegadas por la modernidad capitalista. Su actividad más relevante son las jornadas bianuales en su sede que se han denominado según el tema central: 2004: “Cocinas del pueblo”; 2006: “Cocinas literarias”; 2008: “Cocinas del utopista”; 2010: “Cocinas de la locomotora”; 2012: “Cocinas de la revolución”; 2014: “Cocinas de la solidaridad”; 2016: “Cocinas del amor”; y en 2018 “Cocinas sin confines” .
La actividad de Cucine del Popolo no es de ningún modo la de constituirse en un reducto intelectual de “gourmands” o “foodies” con algún viso ácrata, se entiende como una labor integrada a los objetivos de propaganda, agitación y acción revolucionaria de la FAI. Ello se ve en tres lemas que resumen las propuestas de Cucine del Popolo: “Lo revolucionario es la calidad”, “La revolución será un almuerzo de gala” y “Si tu pensamiento es débil, es porque lo has alimentado mal”. Por lo tanto, se ha tomado una clara opción de interesarse en particular por la cocina de los pobres o "cocina social", su contexto sociocultural, recetas, ingredientes, ámbitos geográficos y espacios de ejecución. Además, se impulsa la crítica teórica y también las acciones prácticas contra el modelo de alimentación industrial capitalista y en favor del vegetarianismo, sin llegar a la rigidez que al respecto asume el anarcoveganismo, pues se admite que un rasgo propio de la cocina popular italiana que se reivindica es hacer gran uso de grasas animales
En cuanto al funcionamiento de Cucine del Popolo, se reproduce la excelente síntesis que aporta Gianandrea Ferrari en el párrafo a continuación:«Las Cocinas del Pueblo son una realidad autogestionada donde se practica la integración de papeles y de tareas para favorecer una militancia colectiva, evitando especializaciones peligrosas. Todas las decisiones se toman en asamblea general, que debe facilitar el intercambio de ideas mediante una participación extensa. Los mecanismos organizativos deben partir siempre de lo simple para llegar a lo complejo según un esquema federativo claro, reconducible a la praxis libertaria. Los cargos de representación y de trabajo tienen un valor exclusivamente técnico y están subordinados a los puntuales controles asamblearios. La actividad práctica se funda sobre la implicación en primera persona libre y voluntaria, sin retribución alguna. Naturalmente, no se admite la financiación pública, ni estatal ni municipal, ni de otro género que condicione nuestra iniciativa, haciéndonos incapaces de vivir formas auténticas de autogestión. Hemos sido y seremos siempre un sujeto independiente de cualquier partido, grupo de presión o asociación en la medida en que la autonomía proyectual ha sido el elemento fundamental de nuestra historia. Una historia potente, porque viene de abajo para permanecer abajo, manteniéndose de manera horizontal, evitando cualquier forma de condicionamiento » (FERRARI 2018).
Destaquemos que en Italia existen otros empeños con similares preocupaciones a Cucine del Popolo. En tal sentido es de reseñar la propuesta promovida por el Colectivo Libertario Rivoltiamo la Terra, de la ciudad de Barletta, en la región de Apulia al sur de la península, la cual se identifica como Cucina Sovversiva, dándose a conocer en un Manifiesto Programático [8] que ha sido traducido al castellano, disponiéndose además en nuestro idioma de una amplia entrevista a un integrante de ese colectivo (JORNET 2017), donde explican qué es la Cocina Subversiva (CS), tanto en su fundamentación teórica como en las acciones que inspira, y el modo en que a través de ella se establece sólidamente la conjunción entre acción político social anarquista y gastronomía.
Vale la pena detenerse en lo que plantea esta agrupación, proponiendo ideas y prácticas de indudable interés. Señalando como punto de origen de la CS la intención de quienes integran el colectivo promotor de ser coherentes en lo cotidiano entre lo que se dice y lo que se hace en lo referido a la alimentación. De allí se parte para formular un pensamiento y unas líneas de acción que entendemos se explican en los siguientes párrafos, extraídos del Manifiesto Programático y la entrevista antes mencionados:
«Lo que a nosotros nos interesa es que el consumo se desplace de la gran distribución a pequeños productores para generar un cambio en las relaciones económicas y sociales y derribar así sistemas jerárquicos y especulativos en el mundo laboral. … Liberación animal y emancipación del ser humano tienen que ir de la mano, no puede haber liberación animal sin liberación humana. Ya no es liberación humana sino simple negocio. Un vegano que no se hace estas preguntas y que no procura resolver estas contradicciones no tiene principios éticos, lo mueve sólo una sensibilidad sesgada o está siguiendo la corriente de la moda.
La CS se ha planteado toda una estrategia alternativa a los usos capitalistas para desarrollar y difundir tecnologías alternativas para una alimentación vegana no solo nutritiva sino variada y sabrosa. … Mediante una técnica especial de preparación, podemos obtener productos similares a los del comercio, partiendo de verduras y harinas no necesariamente refinadas. Ya no se necesitan la harina de gluten, almidones y otros preparados. Podemos preparar esos productos en casa yendo de compras donde el campesino. La fermentación de las verduras es un proceso de transformación de las verduras cuyo fin es reducir los antinutricionales existentes en la verdura fermentada, hacerlo más nutritivo, influir en su sabor e cambiar su consistencia de modo que se logre un producto acabado parecido a salchichas, salchichón, embutidos, asados, lonchas vegetales etc. sin tener que echar mano, como se ha venido haciendo hasta ahora, de gluten puro de trigo o de preparados para alcanzar tales objetivos. ¡Podemos autoproducir un plato sabroso, nutritivo, y complicado de guisar sólo en apariencia!
Nos gusta la idea de una revolución integral, sin compromisos, que se construya día a día siguiendo dos caminos: uno, individual que les corresponde elegir a los individuos y uno, colectivo, que corresponde a los esfuerzos que hacemos todos juntos por los proyectos que sacamos adelante colectivamente para liberarnos de la opresión del capital y del Estado. La alimentación y el consumo son un aspecto fundamental de la revolución porque una parte relevante del capitalismo a derribar especula con la producción alimenticia con la complicidad de las instituciones. … Tenemos que construir estructuras autogestionadas que nos ayuden a prescindir tanto del capitalismo como del Estado. Nosotros, en torno a la fermentación de las verduras y otros temas de primer plano para Cocina Subversiva, queremos crear una comunidad capaz de interactuar virtualmente en el nuevo foro y también de entablar relaciones sanas, horizontales, de intercambio y apoyo mutuo. El foro de Cocina Subversiva puede convertirse en una herramienta de comunicación rápida vinculada a la cosecha y a la distribución de productos de la tierra, de señalización de eventos, de iniciativas solidarias, de intercambio de mano de obra, etc. Cocina Subversiva favorecerá relaciones reales organizando eventos relacionados con la cultura alimenticia, momentos de formación e intercambio de saberes, contest de cocina para promover las autoproducciones y los mercadillos de autoproducción.»
Otra experiencia es la red Eat the Rich, que ha promovido la realización de tres Festivales de las Cocinas Populares y Autogestionadas: en 2016 en Bolonia el de 2017 en Roma y en Pesaro para 2018 [9]. Además, está la participación e incidencia anarquista en la campaña-movimiento Genuino Clandestino, existente desde 2010 para denunciar y enfrentar la normativa del Estado que regula a la pequeña producción campesina (principalmente alimentaria) con la intención de someterla a la industria del ramo, imponiendo la ilegalidad a la artesanía agraria tradicional con pautas y exigencias para elaborar sus hechuras que no puede o le es muy oneroso cumplir, lo cual se ha combatido impulsando la auto-organización del sector rural afectado y constituyendo redes de distribución alternativas para sus productos [10]. Finalmente está la red fuorimercato que opera en tónica autogestionaria y de apoyo mutuo similar a las iniciativas antes mencionadas [11].
Abajo los restaurantes…: la ruptura con la visión anarcosindicalista previa del trabajo en un ámbito clave del sector gastronómico de hoy
El texto Abolish restaurants: a worker’s critique of the food Service industry, con la autoría anónima de alguien que habría laborado en el área gastronómica, se difundió en inglés en 2006 en el portal de Estados Unidos www.prole.info. Empezó a llevarse a otros idiomas y para 2008 una editorial anarquista madrileña lo publicó en castellano, con una 2ª edición en 2013 (ANÓNIMO 2013). Desde la versión original, el contenido de la obra se presenta en el modelo ilustrado de los comics o historietas.
Este libro, partiendo de una impugnación sin concesiones a la explotación laboral y al carácter alienante del trabajo que son rasgos inherentes al capitalismo, propone el cuestionamiento total a una institución distintiva del ámbito de la alimentación en el mundo moderno como lo es el restaurante. Para ello, examina detalladamente lo que es trabajar allí, así como las razones económicas, históricas y culturales para que este espacio gastronómico se haya desarrollado, llegando finalmente a la demoledora conclusión que da título a la obra, lo cual significa tomar distanciar de la percepción –heredada del anarcosindicalismo- de que los restaurantes son susceptibles de gestionarse de distinta manera y con diferentes propósitos más acordes con los ideales de libertad, igualdad y solidaridad anarquistas, del mismo modo que se haría con otros entornos laborales hoy sometidos al yugo capitalista.
Tras hacer un recorrido histórico del proceso de desarrollo de los restaurantes en el capitalismo, se examina la organización que les caracteriza y la división del trabajo que opera en su seno, así como el modo en que estas empresas se han visto afectadas por los procesos de mecanización y automatización que han incidido en la producción capitalista. Sobre los rasgos propios de este ámbito, se indica que:
«Un restaurante es diferente de otras industrias, ya que su producto no puede ser almacenado y vendido más tarde. A diferencia de una fábrica de coches o de una obra de construcción, un restaurante produce una comida que tiene que ser consumida a los pocos minutos de su producción o no puede ser vendida. Esto significa que el trabajo no se puede hacer a un ritmo regular. Se presenta en oleadas y acumulaciones, con tiempos muertos de por medio. Los trabajadores de un restaurante o están aburridos o están estresados. Estamos tratando de parecer ocupados, sin nada que hacer, o tratando de no atrasarnos irremediablemente, haciendo diez cosas a la vez.»
Hay una incisiva reflexión sobre el rol de la clientela en la dinámica de los restaurantes, el cual está mediado en modo importante por el papel de las propinas como retribución a los trabajadores que no es igual al salario propiamente dicho. Sobre estos trabajadores se describe cumplidamente el clima de coerción y competencia que se esfuerzan en imponerles los patronos, descripción de la que tomamos tres expresiones representativas:
«Con pocas excepciones, los trabajadores de un restaurante desean una cosa por encima de todo: dejar de trabajar en un restaurante»; «Nuestra hostilidad a los restaurantes no viene de nuestras ideas políticas. Viene de nuestra posición como obreros asalariados en un restaurante»; y «Un restaurante es una máquina aburrida, incómoda, estresante, repetitiva, alienante, y jerárquica de extraer plusvalía»
Sobre la eventual promoción de “restaurantes alternativos”, el texto es pesimista y dice:
«Algunos trabajadores de la restauración han construido una ideología a partir de la lucha sobre la forma en que se hace el trabajo. Crearon restaurantes cooperativos donde no hay patrón. A la vez que trabajan toman las decisiones administrativas ellos mismos. En estos restaurantes, los obreros ya no están bajo el poder arbitrario de un patrón. A menudo eliminan partes de la división del trabajo y de los peores aspectos de la atención al cliente. Pueden vender comida vegana, vegetariana, orgánica, de “comercio justo”, o alimentos cultivados localmente.
Al mismo tiempo, se olvidan de que la división del trabajo se debe a que ayuda a hacer dinero de manera más eficiente. El dueño no es un capullo porque sí, sino que está bajo una fuerte presión que procede de fuera del restaurante. Tiene que mantener su dinero en movimiento, haciendo más dinero. Tiene que competir y obtener un beneficio, o su negocio no sobrevivirá. Los obreros de un restaurante cooperativo, como las pequeñas empresas familiares, no han eliminado al patrón. Simplemente han fusionado las posiciones del patrón y del trabajador en una sola. No importa los ideales que tengan, el restaurante todavía está atrapado dentro de la economía, y solo puede seguir existiendo si obtiene una ganancia. El trabajo sigue siendo estresante y repetitivo, solo que ahora los administradores son los trabajadores mismos. Tienen que imponerse el trabajo a sí mismos y a los demás. Esto significa que los obreros de los restaurantes autogestionados a menudo trabajan más tiempo y más duro y cobran incluso menos que los de los restaurantes normales. O sucede eso o los restaurantes autogestionados no hacen dinero y no sobreviven por mucho tiempo.
Con la autogestión, al igual que con la comunidad que incluye a la administración, se supone que debemos imponernos el trabajo a nosotros mismos y a los demás. Ambas son una respuesta a nuestra lucha contra nuestra situación que, en última instancia, solo crea una mayor forma de alienación. Nuestro problema con los restaurantes es mucho más profundo que la forma en la que son administrados. Y no podemos resolver nuestros problemas mediante la colaboración con la administración.» [14]
Como conclusión, la propuesta del libro se concreta en este párrafo:
«No estamos luchando solamente por una representación o por un control sobre el proceso de producción. Nuestra lucha no es contra cortar verduras, lavar platos o servir cervezas o incluso servir comida a otras personas. Es contra la forma en que todos estos actos son reunidos en un restaurante, separados de otros actos, convertidos en parte de la economía, y utilizados para expandir el capital. El punto de partida y de llegada de este proceso es una sociedad de capitalistas y de personas obligadas a trabajar para ellos. Queremos terminar con esto. Queremos destruir el proceso de producción como algo externo y contrario a nosotros. Luchamos por un mundo en el que nuestra actividad productiva satisfaga una necesidad y sea una expresión de nuestras vidas, no algo forzado sobre nosotros a cambio de un salario –un mundo donde produzcamos directamente para los demás y no para venderles a los demás. La lucha de los trabajadores de los restaurantes es, en última instancia, por un mundo sin restaurantes ni trabajadores.» [15]
Bibliografía
- AGENCIA DE NOTICIAS ANARQUISTA – ANA (2007): “¡La revolución será un almuerzo de gala!, entrevista a Cucina del Popolo”. Periódico El Libertario # 49, Caracas. Número completo accesible en http://www.nodo50.org/ellibertario/archivoliber.html.
- ANÓNIMO (2013): Abajo los Restaurantes. Una crítica obrera del sector de la hostelería, Madrid, Klinamen. http://www.prole.info/index_espanol.html.
- CUCINA SOVVERSIVA (2019): http://www.cucinasovversiva.it.
- CUCINE DEL POPOLO (2019): http://www.cucine.arealibertaria.org.
- FERRARI, GIANANDREA (2018)): "Italia - Cocinas del Pueblo: entre pasado, presente y futuro. El gusto de la revolución",
http://periodicoellibertario.blogspot.com/2018/01/italia-cocinas-del-pueblo-entre-pasado.html.
- FERRARI, GIANANDREA (2014)): “Las aventuras de las Cocinas del Pueblo”, http://periodicoellibertario.blogspot.com/2014/12/italia-las-aventuras-de-las-cocinas-del.html.
- FOOD NOT BOMBS (2019)): http://www.foodnotbombs.net.
- GIRARDI, AMANDINE (2018): “Italia: "Genuino Clandestino" y la lucha por la agricultura sustentable y agroecológica”, https://periodicoellibertario.blogspot.com/2018/09/italia-genuino-clandestino-y-la-lucha.html.
- GONZÁLEZ, ALFREDO (2016)): “La cocina del pueblo, del amor y de la anarquía”, http://periodicoellibertario.blogspot.com/2016/10/la-cocina-del-pueblo-del-amor-y-de-la.html.
- HEYNEN, NIK (2010): "Cooking up Non-violent Civil-disobedient Direct Action for the Hungry: ‘Food Not Bombs’ and the Resurgence of Radical Democracy in the US”, https://www.researchgate.net/profile/Nik_Heynen/publication/227575445_Cooking_up_Non-violent_Civil-disobedient_Direct_Action_for_the_Hungry_%27Food_Not_Bombs%27_and_the_Resurgence_of_Radical_Democracy_in_the_US/links/59652c9c0f7e9b2a367cdce8/Cooking-up-Non-violent-Civil-disobedient-Direct-Action-for-the-Hungry-Food-Not-Bombs-and-the-Resurgence-of-Radical-Democracy-in-the-US.pdf.
- JORNET, MÓNICA (2017): “Italia: Cocina anarquista, una revolución en marcha; entrevista al Colectivo ‘Rivoltiamo la Terra´”, http://periodicoellibertario.blogspot.com/2017/12/italia-cocina-anarquista-una-revolucion.html.
_ "Manifiesto de Cocina Subversiva" https://periodicoellibertario.blogspot.com/2017/10/italia-manifiesto-de-cocina-subversiva.html.
- MC HENRY, KEITH & CHAZ BUFE (2015): The Anarchist Cookbook, http://www.foodnotbombs.net/a.%20Anarchist%20Cookbook%20interior%207-30-15-1.pdf.
- MÉNDEZ, NELSON (2019): “Visiones y propuestas desde el anarquismo ante lo gastronómico: final del siglo XX y comienzos del siglo XXI” (Ponencia al 2° Congreso Internacional de Investigadorxs sobre Anarquismo(s), en https://periodicoellibertario.blogspot.com/2019/07/anarquismo-y-gastronomia-hoy-ponencia.html
- MÉNDEZ, NELSON (2018): "¿Se pueden relacionar el anarquismo y la gastronomía?", http://periodicoellibertario.blogspot.com/2018/12/se-pueden-relacionar-el-anarquismo-y-la.html.
- PARSON, SEAN (2014): "Breaking Bread, Sharing Soup, and Smashing the State: -Food Not Bombs and Anarchist Critiques of the Neoliberal Charity State", en https://www.researchgate.net/publication/280725770_Breaking_Bread_Sharing_Soup_and_Smashing_the_State_Food_Not_Bombs_and_Anarchist_Critiques_of_the_Neoliberal_Charity_State.
- RETE ‘EAT THE RICH’ (2019): https://reteeattherich.noblogs.org.
Notas:
[1] En MÉNDEZ 2018 hemos examinado brevemente las definiciones conceptuales de anarquismo y gastronomía, así como las posibles conexiones a establecer entre ellas.
[2] Ver en Bibliografía la referencia al website de FNB, que incluye una sección con información en castellano.
[3] El mapa ubicando grupos y actividades de FNB en todo el mundo está en http://www.foodnotbombs.net/new_site/contacts.php.
[4] Para la versión en inglés del libro de K. Mc Henry y Ch. Bufe, ver Bibliografía. El texto de Powell es un breviario técnico para prácticas violentas sin nada que ver con lo que discutimos acá sobre el nexo gastronomía-anarquismo.
[5] La exposición tanto de los usos culinarias de FNB como de su fundamentación, está en The Anarchist Cookbook (2010), sección “Food” pp. 93-142.
[6] Para más información, ver su página web indicada en Bibliografía y la entrevista con la AGENCIA DE NOTICIAS ANARQUISTA (2007).
[7] Más datos en FERRARI (2014) y GONZÁLEZ (2016).
[8] Ver la dirección del website “Cucina Sovversiva”. en la Bibliografía, donde también se indica la ubicación de la traducción al castellano del Manifiesto.
[9] Ver el website de esta iniciativa en la Bibliografía.
[10] En castellano hay información básica en GIRARD (2018). En italiano hay bastantes y muy detalladas referencias, comenzando por http://genuinoclandestino.it.
[11] Información en italiano sobre esta red en http://www.fuorimercato.com.
[12] ANÓNIMO (2013), p. 28.
[13] Op. Cit.; frases tomadas respectivamente de p. 42, p. 44 y p. 43.
[14] Id.; p. 51 y p. 52.
[15] Id.; p. 60.
[Publicado originalmente en la revista Libre Pensamiento # 99, Madrid, verano 2019.]
El texto Abolish restaurants: a worker’s critique of the food Service industry, con la autoría anónima de alguien que habría laborado en el área gastronómica, se difundió en inglés en 2006 en el portal de Estados Unidos www.prole.info. Empezó a llevarse a otros idiomas y para 2008 una editorial anarquista madrileña lo publicó en castellano, con una 2ª edición en 2013 (ANÓNIMO 2013). Desde la versión original, el contenido de la obra se presenta en el modelo ilustrado de los comics o historietas.
Este libro, partiendo de una impugnación sin concesiones a la explotación laboral y al carácter alienante del trabajo que son rasgos inherentes al capitalismo, propone el cuestionamiento total a una institución distintiva del ámbito de la alimentación en el mundo moderno como lo es el restaurante. Para ello, examina detalladamente lo que es trabajar allí, así como las razones económicas, históricas y culturales para que este espacio gastronómico se haya desarrollado, llegando finalmente a la demoledora conclusión que da título a la obra, lo cual significa tomar distanciar de la percepción –heredada del anarcosindicalismo- de que los restaurantes son susceptibles de gestionarse de distinta manera y con diferentes propósitos más acordes con los ideales de libertad, igualdad y solidaridad anarquistas, del mismo modo que se haría con otros entornos laborales hoy sometidos al yugo capitalista.
Tras hacer un recorrido histórico del proceso de desarrollo de los restaurantes en el capitalismo, se examina la organización que les caracteriza y la división del trabajo que opera en su seno, así como el modo en que estas empresas se han visto afectadas por los procesos de mecanización y automatización que han incidido en la producción capitalista. Sobre los rasgos propios de este ámbito, se indica que:
«Un restaurante es diferente de otras industrias, ya que su producto no puede ser almacenado y vendido más tarde. A diferencia de una fábrica de coches o de una obra de construcción, un restaurante produce una comida que tiene que ser consumida a los pocos minutos de su producción o no puede ser vendida. Esto significa que el trabajo no se puede hacer a un ritmo regular. Se presenta en oleadas y acumulaciones, con tiempos muertos de por medio. Los trabajadores de un restaurante o están aburridos o están estresados. Estamos tratando de parecer ocupados, sin nada que hacer, o tratando de no atrasarnos irremediablemente, haciendo diez cosas a la vez.»
Hay una incisiva reflexión sobre el rol de la clientela en la dinámica de los restaurantes, el cual está mediado en modo importante por el papel de las propinas como retribución a los trabajadores que no es igual al salario propiamente dicho. Sobre estos trabajadores se describe cumplidamente el clima de coerción y competencia que se esfuerzan en imponerles los patronos, descripción de la que tomamos tres expresiones representativas:
«Con pocas excepciones, los trabajadores de un restaurante desean una cosa por encima de todo: dejar de trabajar en un restaurante»; «Nuestra hostilidad a los restaurantes no viene de nuestras ideas políticas. Viene de nuestra posición como obreros asalariados en un restaurante»; y «Un restaurante es una máquina aburrida, incómoda, estresante, repetitiva, alienante, y jerárquica de extraer plusvalía»
Sobre la eventual promoción de “restaurantes alternativos”, el texto es pesimista y dice:
«Algunos trabajadores de la restauración han construido una ideología a partir de la lucha sobre la forma en que se hace el trabajo. Crearon restaurantes cooperativos donde no hay patrón. A la vez que trabajan toman las decisiones administrativas ellos mismos. En estos restaurantes, los obreros ya no están bajo el poder arbitrario de un patrón. A menudo eliminan partes de la división del trabajo y de los peores aspectos de la atención al cliente. Pueden vender comida vegana, vegetariana, orgánica, de “comercio justo”, o alimentos cultivados localmente.
Al mismo tiempo, se olvidan de que la división del trabajo se debe a que ayuda a hacer dinero de manera más eficiente. El dueño no es un capullo porque sí, sino que está bajo una fuerte presión que procede de fuera del restaurante. Tiene que mantener su dinero en movimiento, haciendo más dinero. Tiene que competir y obtener un beneficio, o su negocio no sobrevivirá. Los obreros de un restaurante cooperativo, como las pequeñas empresas familiares, no han eliminado al patrón. Simplemente han fusionado las posiciones del patrón y del trabajador en una sola. No importa los ideales que tengan, el restaurante todavía está atrapado dentro de la economía, y solo puede seguir existiendo si obtiene una ganancia. El trabajo sigue siendo estresante y repetitivo, solo que ahora los administradores son los trabajadores mismos. Tienen que imponerse el trabajo a sí mismos y a los demás. Esto significa que los obreros de los restaurantes autogestionados a menudo trabajan más tiempo y más duro y cobran incluso menos que los de los restaurantes normales. O sucede eso o los restaurantes autogestionados no hacen dinero y no sobreviven por mucho tiempo.
Con la autogestión, al igual que con la comunidad que incluye a la administración, se supone que debemos imponernos el trabajo a nosotros mismos y a los demás. Ambas son una respuesta a nuestra lucha contra nuestra situación que, en última instancia, solo crea una mayor forma de alienación. Nuestro problema con los restaurantes es mucho más profundo que la forma en la que son administrados. Y no podemos resolver nuestros problemas mediante la colaboración con la administración.» [14]
Como conclusión, la propuesta del libro se concreta en este párrafo:
«No estamos luchando solamente por una representación o por un control sobre el proceso de producción. Nuestra lucha no es contra cortar verduras, lavar platos o servir cervezas o incluso servir comida a otras personas. Es contra la forma en que todos estos actos son reunidos en un restaurante, separados de otros actos, convertidos en parte de la economía, y utilizados para expandir el capital. El punto de partida y de llegada de este proceso es una sociedad de capitalistas y de personas obligadas a trabajar para ellos. Queremos terminar con esto. Queremos destruir el proceso de producción como algo externo y contrario a nosotros. Luchamos por un mundo en el que nuestra actividad productiva satisfaga una necesidad y sea una expresión de nuestras vidas, no algo forzado sobre nosotros a cambio de un salario –un mundo donde produzcamos directamente para los demás y no para venderles a los demás. La lucha de los trabajadores de los restaurantes es, en última instancia, por un mundo sin restaurantes ni trabajadores.» [15]
Bibliografía
- AGENCIA DE NOTICIAS ANARQUISTA – ANA (2007): “¡La revolución será un almuerzo de gala!, entrevista a Cucina del Popolo”. Periódico El Libertario # 49, Caracas. Número completo accesible en http://www.nodo50.org/ellibertario/archivoliber.html.
- ANÓNIMO (2013): Abajo los Restaurantes. Una crítica obrera del sector de la hostelería, Madrid, Klinamen. http://www.prole.info/index_espanol.html.
- CUCINA SOVVERSIVA (2019): http://www.cucinasovversiva.it.
- CUCINE DEL POPOLO (2019): http://www.cucine.arealibertaria.org.
- FERRARI, GIANANDREA (2018)): "Italia - Cocinas del Pueblo: entre pasado, presente y futuro. El gusto de la revolución",
http://periodicoellibertario.blogspot.com/2018/01/italia-cocinas-del-pueblo-entre-pasado.html.
- FERRARI, GIANANDREA (2014)): “Las aventuras de las Cocinas del Pueblo”, http://periodicoellibertario.blogspot.com/2014/12/italia-las-aventuras-de-las-cocinas-del.html.
- FOOD NOT BOMBS (2019)): http://www.foodnotbombs.net.
- GIRARDI, AMANDINE (2018): “Italia: "Genuino Clandestino" y la lucha por la agricultura sustentable y agroecológica”, https://periodicoellibertario.blogspot.com/2018/09/italia-genuino-clandestino-y-la-lucha.html.
- GONZÁLEZ, ALFREDO (2016)): “La cocina del pueblo, del amor y de la anarquía”, http://periodicoellibertario.blogspot.com/2016/10/la-cocina-del-pueblo-del-amor-y-de-la.html.
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- JORNET, MÓNICA (2017): “Italia: Cocina anarquista, una revolución en marcha; entrevista al Colectivo ‘Rivoltiamo la Terra´”, http://periodicoellibertario.blogspot.com/2017/12/italia-cocina-anarquista-una-revolucion.html.
_ "Manifiesto de Cocina Subversiva" https://periodicoellibertario.blogspot.com/2017/10/italia-manifiesto-de-cocina-subversiva.html.
- MC HENRY, KEITH & CHAZ BUFE (2015): The Anarchist Cookbook, http://www.foodnotbombs.net/a.%20Anarchist%20Cookbook%20interior%207-30-15-1.pdf.
- MÉNDEZ, NELSON (2019): “Visiones y propuestas desde el anarquismo ante lo gastronómico: final del siglo XX y comienzos del siglo XXI” (Ponencia al 2° Congreso Internacional de Investigadorxs sobre Anarquismo(s), en https://periodicoellibertario.blogspot.com/2019/07/anarquismo-y-gastronomia-hoy-ponencia.html
- MÉNDEZ, NELSON (2018): "¿Se pueden relacionar el anarquismo y la gastronomía?", http://periodicoellibertario.blogspot.com/2018/12/se-pueden-relacionar-el-anarquismo-y-la.html.
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- RETE ‘EAT THE RICH’ (2019): https://reteeattherich.noblogs.org.
Notas:
[1] En MÉNDEZ 2018 hemos examinado brevemente las definiciones conceptuales de anarquismo y gastronomía, así como las posibles conexiones a establecer entre ellas.
[2] Ver en Bibliografía la referencia al website de FNB, que incluye una sección con información en castellano.
[3] El mapa ubicando grupos y actividades de FNB en todo el mundo está en http://www.foodnotbombs.net/new_site/contacts.php.
[4] Para la versión en inglés del libro de K. Mc Henry y Ch. Bufe, ver Bibliografía. El texto de Powell es un breviario técnico para prácticas violentas sin nada que ver con lo que discutimos acá sobre el nexo gastronomía-anarquismo.
[5] La exposición tanto de los usos culinarias de FNB como de su fundamentación, está en The Anarchist Cookbook (2010), sección “Food” pp. 93-142.
[6] Para más información, ver su página web indicada en Bibliografía y la entrevista con la AGENCIA DE NOTICIAS ANARQUISTA (2007).
[7] Más datos en FERRARI (2014) y GONZÁLEZ (2016).
[8] Ver la dirección del website “Cucina Sovversiva”. en la Bibliografía, donde también se indica la ubicación de la traducción al castellano del Manifiesto.
[9] Ver el website de esta iniciativa en la Bibliografía.
[10] En castellano hay información básica en GIRARD (2018). En italiano hay bastantes y muy detalladas referencias, comenzando por http://genuinoclandestino.it.
[11] Información en italiano sobre esta red en http://www.fuorimercato.com.
[12] ANÓNIMO (2013), p. 28.
[13] Op. Cit.; frases tomadas respectivamente de p. 42, p. 44 y p. 43.
[14] Id.; p. 51 y p. 52.
[15] Id.; p. 60.
[Publicado originalmente en la revista Libre Pensamiento # 99, Madrid, verano 2019.]
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