Gianandrea Ferrari
1.- Las Cocinas del Pueblo fueron fundadas por tres compañeros de la Federación Anarquista Italiana (FAI) de Reggio Emilia tras una larga reflexión entre finales de los años noventa y comienzos del nuevo milenio. Pero además, la gastronomía social siempre ha representado una exigencia primaria en las diferentes experiencias del anarquismo militante. En las sedes históricas, como han demostrado las numerosas masas populares de las casas del pueblo, de las cooperativas de consumo, de los sindicatos revolucionarios y de los comités pro presos. En las sedes contemporáneas con centenares de iniciativas autogestionadas donde se diseña otra gastronomía, diversos momentos de convivencia, fuertes lazos mutualistas que han sedimentado en el tiempo esta "utopía alimentaria". Nuestra generación ha experimentado esta fascinación y se ha medido con el tema en una constante práctica comunitaria que ha hecho de la mesa un elemento fuertemente aglutinador. Las Cocinas del Pueblo derivan de manera consecuente de aquellas iniciativas, promovidas por la FAI de Reggio Emilia a partir de los años setenta: ferias de la autogestión, jornadas libertarias, fiestas para el semanario Umanità Nova, mitin de la solidaridad, Nochevieja del utopista, ocupación de fábricas, escuelas y espacios sociales.
1.- Las Cocinas del Pueblo fueron fundadas por tres compañeros de la Federación Anarquista Italiana (FAI) de Reggio Emilia tras una larga reflexión entre finales de los años noventa y comienzos del nuevo milenio. Pero además, la gastronomía social siempre ha representado una exigencia primaria en las diferentes experiencias del anarquismo militante. En las sedes históricas, como han demostrado las numerosas masas populares de las casas del pueblo, de las cooperativas de consumo, de los sindicatos revolucionarios y de los comités pro presos. En las sedes contemporáneas con centenares de iniciativas autogestionadas donde se diseña otra gastronomía, diversos momentos de convivencia, fuertes lazos mutualistas que han sedimentado en el tiempo esta "utopía alimentaria". Nuestra generación ha experimentado esta fascinación y se ha medido con el tema en una constante práctica comunitaria que ha hecho de la mesa un elemento fuertemente aglutinador. Las Cocinas del Pueblo derivan de manera consecuente de aquellas iniciativas, promovidas por la FAI de Reggio Emilia a partir de los años setenta: ferias de la autogestión, jornadas libertarias, fiestas para el semanario Umanità Nova, mitin de la solidaridad, Nochevieja del utopista, ocupación de fábricas, escuelas y espacios sociales.
2.- Las Cocinas del Pueblo fueron definidas en detalle por nuestros compañeros tras contrastarlas con Sandro Bortone, estudioso y librero, y con el conocido anarcoenólogo Gino Veronelli. En el vivaz debate se encontraron los ingredientes necesarios para "comer el tiempo". Lo que quiere decir construir un proyecto original con fuerte magnetismo agregativo, utilizando medios lo más posible en sintonía con los fines. La receta perfecta fue definida con los siguientes porcentajes: ochenta de anarquía y veinte de gastronomía. Naturalmente, en la parte libertaria estaba presente la verdadera solidaridad a favor de los migrantes, de los refugiados, de los trabajadores despedidos y de las poblaciones necesitadas. Por la parte gastronómica, propusimos en seguida redescubrir la cocina popular, sus lugares y sus tiempos en relación con las experiencias lejanas y recientes del movimiento obrero. Pero sobre todo primaba difundir nuestra cultura antiautoritaria en un espacio autogestionado de grandes dimensiones, viviendo una relación humana y política innovadora. Una relación caracterizada por un profundo respeto a la diversidad, a la armonía de los contrastes sociales y a la inclusión de las diversas experiencias mezcladas con este sentir común.
3.- Las Cocinas del Pueblo se desarrollaron en el tiempo gracias a la colaboración de autorizados estudiosos anarquistas, entre ellos, Giorgio Sacchetti, Franco Schirone, Edy Zarro, Federico Sora; de importantes escritores como Paolo Nori, Edoardo Sanguineti, Maurizio Maggiani y Pino Cacucci; de artistas de vanguardia como Stefano Raspini, Philip Corner, Matteo Guarnaccia y Cristina Francese; de prestigiosos periodistas como Gianni Mura, Armando Torno, Paolo Pasi, Carla Chelo; y de un grupo de libreros militantes que han apoyado siempre el proyecto mediante ferias del libro, encuentros con los escritores y presentaciones de los editores. Por otra parte, en estos años no ha faltado nunca el apoyo de compañeros y compañeras que, desde todos los rincones de Italia, han participado activamente en nuestras iniciativas, enriqueciéndolas de contenidos y experiencias que han permitido un crecimiento cultural globalizador. Pero, sin duda, una extraordinaria contribución llegó primero de la mano del famoso experto en enogastronomía, Gino Veronelli, desaparecido en noviembre de 2004, y posteriormente, del profesor Alberto Capatti, primer rector de Ciencia gastronómica en Pollenzo (Cuneo), donde ha enseñado Historia de la Cocina y la Gastronomía.
4.- Las Cocinas del Pueblo se han inspirado, desde su constitución, en los principios del socialismo libertario y humanitario en una dimensión internacionalista entendida como posible y necesaria sociedad solidaria e igualitaria, donde se eliminen tanto la explotación económica como el dominio político, estableciendo una relación libre válida para todos y todas en armonía con el ecosistema. Los valores del primer socialismo internacionalista representan hoy, más que ayer, una referencia imprescindible para cualquier transformación social. Un cambio que no puede ser relegado al infinito según las clásicas ilusiones doctrinarias, sino que viene construido día a día con comportamientos coherentes con la libre experimentación realizada en un recorrido popular fuera del simple testimonio y de la banal autorreferencia. Por consiguiente, se replantearán nuevas prácticas de acción directa adaptadas a propuestas de autoorganización social que difundan nuestros valores de referencia para contrarrestar el creciente autoritarismo.
5.- Las Cocinas del Pueblo son una realidad autogestionada donde se practica la integración de papeles y de tareas para favorecer una militancia colectiva, evitando especializaciones peligrosas. Todas las decisiones se toman en asamblea general, que debe facilitar el intercambio de ideas mediante una participación extensa. Los mecanismos organizativos deben partir siempre de lo simple para llegar a lo complejo según un esquema federativo claro, reconducible a la praxis libertaria. Los cargos de representación y de trabajo tienen un valor exclusivamente técnico y están subordinados a los puntuales controles asamblearios. La actividad práctica se funda sobre la implicación en primera persona libre y voluntaria, sin retribución alguna. Naturalmente, no se admite la financiación pública, ni estatal ni municipal, ni de otro género que condicione nuestra iniciativa, haciéndonos incapaces de vivir formas auténticas de autogestión. Hemos sido y seremos siempre un sujeto independiente de cualquier partido, grupo de presión o asociación en la medida en que la autonomía proyectual ha sido el elemento fundamental de nuestra historia. Una historia potente, porque viene de abajo para permanecer abajo, manteniéndose de manera horizontal, evitando cualquier forma de condicionamiento.
6.- Las Cocinas del Pueblo están ubicadas en Massenzatico, a cinco kilómetros de Reggio Emilia, ya que ese pueblo ha demostrado los mejores ideales del socialismo de la zona gracias a sus experiencias. En esa localidad se construyó la primera casa del pueblo de Italia, en 1893, y la cooperativa de consumo, en 1895. Por otra parte, Massenzatico es el pueblo de Camillo Prampolini, importante líder del socialismo italiano y referente de un socialismo práctico que construyó un consistente sistema cooperativo social y municipal. Además, en Massenzatico hemos encontrado una treintena de compañeros que han apoyado nuestros proyectos, más allá de las diferencias existentes, sumándose a todas las iniciativas que hemos puesto en marcha. Otro elemento importante ha sido la ligazón que hemos establecido con las "cocineras rojas" de Massenzatico, auténticas maestras de la cocina popular, que nos han permitido realizar fantásticos eventos gastronómicos -al alcance de todos- con cientos y cientos de personas e innumerables propuestas de altísima calidad. Por todas estas razones, nuestra ubicación natural es este pueblo, que ha sido tan cercano a nuestras expectativas de fondo.
7.- Las Cocinas del Pueblo en nuestra historia han producido una "cultura alternativa" que ha sabido acercar gastronomía y convivencia, socialismo y solidaridad, construyendo un laboratorio único en su género que ha confrontado las cocinas étnicas con las populares, las cocinas tradicionales con las imaginativas. En nuestras "destilerías" se han bebido los vinos del campesino y los licores proletarios, se han degustado los vinagres balsámicos elaborados por nuestros compañeros, se han descubierto las extinguidas ensaladas a base de hierbas regeneradoras, y se han propuesto menús desaparecidos. Hemos promovido en más de una ocasión mercados con los productos de la madre tierra, buscando promover experiencias autogestionarias y ecosolidarias ligadas a nuestro territorio. Nos hemos preguntado en varias ocasiones, con discusiones apasionadas, sobre el valor de la mesa proletaria, con sus momentos de compartir y de "contaminar", tendentes a crear un ámbito solidario de fuertes lazos unificadores. Hemos asociado la cocinera de Lenin a la cocinera de Durruti; hemos propuesto las cocinas de la resistencia, de la insurgencia y de las revoluciones, ensayando menús legendarios. Hemos encontrado las recetas de los grandes hitos de las clases inferiores, empezando por la Comuna de París y la Primera Internacional, para llegar a la Revolución española, pasando por el Bienio Rojo.
8.- Las Cocinas del Pueblo han promovido en estos años innumerables iniciativas, actos, conferencias, conciertos y ferias del libro, entre las que se incluye la fiesta anual del 25 de abril, jornada de la liberación del nazifascismo, que en 2017 ha contado con la participación de más de mil personas. Pero los momentos más significativos de nuestra experiencia son los certámenes internacionales de carácter bienal que tratan en cada ocasión un tema social diferente, puesto en relación con la gastronomía popular. Los certámenes internacionales contemplan una enorme adhesión de cocineros, estudiosos, artistas, literatos, militantes de todas partes de Italia, con significativas colaboraciones de algunos países europeos. En orden cronológico, los certámenes han sido: Cocinas del pueblo: la revolución a la mesa (2004), Las cocinas literarias: masa proletaria y narrativa social (2006), Las cocinas del utopista: viajes, sueños, deseos, revoluciones (2008)[1], Las cocinas de la locomotora: visiones, migraciones, movimientos, liberaciones (2010), Las cocinas de la revolución (2012), Las cocinas de la solidaridad (2014), Las cocinas del amor (2016)[2]. Además, el pasado septiembre hemos albergado la primera conferencia internacional "Geografía, cambio social y prácticas antiautoritarias", organizada por la Red Internacional de Geógrafos Libertarios". Han sido tres días de gran intensidad cultural y de convivencia, con una cualificada participación de estudiosos, profesores e investigadores[3]. Para 2018 estamos preparando un nuevo certamen bienal, que en principio se celebrará en septiembre y estará dedicado a las cocinas populares del mundo.
9.- Las Cocinas del Pueblo, ante esta fase de crisis social y de degradación alimentaria impuesta por el Capital multitransgénico, se activan para construir momentos de relación, creando experiencias antagonistas con el sello de la solidaridad de clase. Nos referiremos como siempre a los últimos, porque estamos seguros de que nuestra "vitamina social" puede nutrir el cerebro en el conflicto y en la fantasía. Como se decía en un tiempo, "por el pan y por las rosas". Para el futuro más cercano están en vías de realización una serie de experiencias concretas: un espacio independiente, un huerto colectivo, la ampliación de la caja de solidaridad, un grupo de estudios sobre la pedagogía libertaria y un proyecto para jóvenes libreros. El próximo año inauguraremos nuestro archivo-biblioteca, compuesto por un millar de libros sobre gastronomía y tradiciones populares. Estamos trabajando para realizar nuevos proyectos, todavía por definir, de dimensiones tanto nacionales como internacionales, para promover una red independiente en el ámbito de la gastronomía proletaria. Finalmente, convocaremos una serie de citas con algunos estudiosos, historiadores y militantes para empezar una nueva etapa de Las Cocinas del Pueblo que sepa valorar los mejores gustos alimentarios a partir del gusto por la revolución.
Notas:
1.- Ver el artículo "Se come, se habla se canta. ¡Es la cocina del utopista!" en Tierra y Libertad 244, noviembre 2008.
2.- Ver el artículo "Geografía y anarquía" en Tierra y Libertad 339, octubre 2016.
3.- Ver el artículo "La cocina del pueblo, del amor y de la anarquía" en Tierra y Libertad 351-152, octubre-noviembre 2017
[Publicado originalmente en el periódico Tierra y Libertad # 354, Madrid, enero 2018. Número copleto accesible en https://www.nodo50.org/tierraylibertad.]
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