Amandine Girard
En una plaza florentina, Niccolò Giordano nos contó que: “Genuino Cladestino es una red nacional que periódicamente se encuentra para poner en relación la realidad del productor y coproductor que practica la agricultura campesina y comerciantes organizadores autogestivos”, y que para el 27, 28 y 29 de abril, de 2018, está organizando otro encuentro nacional, con asambleas, ferias y una movilización “en defensa en Mondeggi Bienes comunes y la autodeterminación territorial”, como proclama la consigna que figura en los afiches.
“Genuino Clandestino nació hace diez años como movimiento de encuentro de todos los campesinos que luchaban para poder hacer una agricultura menos burocratizada, una agricultura pequeña, pero a precios bajos, sin todos los problemas y caminos burocráticos que están hechos para las grandes industrias; y nació también para proteger a los territorios en lucha contra las grandes obras dañinas y para hacer presión política para que se mejoren algunas leyes a nivel regional y nacional”, nos cuenta Niccolò, y recuerdo que él vive en el la parte superior del Valle de Arno, y que bajo el nombre de “Alma Calende” producen junto a Stefania Gontero; anfitriones en esta aventura por la feria y por esta parte de Italia.
A ellos, y al grupo de feriantes florentinos, nos cuenta que les toca. “Como red de Florencia, que se organizó hace un año, que se llama “Comunidad campesina Jerome Laronze”; empezamos a ser parte de este movimiento, y como nueva red nos toca organizar el encuentro nacional, que se hace cada seis meses, en una región diferente”, mientras la plaza escogida se resignifica.
Escucho nombrar Mondeggi. Esta vez el encuentro de tres días se realizará en Mondeggi, “que es un poco el símbolo de lucha territorial y de agricultura sustentable y agroecológica; porque hace cuatro años éstas eran tierras abandonadas por el gobierno de la región, que no sabia que hacer de éstas y quería vender; dejó que los árboles se fueran destruyendo, que la tierra se fuera empobreciendo; veinte personas, hace cuatro años, reocuparon las cuatro factorías campesinas ahí y las cientos de hectáreas que estaban, y dividiendo en parcelas y trabajando mucho; llamando en su ayuda a toda la gente de los pueblos y los municipios cercanos, lograron hacer olivos y viñas se reprodujesen”. Mondeggi, ahora sé porque me suena ese nombre.
“Estamos recibiendo demanda de participación desde unas treinta y más redes de toda Italia; va a haber una feria con cien, ciento cincuenta puestos con productos sanos, genuinos agroecológicos, biológicos sí, pero sin la certificación europea de "bio"; entonces habrá, el primer día que es el viernes la asamblea general plenaria, donde discutimos sobre el tema que nosotros planteamos: será el caso de hacer un nivel político más elevado y organizar un mutuo socorro a nivel nacional entre varias redes o todavía no estamos listos y cada uno tiene que trabajar en lo pequeño y debemos esperar algunos años. Vamos a discutir sobre eso. Y el sábado a la mañana, y hasta mediados de la tarde vamos a organizar mesas de trabajo para decidir que hacer en los próximos seis meses; mesas de organización, comunicación, acceso a la tierra; agroecología, etc. Y el sábado a la noche va a haber una marcha, en defensa de todas las experiencias agroecológicas que existen. Y el domingo, todo el día, el mercado”, cuenta Niccolò, y recuerdo ya haber hablado con él en torno a estas cosas, pero en Bolivia, donde nos conocimos.
En Tarija, Niccolò y Stefania estaban de paso. Uno de sus destinos era la Escuela de Salud Pública del Chaco boliviano llamada Tekove Katu, vida plena, en la lengua guaraní, donde serian voluntarios e intercambiarían saberes. Eso fue, para que entonces estuviésemos hablando en una plaza y me diga: “Yo pediría ir a buscar el termino ecología social. Nacidos a mediados del 1900, antes de que la ecología, como movimiento social de los verdes, tomara una línea demasiado solo ambientalista, sin hablar de la gente que producía, mas bien hablando solo de la protección del ambiente, pero sin hacer en verdad un trabajo así, político. Ecología social es algo más, es de verdad asumir que cambiando el ambiente cambias también la población y que la relación entre hombres depende también de la relación con lo que comes, lo que produces; entonces, cuanto mas sea genuina esta relación con lo que produces, más genuina será la producción entre hombres; no ya una dominación del hombre hacia la naturaleza, más bien una cooperación, una convivencia. Por ésto que no usamos químicos; por esto es que hacemos agricultura no de granddes extensiones; hacemos la distribución directamente haciendo mercados públicos; hablando con el consumidor, que ahorita lo llamamos coproductor, mas que consumidor; queremos salir de la lógica producción-consumo; mas bien nosotros producimos y quien compra es coproductor, pues nos ayuda a trabajar; entonces, haciendo todos esos mercados intentamos a pasar este mensaje, y empezar, poco a poco, hablando con las personas, vimos que así nos sirve, es la forma mas simple; porque sobre todo aquí en Italia, o en países como Francia o España, donde la comida tiene mucho valor, convencer a la gente haciéndole probar lo que producimos es la forma mas directa, no simplemente hablar en una plaza sobre teorías políticas. Entonces, ecología social es el término que más nos gusta”, y era, para que ese lugar, que lleva el nombre de un poeta, esta vez tuviese olores y sabores capaces de inspirar hermosos versos y cuidada prosa.
[Versión, con algunas inevitables correcciones ortografía y redacción, de original tomado de de https://villagramd.blogspot.com/2018/04/italia-derecho-la-tierra.html.]
En una plaza florentina, Niccolò Giordano nos contó que: “Genuino Cladestino es una red nacional que periódicamente se encuentra para poner en relación la realidad del productor y coproductor que practica la agricultura campesina y comerciantes organizadores autogestivos”, y que para el 27, 28 y 29 de abril, de 2018, está organizando otro encuentro nacional, con asambleas, ferias y una movilización “en defensa en Mondeggi Bienes comunes y la autodeterminación territorial”, como proclama la consigna que figura en los afiches.
“Genuino Clandestino nació hace diez años como movimiento de encuentro de todos los campesinos que luchaban para poder hacer una agricultura menos burocratizada, una agricultura pequeña, pero a precios bajos, sin todos los problemas y caminos burocráticos que están hechos para las grandes industrias; y nació también para proteger a los territorios en lucha contra las grandes obras dañinas y para hacer presión política para que se mejoren algunas leyes a nivel regional y nacional”, nos cuenta Niccolò, y recuerdo que él vive en el la parte superior del Valle de Arno, y que bajo el nombre de “Alma Calende” producen junto a Stefania Gontero; anfitriones en esta aventura por la feria y por esta parte de Italia.
A ellos, y al grupo de feriantes florentinos, nos cuenta que les toca. “Como red de Florencia, que se organizó hace un año, que se llama “Comunidad campesina Jerome Laronze”; empezamos a ser parte de este movimiento, y como nueva red nos toca organizar el encuentro nacional, que se hace cada seis meses, en una región diferente”, mientras la plaza escogida se resignifica.
Escucho nombrar Mondeggi. Esta vez el encuentro de tres días se realizará en Mondeggi, “que es un poco el símbolo de lucha territorial y de agricultura sustentable y agroecológica; porque hace cuatro años éstas eran tierras abandonadas por el gobierno de la región, que no sabia que hacer de éstas y quería vender; dejó que los árboles se fueran destruyendo, que la tierra se fuera empobreciendo; veinte personas, hace cuatro años, reocuparon las cuatro factorías campesinas ahí y las cientos de hectáreas que estaban, y dividiendo en parcelas y trabajando mucho; llamando en su ayuda a toda la gente de los pueblos y los municipios cercanos, lograron hacer olivos y viñas se reprodujesen”. Mondeggi, ahora sé porque me suena ese nombre.
“Estamos recibiendo demanda de participación desde unas treinta y más redes de toda Italia; va a haber una feria con cien, ciento cincuenta puestos con productos sanos, genuinos agroecológicos, biológicos sí, pero sin la certificación europea de "bio"; entonces habrá, el primer día que es el viernes la asamblea general plenaria, donde discutimos sobre el tema que nosotros planteamos: será el caso de hacer un nivel político más elevado y organizar un mutuo socorro a nivel nacional entre varias redes o todavía no estamos listos y cada uno tiene que trabajar en lo pequeño y debemos esperar algunos años. Vamos a discutir sobre eso. Y el sábado a la mañana, y hasta mediados de la tarde vamos a organizar mesas de trabajo para decidir que hacer en los próximos seis meses; mesas de organización, comunicación, acceso a la tierra; agroecología, etc. Y el sábado a la noche va a haber una marcha, en defensa de todas las experiencias agroecológicas que existen. Y el domingo, todo el día, el mercado”, cuenta Niccolò, y recuerdo ya haber hablado con él en torno a estas cosas, pero en Bolivia, donde nos conocimos.
En Tarija, Niccolò y Stefania estaban de paso. Uno de sus destinos era la Escuela de Salud Pública del Chaco boliviano llamada Tekove Katu, vida plena, en la lengua guaraní, donde serian voluntarios e intercambiarían saberes. Eso fue, para que entonces estuviésemos hablando en una plaza y me diga: “Yo pediría ir a buscar el termino ecología social. Nacidos a mediados del 1900, antes de que la ecología, como movimiento social de los verdes, tomara una línea demasiado solo ambientalista, sin hablar de la gente que producía, mas bien hablando solo de la protección del ambiente, pero sin hacer en verdad un trabajo así, político. Ecología social es algo más, es de verdad asumir que cambiando el ambiente cambias también la población y que la relación entre hombres depende también de la relación con lo que comes, lo que produces; entonces, cuanto mas sea genuina esta relación con lo que produces, más genuina será la producción entre hombres; no ya una dominación del hombre hacia la naturaleza, más bien una cooperación, una convivencia. Por ésto que no usamos químicos; por esto es que hacemos agricultura no de granddes extensiones; hacemos la distribución directamente haciendo mercados públicos; hablando con el consumidor, que ahorita lo llamamos coproductor, mas que consumidor; queremos salir de la lógica producción-consumo; mas bien nosotros producimos y quien compra es coproductor, pues nos ayuda a trabajar; entonces, haciendo todos esos mercados intentamos a pasar este mensaje, y empezar, poco a poco, hablando con las personas, vimos que así nos sirve, es la forma mas simple; porque sobre todo aquí en Italia, o en países como Francia o España, donde la comida tiene mucho valor, convencer a la gente haciéndole probar lo que producimos es la forma mas directa, no simplemente hablar en una plaza sobre teorías políticas. Entonces, ecología social es el término que más nos gusta”, y era, para que ese lugar, que lleva el nombre de un poeta, esta vez tuviese olores y sabores capaces de inspirar hermosos versos y cuidada prosa.
[Versión, con algunas inevitables correcciones ortografía y redacción, de original tomado de de https://villagramd.blogspot.com/2018/04/italia-derecho-la-tierra.html.]
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