The Black Trowel Collective
* Quienes integramos este colectivo llegamos al anarquismo y la arqueología desde muchos lugares, y por variadas razones. La mayor parte de este documento se origina en una conversación iniciada en la Amerind Foundation en Abril de 2016 (hecho posible gracias a una colaboración de la Wenner-Gren Foundation), donde comenzamos a poner los ‘tiestos’ de una arqueología anarquista en un marco coherente. Desde allí, muchos de nosotros continuamos trabajando juntos en éste y otros proyectos relacionados a la arqueología anarquista, mientras nuestro círculo se fue ampliando tanto como los proyectos involucrados. Te invitamos a unirte, o seguir el trabajo que estamos haciendo en http://www.anarchaeology.org/site-forum/.
Una arqueología anarquista se enfoca en aspectos de la desigualdad social como crítica a las formas autoritarias de poder y como marco para habilitar relaciones igualitarias y equitativas. El término anarquismo deriva de an- (sin) + arkhos (gobierno), pero una traducción mejor y más atractiva es quizás “contra la dominación”. Una arqueología anarquista insiste en una disciplina comprometida con desmantelar los modelos jerárquicos simplistas del pasado, y en este sentido, su núcleo incorpora conceptos de la arqueología decolonial, indígena y feminista, enfrentándose a las narrativas hegemónicas del pasado. Es una teoría explícita respecto a las relaciones humanas operando sin los recursos de las formas coercitivas tales como el autoritarismo, las jerarquías o la explotación de otros seres humanos. Algunos anarquistas extienden este argumento también a las relaciones con seres no-humanos, tales como objetos, otras especies y el ambiente.
En concordancia con estos principios, no existe una visión ortodoxa, total y uniforme sobre qué es el anarquismo. Hay múltiples acercamientos a la teoría y práctica anarquista amalgamada por principios comunes, y son estas comunalidades las que dan base a nuestra arqueología anarquista. Aquí delinearemos los principios para una arqueología anarquista que pueden ser aplicados a los estudios del pasado, a través de los análisis de sociedades contemporáneas desde perspectivas arqueológicas y prácticas arqueológicas, incluyendo la ética profesional. Ofrecemos este texto en tanto manifiesto y como documento viviente en constante relectura y revisión contextual.
Criticando el Poder
Reconocemos que existen muchos caminos para evaluar e interpretar temas tales como el valor, la dominación, coerción, autoridad y poder. Los anarquistas, y los arqueólogos anarquistas, hace mucho reconocen que la complejidad organizacional no es producida simplemente por una élite de control, sino también mediante formas heterárquicas y redes colaborativas. Muchos arqueólogos anarquistas luchan por develar períodos perdidos de resistencia a la dominación y explotación por pequeñas élites, que pueden ser clasificadas como poder vertical o formas de poder de unos sobre otros. Así, una arqueología anarquista busca examinar formas de poder horizontal, el poder de la gente trabajando hacia consensos coordinados, tanto en oposición como en paralelo a las formas de poder vertical emergentes o existentes.
Reconociendo las Artes de la Resistencia
Los arqueólogos anarquistas reconocen que los períodos de cambio, tanto como los períodos en los cuales los cambios no parecen estar presentes, no requieren evaluaciones connotativas de tipo bueno o malo. Una arqueología anarquista no da tratamiento preferencial a ninguna forma de ‘civilización’. En la práctica y en la cultura popular, los períodos de inequidad extendida suelen ser vistos como períodos de florecimiento o ‘clímax’ cultural. Términos tales como ‘colapso’, ‘declive’ o ‘disolución’ suelen también ser aplicados por los arqueólogos y otras personas para describir períodos de tiempo en que las jerarquías terminan. El lenguaje sobre ‘clímax’ y ‘declive’ cultural remite a nociones Victorianas de progreso, identificado con el Estado, como opuesto a nociones más activas de sociedades contra el Estado. Perspectivas alternativas revelan las complejas y a veces conflictivas luchas de la humanidad contra las rígidas acciones del poder en sociedades verticales. Muchos de los llamados ‘colapsos’ en el pasado fueron períodos de grandes afirmaciones de autonomía local enfrentadas a centralizaciones de poder hegemónicas. Esos tiempos también son producto de actos de revuelta no reconocidos, resistencia y resurgimiento de formas alternativas de vida. Así, dichos períodos pueden ser éxitos para la mayoría de la gente en términos de aumento de la autodeterminación e independencia. Los arqueólogos anarquistas están comprometidos con teorizar e identificar las manifestaciones materiales de tales transformaciones.
Abrazando la Anarquía Diaria
Para entender las historias de resistencia humana, resilencia y mantenimiento de la igualdad o heterarquía, un arqueólogo anarquista debe también ser un arqueólogo de la vida diaria, no solamente de las élites y monumentos. Reconocemos que las personas operan fuera de las estructuras de poder, incluso cuando están inmersos en estructuras de poder fuertes. Contextualizar una anarquía cotidiana permite interrogar respecto a cuándo las diferentes fuentes de poder están operando y cuándo son silenciosas/silenciadas o no utilizadas. Aquí es donde una arqueología anarquista puede ser construida sobre las ya existentes fortalezas de la disciplina, dado que las arqueologías de las no-élites y los movimientos de resistencia ya son campos prominentes de conocimiento. El interés por una arqueología anarquista yace en la construcción de coaliciones y consensos, así como contextos donde podamos alinearnos con personas tanto del campo de la arqueología como externa a ella, que son críticas al desarrollo del movimiento. La arqueología de la anarquía diaria es también un buen recordatorio de las formas en que integramos las prácticas anarquistas a nuestro propio presente, con un ojo puesto en el futuro. Uno no necesita auto-identificarse como anarquista para abrazar y contribuir a la anarquía diaria. Simplemente, los actos auto-confesionales en el aula, los pozos de sondeo, y en cualquier lado proveen miríadas de oportunidades para deconstruir las jerarquías de poder que perpetúan los dañinos estereotipos del pasado, presente y futuro.
Visualizando Futuros
Una arqueología anarquista percibe que el vanguardismo (por ejemplo, una estrategia revolucionaria marxista tradicional que intenta diseñar cambios culturales con la esperanza de un resultado predeterminado) representa una extensión de las estructuras de poder actuales, sea esto intencional o no, teniendo éxito a largo plazo solo raras veces. Además, los arqueólogos anarquistas examinan la cultura material a través del tiempo utilizando prácticas prefigurativas como ser las miradas decoloniales. Esto significa que ellos examinan el registro material y su disciplina reconociendo que la gente que actúa en el presente, orientada a crear cambios hacia un futuro deseado, tiene más posibilidades de implementarlos amplia y beneficiosamente (los anarquistas llaman a esto “crear una nueva sociedad en el cascarón de la vieja”). Estas prácticas de visualizar el futuro en el presente alinean a una arqueología anarquista con los compromisos de una arqueología contemporánea, incluso si el material bajo investigación proviene de un pasado profundo. Una arqueología anarquista reconoce que el pasado solo puede ser investigado al interior de un profundo presente repleto de conflictos, discusiones y políticas. Esto no significa repudiar las perspectivas de la arqueología como ciencia. Sin embargo, reconoce cómo la cultura interactúa con, y se nutre de informes arqueológicos. Las grietas de las jerarquías de las prácticas científicas abren su potencial predictivo más allá de los dominios tradicionales de la arqueología (por ejemplo, el pasado) hacia lugares futuros.
Buscando Formas No Autoritarias de Organización
Una arqueología anarquista intenta reimaginar, redistribuir y decolonizar procesos y posiciones de autoridad al interior de las comunidades, la academia y la disciplina, así como sus muchos públicos, mientras realiza investigaciones, facilitando el aprendizaje de los estudiantes, y vinculado a la gestión del patrimonio. Estas reconfiguraciones, de todos modos, solo pueden ocurrir en un entorno inclusivo, uno imbuido en el reconocimiento de las formas que yacen en las perspectivas actuales que no son críticas respecto al pasado. Esto significa que una arqueología anarquista es también una arqueología comprometida con las comunidades, acompasada por múltiples voces, y profundamente crítica con la investigación. Una arqueología anarquista busca alternativas a los modos jerárquicos de producción del conocimiento y gestión de lugares y tiempos pasados, en favor de caminos igualitarios de juntar a las personas para aprender, proteger y entender la relevancia del pasado en el presente.
Reconociendo la Heterogeneidad de las Identidades
Una arqueología anarquista funciona a muy diferentes escalas. Esto significa que actúa a niveles globales, regionales, comunitarios y personales. Más relevante aun, una arqueología anarquista reconoce tanto los roles de las agrupaciones acompasadas a individuos, lugares, materiales y animales, como la de grandes colecciones de dichas influencias sociales. Esto permite al autor comprender la agencia de los participantes sociales según dónde y cómo estén situados en las escalas del ambiente social. Lo contextual, feminista, decolonizado, y no-humano/humanista se integra a las arqueologías anarquistas, anclándose al espacio. Esto significa que la investigación, interpretación y apoyo hace foco en individuos o localidades, y luego se expande para ajustarse a una escala más global. La escala básica de personas y espacios vividos proveen los ladrillos para la construcción crítica de re-imaginar niveles de cambio sistémico más altos. Este es el espacio donde las escalas del análisis arqueológico – desde el tiesto al espacio donde es hallado, hasta el contexto regional – ayudan a construir conexiones entre las muchas escalas del orden que nos permiten dar voz al pasado y al presente.
Reconociendo la Agencia en Cambio y Estabilidad
Una arqueología anarquista es agenciativa. Los arqueólogos anarquistas entienden que, si están ubicados en sistemas equitativos, todos los humanos / no humanos poseen la habilidad y capacitad de producir cambios. La mayoría de los arqueólogos reconoce que el poder de nuestra disciplina deriva de su entendimiento de la capacidad humana de modelar el ambiente, el mundo material, y las realidades espirituales a través de la acción. Combinados, estos agentes permiten a los arqueólogos incorporar personas, más que solo objetos, en sus contextos pasados (y presentes). Reconocer que toda la gente es importante, significa que una arqueología anarquista es una arqueología de las relaciones sociales, que utiliza el cómo interactúan las personas para entender el registro material. Una arqueología anarquista se enfoca especialmente en aquella gente que menos contribuyó a las narrativas dominantes del pasado.
Valorando el Patrimonio de Sociedades Estatales y No Estatales
Una arqueología anarquista promueve la conservación y preservación del patrimonio cuestionando por qué cómo algunos sitios y regiones son elegidos para ser protegidas mientras otras no. Los arqueólogos anarquistas entienden que preservar sitios y comunidades que solamente representan a Estados, o que usualmente son percibidos como precursores de Estados (por ejemplo aquellas con jerarquías verticales y élites) significa que creamos un pasado que observa al Estado y a las sociedades con características estatales como modelos de éxito. Las sociedades que no son Estados, muchas veces previnieron la emergencia de las jerarquías a medida que se desarrollaron, tornándose ejemplos implícitos de su fracaso. Una arqueología anarquista se pregunta desde el cambio en nuestro entendimiento respecto a cómo se ve el éxito, y ese salto teórico se ve acompañado en la acción respecto a cómo entendemos aquel patrimonio considerado significante. Aquí es donde una arqueología anarquista puede brindar un poderoso apoyo paralelo a las arqueologías indígenas. Estas decisiones parciales respecto a qué patrimonio es valioso también reduce nuestra imaginación histórica. Restando o limitando la presencia arqueológica, histórica y cultural de las sociedades organizadas horizontalmente por medio de decisiones de preservación, se producen dramáticos impactos en la habilidad de avizorar y producir alternativas a las presentes jerarquías, por parte de las sociedades futuras.
Sin Paradigmas – Una Multitud de Voces y Visiones
La arqueología anarquista acuerda que existe una multiplicidad de puntos de vista, y rechaza la falsa dicotomía de todos aquellos que promueven estas ideas deben auto identificarse como anarquistas o arqueólogos. Las etiquetas limitan la habilidad de las personas de encontrar utilidad en la teoría anarquista. Por ejemplo, la gente no necesita llamarse anarquista para promover ideas e ideales anarquistas, del mismo modo que no necesitan llamarse a sí mismos arqueólogos para promover el uso de la cultura material como ciencia social y método histórico. Este posicionamiento nos permite ser teóricamente promiscuos y clamar que es científicamente fructífero considerar teorías y métodos alternativos al paradigma normal, promoviendo un anarquismo epistemológico.
Una Heterarquía de Autoridades
Como arqueólogos anarquistas, no nos reconocemos como una comunidad. Sin embargo, nos reconocemos como parte de, y clamando por, muchas comunidades conectadas. Apoyamos la idea de la descentralización de nuestro conocimiento y autoridad no niega ningún experticia que podamos poseer. Reconocemos que mientras poseemos las habilidades técnicas y la experiencia concerniente a la cultura material y el conocimiento sobre el pasado, existe un saber hacer que deriva de cierta perspectiva que está más allá de la mera autoridad. Nuestro conocimiento debe estar abierto y nuestras habilidades deben estar disponibles para que no se cree una situación en la cual los arqueólogos (o historiadores) sean solamente quienes posean autoridad sobre el pasado, especialmente aquel que concierna al patrimonio ancestral de los pueblos. Además, reconocemos que existen muchos tipos de experticia más allá de nuestra disciplina, y por supuesto por fuera del reino del conocimiento ‘académico’. Una arqueología anarquista se trata de respeto por los muchos tipos de expertos que pueden hablar sobre el pasado y el presente.
Descentralizando al Humano – Reconociendo Relaciones con Entidades No Humanas
Una arqueología anarquista entiende y nos motiva a examinar cómo los agentes no humanos pueden crear cambios sociales. Así, lugares, espacios, ambientes, objetos materiales, lo sobrenatural, pueden ser todos agentes de cambio. Más aún, los patrones de comportamiento humano pueden ser estructurados por medio de sus relaciones con entidades no humanas, como geontologías, tanto si son agentes percibidos del paisaje, plantas, animales o espíritus. Reconocemos que dado que las personas en culturas pasadas se vieron a sí mismas como iguales o inferiores a las entidades no humanas, descentralizar lo humano puede ayudarnos a entender cómo los pueblos pasados se organizaron. Tal postura también nos ayuda a reimaginar nuestra propia posición como sujetos en relación con el ambiente, los lugares, las plantas, animales y espíritus.
Una Arqueología de Acción
Los arqueólogos anarquistas reconocen que también nuestras investigaciones pueden toparse con tópicos increíblemente dificultosos y sensibles, por lo que la investigación arqueológica debe ser agradable y placentera. Simultáneamente, la arqueología debe ser conducida y realizada con respeto. Mientras que nuestros temas de estudio pueden lidiar con la violencia, buscamos encontrar formas de investigarlos que no sean violentas en sí mismas. Siguiendo los muchos actos exitosos de resistencia que usan el humor para contraponerse a la violencia, tales como las marchas contra la injusticia armadas con marionetas, pensamos también que la presentación de temas difíciles puede ser matizada con intervenciones artísticas, poéticas, o revolucionarias. Pero sobre todo, vemos a la arqueología anarquista como un llamado a la acción, e invitamos a unirse a todos aquellos interesados. Investiga. Escribe un ensayo. Compone un poema épico, letras de canciones. Ofrece una pintura o una fotografía. Haz algo grande, o haz algo pequeño. Haz algo diferente. Escribe un clásico. Haz lo que sientas bien. Hazlo por el potencial de la arqueología para ayudar a construir un mundo mejor. Hazlo grande. Hazlo humilde. Hazlo brillante.
Simplemente ofrecemos una arqueología anarquista como camino alternativo para pensar sobre el pasado y reconsiderar nuestros métodos y prácticas en el presente. Un acercamiento anarquista nos recuerda tener en cuenta las relaciones de poder y cuestionar tanto donde esas relaciones sean autoritarias o coercitivas, tanto en las sociedades del pasado que estudiamos, como entre los arqueólogos en cuanto equipos en práctica, como entre arqueólogos y comunidades descendientes, o en las relaciones entre arqueología y naciones-estados contemporáneos. El vasto repertorio de sociedades en el pasado fueron sociedades anárquicas, organizando sus vidas sin autoridades centralizadas. Esta es una razón primaria por la cual una arqueología anarquista puede ser utilizada para comprender los principios y dinámicas de estas sociedades sin gobierno. Además, una crítica sostenida al poder puede ayudarnos a reconocer mejor las formas de resistencia al interior de sociedades centralizadas. Finalmente, los principios anarquistas pueden ayudarnos a lograr prácticas más igualitarias y democráticas entre arqueólogos y otras personas interesadas en el pasado. Este enfoque también puede hacer que la arqueología aporte a la revigorización de la imaginación histórica y presente alternativas a las estructuras de autoridad política y económica contemporáneas orientadas de arriba hacia abajo. En resumen, una arqueología anarquista puede ayudarnos a expandir el reino de lo posible, tanto en relación a nuestras interpretaciones de las huellas de vidas pasadas, como en términos de nuestro entendimiento sobre qué es posible en el futuro.
[Tomado de la revista Palimpsesto # 0, Catamarca (Arg.), abril 2017. Número completo accesible en https://palimpsestoanarqui.wixsite.com/palimpsestos/blank.]
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