Octavio Alberola
La hegemonía mundial del capitalismo, como forma de organización de las relaciones sociales, ya planteaba retos cruciales a la humanidad antes de que la pandemia del coronavirus paralizara -durante más dos meses- la casi totalidad de la actividad económica mundial, con catastróficas consecuencias para el presente y futuro de millones y millones de personas en el mundo.
La crisis financiera de 2008, como resultante lógica de la desregulación del capital, ya había provocado el desmantelamiento de la « sociedad de bienestar » y puesto en cuarentena las políticas medioambientales necesarias para hacer frente eficazmente al calentamiento global del planeta.
La hegemonía mundial del capitalismo, como forma de organización de las relaciones sociales, ya planteaba retos cruciales a la humanidad antes de que la pandemia del coronavirus paralizara -durante más dos meses- la casi totalidad de la actividad económica mundial, con catastróficas consecuencias para el presente y futuro de millones y millones de personas en el mundo.
La crisis financiera de 2008, como resultante lógica de la desregulación del capital, ya había provocado el desmantelamiento de la « sociedad de bienestar » y puesto en cuarentena las políticas medioambientales necesarias para hacer frente eficazmente al calentamiento global del planeta.
La vuelta a la normalidad capitalista, en los países que han puesto fin al confinamiento social provocado por la COVID-19, muestra que, a pesar del circunstancial « nada volverá a ser como antes », enfatizado reiteradamente por políticos y formadores de opinión en los medios de comunicación, son las lógicas neoliberales ultraconservadoras y confusionista las que están prevaleciendo en vez de una « cierta renovación ecológica e individualista-solidaria de la resistencia al capitalismo ». Y eso a pesar de ser este sistema el responsable de los cientos de miles de muertes en el mundo por el coronavirus y de las catástróficas consecuencias económicas y sociales que la pandemia COVID-19 ha provocado en todos los países por dar prioridad a la rentabilidad del capital sobre la vida de las personas.
Ante un panorama político y social tan desolador, para el présente y futuro de las sociedades humanas, nada es más urgente que la reinvención de una izquierda emancipadora capaz de enfrentarse eficazmente al reto de esta vuelta a la normalidad capitalista en las sociedades actuales. No solo para evitar que la lógica del capital siga primando sobre la de vida en la gestión de la économia sino también para evitar que esta lógica provoque un colapso brutal del planeta que ponga fin a nuestra especie. Pero, por el momento, hasta los gobiernos que se pretenden de izquierda orientan todos sus esfuerzos en la reconstrucción del modelo productivista y consumista neoliberal que nos ha conducido a esta insólita y desastrosa situación. Y, como el mañana depende de lo que se haga hoy, hay, pues, urgencia en reaccionar... Esperar a tiempos mejores sería una insensatez; puesto que ya estamos en situación de emergencia y mañana puede ser demasiado tarde.
De ahí que debamos agradecer a la editorial Dado la edición en castellano del libro INDIVIDUALIDADES, COMÚN Y UTOPÍA - CRÍTICA LIBERTARIA DEL POPULISMO DE IZQUIERDA, por ser una apuesta teórica para la reinvención de una izquierda emancipadora nutrida de postulados y objetivos libertarios, a la vez que de referencias políticas, filosóficas y científicas de pensadores enfrentados a los retos de las sociedades actuales. Pero también porque la trayectoria militante de su autor, Philippe Corcuff, lo sitúa, de siempre, en la oposición al liberalismo económico, y, más recientemente, en la militancia libertaria -con sus afines del marxismo crítico- frente a las corrientes etatistas y nacionalistas de la izquierda francesa y mundial.
De hecho, este libro es más que una tentativa teórica de reconstruir una brújula para orientar la acción de esa izquierda emancipadora ante los desafíos del capitalismo a los explotados y dominados en nuestras sociedades; puesto que su autor se esfuerza en redefinir el horizonte utópico de la política emancipadora a partir de referencias críticas de ayer, de la lectura herética de Marx y de los aportes de otros pensadores más actuales, como el pedagogo y sicólogo estadounidense John Dewey, el sociólogo Pierre Bourdieu y los filósofos Michel Foucault y Emmanuel Levinas. Un horizonte utópico redefinido a partir del rol preponderante de la individualidad en estrecha relación con el común; pues, a pesar de reconocer que los procesos de individualización están condicionados por soportes sociales y que solo éstos permiten edificar una narrativa original y construir una peculiaridad, esto no invalida la originalidad individual.
De ahí su rechazo a la estigmatización del individualismo en el pensamiento crítico y a la desatención sociológica de las dinámicas individuales; pues, para el autor de este libro, la contradicción capital/individualidad es una de las principales zonas de fragilidad del capitalismo actual; y por ello, en sintonía con uno de sus maestros, el epistemólogo de la sociología Jean Claude Passeron, considera necesario abandonar la resolución dialéctica de las contradicciones inspirada de Hegel, para valorar -con Foucault- las relaciones entre las limitaciones sociales estructurales y las posibilidades de subjetivación individual. No solo para reconocer la complejidad y la pluralidad social sino también para evitar síntesis superadoras que aplanen las singularidades. Ese aporte de Proudhon, para el que la diferencia es fundamental, y que el autor hace suyo por considerar que no existe una posición que resuma las perspectivas de los contrarios sino arreglos frágiles, que al romperse hacen aparecer la injusticia siempre del lado del más débil.
En resumen: « inventar vínculos entre la singularidad individual, el mestizaje de referencias culturales y el marco político del vivir juntos, así como entre las luchas contra la dominación (de clase, sexista, poscolonial, homofóbica, culturales, etc.) y las dinámicas universalizantes (de modo que este supuesto universal dado definitivamente no enmascare, una vez más, las dominaciones) ».
Y ello para proponer una « socialdemocracia » acorde con el pensamiento libertario y capaz de superar « los obstáculos estructurales -que pesan tendencialmente sobre todo el mundo- asociados a la dinámica capitalista pero también de posibilidades de emancipación que deja abiertas ». Pues, a pesar de las sorprendentes « capacidades históricas de metamorfosis del capitalismo y su plasticidad » para « realizar las más diversas hibridaciones », el capitalismo es « una maquinaria cargada de contradicciones y de granos de arena », cuya dinámica (no homogénea ni completamente coherente) está « llena de agujeros a partir de los cuales la emancipación es posible » y, en consecuencia, se puede salir de él. A condición, claro, de no olvidar « la dominación que acarrean los mecanismos de la representación política y de la profesionalización política moderna », y de « darle una tonalidad más libertaria a la cuestión democrática » para evitar las derivas autoritarias colectivista. Además de renunciar a pensar la emancipación como un marco « armonioso », de « superación » de las contradicciones sociales, para pensarla como un proceso en el que se « asume y se afronta una dinámica infinita de contradicciones entre la lógica de la individualidad y la lógica de lo común », para buscar algo my cercano al « equilibrio de los contrarios » propuesto por Pierre-Joseph Proudhon.
El libro incluye una critica libertaria de algunas falsas soluciones políticas de moda, inspiradas en el populismo de izquierda de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, y en el concepto de hegemonía de Antonio Gramsci, además de una lectura anarquista de la serie Juego de Tronos opuesta a la conformista de Pablo iglesias. Y finaliza con algunas hipótesis « en caliente » que el autor formula desde Francia sobre la era post-coronavirus.
Con todos estos materiales el lector tendrá entre sus manos una obra llena de matices sobre una filosofía anarquista para el presente, que se informa en las ciencias sociales y en la tensión que exige romper las fronteras entre sus disciplinas.
Una obra que seguramente resultará polémica para muchos y muchas anarquistas y marxistas de izquierda; pero que, por movilizar puntos de vista plurales, para ofrecer una visión objetiva, pragmática y erudita sobre la sociedad capitalista de hoy y las posibilidades de salir de ella, incita a los lectores a hacerse su propia opinión y a participar en esta necesaria y urgente reinvención de una izquierda emancipadora.
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