Sebastián Endara
El
“Hombre Vivo”, concepto de aparente obviedad y redundancia es realmente un concepto difícil de adquirir, sobre
todo en una época que se complace en llamar
con falsos eufemismos lo que no comprende. La época del Estado y el Capital no puede entender a un hombre que no es un “funcionario” del sistema.
La esquematización por roles producto de la
sofisticación en la división del trabajo,
permite agrupar a grandes grupos de sujetos donde surge la insoportable
megalópolis aquella gobernable uniformidad
[58] llamada “ciudadano”. El
exceso de población y de organización
de la sociedad global impide que las instituciones democráticas funcionen con eficacia, mientras, al mismo
tiempo, le niegan a los seres humanos la
oportunidad de gobernarse a sí mismos. Tal situación
deviene en una suerte de Nueva Edad
Media en donde a pesar de que la actual edición es más aceptable a través de las amenidades propias del mundo moderno (estimulantes, desde la industria cultural televisada hasta las drogas que en conjunto
causan el “acondicionamiento” a las
circunstancias y/o, el habitar-en-otro-sitio, en el mundo de la fantasía y no
en el aquí, en el ahora y sus
futuros previsibles), habrá una enorme cantidad de frustración crónica, una infelicidad aguda y un
apasionado resentimiento contra el rígido sistema
jerárquico (...), será una era en donde la mayoría de los hombres y mujeres
seguirá siendo una especie de
servidumbre. [59]
Los
dictadores de hoy, para mantener el statu
quo, utilizan “la repetición de las consignas que desean que sean aceptadas como verdades, la supresión de hechos que desean
que sean ignorados y el fomento de la
racionalización de las pasiones que puedan ser utilizadas en interés del
partido del Estado [60]
y del sistema. De ahí que se haga tan necesario el tener un pensamiento independiente, cosa que no se puede llegar
a concretar si no se es un individuo. Pero
el sistema se empeña en fusionar al individuo a la masa, a la multitud. Si bien
los grupos sociales pueden ser
tan inteligentes como los individuos que los forman, la realidad es que la masa es caótica, “no
tiene propósitos y es capaz de cualquier cosa,
salvo de acción inteligente y de sentido realista” [61].
Solamente
una asociación de hombres
independientes, pueden generar la “inteligencia colectiva”, que piense los fundamentos de su asociación y las
estrategias para lograr cambios. Por ello “el valor de la libertad individual basado en los
hechos de la diversidad humana y de la
singularidad genética; el valor de la caridad y la compasión, basado en un hecho conocido de antiguo y descubierto de nuevo
por la moderna psiquiatría, es decir, el
hecho de que el amor es tan necesario para los seres humanos como la comida y el techo; y finalmente, el valor de la inteligencia, sin la que el amor es impotente y la libertad inasequible” [62];
son los nuevos baluartes del “hombre vivo”.
Es
un hecho que no podemos
referirnos a las estrategias concretas que deberían tomar los seres independientes para gestar un nuevo
presente, no obstante, coincidimos con Aldous
Huxley en que es una prioridad trocar la estructura pulsional del individuo [63].
Las estrategias son variadas y
además deben responder a las circunstancias particulares de cada individuo, no obstante parece que
muchos estaríamos de acuerdo en que una
nueva educación política podría ser en parte el comienza de la solución, teniendio
como antecedente que la
libertad se torne capacidad, que la libertad deje de ser restringida a unos cuantos y se vuelva asequible a todos
mediante el “ejercicio privado” de la
política, ejercicio real y definitivamente opuesto a aquella desafortunada
ficción de la democracia
representativa y delegativa.
Como bien lo anotó Rudolf Rocker: Sólo la libertad puede inspirar grandes cosas a
los hombres y provocar las transformaciones sociales e intelectuales. El
arte de gobernar a los hombres nunca ha sido el arte de educarlos e inspirarlos a dar una nueva
forma a su vida. La compulsión monótona
solamente sirve para el adiestramiento falto de vida que asfixia todo intento de iniciativa vital y crea súbditos en lugar
de hombres libres. La libertad es la esencia de
la vida, la fuerza impelente de todo desarrollo intelectual y social, la que
crea cualquier proyecto para el futuro de la humanidad. La liberación del hombre de la explotación económica y de la opresión intelectual,
social y política que encuentra su expresión
más cabal en pensamiento anarquista, es el primer
requisito para el perfeccionamiento
de una cultura social superior y de una nueva humanidad.
El
desconocimiento de los resortes del poder que operan dentro y fuera de las subjetividades pasa necesariamente por el filtro de una nueva cosmovisión producida por una educación libre y creativa, y en el
mejor de los casos autodidacta. Cuando a
Antístenes le preguntaron, ¿cuál era el mejor aprendizaje? él respondió:
¡Desaprender el mal! [64]
Esta particular sentencia encierra otras no menos profundas, ya que, para desaprender el mal, hay que aprender al
olvidar y sobre todo aprender a crear. Se
podría llamar a esto “aprender a escucharse a sí mismo”, dando cuenta de un
renacer de la confianza en el
individuo y en el poder que éste tiene para construir su vida.
Está
claro que en una organización de obedientes “el pueblo lo mismo que los tiranos cortan las espigas que sobresalen” [65].
Los librepensadores han sido falsamente
acusados e incomprendidos a lo largo de la historia de servidumbre de la humanidad. El libre pensar tiene como condición necesaria el desprecio de toda autoridad. Esto quiere decir además que existe una
confianza en la presencia y el despliegue de la
vida como posibilidad permanentemente opuesta a la vacía uniformidad del poder.
Por eso el anarquista afirma que
“la autoridad expira donde el arte comienza, expira en el umbral de la estética que es el triunfo del
pensamiento y la acción libres”
[66].
El
llamado al desarrollo de las potencialidades del individuo no implica de ninguna manera el llamado al solipsismo.
Saber que uno es si y solamente
si existe en una comunidad, que
uno tiene necesariamente que comunicarse con el otro para existir, es estar a favor del mundo de las
relaciones equilibradas entre los seres
humanos complejos (y completos en la medida de su relacionamiento con los
otros), no entre seres
separados, autómatas que reproducen un rol pre asignado. En tal medida, la revolución anarquista es un
progreso, pero en cuanto es una
insubordinación, una subversión, una indisciplina, una desobediencia, una independencia y al mismo tiempo es una
resolución, un medio, una intención, una
combinación, una propuesta inacabada y en permanente construcción. La cultura
que de ella se desprende, es
cultura intersubjetiva en la que el hombre llega a ser lo que él hace de sí mismo según sus anhelos
particulares en el evidente espacio de interacción con los otros, que en definitiva
constituyen la riqueza de una comunidad que se
conduce sin intermediarios.
Notas
[58]
HUXLEY, Aldous. Nueva visita a Un Mundo Feliz. Traducción de Miguel Henani.
Barcelona,Editorial Seix Barral, 1984.
[59]
Ídem.
[60]
Ídem.
[61]
Ídem.
[62]
Ídem.
[63]
Quien, -como dato adicional-, llega a decir que ante el exceso de población y
organización que ha producido la megalópolis donde paulatinamente se confirma
el empobrecimiento espiritual de individuos y sociedades enteras, otra
alternativa es abandonarla y volver a la pequeña comunidad rural o humanizar la
megalópolis creando dentro de su red de organizaciones mecánicas, los
equivalentes urbanos de esa pequeña comunidad rural, en la que los individuos
pueden conocerse y cooperar como personas completas, no como meras
encarnaciones de funciones especializadas.
[Fragmento
del ensayo “Sobre el significado de la Justicia.
Algunas conjeturas anarquistas”, que en versión integral es accesible en
http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/endara60.pdf.]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.