La perversidad del reino de Arabia Saudita

Humberto Decarli

Uno de los polos del Oriente Próximo lo constituye Arabia Saudita. Es el eje de un liderazgo regional enfrentado a Irán y en menor escala a Turquía, Siria, Quatar y Omán. Busca establecer una rectoría política y militar en la zona empleando para ello los recursos financieros derivados de la producción de hidrocarburos para adquirir un armamento inusitado. Mantiene una relación comercial importante con Estados Unidos, su proveedor de armamentos por excelencia, y de dominio político sobre todos los Estados del golfo Pérsico a quienes lidera, amén de ser el principal financista de los grupos fundamentalistas islámicos.

Hoy es noticia porque en el presente año las mujeres fueron autorizadas para conducir vehículos automotor, siempre ataviadas con la indumentaria tradicional ordenada por las autoridades religiosas. Asimismo, por el altísimo número de penas de muerte y ejecuciones, las persecuciones a los disidentes y el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.

 

Nacimiento de Arabia Saudita

El Estado saudita nace promovido por los británicos, sus tutores después del desmembramiento del imperio otomano. Derrotados los turcos los británicos hacen acto de presencia y se convierten en el verdadero poder detrás del trono. La casa real es la Al Saud y se fundó prácticamente en 1902 cuando IbnSaud tomó Riad. Adquiere relevancia porque son detentadores de ingentes reservas petroleras una vez que el oro negro se constituye en la principal fuente energética en 1937. Igualmente poseen elevadas reservas de gas. Demás está decir que en las ciudades santas de La Meca y Medina se efectuaron los sucesos más trascendentes de las movilizaciones del profeta Mahoma, incluyendo la hégira, huida táctica o emigración como gusta denominarla los religiosos conservadores, a la última ciudad para después guerrear y rescatar para su fe a toda la península arábiga.

Emergencia como potencia en el Medio Oriente

Luego de las derrotas sufridas por el Egipto de GamalAbdelNasser en la Guerra de los Seis días, el panarabismo se frustra y queda pendiente sine die la cuestión de la unidad de la nación árabe. Huérfanos de liderazgo esta corriente nacionalista y étnica es reemplazada en el mundo árabe y musulmán por el islam como fuente civilizatoria de cohesión en el universo de esta religión.

En 1962 cuando en Yemen fue derrocado el último Imán se produjo una guerra intestina en el país entre los realistas y los nasseristas. El reino apoyó abiertamente a los monárquicos aunque a la larga hubo de ceder y firmar un acuerdo de paz donde se mantuvo el sistema republicano. Sin embargo, se erige como una nación rectora por su gran influencia gracias a sus recursos financieros.

Arabia Saudita procedió a financiar las madrazas o escuelas islámicas en Pakistán y Afganistán, así como a múltiples grupos integristas como Al Qaeda, Isis, Yihad Islámica, Hamas y la miríada de organizaciones musulmanas en Siria e Irak. Se transforma en un ámbito de poder político y militar como lo veremos en los próximos párrafos.

Esquema religioso reinante

El wahabismo, una de las ramas sunitas de la religión islámica, es la predominante en Arabia Saudita y domina la estructura de poder en Riad. El gobierno es una monarquía absoluta donde el rey designa al poder judicial, el Consejo de la Shura,  y al consejo de ministros, las dos ramas del Estado. Su constitución reside en el Corán y la Sunna, enseñanzas recopiladas y silenciosas del profeta así como la Sharia como ley a aplicarse.

Es una nación donde funciona una monarquía totalmente en manos de una persona, el rey, y donde nunca se ha producido elección alguna. Esta situación se expresa en el control absoluto de la población y en una interpretación extremistas de las doctrinas de esta religión. La situación de género, de diversidad sexual, de homofobia y de vulneración de los derechos humanos, complementan la severidad del poder.

Es una teocracia de las más rancias en el mundo donde un monarca y un sanedrín aplican las normas sin contemplaciones en el contexto de un mundo donde pocos, a pesar de ser pública la rigidez, asume posiciones en contra de los árabes ocupantes de la mayor parte de la península.

Fue uno de los fundadores de la OPEP, la asociación de naciones cartelizadoras del precio petrolero frente a las Siete Hermanas, como se denominó al grupo de empresas de hidrocarburos que dominaba hasta ese momento el mercado. Junto a un venezolano ilustre, Juan Pablo Pérez Alfonzo, el jeque saudita Al Tariquiintegró el grupo constituyente, significando un freno ante las actividades dominantes de las referidas transnacionales.

El final de la guerra del Yomkipur fue con un embargo petrolero árabe cumplido parcialmente por la OPEP porque Venezuela, en su rol de aliado incondicional de Occidente, no se sumó a esa iniciativa pero se vio beneficiado con el espectacular incremento del barril petrolero posteriormente. La gestión saudita fue de estimulador de la negativa a vender petróleo a Estados Unidos, Europa y Japón.

El enfrentamiento con Irán

El país persa es un centro importante dentro del islam porque, al igual que Irak, la mayoría de su población es chita, una rama de la religión activada por la sucesión del profeta Mahoma. Es una nación no árabe pero con mucha proximidad a los países musulmanes como Siria, Irak, Afganistán y Pakistán. En los años setenta del pasado siglo se produjo el movimiento conocido como revolución islámica cuya cabeza fue el Ayatola RuhollaKhomeini después de la defenestración del Sha y sintieron la necesidad de exportar su insurgencia. Empero, no pudieron ganar la guerra a Irak donde no hubo un triunfador pero sí millones de muertos aunque alcanzaron a estimular al grupo libanés Hezbolla o partido de Dios, el cual alcanzó a ser estimado como un ejército con fuerza en la zona incluyendo a Israel.

Con Omán también hubo discrepancias porque el emir de este país se declaró neutral en este diferendo y continuó sus relaciones tanto con Riad como con Teherán. Es de hacer notar que una de las riberas del estrecho de Ormuz, por donde pasa el mayor transporte petrolero del mundo, la controla Omán; y la otra, Irán, con lo cual habría un dominio de estos dos países sobre el comercio de hidrocarburos internacional. El día que se les ocurra bloquearlos subiría coyunturalmente el precio del barril y habría con seguridad una intervención militar americana y europea.

No obstante, la caída de Sadam Hussein les dio un respiro y allí existe una gestión chita aliada de Teherán, consolidada tras la derrota del Isis en su intento de califato. De igual forma se asociaron con Bashar Al Asad y con los rusos en un giro táctico. Luego los chitas yemeníes, los hutíes, llegaron a tomar el poder y se generó una implacable guerra con los sauditas.

El terrible genocidio yemení

Los hutíes, etnia chitas del Yemen, se aliaron con AlíSaleh para enfrentar a Mansur Al Hadi y lo depusieron pero escapó de su prisión domiciliaria y se orientó hacia el sur, estableciéndose en el puerto de Adén. De esta ciudad fue expulsado y se refugió en Arabia Saudita. Acto seguido, se organizó una coalición militar entre el reino y otros Estados del golfo como Bahrein, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, además de Egipto y Turquía con el apoyo aéreo y logístico americano. Pudieron recuperar Adén, donde se radicó Hadi y parcialmenteTaíz, otra ciudad importante de la antigua arabia feliz. Pero no han podido avanzar de la zona sur yemenita.

El problema en Yemen es que se trabó la confrontación por la resistencia de los hutíes y actualmente está empantanada. Incluso la frontera norte de Yemen con el reino saudita es tierra de nadie porque los misiles vuelan de parte y parte con frecuencia. Saleh rompió su comandita con los chitas y quiso negociar con la coalición invasora pero lo asesinaron en Sana, la capital. Mientras tanto, el saldo del enfrentamiento es de miles de muertos y heridos en el entorno de uno de los países más pobres del mundo sin ventaja diáfana para alguno de los contrincantes. Incluso, Al Qaeda de la península arábica pudo controlar la provincia de Hadhramaut y su capital Al Mukalla por meses, pero fue desalojado por el gobierno chita de Sana.

El asedio a Quatar

El reino saudita pidió al emir de Quatar silenciar a la televisora Al Jazera, por el tratamiento crítico de las informaciones de la zona, pero hubo una negativa. Arabia Saudita respondió con un bloqueo económico por la única frontera entre ambas naciones, la terrestre. Catar tuvo que importar, a un mayor costo, los alimentos y demás mercancías, desde Irán y Turquía para poder romper el estrangulamiento impuesto y lo ha logrado.

Postura frente a Israel

El hecho de estar enfrentado a los grupos islámicos rivales ha otorgado una suerte de suspensión de las hostilidades de Riad con Israel, tradicionalmente envuelta en una diatriba contra el sionismo. Es una rara coincidencia entre administraciones formalmente opuestas. En el contexto de este limbo se mantiene una omisión expresa entre ambas naciones. No ha habido una reacción directa ante el anuncio de Trump de mudar la embajada americana desde Tel Aviv a Jerusalem, lo cual delata su inercia por razones circunstanciales.

El asesinato de Jamal Kashoggi

Una noticia que estremeció al mundo fue el brutal homicidio del periodista de The Washington Post, Jamal Khashoggi, perpetrado en el consulado saudita en Estambul. El escritor había concurrido en octubre a legalizar documentos para casarse nuevamente, lo atendieron cortésmente y le fijaron una nueva cita para noviembre. Su prometida lo acompañó en este mes hasta la puerta de la legación diplomática y su pareja entró mas nunca regresó. El gobierno turco denunció que habían concurrido desde el exterior a esa sede un total de quince agentes de seguridad un día antes. Ulteriormente se supo que había sido asfixiado y su cuerpo despedazado.

Donald Trump denunció el terrible homicidio y la respuesta del reino fue que hubo un altercado en el consulado y murió en un forcejeo el comunicador social. Anunció la destitución del responsable de seguridad y abrir juicio a los autores materiales como fórmula para despejar la coyuntura. Fue una formalidad para salir del paso y desviar la atención de la opinión pública ante tan terrible crimen. Comparado con Venezuela ni siquiera en nuestro país se ha sancionado a los culpables de la muerte del concejal Fernando Albán y más bien la fiscalía ha amenazado a quienes sostengan su fallecimiento por torturas.

Los americanos quedaron conformes con la respuesta saudita porque prevalecen los intereses pecuniarios derivados de la compra exacerbada de amas hecha al Tío Sam. Empero, una conferencia económica internacional a efectuarse en la península fue boicoteada por la ausencia de muchos invitados como respuesta a este horrendo asesinato. 

Conclusiones

Dentro del ajedrez del Medio Oriente, Arabia Saudita ocupa un espacio destacado como potencia zonal. Es la representación de Occidente debido a sus exportaciones petrolerasa Japón y Europa fundamentalmente. También es la expresión de contención occidental ante los chitas iraníes y los demás integrismos. Adicional a las anteriores consideraciones es un formidable comprador de armas a los Estados Unidos lo cual la realza en su valor para Washington.

Actualmente se encuentra dirigido por el rey SalmánbinAbdulazzis pero la eminencia gris detrás del trono es su hijo y príncipe heredero BinSalmán, quien ha propuesto el armamentismo de su país para detener a Irán y demás manifestaciones del islam. Para tal fin mantiene una excelente relación comercial con Donald Trump, a quien le ha hecho adquisiciones en gran escala. Ha replanteado el rol saudita en la región transformándola en un sujeto activo para liderar el mundo musulmán.

Adicionalmente han tomado la decisión de romper el rentismo petrolero y en tal sentido, han promovido la venta de Aramco, su empresa petrolera. Todo en previsión de la decadencia del excremento del diablo como fuente energética hacia el futuro cercano. Esta orientación ni siquiera ha sido considerada en Venezuela donde todos los políticos, del gobierno y la oposición, hablan de liquidar esa concepción pero en la praxis hacen lo contrario, es decir, padecen de la enfermedad holandesa.

El gobierno real dirige una política de la más reaccionaria y conservadora con una interpretación totalitaria del Corán, la sharia y de las enseñanzas del profeta Mahoma. Esto ha llevado a ser uno de los países con más ejecuciones por razones políticas mediante el empleo de la espada para decapitar y también para amputar miembros, en el contexto de la mayor barbarie.

La mujer es estimada como una cosa y se le impone costumbres medievales como el uso de indumentarias tradicionales en contra de su voluntad y no tiene ninguna presencia en los órganos públicos ni privados. Apenas pudo ser considerada como ciudadana en el año 2011 y a mediados de este año logró alcanzar la licencia para conducir vehículos automotores.

Hay persecuciones de naturaleza política como las terminadas en la pena de muerte del crérigo chita Al Nimr, ya materializado con la consiguiente ruptura de relaciones diplomáticas con Irán, y la del joven poeta palestino AshrafFayadh, a quien le conmutaron la sanción capital con punición de ocho años de presidio y 800 latigazos. La transgresión de los derechos humanos tiene un largo catálogo  y los organismos internacionales han investigado y hecho el inventario pertinente de sus abusos.

Es una nación con terrorismo de Estado promovido por la misma casa real como una propuesta de intolerancia, autoritarismo, militarismo, fundamentalismo religioso y teocracia. Con el agravante de ser un magnífico cliente de armas y de exportación de hidrocarburos hacia Occidente además de la presencia financiera en los grandes bancos. Tiene el apoyo genérico de los Estados Unidos y del viejo continente para todas sus barbaridades, permitidas por su excelente posición económica, financiera y comercial y de allí su estabilidad. Es el integrismo islámico más perverso, encima de Al Qaeda, el Isis y las diferentes expresiones chiitas, lo cual ya es mucho decir. Realmente constituye un verdadero peligro para la región, el universo árabe e islámico y por encima de todo, para la humanidad.