Simón Rodríguez
La abstención más alta en una elección presidencial en 60 años dejó desnudo al gobierno cívico-militar encabezado por Maduro y Cabello. La enorme mayoría de los venezolanos dieron la espalda a la farsa electoral, dejando vacíos los centros electorales y las calles el 20 de mayo.
La imagen de Maduro saliendo de su centro de votación y saludando triunfalmente a una cancha vacía, más allá de la cual se reunían un puñado de militantes del partido oficial, resumió la jornada del domingo. El 67% de la votación que el gobierno se autoadjudicó palidecen al lado de la abstención oficialmente aceptada del 54%, la más alta en una elección presidencial en la historia del país. Los estimados independientes ubican la abstención por encima del 70%, cifra corroborada anónimamente por funcionarios del Consejo Nacional Electoral a agencias de noticias internacionales. Pese a que las autoridades prohibieron que se filmaran los alrededores de los centros de votación, a través de las redes sociales circularon las imágenes de calles vacías y centros de votación sin colas que delataban una bajísima concurrencia de votantes.
La abstención más alta en una elección presidencial en 60 años dejó desnudo al gobierno cívico-militar encabezado por Maduro y Cabello. La enorme mayoría de los venezolanos dieron la espalda a la farsa electoral, dejando vacíos los centros electorales y las calles el 20 de mayo.
La imagen de Maduro saliendo de su centro de votación y saludando triunfalmente a una cancha vacía, más allá de la cual se reunían un puñado de militantes del partido oficial, resumió la jornada del domingo. El 67% de la votación que el gobierno se autoadjudicó palidecen al lado de la abstención oficialmente aceptada del 54%, la más alta en una elección presidencial en la historia del país. Los estimados independientes ubican la abstención por encima del 70%, cifra corroborada anónimamente por funcionarios del Consejo Nacional Electoral a agencias de noticias internacionales. Pese a que las autoridades prohibieron que se filmaran los alrededores de los centros de votación, a través de las redes sociales circularon las imágenes de calles vacías y centros de votación sin colas que delataban una bajísima concurrencia de votantes.
[ver video con escenas de votacción de Maduro en https://www.youtube.com/watch?v=mN3QDuXecr8]
Los mecanismos de extorsión política instituidos por el gobierno, como el llamado “carnet de la Patria”, registrado en puntos de control a las afueras de los centros de votación para constatar si las personas que reciben asistencia social o adquieren alimentos subsidiados participaban en la elección, demostraron su limitada eficacia. Desesperado, Maduro lanzó la propia mañana del domingo la consigna de “Votos o balas” para intentar amedrentar a la población para que participara en la elección. Al final todo fracasó, la mayoría de los trabajadores y los habitantes de las comunidades populares boicotearon la elección.
Tanto el candidato opositor Henri Falcón como el Frente Amplio Venezuela Libre (que agrupa a la MUD y a chavistas opositores como Nicmer Evans y el ex ministro chavista preso Miguel Rodríguez Torres), desconocieron el resultado y plantearon la necesidad de realizar nuevas elecciones. La bancarrota política de la oposición patronal y proyanqui es total, se niegan a realizar ninguna acción contra el gobierno y llaman a confiar en la presión de gobiernos extranjeros, celebrando el no reconocimiento de la elección por la mayoría de los gobiernos del hemisferio. Los balbuceos incoherentes y el inmovilismo de esa dirigencia, cuyos zigzagueos y vocación negociadora aportaron a la derrota de las protestas populares del año pasado, le han valido un enorme repudio popular, solo superado por el repudio al gobierno de Maduro.
Al celebrar su pírrico y fraudulento triunfo electoral, Maduro pronunció un grotesco discurso en el que aseguró que ahora sí iba a resolver los problemas económicos del país. Luego de más de cinco años gobernando, en los cuales la economía se contrajo a la mitad, recortando drásticamente las importaciones y la producción nacional para sostener los pagos de la deuda externa, hundiendo al país en la hiperinflación con precios que se duplican mensualmente, aplicando una brutal represión con centenares de asesinatos y miles de presos por protestar, forzando a más de dos millones de emigrantes a salir del país para escapar de los salarios de hambre, las perspectivas con Maduro son totalmente sombrías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.