Miguel
Montoya
* Texto extraído del trabajo más extenso de igual
título, accesible en versión completa en http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/20365/miguel_montoya.pdf;jsessionid=00E66B07BB46C40A3D422D897DA64215?sequence=2.
Arte y
comunidad
En una comunidad libertaria todos somos artistas,
pues somos trabajadores de la sociedad natural; de tal manera que los
“artistas” —hasta hoy llamados así— no pueden ser seres privilegiados a quienes
se les otorguen todas las comodidades para crear y hagan lo que les plazca.
Donde priva la equidad social no pueden existir privilegiados.
La “asamblea” de trabajadores, o sea, la comunidad,
debe decidir quienes pueden dejar la producción utilitaria (tekné) y dedicarse
a la producción creadora (mímesis), en una actitud de intercambio y ayuda
mutua.
El anarquismo rechaza la “genialidad” artística,
pues, todos somos artistas y el arte es la expresión del pueblo. Los “artistas”
que la ideología burguesa ensalza no son sino meros esclavos y subordinados al
“concepto de arte” de las élites y a los gustos de las clases dominantes. Su
arte no es la expresión del pueblo, ni está hecho para el pueblo; es un arte
destinado a ser visto en galerías para entendidos y en las alcobas privadas de
la nobleza. [9]
El arte que ennoblece el trabajo y las complejas instalaciones
industriales, estaciones de ferrocarril, edificios públicos, etc, es el arte
que alaban y pregonan al unísono Proudhon, Courbet, Morris y el furierista
Considerant. [10] A los artistas “acuñados” por las clases dominantes no pueden
por tanto tenérseles como tal.
El anarquismo influyó de tal manera en el arte de
su época (siglo XIX y principios del XX) que postuló un arte realista, un arte
que denunciara la ignominia del orden social existente y la fealdad
contemporánea, lo cual dio origen a un arte satírico, crítico social y a un
arte como instrumento propagandístico, en pro de una ideología radical y
libertaria.
En este movimiento se inscriben Gericault,
Delacroix, Courbet, Millet, Carrá, Goya, Valleton, Degas, Van Gogh, Signac,
Jearon, etc.
La evolución del anarquismo desechó aquellas ideas
de Saint-Simon de que los artistas son parte de la vanguardia del cambio social
que señalaba en su trilogía de: hombres de ciencia- industriales y artistas.
Según Saint-Simon los artistas eran nuevos sacerdotes de la sociedad utópica.
El anarquismo rechaza a los artistas y a los filósofos como líderes. En la
actualidad, la cultura burguesa eleva a condición de “gran artista” a aquellos
que expresan sus gustos e intereses; este hecho inhibe las múltiples expresiones
del arte y constituyen “una” forma de ver el mundo, convirtiéndose en
dictaduras para la creación y en parámetros únicos de referencia.
En el anarquismo, el arte representa la visión de
su teoría social y de sus sistemas económicos; la autenticidad de sus
comunidades será traducida en sus expresiones artísticas, como suma de sus
individualidades. La comunidad trabajadora libertaria es un colectivo que no
glorifica al poseedor de una sensibilidad especial. Este es un don que el agraciado
debe a la naturaleza, y la posibilidad de cultivar sus dotes la debe a la
sociedad en la cual vive. [11]
Apuntábamos arriba que el arte es toda expresión
humana hecha un objeto concreto, por tanto no hay cierto tipo de arte, sino
tantos tipos de arte como tipos de hombres hay. [12] Un eclecticismo artístico
genuino puede y se deleita forzosamente con todas las manifestaciones del
impulso creador del hombre.
El anarquismo apunta hacia una sociedad donde todo
individuo actúe con independencia, y produzca dichoso lo que quiere producir,
sin ser objeto de la intromisión de sus vecinos; entonces, cada quien podrá
expresarse en la forma que juzgue más conveniente. Sólo en una sociedad
libertaria, basada en el “determinismo natural”, el hombre podrá experimentar
el equilibrio que otorga valor a todas las acciones humanas (“frónesis”
aristotélica de la polis”), y entre ellas, el arte. Equilibrio (justo medio)
entre pensamiento y sentimiento, intuición y sensación Entonces, “el artista”
desaparecerá, pues el arte no es una profesión, sino la cualidad inherente a
toda labor bien realizada. Todas las personas poseen buen gusto natural, y es
la sociedad, con sus instituciones impositivas la que no nos satisface ni nuestras
necesidades básicas ni nuestras necesidades espirituales: cultivo de la
sensibilidad, derecho a la recreación y el juego.
El arte es comunicación de valores y sentimientos
universales; el artista produce su obra para el colectivo, no para sí mismo. No
es el placer solamente de las artes imitativas que señalaba Aristóteles. La
obra del artista-trabajador es funcional, posee un valor colectivo; su producto
es obra de toda la sociedad (la presente y la pasada). El tribunal del arte es
la comunidad donde nace y se proyecta la obra.
Arte
Clásico – arte libertario
El arte se define como un ensayo creador de formas
agradables. El sentido de las relaciones agradables es el sentido de la
belleza. [13] Aristóteles caracterizaba el arte como aquello provisto de orden
(ta/cuj), simetría (summetro/n) y determinación (o(risme/non); sin embargo, el
carácter simétrico de la obra fue rechazado por Plotino como causa de la belleza,
pues existen entes simples bellos y existen cosas compuestas (simétricas) feas.
[14]
Sin embargo, la belleza proporciona placer y éste
es el sentido más propio de la obra artística en el lenguaje contemporáneo(
mímesis y hedonismo). Se diferencia así del sentido más estricto de las
ciencias productivas, cuyo carácter distintivo alude a las “téjnai”, cuyo
espectro más amplio involucra a toda obra creada, distinta de la naturaleza (ta/
poihtika/).
La concepción anarquista del arte no implica,
necesariamente, ni la belleza ni el placer, sino la creación productiva sin
más: creación y técnica (póiesis y tekhné). El arte era en Aristóteles una
“mimesis creativa”, una idealización de la naturaleza, en especial la del
hombre y sus acciones. El tipo de arte clásico se inspira en arquetipos que
imitan el orden (Kosmos), perfectos e ideales de la humanidad, cabalmente
formados, armoniosamente proporcionedos, nobles y serenos; bellos en una
palabra. Sin embargo, admite Read, [15] que la idealidad va cambiando, de
pueblo en pueblo, de edad en edad, por lo tanto el arte va tomando otros
valores hasta que toma el valor del uso también. Por eso se dan creaciones
artísticas que no necesariamente son bellas. Arte entonces, es cualquier idea
que el artista realice en forma plástica.
La actividad artística está referida a las acciones
de los hombres cuando éstos construyen su obra en arreglo a formas y modelos
agradables, pero movidos por la emoción y el sentimiento. Entonces, el arte se
convierte en expresión. La estética o ciencia de la percepción (áistesis)
concierne a las formas de sensorialidad; el arte va más allá, explora la
expresión y trasciende las formas. El propósito del arte según Tolstoi, [16] es
la comunicación de sentimientos y trasciende la estética. El arte libertario
considera “artístico” cualquier objeto que denote una intervención humana, por
lo tanto una comunicación, así sea un objeto de uso vulgar. La sensibilidad es
estática; en cambio, la expresión que transmite el arte es dialéctica y va de
acuerdo con el concepto que los hombres elaboran sobre lo abstracto de sus
impresiones sensibles.
En la ideología anarquista no existe la
clasificación de arte culto y arte popular. Todo es arte, en cuanto creación
humana, el llamado hasta ahora “arte popular” es pues un “arte aplicado”, no
una mera imitación del “arte culto” y responde a necesidades más universales
que éste, pues es la expresión genuina de un pueblo sin patrones de referencia.
El arte “popular” utiliza motivos permanentes a lo largo de la historia y esa
característica confirma la ancestralidad común y la participación de todos los
hombres de un canon estético único para la especie humana. El impulso artístico
une a todos los hombres (internacionalmente solidario) por ser un impulso
natural.
El arte universal, creado por todos los hombres en
sus diferentes actividades, no puede circunscribirse, como afirmaba Platón, a
registrar (imitar) fielmente la naturaleza, pues entonces, el mejor arte sería
la fotografía o la pintura naturalista-paisajista. El artista no crea la naturaleza
para ofrecernos su parecido, sino que nos debe transmitir su visión de la
versatilidad de ella, una nueva relación que él descubre en cada cosa, en cada acción
humana.
Conclusiones
El arte no es sólo transmisión de sentimientos,
muestras de formas agradables por su armonía, solaz para el recogimiento de las
artistas, sino que es creación cotidiana del hombre y posee un profundo
significado social, en sí y como instrumento de comunicación y solidaridad
entre los seres humanos que poseen en común la tierra y sus obras.
El arte busca la comprensión; es la “catarsis”
(kaq/a/rsij) o comprensión de las pasiones humanas (compasión y temor)
universales que Aristóteles señala en la tragedia griega. [17]
El arte busca hacernos a todos participes del
placer y dolor universales, y elevarnos en un proceso de comprensión e
iluminación (fotismo/j) desde nuestras particulares aprehensiones y pasiones.
La obra de arte nos hace reconocer (a)nagnw/rhsij) al hombre como co-creadores
del Universo, del orden natural, a pesar de los altibajos (peripecias) de la
vida. El arte nos ilumina y nos aproxima al Acto Puro; nos hace espectadores de
la belleza del ser humano, bondadoso por naturaleza, solidario; en un proceso
que nos conduce a la verdad.
En nuestra época el arte sólo puede ser autentico
en la medida en que se identifica y se compromete con los oprimidos. De otra
manera la creación del Universo será obra exclusiva e interesada de las clases
dominantes, de los explotadores y capitalistas. El arte busca el beneficio de
la humanidad; el arte libertario es creador e infinito; basado en la libertad,
no posee un carácter normativo. La voluntad creadora del hombre (del artista), no
sólo depende de la comunidad en la cual habita (contexto histórico-social), sino
de la más profunda convicción de que sus valores artísticos se insertan entre
los atributos perennes de la humanidad.
Notas
[9] “Kropotkin, Rocker, Landuer, ubican la
decadencia del arte en Occidente en la Edad Moderna, a partir del surgimiento
del individualismo burgués y la consolidación del Estado Nacional” (Cappelletti,
Angel: La ideología anarquista, p. 64)
[10] Donald Drew Egbert: El arte y la izquierda
en Europa; pp. 160 y s.s. *Victor Considerant: Revista “Democrátie Pacifique”. (1948)
[11] Read. Al diablo con la cultura, p. 44.
[12] Ibidem, p. 133.
[13] Read: El significado del arte. Buenos Aires,
1956; Editorial Losada, p. 9.
[14] Angel Cappelletti: La estética griega. Caracas,
1990; pp. 120.
[15] Read. El significado del arte. p. 11
[16] Citado por Read en: Significado del arte.
p.145
[17] Aristóteles: La poética. 1453 b
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