Cooperativa
Integral Valenciana
Cada vez hay más personas para quienes comprar es
como votar, una elección política. No está mal. La compra alevosa pone en
primer plano una cuestión que aterroriza al Estado: el ejercicio de nuestra capacidad
de decisión. Nos referimos a un ejercicio diario y real, no cuatrienal ni
simbólico. Pero la imagen “comprar es votar” se queda demasiado estrecha desde
la perspectiva autogestionaria. La compra es sólo la mitad de un tipo de intercambio
de mercado muy concreto, la compraventa, el intercambio capitalista por excelencia.
Y el voto es el simulacro de decisión característico de la democracia representativa
parlamentaria, el régimen predilecto del capitalismo. En otras palabras, la
compra no es más que la reducción capitalista del consumo, del mismo modo que
el voto no es más que la reducción estatal de la acción política. La percepción
de la compra como voto es sutilmente restrictiva, no induce a pensar en tipos
de intercambio no mercantiles ni en procesos políticos que impliquen el libre
ejercicio de nuestra capacidad de decisión sin intermediarios.
Más allá de un llamado “consumo responsable” que
sostiene que comprar es votar, está en marcha un consumo rebelde, amotinado,
que defiende que comprar es luchar. El consumo combativo es una revolución a
fuego lento, el arte de convertir el potaje de garbanzos en un atentado cotidiano
contra toda autoridad. Se trata de la recuperación de nuestra responsabilidad
indelegable de decidir sobre todo lo que nos afecta, una responsabilidad que no
estamos dispuestas a transferir a ningún representante político o económico.
El consumo responsable puede ser fácilmente
recuperado por el sistema, convertirse en un eslogan de marquesina subvencionado
por el Ministerio del Buen Rollo; entrar en el temario de Educación para la
Ciudadanía; mercantilizarse como el bicarbonato de una clase media urbana con
malas digestiones de conciencia o salir en portada del próximo suplemento
dominical de El País. Pero el consumo
combativo es ya irrecuperable, no tiene remedio. Cada acto de consumo combativo
es incómodo para el sistema, pues tiene el punto de mira puesto en la transformación
del sistema económico y político.
Somos muchas las que producimos y consumimos local,
ecológico y autogestionado. Somos trabajadoras en lucha contra los valores del
mercado, no un club del gourmet o un ecocentro de salud nutricional. Nuestro
objetivo es debilitar el sistema económico y social a través de la organización
asamblearia del consumo y reforzar al mismo tiempo a los colectivos productivos
autogestionados. Queremos decidir sobre todos los aspectos de nuestras vidas
diarias, y en este caso lo hacemos sobre nuestra soberanía alimentaria.
Planificamos donde no vamos a consumir y
coordinamos donde sí vamos a hacerlo. Tratamos de desviar el consumo de todos los
productos que podamos hacia nuestros propios proyectos o hacia proveedoras que no
exploten a trabajadoras, que se organicen de forma asamblearia como y con nosotras,
y respeten nuestros criterios políticos y ecológicos. De esta manera nuestras
compras están sirviendo directamente para fomentar la economía alternativa que
perseguimos.
Tenemos vocación de hacer comunidad entre nosotras.
Los repartos se convierten en espacios de encuentro e intercambio no solo de
productos sino también de afectos, de ideas, de risas, de necesidades, de inspiraciones
y conspiraciones desde las que llegar a nuestros objetivos. Queremos hacerlo juntas,
predispuestas a funcionar desde la responsabilidad y la autonomía, y con el compromiso
de ir tejiendo redes.
Somos exploradoras de un nuevo sentir en el que acciones
tan concretas y localizadas como cuidar la alimentación, potenciar el consumo
combativo y practicar la autogestión, sólo pueden ser vividas desde una visión
integral, así que no somos ingenuas: las luchas parciales o sectoriales
separadas unas de otras y desgajadas de una acción integral que las abarque a
todas, no trascienden. Somos conscientes de la necesidad urgente de coordinar
todos aquellos esfuerzos que nos lleven hacia una auténtica revolución de Amor
y Libertad.
[Publicado originalmente en revista Al Margen # 104, Valencia (Esp,),
invierno 2017. Número compkleto disponible en http://www.rojoynegro.info/sites/default/files/revista104_revista72.qxd__0.pdf.]
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