Freddy Kamel
Hay que ser bien bolsa creyendo que el gobierno se expondrá a otra aparatosa derrota electoral, tal como ocurrió el 6 de diciembre del 2015, cuando el voto castigo obsequio en bandeja de plata el parlamento a los coautores fascistas del caos nacional. ¿O acaso alguien duda que gobierno y oposición son los responsables del drama nacional?
Hasta el momento, nada indica que se asomen soluciones prácticas que enderecen las cargas en el camino. Por el contrario, vamos de mal en peor, y lastimosamente estamos al borde de un terremoto político porque consideran las potencias occidentales que las condiciones están dadas para lanzarnos la puñalada trapera. ¿Sera que habrá que llamar a María, como diría el Maestro Prieto Figueroa?
Hay que ser bien bolsa creyendo que el gobierno se expondrá a otra aparatosa derrota electoral, tal como ocurrió el 6 de diciembre del 2015, cuando el voto castigo obsequio en bandeja de plata el parlamento a los coautores fascistas del caos nacional. ¿O acaso alguien duda que gobierno y oposición son los responsables del drama nacional?
Hasta el momento, nada indica que se asomen soluciones prácticas que enderecen las cargas en el camino. Por el contrario, vamos de mal en peor, y lastimosamente estamos al borde de un terremoto político porque consideran las potencias occidentales que las condiciones están dadas para lanzarnos la puñalada trapera. ¿Sera que habrá que llamar a María, como diría el Maestro Prieto Figueroa?
Los hechos están confirmando que el Poder Constituyente Originario fue ciertamente una parada suicida: que la oposición no supo interpretar; y el gobierno no ha sabido administrar porque se dejó cegar por la excesiva soberbia que atosiga a la cúpula oficial. Por esta razón, está a la vista que en la medida en que haga estragos la anunciada cacería de bruja contra la MUD, también la comunidad internacional encontrara la excusa apropiada para declararnos Estado forajido, así la Cancillería haga el ridículo cuando se envalentona confiando en el respaldo simbólico de China y Rusia. En cuanto al socarrón apoyo del desgastado régimen cubano, no vale la pena ni hablar, porque hasta las piedras saben que ya el castro-comunismo no encuentra en que palo ahorcarse y comienzo a dar sus últimas pancadas de ahogado.
En pocas palabras, diremos que el juego está trancado, y que solo mediante unas elecciones generales podríamos aproximarnos al santo remedio, pues Nicolás Maduro perdió el control de la situación, y en las FANB no todos están dispuestos a inmolarse para defender privilegios de una cúpula de burócratas que se dejó indigestar por el poder y que descaradamente raspan la olla con miras a su exilio dorado.
[Tomado de https://www.aporrea.org/actualidad/a252754.html.]
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