Redacción
Quizás en otros tiempos, ante el generalizado convencimiento en la población sobre la trascendencia y utilidad de cumplir con los ritos comiciales, estabamos ante el imperativo de difundir, y de escribir nosotr@s, las más razonadas argumentaciones en torno a nuestra postura en favor de la abstención electoral (al respecto, ver la documentación disponible en https://periodicoellibertario.blogspot.com/search/label/abstenci%C3%B3n%20electoral).
Pero la situación resulta algo diferente en relación al tinglado comicial que está pautado para este domingo. Solo quieren creer en su pulcritud y seriedad como expresión democrática quenes viven en la más candorosa inocencia desinformada, o estan en la brega de uno de esos escaños parlamentarios que como hueso a roer el gobierno ha prometido a la comparsa de supuestos opositores, prestándose para un rol de adversarios cuya presencia dizque legitima las susodichas votaciones. Para el resto de la gente, que es la enorme mayoría de quienes vivimos en esta Tierra de Gracia, está meridianamete claro que se trata de una comedia tramposa donde la dictadura chavomadurista decidirá a placer los resultados que le sean mas convenientes, valiéndose de su publico y descarado control del sistema electoral.
Ni siquiera quienes aún se declarán chavistas -fuera de sus cínicas declaraciones propagandísticas de rigor- avalan lo honrado del manejo de actos eleccionarios como el de este fin de semana, con abierta presión a los votantes a través de los "Puntos Rojos" en cada centro de votación, con circuitos electorales diseñados a placer de la dictadura, con mecanismos de registro de electores y de totalización de votos absolutamente oscuros, con comparsa electorales que a cambio del mendrugo de curules permanecen mudas ante el descarado ventajismo oficialista (si rezongan en demasía quedarán fuera de la piñata), y un largo etcétera para terminar de redondear una tramoya fraudulenta de la peor especie, tan evidente que hace inaplacable hoy en Venezuela mucha de esa crítica anarquista al mecanismo legitimador por excelencia de la democracia representativa, pues esa crítica supone que se da un minimo respeto a la voluntad no coaccionada abiertamente de los electores y a la cantidad de sufragios que correspondan a cada contendiente, algo que en la Venezuela actual brilla por su ausencia.
No nos extenderemos aquí entonces en los alegatos que como anarquistas cabrian respecto a la abstención electoral, principalmente porque la gente no va a ir a votar así que insistir en que no lo haga es gastar pólvora en zamuros. Lo que si no podemos dejar de destacar es el nervioso desespero de esos opositores a la medida que se ha conseguido la dictadura para acompañarla en estas elecciones, cuya lastimosa campaña electoral ha consistido casí exclusivament en llenar de insultos a quienes no vamos a votar, mientras se mantienen en silencio en lo que se refiere a denunciar y proponer remedios a los patentes signos del desastre a los que nos ha conducido el régimen chavomadurista, a lo cual solo se refieren de una manera oblicua y hasta sospechosamente condescendiente, dejando entrever que esperan recompensa por ello.
No quisieramos dedicar demasiado tiempo a este tema, así que lo dejamos hasta aquí y que hablen por nosotr@s las imagenes que siguen a continuación:
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