Nilton Melo
* Texto tomado de una reseña mas extensa que detalla la trayectoria del CCSSP desde su inauguración en 1933,
Incluso después del cierre en 1969 [por obra de la dictadura militar que entonces imperaba en Brasil], los componentes del CCSSP estuvieron activos, aunque de manera clandestina, en las discusiones del movimiento libertario durante la década de 1970, ya sea en reuniones discretas en la zapatería de los hermanos Cubero, en el barrio Brás, o en reuniones en el sitio ubicado en Mogi das Cruzes, São Paulo. En 1977 se inauguró en Salvador el periódico O Inimigo do Rei, por un grupo de jóvenes estudiantes de la UFBa de las carreras de Filosofía, Economía, Comunicación y Ciencias Sociales, la experiencia más fructífera del período, que luego será apoyada por un núcleo en São Paulo. Tras la reapertura política y reorganización del movimiento anarquista que se estaba discutiendo en varios estados, los viejos y nuevos militantes de São Paulo reabren el CCS, según anunció la revista Isto É sobre la reanudación de un "centro cultural libertario en el barrio de Brás ":" Antiguo barrio popular de inmigrantes italianos en São Paulo y bastión de los movimientos obreros de principios de siglo, Brás (...), volvió a acoger el pasado domingo 14, el combativo Centro de Cultura Social (CCS), un de las raras organizaciones anarquistas del país que han sobrevivido los últimos 21 años. Instalada en dos habitaciones muy modestas en la Rua Rubino de Oliveira - en el mismo lugar donde funcionó hasta 1968 -, el CCS ahora puede hacer alarde de su histórica bandera roja y negra "(" Como en los viejos tiempos", Isto É, 17/04/1985).
La forma en que se llevó a cabo esta reorganización fue algo similar a la época de 1945. Los compañeros que permanecieron en espera durante la década anterior vieron la reapertura y la reorganización del CCS como un lugar público para la propagación del anarquismo, además de un espacio de confluencia de militantes y simpatizantes de ese período de redemocratización a principios de los años 80. Algunas acciones fueron importantes para esta reanudación, como la puesta en escena de obras de teatro del grupo Anarchos en 1985 y 1986; los errático intento de articular núcleos pro-COB y las celebraciones por el centenario del 1 de mayo de 1986; participación en la Bienal del Libro con la editorial Novos Tempos y celebraciones del 70° aniversario de la Huelga General de 1917 y la Revolución Rusa en 1987; la participación con la Fundação Cultural São Paulo y la Facultad de Ciencias Sociales de la PUC/SP en el evento “Otros 500: Pensamiento Libertario Internacional” en 1992; articulación de una red nacional libertaria, con reuniones en su sede y uso de una columna en el boletín del CCS, entre varios otros eventos.
1998 fue un año de grandes pérdidas para la CCS y para el movimiento anarquista en general. En mayo muere Jaime Cubero, en octubre Antonio Martínez, Martins y, en noviembre, Maurício Tragtenberg, muertes que continuaron hasta que prácticamente, hoy, ya no quedan elementos de la vieja guardia entre nosotros. Pese a ello, en 1998, se formó un nuevo grupo de teatro (6 de abril), con varias lecturas dramáticas realizadas.
En este punto, el movimiento anarquista en Brasil es más grande y diverso, diferente al que surgió en la década de 1980, del cual el CCS fue un catalizador, pero ahora ya no está a la vanguardia. Aun así, participa en otros eventos mucho más diversos desde entonces, como la intervención a principios de la década de 2000 en las reuniones de Global Peoples Action (AGP), en varias manifestaciones callejeras (como el 1º de Maio en Santos, la S26 y la A20 en São Paulo), y en los debates sobre organización anarquista que tuvieron lugar en el Encuentro Internacional de Cultura Libertaria, en Santa Catarina.
Al inicio de esta etapa, el hecho de contar con un lugar fijo y abierto al público, proporcionó la caracterización de la CCS como un importante espacio de encuentro y encrucijada para el movimiento libertario, principalmente en São Paulo, siendo el mantenimiento de este espacio de gran importancia. Debido a los siempre persistentes problemas económicos, en marzo de 1987 el CCS pierde una de las dos salas que ocupaba en la Rua Rubino de Oliveira, y poco después, en 1993 deja de existir como espacio público. Comienza a subarrendar habitaciones a terceros, primero con Editora Arquipélago en Rua Borges Lagoa, 245 y en julio de 1994 en la sede del Sindicato de Químicos en Belém. El 6 de julio de 1996 el Centro de Cultura Social abre nuevamente sus puertas al público, esta vez en la Rua dos Trilhos, 1365, en un espacio cedido por un acompañante, y a principios de 2002 cambia de nuevo su domicilio a la Rua Doutor Vila Nova, nº81, y nuevamente, en 2004, pasando al número 191 de Rua Inácio de Araújo, en Brás. Todas estas idas y venidas hacen que la CCS lance a finales de 2005, una nueva campaña para su propia sede, en la que muy felizmente convergieron varios compañeros y simpatizantes de São Paulo, otras regiones de Brasil e Italia, Francia y Portugal y con un importante aporte de los compañeros de “Nossa Chácara”, pudiendo, luego de siete décadas, adquirir su propia sede, en 2007, en la Rua General Jardim, 253 - período, éste, que aún se encuentra en desarrollo, y que, por lo tanto, quedará por informar más adelante.
Algo que hay que recordar es que, incluso con los períodos en los que se cerró el CCS, en sus reaperturas siempre hubo varios de los elementos más antiguos, pertenecientes a la fase anterior, así como la presencia - fomentada en los períodos de receseo - de nuevos participantes, pertenecientes a una jovén generación. En este ejercicio de continuidad del trabajo, incluso de diferentes épocas y con diferentes historias, cada nueva generación definió su forma de ser, sin perder, sin embargo, lo que el CCS tiene como esencial: ser un espacio para la preservación de la historia y la memoria anarquista, ser un espacio de debate, resistencia y lucha.
[Extraído de una crónica historica en portugués más amplía sobre el CCSSP accesible en http://ccssp.com.br/portal/index.php/sobre-o-ccs/historico. Tradicido al castellano por la Redacción de El Libertario.]
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