Martinico
Es curioso ver en tantas ciudades en las cuales hace 3 años apenas te cruzabas con algún "rider" llevando entregas, como a día de hoy y en plena época de pandemia, est@s trabajador@s ultraprecarizad@s han crecido como hongos.
Entiendo la dificultad de mucha gente y lo jodido que es estar en el paro, pero también soy consciente de que si no queremos vernos en la más absoluta desprotección, necesitamos organizarnos y armar respuestas frente a la vida de miseria a la que nos condena el capitalismo; si McDonald´s quiere llevar comida a las casas que contrate repartidor@s, pero lo que no se puede permitir, es que se aprovechen de personas en situación de vulnerabilidad para sacar beneficio en esta crisis.
Los años pasan y nos vamos adentrando en el siglo XXI, un siglo que como decía el antropólogo anarquista, David Graeber, verán nuestros hijos o nietos, a más tardar, con un sistema diferente al capitalismo convencional. Lo que no sabemos es si eso que verán será bajo una forma de organización corporativa más represiva y autoritaria a lo que tenemos en la actualidad o si bien, serán marcos sociopolíticos donde lo que prime sea el apoyo mutuo y la solidaridad.
Lo que estamos viendo con los y las "riders", es la cristalización de la perdida de derechos laborales que hemos sufrido los y las trabajadoras en los últimos decenios. Y es que lo queramos o no, el trabajo ocupa el centro de nuestras vidas. Por ello, es momento de no aceptar aquello que nos dan y movilizarnos porque las empresas no contraten precariedad y acepten en sus negocios, a nuevos trabajadores que lleven a cabo la labor de repartir comida a domicilio. Contratar para generar empleo de mejor “calidad” que la que ofrecen plataformas explotadoras como Glovo o Deliveroo.
Siempre lo digo, nuestro poder como consumidoras es más grande que el que nos podemos imaginar, así que si plataformas como las que he mencionado antes se mantienen, es porque la gente trabajadora se descarga sus aplicaciones móviles y hace uso de ellas. Mi opinión es clara frente a todo esto: ¡Boikot, Boikot y solidaridad obrera!
Esta muy bien hablar de luchar contra el capitalismo, cuestionar el reformismo de algunas organizaciones políticas o reflexionar teóricamente sobre cómo acabamos con el trabajo asalariado. Pero al mismo tiempo que se hace todo esto, sería adecuado organizarse para crear otro tipo de relaciones laborales, aquí y ahora, para est@s trabajador@s precari@s. Las que además en su mayoría son personas jóvenes y/o migrantes, por lo que aparte de sufrir la opresión de clase -que compartimos con ell@s-, son golpeadas también con la opresión que se ejerce sobre ellas por "no ser del país".
Seguramente estaremos muy lejos de crear cooperativas de trabajadoras, las que por cierto, considero que a medio plazo son algo fundamental para dignificar la vida de muchas personas. Sea como fuere y poniendo el foco en como transformamos este anhelo en realidad, una lucha a corto plazo y mientras tanto, sería presionar para que los negocios de hostelería que quieren ofrecer comida a domicilio, como decía al principio de este texto, cuenten en su plantilla con trabajador@s que lleven a cabo esa labor. Otra cosa que me parece fundamental, es que los medios materiales que se necesiten para realizar el trabajo no han de ser puestos por el propio trabajador, ya que deben ser las empresas las que pongan al servicio del asalariado todos lo bienes materiales necesarios (ropa, vehículo…).
Mientras tanto, en el caso español la única “victoria” que han conseguido los riders no ha sido laboral, si no judicial, ya que el Tribunal Supremo ha dictado que los riders de Glovo son falsos autónomos. Ahora bien, hasta que no haya dos fallos no podrá considerarse que el Supremo ha asentado doctrina. Ni que decir tiene, que no deberíamos depositar toda nuestra fe en el poder judicial. Por eso mismo, este artículo sin desmerecer ninguna otra vía que mejore las condiciones de vida de los riders, lo que viene a plantear es lucha y acción socio-sindical en el corto plazo.
A muchas les parecerá tibia esta propuesta o poco “revolucionaria”, pero el tema es que para muchas personas será un balón de oxígeno en sus vidas cotidianas. Y de verdad que creo, que este tipo de pequeñas acciones son las que verdaderamente transforman nuestras vidas y nos acercan un poco más a nuestro ideal y como decía Malatesta: solo se destruye lo que se sustituye. Por lo que sustituir a Glovo o a Deliveroo, o sea destruirlos, en pro de un medio menos agresivo para el trabajador me parece una pequeña victoria para nuestra clase.
[Versión de texto original accesible en https://elrincondemartinico.wordpress.com/2020/11/10/ni-glovo-ni-deliveroo-boikotea-la-precariedad.]
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