Leander Pérez
En los últimos días, el gremio docente ha protagonizado importantes jornadas de protesta para reclamar sus derechos. Esto no es casual, ya que junto con las enfermeras, las y los docentes están entre los gremios más precarizados.
Sueldos por debajo de los 2 dólares mensuales en medio de una economía dolarizada, las violaciones sistemáticas de las contrataciones colectivas, la ausencia de condiciones mínimas de trabajo y un «adelanto de aguinaldos» miserable son algunas de las causas que han llevado a los docentes a protestar en todo el país.
El 21 de octubre, los docentes protestaron en Caracas, Miranda, Aragua, Carabobo, Lara, Zulia, Apure, Táchira, Anzoátegui, Sucre, entre otros estados del país; el miércoles 4 de noviembre, a los docentes se sumaron los trabajadores del sector salud y otros como trabajadores del metro o de la electricidad, al mismo tiempo que la protesta se extendió a estados como Mérida, Cojedes y Portuguesa; mientras que para el jueves 5 de noviembre se convocaron nuevas movilizaciones.
La dictadura sabe que la lucha de los docentes es en realidad una lucha de todos los trabajadores del sector públicos ante su política salarial, y sabe que si no para la lucha es cuestión de tiempo para que otros gremios se sumen (como ya ha venido ocurriendo). Por esta razón, el gobierno de Maduro ha optado por tomar medidas coercitivas: preparar despidos masivos de docentes.
En Caracas (y seguramente en todo el país), funcionarios del Ministerio de Educación han trasmitido a los directivos de escuelas y liceos la orden de incorporar a los docentes a sus labores, pero tal y como hemos visto, hay sobradas razones para que los docentes decidan no hacerlo, entre ellas, que no cuentan con condiciones mínimas para poder trasladarse o para impartir clases virtuales.
Ante la negativa de un gran número de docentes de incorporarse, el ministerio ha ordenado a los directivos de los planteles iniciar procedimientos legales contra los docentes, poniendo a disposición de los directivos un despliegue de abogados para tal fin. Docentes denuncian que a los y las directoras de los planteles educativos les están enviando adjunto, un listado de las y los abogados designados por el ministerio, en quienes deben apoyarse para actuar contra los docentes. Por si fuese poco, los funcionarios del ministerio han señalado que aquellos directivos que no adopten estas medidas estarían colaborando con el paro y también serán sancionados.
Este golpe que se prepara contra los docentes no solamente busca derrotar la lucha del gremio, sino que se enmarca en la política oficial neolibera de «reducción del Estado». En una primera instancia, el gobierno buscaba que dicha reducción se hiciera de forma voluntaria a través de renuncias masivas producto de los bajos salarios, y en cierta medida tuvo éxito en su estrategia; ahora, pretende echar de forma activa a los que se han quedado a luchar por mejores condiciones.
Por la información que nos ha llegado, el regimen buscará dividir al movimiento fraccionando los procesos administrativos y judiciales, llevando la lucha al terreno pantanoso de los escritorios para desmoralizar y desmovilizar a los docentes. Sin embargo, el problema de fondo no es legal, es un problema político; y si bien no se puede descuidar la defensa en el ámbito legal, lo decisivo será la capacidad de movilización (ofensiva) de los docentes.
[Tomado de https://www.laizquierdadiario.com.ve/Gobierno-prepara-despidos-masivos-contra-maestros-que-ejerzan-derecho-a-paro.]
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