Gonzalo Espinoza
Este 2020 se han cumplido 23 años desde que se comenzó a publicar One Piece, uno de los mangas más populares de Japón y el más vendido en el mundo. La obra de Eiichiro Oda, que comenzó a publicarse en 1997 en la revista Weekly Shonen Jump, se ha transformado en un icono de este género debido a su riqueza narrativa, sus extraordinarias peleas, y esa emotividad que a más de alguno ha hecho botar una lágrima.
Para empezar, hay que dar un poco de contexto. El mundo de One Piece se basa en un planeta cubierto casi en su totalidad por agua. La única manera de obtener contacto con otra isla es ingresando en el océano y sus peligros. Es por esto que dentro de la serie existe una gran cantidad de piratas que salen al mar en busca de fama y tesoros. Sin embargo, para tratar de controlarlos existe la Marina, que es una unidad policial encargada de la supervigilancia del mar y que es dependiente del Gobierno Mundial, entidad política que administra el mundo.
Este 2020 se han cumplido 23 años desde que se comenzó a publicar One Piece, uno de los mangas más populares de Japón y el más vendido en el mundo. La obra de Eiichiro Oda, que comenzó a publicarse en 1997 en la revista Weekly Shonen Jump, se ha transformado en un icono de este género debido a su riqueza narrativa, sus extraordinarias peleas, y esa emotividad que a más de alguno ha hecho botar una lágrima.
Para empezar, hay que dar un poco de contexto. El mundo de One Piece se basa en un planeta cubierto casi en su totalidad por agua. La única manera de obtener contacto con otra isla es ingresando en el océano y sus peligros. Es por esto que dentro de la serie existe una gran cantidad de piratas que salen al mar en busca de fama y tesoros. Sin embargo, para tratar de controlarlos existe la Marina, que es una unidad policial encargada de la supervigilancia del mar y que es dependiente del Gobierno Mundial, entidad política que administra el mundo.
La historia de este manga se basa en la vida de Monkey D. Luffy, un joven de 17 años que recorre el mundo con un sombrero de paja, buscando convertirse en el rey de los piratas. Para conseguir este objetivo, Luffy debe armar su propia tripulación y hacerse un nombre en los mares enfrentando a muchos piratas y, por supuesto, a los marinos que lo persiguen.
Mucho se ha hablado y teorizado con respecto a One Piece, sin embargo, hay un elemento en particular que creemos que la distingue de otros shonen y es su perspectiva política. Tal afirmación puede sonar un poco antojadiza, pero creemos que ni Dragon Ball, ni Naruto, ni menos Bleach, ni otra serie de este registro se toma tan en serio la política como One Piece.
En los mangas que mencionamos anteriormente se presenta siempre la misma estructura. El protagonista se ve en la obligación de hacerse cada vez más fuerte para superar a otras fuerzas que amenazan la estabilidad del mundo. One Piece no escapa a esto. No escapa a los códigos propios de su género, si no que desarrolla un mundo a tal nivel que el poder que acumule el protagonista no es lo central en la serie, ni siquiera su forma de pelear es lo que más llama la atención de él. Lo que más resalta de este entrañable personaje es su actividad política (en esto queremos ir a lo ancho del concepto), eso es lo que distingue a Luffy de otros protagonistas icónicos de los Shonen.
Luffy, que está destinado a convertirse en el rey de los piratas, se vuelve un símbolo de la revolución durante la serie. El joven, sin quererlo, se transforma en el portador de una voluntad colectiva que va a cambiar el ordenamiento del mundo en el que habita.
Usualmente en los shonen, el personaje principal debe volverse inmensamente poderoso para resolver la gran lucha del bien contra el mal. Sin embargo, en One Piece más allá de que esta lucha pueda salvar al mundo, el triunfo que va a lograr Luffy no es un triunfo para el mundo como una comunidad completa que deba ser rescatada de las garras del mal, sino que va a ser la victoria de ciertos tipos de comunidades, y de ciertos tipos de identidades, que están reclamando su lugar en el mundo.
El autor de One Piece, Eiichiro Oda ha concedido pocas entrevistas, y pocas veces ha hablado de la visión política que existe en su obra. Sin embargo, dentro de ella hay muchas referencias históricas, muchos personajes llevan nombres de piratas que realmente existieron. Es por esto que no sería extraño que One Piece remita a un gran mito que existe en torno a los piratas en el mundo real.
Se dice que a finales del siglo XVII un grupo de piratas fundaron una colonia llamada Libertalia en la costa norte de Madagascar donde crearon una sociedad presuntamente sin jerarquías y basada en la idea de la libertad. Podríamos decir que estos piratas eran, de cierta forma, anarquistas.
Los piratas parecen representar por sí mismos un agente del desorden en el mundo. Se dirigen al mar a tratar de asaltar pueblos y acumular tesoros. Se hacen mala fama. Algunos no poseen extremidades y son feos a la vista. La relación con el mar los vuelve más salvajes y se estima que no se puede confiar en ellos. Sin embargo, este grupo de piratas decidió resignificar su relación con el otro y se dedicaron a liberar a cientos de esclavos que estaban encerrados a la fuerza en embarcaciones. Este grupo de bucaneros tenían otros ideales, tenían un pensamiento político. Tomando en cuenta esto, ¿es posible ver una conexión entre One Piece y el Anarquismo?
Tal como mencionamos anteriormente, Luffy viaja por los mares y visita innumerables islas donde conoce distintas realidades y conflictos. En todas las tierras que pisa existen problemas de racismo, tiranía y distintos tipos de violencia política. Al enfrentarse a este tipo de situaciones, Luffy decide siempre ponerse en el lado del oprimido y enfrentar a quienes estén ostentando el poder. Puede ser un rey malvado, un pirata asesino o un marino corrupto quien esté causando estragos y haciendo sufrir a la población.
Es por esto que cada vez que el futuro rey de los piratas llega a una isla algo cambia. La principal habilidad de Luffy es su enorme empatía que le permite comprender las injusticias que lo rodean. De esta manera, asume una posición de vanguardia dentro de la estructura social, razón por la cual muchas veces es rechazado y tildado de loco por personas que creen que la realidad no puede cambiar. Al enfrentarse a quienes hacen sufrir a la población, Luffy resuelve la injusticia, pero no pide nada a cambio. No se adjudica la isla para sí mismo, ni tampoco pide tesoros a cambio de sus servicios.
De hecho, él mismo reconoce su posición como pirata y escapa de las islas siendo perseguido por sus habitantes, haciendo una obra de teatro para dejar en claro que es un “pirata malvado”. Así el pueblo tiene una excusa ante cualquier reacción de la marina en contra de ellos. De esta manera, Luffy huye de aquellos a los que salvó para continuar su viaje de libertad por el mar. Esta puede ser una de las primeras señales que unen a One Piece y el anarquismo, pero aún hay más.
Una tripulación sin jerarquías
Otro rasgo distintivo de Luffy es la forma en la que ve el liderazgo dentro de su tripulación. A pesar de ser el capitán y el hombre que debe tomar las decisiones, su forma de ser lo lleva a considerarse un igual con el resto de sus compañeros. Esta actitud no solo la toma con ellos, sino que también con el resto de los personajes que se encuentra en la serie. Por ejemplo, en muchas de las islas, los Piratas del Sombrero de Paja se encuentran con reyes y princesas, a los cuales Luffy trata como si fueran personas comunes y corrientes. No les da un trato diferente por ser parte de la realeza. Esa actitud muchas veces causa incomodidad con sus interlocutores, quienes lo enfrentan por no respetar el orden social que impera en los territorios.
Sin embargo, esto también nos lleva a una de las teorizaciones más profundas que se ha hecho desde el anarquismo y es el principio de autoridad. Esta es una discusión muy amplia sobre la legitimidad moral intrínseca que tiene el Estado como organización política. Desde allí, los anarquistas se preguntan por la obligación moral de obedecer a la autoridad. De hecho, Mijail Bakunin, uno de los pilares de la teoría anarquista afirma que la única autoridad deseable es la del “espíritu colectivo y público de una sociedad fundada sobre la igualdad y la solidaridad, y sobre el respeto humano mutuo de todos sus miembros”.
Tomando en cuenta esta reflexión podríamos decir que la forma que tiene Luffy de conducir su tripulación va en la línea de una autoridad que busca emancipar a los hombres más que esclavizarlos. Este choque de formas de ver la autoridad se ve explícitamente en la lucha que tiene Luffy con el Gobierno Mundial, que representa una visión del poder más ligada al tipo de autoridad que se ha impuesto por parte de la Iglesia y el Estado, que está basada en la lógica del castigo y el sometimiento.
De esta manera, podemos decir que One Piece y el anarquismo tienen muchos puntos de coincidencia. El viaje que emprende Luffy por los mares es una búsqueda por ensanchar los márgenes de su propia libertad, objetivo que también va de la mano con liberar a todas las personas que lo rodean.
[Tomado de https://www.hanamidango.com/one-piece-anarquismo-analisis-politico.]
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