Humberto Decarli
La tensión mundial inferida de los enfrentamientos entre los Estados Unidos e Irán es consecuencia de múltiples factores que han incidido en su generación. Desde la intervención británica-americana para deponer al premier Mohamed Mossadegh y reinstalar al Sha Mohamed Reza Pahleví, pasando por el acontecer de la revolución islámica y la guerra entre Irak e Irán, hasta llegar a la actual situación luego de varios percances ocasionantes de la presente coyuntura, colorean las razones por las cuales se ha producido la confrontación entre una potencia mundial, los Estados Unidos, y una regional en el Oriente Próximo, Irán.
La tensión mundial inferida de los enfrentamientos entre los Estados Unidos e Irán es consecuencia de múltiples factores que han incidido en su generación. Desde la intervención británica-americana para deponer al premier Mohamed Mossadegh y reinstalar al Sha Mohamed Reza Pahleví, pasando por el acontecer de la revolución islámica y la guerra entre Irak e Irán, hasta llegar a la actual situación luego de varios percances ocasionantes de la presente coyuntura, colorean las razones por las cuales se ha producido la confrontación entre una potencia mundial, los Estados Unidos, y una regional en el Oriente Próximo, Irán.
Antecedentes
Luego del término de la Segunda Guerra, Irán fue invadido parcialmente por la Unión Soviética para instalar una república dentro de esa unión, una extensión de Azerbayán y otra Kurda. El impasse fue solucionado con negociaciones petroleras a favor de Moscú en el contexto de una fuerte presión occidental. Los soviéticos hicieron mutis e Irán recuperó los territorios ocupados y fue efímera la república azerí.
Se había establecido un régimen parlamentario y con un alto grado de occidentalización cultural permitida por el Sha, monarca pérsico. Surgió el gobierno de Mossadeg y cuando se le ocurrió la nacionalización de la industria petrolera fue defenestrado por fuerzas británico-americanas. Lograron reincorporar a Irán como parte del oeste.
Sin embargo, el régimen del Sha se corrompió y emergió la figura del Ayatolá Khomeini como cabeza de los chiitas, facción islámica mayoritaria en este país y como reacción a la enajenación pro occidental se estatuyó un república teocrática basada en una visión fundamentalista del islam aplicando la sharia o ley islámica convirtiendo a la nación en un Estado dominado por la religión del profeta Mahoma, esto es, fusionando al aparato político con la fe musulmana predominante y rectora.
La denominada revolución islámica representaba un grave peligro para la seguridad regional porque se islamizaba de manera militante el ambiente y se imponía, para Teherán, la necesidad de exportar su experimento político comenzando con las simpatías en Irak, también de mayoría chiita y la vinculación con los de Líbano, organizados alrededor de dos partidos políticos, Amal y Hezbollá.
La guerra de Irak-Irán
Occidente vio oportuno contener al empuje del Ayatolá y para tal fin se estimuló un conflicto bélico entre los dos vecinos, la antigua Persia y la ancestral Mesopotamia. Irak denunció el tratado firmado sobre el río Shat Al Arab, el estuario de los ríos Tigris y Éufrates y a partir de ese casus belli se inició el conflicto. Estados Unidos apoyó a Saddam Hussein y fue una guerra interminable con resultados nocivos para ambos bandos culminada con un tratado dando fin a la confrontación. Millones de muertos y ambas economías destruidas fueron las resultas de una inmensa lucha incluyendo armas químicas empleadas por Hussein.
La toma de la embajada yanki en Teherán
Otro episodio de las diferencias con Estados Unidos fue el asalto a la embajada gringa en Teherán por parte de estudiantes islámicos. Estuvo ocupada por más de un año con inclusión de una tentativa de rescate culminada en un rotundo fracaso ridiculizando los esfuerzos militares del gobierno de Jimmy Carter. En esa misma época un avión civil de la línea oficial persa fue derribado por misiles yanquis en el golfo pérsico con cientos de muertos, lo cual avivó la crisis entre estos países.
La expansión iraní
Khomeini no llegó a ver resultados concretos de la influencia de su régimen en la región y tuvo que pasar el trago amargo de anunciar el acuerdo con Irak para concluir una guerra que nadie ganó. Empero, años después de su fallecimiento comenzaron a verse algunos resultados concretos de la exportación revolucionaria.
Se mantuvo el apoyo y expansión del grupo político-militar Hezbollá como punta de lanza frente al vecino del Líbano, Israel. Es una organización bien financiada y con disciplina descentralizada donde confluían varias entidades sociales islámicas. Asimismo, apoyaron a Yihad Islámica en Palestina y tuvieron alguna cercanía con el grupo palestino Hamas.
Lograron la neutralidad de Omán en el conflicto yemenita y apoyaron al imán de Qatar ante el embargo económico terrestre de Arabia Saudita y demás monarquías del golfo arábigo por la negativa a cerrar o censurar a la televisora de Al Jazeera. Junto a Turquía, establecieron comercio de víveres vía marítima que ha logrado hacer inútil ese asedio aunque encarecieron esas compras por razones obvias, vale decir, lo logrado anteriormente por camiones ahora se alcanzaba por navíos marítimos.
Sin embargo, dos experiencias cercanas en la región, la intervención americana en Irak para derrocar a Hussein y la caída del gobierno yemenita, fueron las espitas que fructificaron su política exterior. Además, es conocida la injerencia de la guardia revolucionaria en el atentado terrorista del fondo mutual judío Amia, en Argentina bajo el cobijo del presidente Menem y posteriormente con el encubrimiento de los esposo Kirchner. Adicionalmente sus aliados libaneses tuvieron una breve guerra con Israel en la cual hicieron una férrea resistencia, lo cual les elevó el prestigio por el sentimiento anti sionista en la zona.
El miedo atómico
Ante la posibilidad de desarrollar armas nucleares por parte del gobierno iraní, Occidente propició un embargo económico contra Irán y dio como resultado un tratado mediante el cual la Unión Europea, Estados Unidos, Irán, Alemania, Francia, el Reino Unido, Rusia y China, se encargaban de supervisar el desarrollo nuclear sin fines bélicos. Se firmó el acuerdo y se levantaron las sanciones económicas y financieras a Irán, la razón de la aceptación de este último país para alcanzar el avenimiento. El presidente Obama se jactaba de haber alcanzado un arreglo sin disparar un tiro.
Sin embargo, luego del triunfo de Donald Trump, la Casa Blanca denunció el tratado a pesar de que los restantes suscribientes sostenían que Irán estaba cumpliendo la supervisión convenida. El nuevo gobierno preconizaba la insuficiencia del acuerdo y la seguridad de que Irán estaba evadiendo la limitación propuesta de la ampliación de del programa atómico con objetivos exclusivamente pacíficos.
Respuesta iraní
Así las cosas, Irán estaba padeciendo graves penurias económicas causantes de disturbios de protestas, inflación y reconversión monetaria, reprimidas vehementemente por las autoridades del país. Ante tan difícil tránsito Teherán apeló a la política del Pentágono de retiro progresivo de tropas en varias partes de Asia, como Afganistán, Siria e Irak, además en África como Somalia y Livia. Esta conducta del Tío Sam dio puerta abierta a retaliaciones iraní y procedieron a acarrear daños a buques en el estrecho de Ormuz y derribar un dron de Estados Unidos en el golfo pérsico. Adicionalmente bombardearon la embajada americana en Bagdad y luego la asaltaron multitudinariamente.
Previamente habían dañado seriamente un campo petrolero y la mayor refinería saudita mediante drones y misiles disparados por sus aliados chiitas hutíes de Yemen. Washington envió petróleo para que el Riad cumpliera sus compromisos y evitar una subida desproporcionada del precio del crudo.
Trump reacciona
El desafío persa incitó a ripostar. Los americanos lo hicieron de manera espectacular al asesinar, en una coyuntura de piratería internacional, al jefe de las fuerzas Quds, QasemSoleimani como es conocido por todos. Fue una acción enmarcada dentro de la campaña electoral americana con una respuesta adecuada al momento porque busca incidir en las preferencias internas aunque internacionalmente ha sido rechazada.
Donald Trump amenazó, en una conducta propia de un racista, supremacista y negador del cambio climático, con atacar los sitios culturales iraníes y tuvo una reprimenda de la Unesco culminado con una opinión de un alto militar gringo señalando que esos objetivos no estaban dentro de la programación de ataque en un esfuerzo de enmendar la plana a su jefe.Inmediatamente el jefe supremo de Irán, Alí Jamenei y el presidente Rohani, anunciaron venganza en honor a su mártir.
La bofetada a Estados Unidos
Así fue catalogada por Jamenei a la lluvia de misiles enviados a la base militar Al Asad y la de Erbil, ambas en territorio mesopotámico causando daño en estructuras y un helicóptero sin bajas. Supuestamente Irán avisó con tiempo para evitar lesiones humanas o la imprecisión de los misiles permitió resguardar a los efectivos militares allí instalados. Asimismo, fue derribado un avión ucraniano por misiles iraníes en su territorio asesinado a los pasajeros y la tripulación. Por tal razón hubo resistencia a entregar la caja negra del vehículo aéreo. Los estudiantes en Teherán han reclamado a sus autoridades por haber guardado silencio al respecto.
No obstante, se ha vuelto un hábito el envío de cohetes Katiuskas a la embajada americana ubicada en la zona verde de Bagdad sin mayores daños porque la contención de misiles funciona en las instalaciones de la legación diplomática. Se ha reportado también nuevo ataques misilístico sobre instalaciones petroleras en Arabia Saudita enviados desde territorio yemenita.
Además, la Cámara de Representantes presidida por la líder demócrata Nancy Pelosi, ha aprobado una resolución limitando la actuación presidencial pero sin carácter vinculante amén de que requiere la aprobación del senado con mayoría republicana.
Confrontación en suspenso
Luego de la narrativa anterior sobre las acciones de ambas naciones, el tono declinó y no ha ocurrido nuevos hechos capaces de acelerar las tensiones. Trump ha usado con fines electorales este conflicto y los estudios de opinión parecen favorecerlos internamente así como también lo favorece para dialogar en condiciones favorables.
Irán requiere una respuesta de los demás países que firmaron el tratado original pero no ha ocurrido más allá de las aseveraciones del cumplimiento de las supervisiones y de llamados al diálogo. Asimismo, ha de presionar a sus aliados en el Levante para buscar la salida de las tropas americanas de las bases en Irak. Mientras tanto, las sanciones económicas y financieras están golpeando severamente al régimen chiita empujándolo a situaciones difíciles que acarrean conflictos sociales.
Colofón
El affaire Washington-Teheránpropende a demostrar la crisis padecida por el orbe. Un mundo donde reina la mayor producción de bienes y servicios de la historia acompañado de una ingente desigualdad y pobreza pero los intereses crematísticos y de poder están ubicados encima de la justicia social, la libertad y la democracia. Coexiste una Cuarta Revolución Industrial con ambientes de miseria y perviven regímenes totalitarios como Corea del Norte, Cuba, Venezuela y Nicaragua.
En el interregno se desarrolla una guerra comercial entre China y los Estados Unidos con secuelas negativas para los países débiles; una Federación Rusa de la mano de Putin pretendiendo revivir pasadas glorias soviéticas con una economía precaria basada en las fuentes energéticas fósiles; una Europa desorientada acicateada por el Brexit; el mundo islámico fracturado y a la deriva; un país poderoso como Estados Unidos en manos de una élite bellaca con miras miopes hacia el exterior; criterios predominantemente desarrollistas en desmedro del ambiente como los daños en la Amazonía y el Congo y más aún, los pavorosos incendios provocados por el cambio climático en Australia.
Entre los múltiples objetivos de la diplomacia americana están las políticas proteccionistas en desmedro de la globalización con una tendencia hacia el ensimismamiento propio de épocas pretéritas y la experiencia musulmana de la rama chiita con miras a promover y expandir su modelo de sociedad teocrática con verdaderas limitaciones económicas inherentes a su esquema político extractivista. Son las expresiones de un mundo dominado por panópticos generales y digitales orientados hacia el tanatismo.
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