Confederación Nacional del Trabajo
La sentencia del Procés que ha conllevado desproporcionadas penas de cárcel para doce personalidades de la política catalana por diferentes delitos, supone un claro retroceso de libertades pues genera una jurisprudencia que acabara usándose contra la protesta social en todas sus formas. Por lo tanto, entendemos la respuesta social en las calles.
Desde CNT Barcelona queremos dar a conocer nuestra postura sobre los acontecimientos represivos que se desarrollaron a continuación: decenas de personas heridas, un joven que perdió un ojo, otro que ha perdido un testículo, etc. Ante semejante espectáculo, lo único que podemos hacer es posicionarnos en contra de la represión: CNT nunca estará del lado del verdugo.
La sentencia del Procés que ha conllevado desproporcionadas penas de cárcel para doce personalidades de la política catalana por diferentes delitos, supone un claro retroceso de libertades pues genera una jurisprudencia que acabara usándose contra la protesta social en todas sus formas. Por lo tanto, entendemos la respuesta social en las calles.
Desde CNT Barcelona queremos dar a conocer nuestra postura sobre los acontecimientos represivos que se desarrollaron a continuación: decenas de personas heridas, un joven que perdió un ojo, otro que ha perdido un testículo, etc. Ante semejante espectáculo, lo único que podemos hacer es posicionarnos en contra de la represión: CNT nunca estará del lado del verdugo.
Dicho esto, también queremos manifestar que como organización de clase nos situamos en contra tanto del Estado español, como del proyecto de Estado catalán. Ya que todo Estado, en el ejercicio del monopolio de la violencia, y como instrumento de la oligarquía, tiene como objetivo el control y la extracción de la riqueza que genera la clase trabajadora en beneficio de unos pocos. En esta ocasión la propia burguesía catalana ha sido víctima de las redes represivas de una Democracia liberal de la que ha sido parte indispensable durante décadas. No podemos olvidar la tortura en las cárceles catalanas, la corrupción sistemática y la represión hacia nuestra organización y otros muchos colectivos y personas que han sido objeto de la misma. En un claro ejercicio de hipocresía y cinismo, hemos sido testigos de cómo el presidente Quim Torra animaba a manifestarse al pueblo catalán para luego reprimirlo con la policía. El conseller d’interior, Miquel Buch, defendía la actuación de los mossos, condenando la «violencia de los manifestantes». Oriol Junqueras sigue insistiendo en que el conflicto debe resolverse en las urnas, como no.
Nos dirigimos a la clase trabajadora de Catalunya que ha salido a las calles para expresarles con convencimiento que no serán los líderes políticos, ni los de las rancias y ensangrentadas banderas, ni los de las nuevas y prometedoras enseñas, quienes nos conduzcan a una sociedad más justa y más libre. No lo serán porque no lo han pretendido nunca, porque siempre han defendido en último término unos intereses muy concretos, los suyos. Por eso no han dudado, ni dudarán, en utilizar al pueblo para protegerse a sí mismos, haciendo uso de las ilusiones y los sentimientos de la población, encauzando cultura, idioma y hechos diferenciadores hacia la polarización y el nacionalismo. Un nacionalismo que como todos, es abstracto, no define nada más allá de lo que cada uno construya en su mente sobre el futuro que «ofrece».
Queremos exponer además nuestro rotundo desacuerdo respecto del comportamiento de los sindicatos independentistas, que están apoyando en los últimos años con Huelgas políticas el proyecto nacionalista, vaciando de contenido una herramienta de lucha obrera. La Huelga es una herramienta de la clase trabajadora para oponerse al Capital, no para dar cobertura a proyectos patrióticos.
Nos desmarcamos de los partidos políticos, de estas organizaciones “sindicales”, del nacionalismo. Nuestra única lucha es la que representa nuestros intereses como clase trabajadora: la lucha de clases. He aquí el único camino. En este sentido, nuestras aspiraciones son claras:
– Nos posicionamos contra la última Reforma Laboral (2012), que abarató y facilitó el despido, generalizando el despido objetivo, dando a las ETT el rango de agencias de colocación, facilitando el descuelgue de convenios y, en definitiva, precarizando aún más nuestras condiciones laborales.
– Contra la llamada Ley Mordaza (2015) que fue una respuesta ante las movilizaciones sociales, que pretende silenciar a base de sanciones -con multas de hasta 600.000 euros-, persiguiendo reuniones, concentraciones, manifestaciones…
– Todas estas leyes y muchas otras obedecen a una estrategia represiva y neoliberal contra la clase trabajadora en la que también ha participado el gobierno catalán. También nos posicionamos en contra de leyes tan catalanas como la Llei Aragonès, perpetrada por el vicepresidente del actual gobierno, Pere Aragonès, que amenaza con privatizar, mercantilizando aún más, servicios básicos como la educación, la salud o los servicios sociales.
Este es nuestro horizonte cercano, y las primeras bases para llegar a conseguir un cambio social real, más allá del humo que nos han vendido durante dos años con declaraciones propias del circo electoral en el que nos movemos. Desde CNT apostamos porque la clase trabajadora se organice en los centros de trabajo, en los barrios, mediante organizaciones horizontales. Es preciso además una estrategia coherente, que puede comenzar con la formación de secciones sindicales en los centros de trabajo para mejorar las condiciones laborales, asociaciones vecinales en los barrios para combatir la especulación urbanística, etc.
Ciertamente este año se cumplen 100 años de la famosa huelga de la Canadiense, la gran huelga gracias a la cual se consiguió la jornada de ocho horas, y que ahora se está utilizando desde sectores independentistas para mostrar lo combativo que siempre ha sido el pueblo catalán. Pero no fue el pueblo catalán, sino la clase trabajadora -también inmigrante, de otras partes de la península – apátrida e internacionalista en su mayor parte, la que protagonizó está gran gesta. Nos ofende profundamente ver como se utiliza la lucha de estas compañeras y compañeros. Sin duda se habrían revelado con altivez frente a la posibilidad de que se diera carácter «identitario» a su lucha. No tenían dudas, eran clase trabajadora, estaban organizadas en la CNT.
[Tomado de https://www.cnt.es/noticias/cnt-barcelona-ante-los-ultimos-acontecimientos-represivos.]
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