Siriarte
Desde nuestra más firme defensa de la libertad, la Confederación General del Trabajo ha tenido muy claro que
el aborto como interrupción voluntaria
del embarazo es un derecho inalienable para todas las mujeres que debiera ser reconocido por la
legislación de todos los
países para garantizar el libre
acceso al aborto en la Sanidad Pública.
Igualmente, defendimos y así se recoge en los Acuerdos Congresuales de Valencia
en 2018, que exigimos una
educación emancipadora que comprenda la educación sexual como parte de nuestras vidas y que ésta, a su vez, incluya los derechos
sexuales y reproductivos así
como la prevención en materia de salud sexual desde una perspectiva global de nuestro cuerpo y nuestra salud. No queremos que
por falta de presupuesto o prejuicios morales se
excluyan partes de nuestra formación y de nuestros cuerpos ni en la sanidad ni en la educación
públicas. Casualmente, estos
ámbitos tabús coinciden en que
se encuentran relacionados con la libertad de decidir, con el deseo o con el
amor libre, arrinconando al
ámbito de lo privado la
educación y la gestión de la
sexualidad para quien tenga
conocimiento y pueda
costeárselo.
Por
si alguien pudiera pensar que
no nos estamos refiriendo al Estado
español ni a las personas que
lo habitan porque “en España tenemos derecho a abortar”, aclaramos que el Código Penal vigente en su artículo 145y 146 condenan tanto a la persona que
practica el aborto como a la
mujer que aborta fuera de los
supuestos que prevé la ley,
con hasta 3 años de prisión además de la inhabilitación profesional.
Por
lo tanto, que quede claro que
en Españistán NO TENEMOS DERECHO A ABORTAR LIBREMENTE, sino bajo ciertos supuesto y plazos que han acordado los legisladores con pene
y no útero, y que como trató
de hacerlo el ex ministro de Justicia, Fachardón,
estos supuestos podrían cambiarse o, al menos, tratar de limitar los exiguos
derechos. Además, no olvidemos
que las mujeres con capacidad
de quedarse embarazadas, menores de
18 años, que no desean llevar a
término un embarazo no tienen derecho
a decidir sobre su cuerpo,
sobre su futuro y sobre su
vida, ya que la Ley las condena a pedir el consentimiento de sus madres y padres para poder abortar. Éste debería ser un motivo ya suficiente para sumarnos a la movilización mundial para exigir también aquí el derecho a abortar libremente. Pero
hay muchas más razones.
Si
se aprobara una ley que supuestamente
garantice el derecho a abortar según unos supuestos y la sanidad pública no es capaz de garantizar este derecho... ¿a
quién beneficia la ley? Pues a
la sanidad privada. Como se
puede comprobar en las
estadísticas del último Informe sobre IVE del Ministerio de Sanidad. En Españistán, el 81% de los abortos practicados se realizan en centros extra hospitalarios privados, que alcanzan el
87,61% con los abortos practicados en los hospitales privados. Casualmente, el Ministerio no
especifica el número de
abortos practicados en la sanidad privada a cargo del erario público por la concertación de la sanidad.
¿Y
cómo es esto posible? Pues en
el derecho que se otorga a las
y los sanitarios que trabajan en el
Sistema Público de Salud para objetar
y no llevar a cabo un aborto
que se encuentre según los
supuestos que despenaliza la ley.
De nuevo, las mujeres embarazadas que desean abortar son las últimas en poder ejercer su derecho. Si un cirujano o un especialista
se negaran en dar el tratamiento que precisa una persona enferma, ¿tendría el sistema de sanidad público el mismo respeto al ejercicio de esta objeción de conciencia? Otro ejemplo, si un médico que se declare Testigo de Jehová, no transfundiera sangre a una persona que lo necesite también por
objeción de conciencia, ¿seguiría
trabajando en la sanidad pública?
Obviamente no, las personas católicas/cristianas tienen salvoconducto especial en Españistán. ¿Por
qué sobre el derecho a abortar
prevalecen las creencias personales
de las y los especialistas al derecho de las ciudadanas? Pues porque somos mujeres que no queremos llevar a término un embarazo.
Nuestras hijas e hijos son
mano de obra y de consumo para
el sistema capitalista, y cuanto
más vulnerables sean, más fácil
será explotarlos y más difícil
que se rebelen. Así de sencillo.
Necesitas
más razones para movilizarte?
Pues por solidaridad internacional con el resto de mujeres del mundo que o bien tienen unas leyes restrictivas como las nuestras o porque sus leyes penalizan el aborto bajo cualquier supuesto.
Movilizaciones
masivas como #Queseley en
Argentina, #Ele-Nao en Brasil,
para que se extienda el derecho al aborto en
todos los Estados Mexicanos (solo
existe en Ciudad de México), o en El Salvador donde se penaliza a las mujeres que sufren abortos
espontáneos con penas de más
de 30 años de prisión, resuenan por todo el
mundo reforzando un Movimiento Feminista en el que las mujeres se organizan para ejercer sus
derechos.
En
la Unión Europea países como
Malta también prohíben totalmente
el aborto, pero en Europa, también es completamente ilegal en los paraísos fiscales de San Marino, Andorra y en el Estado
Vaticano... ¿Casualidad o causalidad?
Millones
de mujeres no tienen derecho a
abortar libremente en el
mundo, lo que ocasiona que millones
de mujeres mueran al año como
consecuencia de abortos clandestinos y/o sufran daños físicos irreversibles en su salud. La misma falacia que dice defender la vida
de las y los neonatos,se
mancha las manos con las mujeres nacidas y desangradas por los abortos clandestinos. Pretenden que
nuestros úteros sean sus territorios
políticos para perpetuar ideologías y sistemas económicos, al margen de nuestras vidas. Recuperemos nuestros cuerpos y nuestras vidas.
La
Confederación General del Trabajo
se suma al llamamiento de
movilización mundial por la despenalización del aborto y apela a llenar las calles por nuestros derechos hasta que sea Ley.
¡Por
una Educación Sexual en las
escuelas públicas!
¡Por
el aborto libre, seguro ygratuito
en la sanidad pública!
¡Hasta
que seamos todas libres
[Publicado
originalmente en el periódico Rojo y
Negro # 337, Madrid, septiembre 2019. Número completo accesible en http://rojoynegro.info/sites/default/files/rojoynegro%20337%20septiembre.pdf.]
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