Chavomadurismo se niega a oir el reclamo de trabajadores petroleros con mas de 2 semanas en huelga de hambre

Redacción

Desde el 1° de junio se inició la huelga de hambre de los ex trabajadores de la Faja Petrolifera del Orinoco . A solo 200 metros del Palacio presidencial de Miraflores en Caracas, en la plaza Juan Pedro López  del Banco Central de Venezuela perseveran en su reclamo de pago de pasivos laborales. Al día de hoy 13 ex trabajadores se mantienen en la huelga aumentando hora tras hora el riesgo a su vida.

Los trabajadores desde hace más de año y medio pernoctan en varias plazas de Caracas y han realizando frecuentes protestas, sin lograr que las autoridades resuelvan sus reclamos. Casi todos vienen del oriente del país.La situación afecta a más de 6 mil trabajadores que provienen de los estados Guárico, Delta Amacuro, Sucre, Monagas, Bolívar. Unos 200 están en Caracas protestando. Estuvieron varios meses al lado de la Vicepresidencia de la República, luego en la Plaza Las Mercedes frente a la inspectoría del trabajo y desde hace un mes tomaron la plaza del BCV.

Según los trabajadores se les deben pasivos laborales desde 1997 a 2017. Con la conocida ilusión de quienes quieren creer que "el rey es bienintencionado pero le rodean cortesanos que ocultan la realidad", informó uno de los trabajadores que hace pocos meses Nicolás Maduro se enteró de la protesta que realizaban y supuestamente ordenó que se les pagara.

Desde esa hipotética promesa no se ha concretado nada. Desesperados por la situación y ante la indolencia del gobierno, los trabajadores decidieron iniciar la huelga de hambre que se proponen mantendrán.

Esperará el gobierno ocurra una situación similar a la del mediano productor agrícola Franklin Brito contra quien se adoptó una actitud de silente inacción y premeditada maldad hasta que murió en huelga de hambre el 31 de agosto de 2010.

La situación de los ex trabajadores petroleros refleja la incuria de un regimen que grotescamente se autodefine como obrero pero desconoce a diario las convenciones colectivas, que paraliza por años los procedimientos ante las inspectorías del trabajo y que no cumple las sentencias que ordenan reenganches o pago de pasivos laborales. Además de generar hambre en los hogares de la clase trabajadora del país como consecuencia de la hiperinflación de la que es responsable, y de ejecutar medidas que desconoce los legítimos derechos laborales.