Humberto Decarli
[Nota previa de El Libertario:
Este artículo fue escrito a petición de la revista libertaria Al Margen
de Valencia, España, para incluirse en su # 109, primavera 2019, que hace poco
comenzó a circular en la Península Ibérica. Agradecemos al autor por
facilitarnos el texto para su difusión.]
Prima
facie, consideramos necesario determinar cuáles entidades
forman el movimiento social en toda la región latinoamericana y del Caribe. Son
manifestaciones que expresan la vida y el devenir de la sociedad en todos sus
matices más allá de las organizaciones políticas cuya teleología es el poder.
En este sentido, podremos hacer una taxonomía de todos esos efluvios mediante
los cuales los planos de inmanencia se organizan y lo indicaremos en los
próximos párrafos.
Sujetos
activos del espectro social
Primero, el movimiento de trabajadores a
través de todos sus órganos de operatividad como son los sindicatos y los
consejos obreros. Provinieron originalmente de los emigrantes de los países con
desarrollo industrial de Europa y los Estados Unidos, cuya experiencia no fue
nada despreciable. Su desempeño no fue uniforme dadas las características de cada
nación respecto al acceso al capitalismo. Originalmente el anarquismo fue el
rector de los obreros pero luego del éxito político de la revolución
bolchevique y el proceso agónico en el cual entró el universo libertario, se inclinó
hacia la praxis marxista, con la socialdemocracia de eficacia relativa. Demás
está decir que para el socialismo autoritario es fundamental esta clase porque
la estima como el sujeto histórico de la revolución.
A pesar de no existir países con economías
avanzadas en la zona, apenas si Brasil incursiona en fabricar armas, aviones y
software, hay sectores en el ámbito productivo, las industrias pesadas y
livianas, y de comercio empleadores de alta tecnología como el área de
servicios, en especial el financiero. Allí se observa una marcada prescindencia
del factor trabajo por el uso de la informática y los procesos de
reingeniería.La crisis de la representación afectó palmariamente al movimiento
obrero organizado de lo cual se desprende la poca capacidad de movilización del
sindicalismo porque la base no los respalda así fuere muy justa la reclamación
motivante.
Segundo, el campesinado muy propio de
nuestras sociedades rezagadas de la revolución industrial cuyo eje es el sector
primario de la economía. Su objetivo era obviamente la lucha por un reparto
equitativo de la tierra, en contra del latifundismo y después la
industrialización del agro. En muchas regiones el proceso de urbanización ha
minimizado cuantitativamente al sector rural y por ende, la clase campesina
cada vez se ve menguada en su calidad como actor.
Tercero, las organizaciones sobre el
ambiente, donde hay orientaciones diversas porque los ambientalistas se limitan
a luchar por mejoras en el trato a la naturaleza mientras los ecologistas tienen
una visión integral del asunto y asumen una postura más radical al identificar los
efectos lesivos al planeta como parte de una concepción del poder donde priva
el beneficio económico inmediato frente a los daños, aún mayores, causados por
una explotación sin límites y que a largo plazo producen perjuicios de mayor
cuantía.
Es importante señalar que el
extractivismo es la actividad más importante en muchas naciones de la zona.
Perú con la plata, el cobre, el zinc, estaño, bismuto y teluro; Chile con el
cobre, Venezuela con el oro, coltán, diamantes y torio, Cuba con níquel, cobre
y oro; son muestras de esta trayectoria. De allí la importancia de las
actividades de los grupos ecológicos para rescatar el ambiente.
Cuarto, el de igualdad de género. Las
luchas de las mujeres por diversos tópicos en los cuales se encuentran
sumergidas por el patriarcado en toda esta área del planeta tienen un amplio
espectro. El trabajo de la mujer en el hogar es algo relevante pero como no
genera en términos inmediatos beneficios económicos, se obvia. El aborto es
otro tema de trascendencia en un subcontinente donde, por razones estrictamente
religiosas, no se permite y se penaliza su praxis. El aporte de la visión
femenina del mundo tampoco se ha valorado y la relación de poder con su pareja
masculina está en discusión, es una variante de la microfísica de la cual
hablaba Michael Foucault. Por último, la iniciativa para no reproducir el
esquema de dominación es un esfuerzo para impedir el despotismo de los hombres.
Quinto, las luchas LGTBI. Las manifestaciones
sexuales alternativas tienen la ardua tarea de enfrentar sociedades con visiones
machistas que catalogan a estos seres humanos como enfermos y existe una
diáfana persecución con rasgos humillantes. Sin embargo, cada día avanzan más
en una zona del mundo donde la homofobia y la intolerancia forman parte de la
razón de ser.
Sexto, la defensa de los derechos
humanos. Son entes nacidos de la lucha cotidiana reivindicando esta clase de
derechos violentados en toda América Latina por la ausencia de
institucionalidad democrática, de defensores del pueblo u ombudsman. Varios
emergen por coyunturas, verbigracia Cofavic en Venezuela consecuencia de la
insurrección social conocida como el “Caracazo”, ocurrida el 27 de febrero de
1989 o las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, a partir de
la represión castrense argentina en sus múltiples dictaduras. También existen las
ONG’s financiados desde centros mundiales de poder para coadyuvar en estas
investigaciones.
Séptimo, el indigenismo. Es la actividad
por rescatar la dignidad de los pobladores prístinos del continente. En
general, fueron destrozados por la barbarie del colonialismo ibérico y en la
actualidad se encuentran en un estado de indefensión por la exclusión promovida
por los gobiernos regionales. Se ha dado esencialmente en las naciones en las
cuales presentan una importancia cuantitativa porque en otras fueron
literalmente exterminadas como el caso del Caribe insular. México, con el
fenómeno del zapatismo; Guatemala, con las guerrillas de finales del siglo
pasado, en Centro América, son muestras de una presencia relevante a pesar del
racismo en su contra. En Ecuador, Bolivia, Chile y Perú, en Suramérica existen
grupos importantes e incluso en el último país se fundó una organización
política, el APRA, cuyo basamento programático fue la población aborigen. Por
lo general ha habido una lucha por el
reconocimiento étnico e incorporación a la realidad nacional como unos actores
primigenios.
Octavo, el movimiento estudiantil. En
muchas naciones de la subregión los estudiantes han sellado su impronta en la
lucha por las transformaciones. Argentina con el Cordobazo de 1917 como
plataforma de la universidad autónoma y democrática; Cuba en la lucha de los
cuarenta y cincuenta, con una influencia trascendente en el Movimiento 26 de
julio y el Directorio Revolucionario. Los hermanos Castro, José Antonio Echeverría,
Frank País, fueron dirigentes emanados del sector universitario. En Chile fue
notorio en el primer gobierno de Michelle Bachelet cuando protestaron contra la
educación pinochetista, vigente para esa ápoca. Los estudiantes venezolanos han
dejado una trayectoria de larga data. En la dictadura gomecista fueron quienes
dieron un paso adelante en contra de Juan Vicente Gómez, luego contra la tiranía
perezjimenista y durante el puntofijismo. En el período chavista se ha activado
la lucha estudiantil dirigida por la oposición partidista, aprovechando que el
sector oficialista es débil por su autoritarismo, rechazado por los
estudiantes.
Noveno. El racismo. Respecto esta área
se ha activado algunos esfuerzos a pesar de que la segregación con base en el
origen, la esclavitud africana, no es tomada en cuenta porque el mundo oficial
lo considera una población marginal desde las épocas del inicial colonialismo,
transmitidas a la fase de la independencia. Hay pocas organizaciones de defensa
de los derechos de los afrodescendientes porque en el proceso de formación de
las repúblicas de la zona los oriundos de África fueron omitidos como un factor
de integración nacional.
Décimo, los gremios profesionales. Son
corporaciones legales agrupadoras de profesionales de diferente naturaleza y
rangos. Lo que inicialmente eran objetivos de cumplimiento de derechos y
obligaciones han devenido en cuerpos burocráticos cada vez menos apoyados por
sus asociados.
Undécimo, los intelectuales. Actúan como
individualidades en forma crítica ante situaciones de crisis y en otros casos
lo realizan como grupos identificados con una ideología o para denunciar una
coyuntura. Las naciones estalinistas los aprecian solo cuando son vectores de
las ideas gubernamentales. El famoso llamamiento de Fidel Castro en su carta a
los intelectuales es nítido: con la revolución todo, contra ella nada.
Duodécimo, los excluidos sociales y los
sectores urbanos con disciplina. Se reúnen y asocian los vecinos sean de clase
media, pobre o las áreas de niveles críticos con fines de la defensa de los
derechos e intereses de las personas allí residentes. Se da en las áreas
urbanas en las cuales se desenvuelven. Las corrientes de cristianos de base
tuvieron existencia destacable en las décadas finales del siglo pasado y
también en la actualidad, especialmente en las zonas de exclusión.
Trayectorias
de las expresiones de lucha social
América Latina está poblada de muchas
organizaciones secuela de la movilización social. Nacidas unas al calor de las
luchas por un mundo mejor que mantienen algunas como leitmotiv, otras han declinado y las peores se han integrado al
poder mediante fórmulas legales incorporadas a la escasa institucionalidad.
El sindicalismo tuvo fortaleza en los
países australes por la migración europea que trajo la experiencia del viejo
continente. En Argentina y Chile se formaron fuertes organizaciones obreras al
principio vinculadas con el anarquismo pero luego el marxismo, eficaz desde la
revolución soviética, se hizo acreedor de estas entidades. En el altiplano
boliviano los mineros, junto a los campesinos, fueron la vanguardia de la
revolución de 1952. Más contemporáneamente los trabajadores en Brasil se
nuclearon alrededor del Partido del Trabajo, simbiosis de diferentes
agrupaciones viviendo en la actualidad un triste momento por la corrupción e
ineficacia en el gobierno luego de arrasar electoralmente. En México hay un
sindicalismo con cierta prestancia pero en los demás países es limitado porque
se incorporaron tardíamente al capitalismo.Asimismo, hay sitios donde el
sindicato forma parte del entramado del Estado como en los regímenes
autoritarios, casos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, naciones con cooptación de
los organismos laborales por parte del aparato de dominación.
La clase campesina se ha estructurado en
torno a postulados marxistas con indigenismo, toda una antinomia. La revolución
mexicana tuvo su fundamento en el agro y Emiliano Zapata, con su Plan de Ayala,
hizo un planteamiento de reforma agraria frustrado por la derrota de las
fuerzas alternativas y el entronizamiento de los militares degenerados
ulteriormente en el PRI. En Centroamérica, especialmente en Nicaragua y El
Salvador, los activistas del campo fuero pieza esencial de las insurrecciones
encabezadas por César Augusto Sandino y Farabundo Martí, terminadas con
resultados adversos. En Bolivia se hizo presente cuando la revolución de 1952
compartiendo primacía con los mineros en el revés infringido al ejército
regular aunque a posteriori quedaron
protagonizando y desplazándose hacia unas gestiones conservadoras del MNR
liderizado por Víctor Paz Estenssoro.
Colombia fue sede de los ejércitos
guerrilleros compuesto por campesinos en las FARC e incluso existió el
movimiento indígena, Quintín Lame. La mayor de los “barbudos” en Cuba provino
del campesinado existente en las sierras Maestra y de Escambray aunque la
dirigencia era de clase media profesional, excepción de Camilo Cienfuegos. En
Brasil se organizó en las ligas campesinas encabezadas por Francisco Juliao, de
poca resistencia ante los gobiernos militares. Después el Movimiento de los Sin
Tierras tomó un espacio estelar dentro de la dialéctica propia aunque luego se institucionalizó
y lo consumió la legalidad del sistema perdiendo el ardor y la capacidad de
enfrentamiento. El APRA en Perú es una entidad ordenada conforme planteamientos
campesinos y sobre todo, del mundo indígena aunque al final fue un partido
populista más.
Los esfuerzos indigenistas se han visto
coronados por las actividades aborígenes en México, donde Chiapas a través del
zapatismo, Oaxaca y Guerrero, son estados en los cuales se sitúan en escalas
grandes de organización y lucha. Ecuador posee altos niveles en este ámbito
como lo demostró la Confederación
de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) y su brazo político, el
movimiento Pachakutik, que depuso a Lucio Gutiérrez, Guatemala con sus
ejércitos irregulares formados por las etnias mayas y como ya señalamos, el
partido aprista peruano tenía como plataforma ideológica al pensamiento de los
pueblos indígenas.
La activación de los estudiantes y
jóvenes ha sido desigual. Argentina con el Cordobazo, génesis de la universidad
autónoma y democrática, dio inicio a una idea aporte de la región a la
educación mundial. En Cuba, como ya aseveramos, constituyeron la sustancia de
las organizaciones políticas e incluso del futuro gobierno revolucionario.
Venezuela tuvo un hito con la lucha contra las dictaduras, incluyendo la
actual, y en México con la legendaria UNAM y demás centros de rebelión de los
saberes. Los profesionales han estado cumpliendo algunas jornadas memorables
como la de los años sesenta cuando los normalistas de Guerrero, quienes se
fueron a las montañas a luchar contra la “dictadura perfecta” (Vargas Llosa dixit) del PRI, liderados por Lucio
Cabañas y Genaro Vásquez, egresados de la Escuela de Ayotzinapa, protagonista
de la desaparición aún impune, de los 40, obviamente asesinados por las huestes
represivas del Estado.
La lucha por la defensa de los Derechos
Humanos se ha agudizado en todo el territorio latinoamericano por las
constantes violaciones por parte de los Estados y el Capital. El mismo concepto
se ha ampliado hacia el área social y económica, más allá de las condiciones
penitenciarias, policiales y represivas. Además, organismos internacionales
tiene competencia en esta materia como la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, nacidos del Pacto de San
José de Costa Rica, amén del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
También existen ONG’s con rango e influencia mundial como Amnistía
Internacional y Human Rights Watch.
Colofón
Partiendo de las premisas precedentes,
podemos alcanzar conclusiones aproximadas con base en el desenvolvimiento de
los movimientos de la sociedad latinoamericana en todos sus ámbitos.
1. La crisis de la representación arropa
a los sindicatos, asociaciones de vecinos, gremios, agrupaciones campesinas,
centros estudiantiles, a las dirigencias femeninas y sexo-diversas. El descenso en la condición de
representatividad es ostensible. Ya quienes encabezan esos colectivos no tienen
la otrora capacidad de convocatoria.
2. El solapamiento de los partidos
políticos con las organizaciones sindicales, gremiales, vecinales,
estudiantiles, de la diversidad sexual o feminista y las campesinas, implica
que tales entidades sean convertidas en extensiones de los “padrinos” del clientelismo,
quienes se apropian de la toma de decisiones fundamentales. Hay una notoria
falla de autonomía por parte de los movimientos sociales.
3. El poder termina absorbiendo al
tejido organizativo de la sociedad y los pervierte, como el Movimiento de los
Sin Tierra brasileño y las Madres y Abuelas de Mayo en Argentina, entre muchos
ejemplos. Es la capacidad del sistema de poder para cooptar a los impugnantes y
asimilarlos sumisamente en la legalidad.
4. Hay un descenso en la movilización en
los espacios públicos reflejo de los anteriores factores de caída del auge de
actividades efervescentes.
5. El pragmatismo muchas veces reina en la
dinámica de estas organizaciones y a la gente se la condiciona a jugar a
ganador prescindiendo de los principios y valores. El oportunismo, el arribismo
y el acomodo pesan mucho cuando no se poseen objetivos claros.
6. El ámbito ecologista es muy
importante habida cuenta del extractivismo vigente en América Latina. La
minería en Chile, Perú, Colombia, Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia y Brasil,
constituye un punto de inflexión en esta materia porque los factores mundiales
de poder siempre buscarán, con la colaboración de las élites nativas, recabar
materias primas para su posterior transformación mediante el valor agregado
para obtener mayor rentabilidad en el clásico comercio entre los aportantes de conmodities y los adquirentes con
posibilidad de procesarlos.
7. Uno de los rasgos distintivos de la
región es la carencia de institucionalidad democrática explicable por la manera
como nacieron estos países, por la fuerza y el militarismo. Los defensores de los
derechos humanos tienen la palabra en su esfuerzo por detener la arbitrariedad.
8. Siguiendo la saga de las
apreciaciones previas tenemos la convicción que hay un retroceso en los
movimientos sociales en América Latina y la pésima praxis de los socialistas
autoritarios ha orientado la marea hacia los sectores más conservadores de la
sociedad quienes pretender sacar provecho de esta lamentable coyuntura. Es una
época de reflujo de la gente para decirlo en un lenguaje directo y sincero. Pero
estimamos la existencia de un espacio para que los ideales libertarios se hagan
presentes en esta situación de anomalías ante la quiebra de las ideas marxistas
y neoliberales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.