Qué debemos saber sobre desinformación ("fake news") y cómo combatirla

Redacción

Lo que sigue es una guía para entender de qué va este tema y sugerir como actuar ante el candente asunto de las fake news. La proponemos tanto para enfrentar la gran amenaza reaccionaria que implican como para superar las tibias respuestas que al respecto se han propuesto desde el timorato progresismo ciudadanista. ¡Al fascismo no se le discute, se le combate!

Qué son y por qué se intenta imponer a las fake news?

- Alimentan nuestro miedo y se propaga rápido: La mayoría de la gernte tiende a recordar la información negativa por encima de la positiva.  Quienes promueven la desinformación lo saben, y además juegan con emociones humanas primarias, aumentando la probabilidad de que el contenido sea compartido en redes sociales. Así logran que se propague hasta seis veces más rápido que las noticias reales.

- Prospera en redes sociales y llegan a miles de millones: Entre más tiempo pasamos en redes sociales, más dinero ganan las empresas que las manejan. Ellas saben que el contenido extremo y escandaloso llama la atención, entonces programan sus sitios para promoverlo. Y así llega a miles de millones. Los medios de difusión tradicionales llegan  en el mejor de los casos a un público de unos cuantos millone, mientras que las noticias en Facebook alcanzan a llegar a MIL MILLONES de personas por día.

- Está siendo utilizada como un arma contra l@s oprimid@s: Los poderes estatales en todo el mundo, en mayor o menor medida y con más o menos descaro, está usando la desinformación como herramienta y como una nueva táctica en su estrategia de “divide y reinarás”. Pero es Rusia quien está liderando ese ataque generalizado, sus ‘granjas de trolls’ emplean legiones de personas para crear millones de cuentas falsas y así propagar desinformación. RT, canal audiovisual de propaganda estatal rusa, es uno de los más vistos por YouTube con un estimado de dos mil millones de visitas.

- Mata personas y ataca ferozmente las conquistas democráticas existentes: La desinformación está impulsando, entre muchos ejemplos a señalar, violencia seudojusticiera en India y Brasil, y alimenta la brutal limpieza étnica en Myanmar. Las noticias falsas ayudaron a darnos el Brexit, Bolsonaro, y a Trump. Y han podido prosperar por la merecida desconfianza que se han ganado los medios de difusión tradicionales, los gobiernos farsantes de la fraudulenta democracia representativa y sus líderes políticos, proporcionando el perfecto caldo de cultivo para que demagogos reaccionarios lleguen al poder. Con tanta desinformación, las redes sociales ahora son el gran elector en la farsa de los comicios con que se pretenden legitimar las democracias representativas.

- Nadie es inmune: Personas a través de todo el espectro político están siendo blanco como parte de una estrategia para polarizar y erosionar nuestras sociedades. En EE.UU, los ‘trolls’ rusos crearon una página falsa para activistas afroamericanos que alcanzó más seguidores que las páginas oficiales del movimiento Black Lives Matter (BLM) ("Las Vidas Negras Importan"). Creemos que nunca caeremos en estas mentiras, pero hay estudios que demuestran que hasta las personas más educadas tienden a creer en noticias falsas, y que los mayores de 65 años son más propensos a compartirlas.

La desinformación via fake news difunde desconfianza, miedo y mentiras. Pero entre mejor nos informemos, más lograremos detenerla. Por tal razón, van las siguientes recomendaciones para que todq actuamos al respecto:

- Si desconfías de lo que te llega, ¡actúa!: No creas todo lo que lees en Internet. ¿Viste casualmente una publicación en Facebook con información polémica sobre un acontecimiento o proceso políticosocial? ¡No lo des por cierto de inmediato! Verifica los datos con fuentes confiables y si crees que se trata de una fake news, hazlo saber entre tus contactos de onmediato, en especial vía medios de difusión alternativos.

- Sigue consultando medios de difusión que conocías y te merecen confianza: Siempre hubo justificadas razones para dudar de lo que decían los medios de difusión tradicionales, pero al menos algunos de ellos revisan sus datos y se responsabilizar de lo que escriben. También existen medios alternativos de trayectoria amplia que han podido superar las barreras del poder, así que las vás para tener acceso a información y reflexión para hacernos una imagen más verosimil de la realidad siguen al alcance.

- Difunde la preocupación sobre este tema e impulsa o participa en iniciativas para desmontar el tinglado de desinformación que hoy pretende imponerse desde las redes sociales, con el respaldo descarado de los más abyectos poderes estatales.

- Se puede cuestionar la democracia representativa, pero deben defenderse los derechos demócraticos: Es falso que la democracia representativa nos haya dado los derechos democráticos (en especial los que están fuera de lo político formal), pues estos han sido en lo fundamental resultados de luchas sociales desde abajo que el anarquismo ha respaldado y promovido, así que defender esas conquistas sociales del ataque autoritario vía desinformación y fake news es defender los resultados de la lucha social, de ningunma manera respaldar a ese regimen político que en su momento habitualmente se opuso a la existencia de esos derechos. Entonces, desde el anarquismo seguimos haciendo implacable crítica y oposición a la democracia representativa, lo que no es para nada contradictorio con defender derechos que se han ganado con el combate de oprimid@s y explotad@s bajo este régimen político.

- La desinformación se aprovecha de los miedos humanos más profundos, apelando al sesgo de muchas personas hacia la negatividad y sacando a relucir el peor lado de su mentalidad. Pero si se aprende a entablar conversaciones, con empatía y sabiduría, con gente que no piensa como nosotr@s, lograremos conectarnos a pesar de nuestras diferencias. Tenemos mucho más en común que lo que nuestros miedos (y los ajenos) nos hacen pensar. Si se confia en esto, cosas maravillosas pueden suceder.