K.A.R.U. (Koletivo Autônomo Rural e Urbano)
El fascismo es una ideología política basada en
el autoritarismo extremo; en el militarismo; en la segregación y persecución de
minorías étnicas, religiosas, de otras nacionalidades…fruto de una mentalidad
que fue siendo enraizada en nuestra sociedad. Esta mentalidad proviene de los
largos períodos autoritarios al que el pueblo fue expuesto, eso es verdadero en
tanto analizamos la formación del fascismo italiano, alemán y también lo que
ocurre en el fascismo que algunos latinos buscan reproducir. En el libro PSICOLOGÍA DE MASAS DEL FASCISMO Wilhelm
Reich hace una descripción muy importante de esta mentalidad. Sabemos que el
fascismo en sí siempre proviene de las clases élites, en el caso de los
alemanes en el siglo XX: banqueros, propietarios de fábricas e intelectuales
ligados a la iglesia católica. En el caso de los italianos en el siglo XX: oligarcas,
burgueses fracasados, miembros de la iglesia católica. En nuestro caso, en
Brasil actual: latifundistas, banqueros, parte de los medios de comunicación,
religiosos unidos a las iglesias evangélicas, sobre todo a las pentecostales…
La pedagoga anarquista brasileña Maria Lacerda de
Moura escribió un libro que hace esta unión entre las elites y el fascismo. El
nombre del libro es Fascismo, hijo directo del Estado y del Capital. Las élites forman el esqueleto del fascismo,
pero son incapaces de tomar el poder por su cuenta o aun usando solo los
ejércitos. Por tanto para que le fascismo se desarrolle las élites necesitan de un componente
fundamental, el “Zéninguém” [Frase idiomática brasileña que significa don nadie, alguien
insignificante], persona que no pertenece a las clases dominantes, no posee grandes
cantidades de bienes materiales o culturales, pero se elude en el discurso de
los líderes fascistas y se torna una gran herramienta capaz de reproducir los discursos, subyugar
la llamadas minorías (que entre nos en la realidad brasileña es la mayoría), y
principalmente, ellos son la línea de frente del fascismo, capaces de atrocidades
como linchamientos, persecuciones y
acciones de extrema violencia.
La mentalidad fascista es la mentalidad del “Zéninguém”,
que está subyugado, sediento de autoridad y al mismo tiempo, rebelado. No es
casualidad que todos los dictadores fascistas son oriundos del ambiente
reaccionario, del “Zéninguém”. El magnate industrial y el militarista feudal no
hacen más que aprovecharse de este hechosocial para sus propios fines, después
de haberse desenvuelto en el dominio de la represión generalizada de los
impulsos vitales. En la forma del fascismo se cosecha la civilización
autoritaria y mecanicista. “Zéninguém” reprimido nada más que lo que el sembró
en las masas de seres humanos subyugados por medio del misticismo, militarismo
y autonomismo durante siglos. El “Zéninguém” observó demasiado bien el
comportamiento del hombre grande y lo reprodujo de modo distorsionado y
grotesco. El fascista es el segundo sargento del gigantesco ejército de nuestra
civilización industrial gravemente enferma. No es impunemente que el circo de
la alta política se presente ante el “Zéninguém”; pues el pequeño sargento excedió
en todo al general imperialista: en la música marcial, en el paso de ganso, en
comandar y no obedecer, en el miedo de las ideas, en la diplomacia, en la
estrategia y la táctica, en los uniformes y las paradas, en los afeites y en
las condecoraciones. Un emperador Guillermo fue en todo esto un simple “amador”,
comparándose con un Hitler, hijo de un pobre funcionario público. Cuando un
general “proletario” llena el pecho de medallas, se trata del “Zéninguém” que
no quiere “quedar atrás” del “verdadero” general.(REICH, 1988)
El “Zéninguém” acaba convencido por el discurso
de los líderes de la élite fascista que promete poder, desarrollo rápido (llamado
“milagro económico”) por el moralismo perpetrado por las iglesias, por las
noticias tendenciosas o falsa divulgadas en los medios y hoy en las redes
sociales. El supuesto milagro económico del cual tanto se enorgullecen los
fascistas no pasa de una ilusión, cuando usted elimina una parte de la población
y distribuye sus riquezas para los “Zésninguéns” no es un milagro económico, es
un latrocinio en masa. Eso fue lo que hizo Hitler con los judíos, aun teniendo uso
durante toda la segunda guerra mundial de mano de obra esclava, fue lo que hizo
Mussolini persiguiendo a toda la
izquierda italiana, principalmente los anarquistas, y esta es la propuestade
algunos candidatos a las elecciones de 2018.
Cuando los candidatos defienden tal reducción de
derechos laborales porque aspiran los pocos, a través de la precarización del
trabajo, reintroducir formas modernas de esclavismo, cuando afirman que no
reconocerá las tierras indígenas ni las reservas ambientales, es porque planean genocidios y pretenden hacer el tal
“milagro económico” al costo de mucha sangre y de mucho sufrimiento. Esta es la
verdad sobre el milagro económico, así
como cuando mataron a millones de judíos y pasaron todos sus bienes a los
“ciudadanos de bien”. Nuestra realidad es que el problema con los fascistas y
con los Zés no acabará después de las elecciones, si ellos ganan, el plano
autoritario, militarista e genocida será llevado al frente. Si ellos pierden,
la historia nos enseña que podrán formar milicias y grupos paramilitares para rondar
a aquellos que son juzgados como
contrarios a sus creencias. Los dos caminos sugieren la barbarie, y debemos
estar preparados para eso. En un discurso reciente sobre el fascismo, Vladimir
Safatle afirma que llegamos a un momento
en que la polarización es una constante tan seria que se torna difícil
un diálogo entre los no fascistas y los fascista. En Brasil, el fascismo se
propaga rápidamente debido a la repulsade los sectores conservadores contra
minorías sociales emergentes que
históricamente han sido invisibilizadas. Eso tiene origen en el imaginario
popular, es un factor psicosocial, fue propagado a lo largo de los siglos y es
un desafío combatirlo. La cuestión está que de cierta forma la izquierda hasta
ahora no ha sido eficaz al combatir el discurso fascista, y menos al combatir
su violencia, pues nuestros argumentos basados en experiencias, vivencias y
principalmente en la historia no los convence, ya que es un factor mucho más
interno que externo en la mente de los Zés. Trabajamos sobra la base dehechos y
ellos trabajan con solo la voluntad y la fe, son campos diferentes de la mente
humana. Y debo advertir que debemos prepararnos pues un combate físico vendrá con o sin nuestra acción. En la mentalidad de
un minion estamos un paso al adelante de ellos en la lucha debido a la
cuchillada en su líder, para el ya comenzó y nosotros ya estamos atacando, es
inminente que buscarán venganza, y esta venganza vendrá de forma contundente e agresiva.
Hay un golpe en curso en nuestro país y debemos prepararnos para resistir como
podamos.” Por cualesquiera medios necesarios”
[Este documento traducido al castellano nos fue
remitido solidariamente para su difusión por los compas del KARU, cuyos
materiales originales en portugués se localizan en http://karusocioambiental.wixsite.com/karu,
http://anarko-ideais.blogspot.com.br,
https://www.facebook.com/coletivokaru
y https://www.facebook.com/anarkoideais.]
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