Capi Vidal
El movimiento anarquista israelí es pequeño, pero muy activo. Ya hemos hablado en otra ocasión del grupo Anarquistas contra el Muro, compuesto por israelíes y palestinos. Uri Gordon es una activista ácrata, autor de libros como Anarchy Alive!, en el cual dedica un capítulo a su compromiso y consideraciones sobre el conflicto entre Israel y el pueblo palestino.
Gordon creció en Haifa, en el seno de una familia de izquierdas, estudió política y economía en la Universidad de Tel-Aviv y obtuvo su doctorado en teoría política en Oxford en 2005. Muy joven, Gordon se involucró en acciones ecologistas, ya que tuvo claro que la explotación de la naturaleza por los humanos esta estrechamente vinculada con la explotación de unas personas a otras. El libro mencionado, del cual es posible que tengamos edición en castellano muy pronto, tuvo como base su tesis. Cuando Gordon llega a Reino Unido en el año 2000, se trata de un momento crucial, ya que los movimientos antiglobalización en protesta contra organizaciones como el FMI y el Banco Mundial estaban llevado a multitud de personas a las manifestaciones y solo faltaban unos pocos años para las masivas protestas contra la invasión de Irak. Lo que Gordon se propuso es conjuntar su activismo con su trabajo académico y poner al servicio de las necesidades del movimiento.
El movimiento anarquista israelí es pequeño, pero muy activo. Ya hemos hablado en otra ocasión del grupo Anarquistas contra el Muro, compuesto por israelíes y palestinos. Uri Gordon es una activista ácrata, autor de libros como Anarchy Alive!, en el cual dedica un capítulo a su compromiso y consideraciones sobre el conflicto entre Israel y el pueblo palestino.
Gordon creció en Haifa, en el seno de una familia de izquierdas, estudió política y economía en la Universidad de Tel-Aviv y obtuvo su doctorado en teoría política en Oxford en 2005. Muy joven, Gordon se involucró en acciones ecologistas, ya que tuvo claro que la explotación de la naturaleza por los humanos esta estrechamente vinculada con la explotación de unas personas a otras. El libro mencionado, del cual es posible que tengamos edición en castellano muy pronto, tuvo como base su tesis. Cuando Gordon llega a Reino Unido en el año 2000, se trata de un momento crucial, ya que los movimientos antiglobalización en protesta contra organizaciones como el FMI y el Banco Mundial estaban llevado a multitud de personas a las manifestaciones y solo faltaban unos pocos años para las masivas protestas contra la invasión de Irak. Lo que Gordon se propuso es conjuntar su activismo con su trabajo académico y poner al servicio de las necesidades del movimiento.
Uri Gordon tiene una visión netamente anarquista, ya que se muestra en contra de toda centralización del poder, del Estado y de todo tipo de jerarquización. Del mismo modo, se opone al capitalismo y a la división de la sociedad en clases junto a todo tipo de sumisión y obediencia. Desde un punto de vista positivo, lo que postula son formas horizontales de organización, asociaciones voluntarias basadas en el apoyo mutuo y en una toma de decisiones a nivel local. Respecto a esos lugares comunes sobre la condición humana, que supuestamente tendería a la competencia y a la agresividad (por lo que el capitalismo sería el sistema menos malo), Gordon no está por supuesto de acuerdo; si las personas pudieran elegir y no fueran tempranamente adoctrinadas, no querrían recibir órdenes y se verían llevadas a cooperar; considera que la mayor parte de las relaciones humanas, de forma natural, son horizontales y tienden a la cooperación. La anarquía es también una forma de orden, pero basada en el acuerdo en lugar de la obediencia, con normas elegidas por los propios afectados y no leyes impuestas por una clase privilegiada.
Como otro ejemplo de sistema libertario, precisamente en Israel, los kibbutz en origen adoptaban formas organizativas anarquistas, aunque no tuvieran ese nombre. Respecto a la constante alusión al derecho de defensa por parte del Estado de Israel, Gordon considera que es la ocupación la que crea el terrorismo y no a la inversa. Es precisamente un activismo antimilitar el que pude llevar de forma masiva a una situación revolucionaria; la paz solo puede ser alcanzada, al margen de la cháchara de los políticos, con fuertes lazos de solidaridad y cooperación entre los dos pueblos. A nivel global, la solución al desastre del capitalismo, que Gordon considera que ha alcanzado sus límites especulativos y explotadores, estriba en la creación de estructuras populares autónomas y autosuficientes, que no necesiten ya del capital ni del Estado. Gordon, como buen anarquista, se muestra del lado de un pueblo oprimido, aunque afronta el dilema ácrata en relación a la creación de un supuesto Estado palestino; la solución pasa, siempre teniendo en cuenta esta controversia anarquista respecto a sus convicciones antiestatistas, por confiar en la autodeterminación nacional si con ello entendemos la autogestión del pueblo palestino y no nuevas formas de dominación política. Otra organización con la que Gordon ha cooperado es el Movimiento de Solidaridad Internacional (ISM), organización palestina que empezó, en el verano de 2001, a coordinar voluntarios europeos y norteamericanos en manifestaciones pacíficas en los territorios ocupados. El ISM no es explícitamente anarquista, pero la presencia ácrata era notable y adoptaba de la cultura libertaria formas organizativas (falta de liderazgo, horizontalidad decisiones por consenso…). Gran parte de los israelíes que trabajaban en el ISM fueron el germen de lo que a partir de 2003 será Anarquistas contra el Muro.
Gordon analiza en su trabajo militante y académico que el anarquismo está vivito y coleando, los niveles de activismo en diferentes formas organizativas y de protesta en las dos últimas décadas son sorprendentes como no se ha visto desde los años 30 del siglo XX. No siempre se adopta el nombre de anarquismo, pero es evidente la naturaleza antiautoritaria, la autonomía y la horizontalidad. La estrategia de los anarquistas en la sociedad contemporánea pasa por tres puntos: la obvia deslegitimación del orden existente, la construcción de alternativas que adelanten la sociedad anarquista del futuro y la participación en los movimientos sociales animando a que se adopten los principios libertarios. Tal y como dice el propio Gordon: "Los anarquistas deben enfrentarse a nuevas cuestiones, entre ellas la perspectiva del triunfo".
[Tomado de http://acracia.org/historico/Acracia/Uri_Gordon,_activista.html.]
Anexo: Fragmento de entrevista a Uri Gordon (2008)
David B. Green
- ¿Qué sucedió para que te hicieses anarquista?
° Yo crecí en una familia izquierdista, aunque mis padres no fueran políticamente activos. Yo hice mi mili en el Galei Tzahal, y hice reportajes de Cisjordania durante 1996 y 1997, cubriendo la transferencias de tropas de las ciudades. Me empecé a interesar por las cuestiones ambientales trás mi libertad, fue cuando dí con un libro, “Nuestra Tierra Enfurruñada”, escrito por Isaac Asimov y Frederick Pohl. Esto me ayudó a entender que ésta sería la cuestión definitiva del próximo siglo. Comencé a estudiar política y economía en la Universidad de Tel-Aviv, buscando cuestiones ambientales dentro de una perspectiva filosófica y económica; también me involucré con grupos como Acción Verde, así como en la lucha contra la Carretera Trans-Israel. Para mí quedó claro que la explotación de la naturaleza por los humanos está íntimamente conectada con la explotación de los humanos por los humanos.
- ¿Cómo resumirias los principios básicos de las ideas anarquistas?
° Objetamos la centralización del poder, las estructuras jerárquicas en la sociedad y la institución del Estado. Nos oponemos al capitalismo y a las clases sociales, al sistema escolar designado a producir ciudadanos/as y trabajadores/as obedientes, y la mayoría de las formas de religiones organizadas. Creemos en formas horizontales de organización, en la asociación voluntaria y en el apoyo mutuo, y creemos que las decisiones deben ser tomadas en niveles menores o lo más locales posibles.
- ¿Esto significa que no votarás en las inminentes elecciones en Israel, o no servirias a ningún ejército hoy?
° Probablemente no votaré. En principio no quiero dar mi consentimiento para ser gobernado, ni mi aprovación a un sistema por medio del cuál tenemos que escoger quién nos intimida. Las elecciones dan a las personas la ilusión de una participación democrática, pero así como la famosa anarquista judía, Emma Goldman, dijo: si el voto cambiara alguna cosa, lo prohibirían. Y no, no serviría en ningún ejército de ningún país. Si todo el mundo fuera anarquista, no habría ejércitos y no habría guerras.
- Parece que estás ignorando las características básicas de la naturaleza humana. Dada la elección, las sociedades –hasta los kibbutz– parecen preferir el capitalismo, desigual como tal vez sea. Y los humanos también parecen ser naturalmente agresivos, ¿no?
° No estoy de acuerdo. Si preguntas a las personas si ellas quieren recibir órdenes o quieren hacer sus propias cosas, si quieren competir o cooperar –creo que si ellas tuvieran la elección de pensar sobre esto, en vez de que sean adoctrinadas por una sociedad basada en la competición y en la jerarquía, ellas escogerían la cooperación. Los/as Anarquistas siempre dicen que sus formas de organización no son nuevas. La mayoría de las relaciones humanas son naturalmente horizontales y cooperativas. Hay una diferencia entre orden y jerarquía. La anarquía también es una forma de orden, pero basada en el acuerdo, al contrario que la obediencia. Son reglas acordadas en lugar de leyes impuestas que protegen privilegiados.
- Pero echa solamente un vistazo a la manera en como las personas se comportan en Israel, conduciendo –y aparcando– como si no existiera ninguna otra persona en la calle.
° Las personas se comportan de la manera que ellas lo hacen a causa de su cultura y sus expectativas mutuas. No es nada sorprendente que en una cultura que nos educa para competir unos con los otros y además a mandar u obedecer, encontrar personas intentando abrirse camino y hacer lo máximo que puden en su propio beneficio. El anarquismo también hace un llamamiento para una revolución en la conciencia y en la cultura, una que permita dar rienda suelta a los instintos sociales humanos, el apoyo mutuo.
- Todo eso suena muy bien, pero ¿qué sucedería si todo el mundo realmente fuera anarquista? Tendríamos instituciones como hospitales, universidades, o incluso aerolíneas?
° Las economías centralizadas no son las únicas formas de organizar la producción y el servicio. En un sistema anarquista, cualquier forma de actividad productiva sería poseída y conducida directamente por los/as trabajadores/as, en vez de por los patrones privados y del Estado. La producción sería en base a la necesidad, no para el lucro. Los esfuerzos de los/as diversos/as trabajadores/as se coordinarían entre sí para la ejecución de cualquier tarea de gran envergadura. La idea básica es esa, si tu dejas que las personas actúen por cuenta propia, ellas se organizarán muy bien, y aquellas formas de organización de arriba hacia abajo, centralizadas, son oportunas para mantener los sistemas de privilegio y dominación. Mira a Cataluña, durante los estadios más fuertes de la Revolución Española, en 1936. Había un sistema anarquista bien formado. Los/as campesinos/as tenían la posesión de las tierras, trabajadores/as de los tranvías administraban los tranvías, y todo funcionaba –y esto fue en medio de una guerra civil. Los kibbutz originales también eran anárquicos, aunque ellos no se llamen a sí mismos así. En Degania, los/as fundadores/as dicen, estamos intentando crear una sociedad sin explotados/as y explotadores/as. Queremos democracia directa, cada uno de acuerdo con su habilidad, cada uno según sus necesidades.
- Dices que hoy no servirías a ningún ejército. Pero, ¿y si todo israelí dijera eso? –seguramente no negarías que Israel tiene importantes preocupaciones en defensa.
° Pienso que la ocupación crea el terrorismo, y no viceversa. Si todos los israelíes tuvieran la conciencia política de rechazar la mili, nosotros ya habríamos llegado a una situación revolucionaria. Esto significaría que todos ellos ya habrían liberado sus miedos continuos y artificiales, y se habrian levantado contra sus explotadores. En general, aunque, cuando las personas discutende política, ellas se colocan en el lugar del político e imaginan lo que harían. Pero personas, como tu y yo, no están siendo preguntadas para ver lo que pensamos que el Estado debería hacer. Cualquier acuerdo que las élites políticas acaben suscribiendo no será el fin del conflicto. Es decir solamente el comienzo del proceso de paz. Lo que importa en esta práctica es construir lazos de solidaridad binacional y cooperación, para tener movimientos populares que busquen mostrar y manifestar con sus propias vidas y actos que otro Oriente Medio es posible. Tu no tienes que ser anarquista para estar de acuerdo con que es a través de las relaciones diarias que la paz es alcanzada. Entonces cuando mis amigos/as y yo vamos a las poblaciones de los/as palestinos/as en los cuáles las tierras están siendo confiscadas para la construcción del muro de segregación, estamos mostrando con nuestros propios cuerpos que alguna cosa es más fuerte que la perpetua amenaza que está siendo proyectada por partidos de todo tipo del espectro político. Mostramos que tenemos valores que trascienden todas las formas de separación.
- ¿Ves el desastre económico como una justificación de tus ideas?
° Pienso que la actual crisis financiera global es definitivamente un fuerte indicativo de que el capitalismo está alcanzando sus límites, y estoy convencido de que los diversos esfuerzos de comprar “tiempo”, en este sentido, no irán a cortarlo. Por un lado, estamos alcanzando los límites del planeta finito que vivimos –de los recursos que podemos extraer, y de la contamincación que podemos emitir– y por otro, un sistema capitalista basado en especulaciones sobre débitos futuros ya no está funcionando. El camino para encontrar la salida no está en los gobiernos socorriendo a los bancos, pero sí en las personas comenzando a crear estructuras populares que son autosuficientes, y que les permitirán deshacerse de ambos, capitalismo y Estado.
[Entrevista completa accesible en http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/9173.]
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