Apoyo Mutuo - Madrid
Vivimos en un mundo que se desmorona. Un modelo de vida que camina con pies de petróleo, y no de barro. Desde hace décadas conocemos que un cambio lento pero continuo, y aparentemente inevitable, nos acecha: El Cambio Climático. En resumidas cuentas, la gran cantidad de emisiones de gas de efecto invernadero, fruto de un modelo industrial y social basado en el uso masivo de combustibles fósiles, está provocando de forma acelerada el aumento de la temperatura media del planeta Tierra. Esto trae consigo unas consecuencias difícilmente reversibles y que afectan de forma directa a todas las personas que poblamos este planeta de diversas formas. En un mundo hipertecnologizado y con un modelo de crecimiento infinito basado en el consumo de petróleo barato, la suma de Cambio Climático con el fin de los recursos fósiles de fácil extracción nos sitúa ante un escenario muy complicado como sociedad.
Vivimos en un mundo que se desmorona. Un modelo de vida que camina con pies de petróleo, y no de barro. Desde hace décadas conocemos que un cambio lento pero continuo, y aparentemente inevitable, nos acecha: El Cambio Climático. En resumidas cuentas, la gran cantidad de emisiones de gas de efecto invernadero, fruto de un modelo industrial y social basado en el uso masivo de combustibles fósiles, está provocando de forma acelerada el aumento de la temperatura media del planeta Tierra. Esto trae consigo unas consecuencias difícilmente reversibles y que afectan de forma directa a todas las personas que poblamos este planeta de diversas formas. En un mundo hipertecnologizado y con un modelo de crecimiento infinito basado en el consumo de petróleo barato, la suma de Cambio Climático con el fin de los recursos fósiles de fácil extracción nos sitúa ante un escenario muy complicado como sociedad.
La catástrofe que supone un cambio de este tipo la vemos reflejada en multitud de productos culturales, desde el mundo posapocalíptico de Mad Max hasta la sociedad del control tecnológico de Black Mirror. Pero, ¿qué hay de las oportunidades que supone para un proyecto de transformación social una crisis de estas dimensiones? ¿Por qué nos es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo? El gran triunfo de la modernidad capitalista ha sido la colonización de nuestras mentes y la destrucción o asimilación de cualquier forma social alternativa.
Todos los cambios sociales de gran magnitud vienen precedidos de una crisis del sistema dominante, una crisis multidimensional de la que estamos siendo testigos: crisis de representación política, crisis del contrato social, auge de los nacionalismos, crisis económica… La forma que vaya tomando la sociedad a medida que vayamos transitando por las crisis dependerá de la correlación de fuerzas entre las clases dominantes, protegidas por el Estado-Nación y el Capitalismo, y las fuerzas democráticas de la sociedad que emergen desde modelos colectivos, cooperativos, feministas y ecologistas.
Es por ello que urge consolidar una fuerza creadora y creativa que de forma consciente siente las bases para la construcción de un nuevo imaginario colectivo y unas bases materiales que favorezcan una transición ecosocial. El futuro que vislumbra la crisis ecológica puede servirnos para darnos cuenta de qué manera podemos afrontar esta situación y pensar en cómo podemos ganar la batalla a las fuerzas del mercado, el individualismo, la competitividad y el imperialismo.
Necesitamos poner freno a escala global al capitalismo. El internacionalismo de las fuerzas democráticas jugará un papel imprescindible en ello. Los constantes tratados de libre comercio deben ser abolidos y la industria contaminante transformada. Debemos luchar por reducir la jornada laboral, y con ello reducir el consumo energético. El modelo alimentario debe volver a sus orígenes, al consumo de cercanía, de temporada y bajo formas de consumo colectivo. La agroindustria no tiene futuro sin petróleo barato: ¿realmente tiene sentido consumir plátanos de Ecuador? Tenemos que construir formas de autogobierno más allá del Estado, pues este se muestra como un obstáculo en la transición democrática y ecosocial, tenemos que regenerar el tejido asociativo en los barrios y crear herramientas para cuidarnos de forma colectiva. Los Centros Sociales Autogestionados de hoy pueden ser la sede de la Comuna de mañana. Nuestro pequeño grupo de consumo de frutas y verduras puede transformarse en una Central de Abastos del Barrio que alimente a todas nuestras vecinas. Lo que hoy son pequeñas iniciativas, mañana pueden ser las instituciones comunales que rijan nuestras vidas de una forma democrática.
Por estas razones creemos que cualquier iniciativa revolucionaria, democrática o transformadora debe tener como un eje principal de su acción política la cuestión ecológica, y con ello el fomento y apoyo de las iniciativas que se orienten hacia la denuncia del sistema y la proliferación de alternativas. En esta línea se encuentra la manifestación del próximo 8 de septiembre En Pie Por el Clima, iniciativa de carácter internacional. Animamos a todas las personas conscientes de la situación a ponernos a trabajar de forma decidida en la construcción de una forma de vida que merezca la pena ser vivida.
¡Cambiemos el mundo, no el clima!
[Tomado de https://apoyomutuo.net/cambio-climatico-apocalipsis-u-oportunidad.]
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