Nelson Méndez
* Introducción a la ponencia sobre anarquismo y gastronomía presentada ante el Congreso de Estudios Anarquistas "Manuel González Prada", realizado en Lima en noviembre de 2018.
De partida, parecería al lector poco avisado que establecer la relación que anuncia el título es de algún modo proponer un ejercicio de erudición relativamente ocioso, en particular si se tienen nociones erradas tanto sobre el anarquismo, malentendido como quimera caótica e irracional, como sobre la gastronomía, vista en el sentido restringido de disfrute elitista de manjares. Pero cómo veremos de desarrollar a lo largo de este trabajo y sus eventuales secuelas, es factible una visión más cabal y afirmativa de ambos tópicos, en la que se asuma la complejidad de la teoría y práctica política e histórica del anarquismo, y se perciba a lo gastronómico en tanto hecho sociocultural integral que por lo tanto tiene necesariamente dimensiones sociopolíticas, en las cuales hemos hallado y analizado nexos muy ricos con el anarquismo
* Introducción a la ponencia sobre anarquismo y gastronomía presentada ante el Congreso de Estudios Anarquistas "Manuel González Prada", realizado en Lima en noviembre de 2018.
De partida, parecería al lector poco avisado que establecer la relación que anuncia el título es de algún modo proponer un ejercicio de erudición relativamente ocioso, en particular si se tienen nociones erradas tanto sobre el anarquismo, malentendido como quimera caótica e irracional, como sobre la gastronomía, vista en el sentido restringido de disfrute elitista de manjares. Pero cómo veremos de desarrollar a lo largo de este trabajo y sus eventuales secuelas, es factible una visión más cabal y afirmativa de ambos tópicos, en la que se asuma la complejidad de la teoría y práctica política e histórica del anarquismo, y se perciba a lo gastronómico en tanto hecho sociocultural integral que por lo tanto tiene necesariamente dimensiones sociopolíticas, en las cuales hemos hallado y analizado nexos muy ricos con el anarquismo
Dicho lo anterior, y entendiendo que debe quedar clara nuestra interpretación de esas ideas fundamentales cuya vinculación es la razón de esta investigación, remitimos, en primer lugar, a un texto previo donde nos ocupamos exhaustivamente en torno a las definiciones básicas del anarquismo. Se trata del libro Bitácora de la Utopía, obra que escribimos junto con Alfredo Vallota, de la cual se han difundidoo dos ediciones, siendo impresa en España y 5 países latinoamericanos y también con amplia divulgación vía Internet [1]. Allí hacíamos esta caracterización básica del anarquismo:
«¿Qué es el Anarquismo (también llamado Socialismo Libertario o Acracia)? Es una filosofía social, centrada en un enfoque que concibe a la libertad e igualdad plenas - ejercidas en un contexto de solidaridad - como condiciones indispensables para el progreso humano en lo individual y lo colectivo. Esta filosofía ha sido expresión ideológica y política asumida por diversos grupos sociales e individualidades en distintas coyunturas socio-históricas de todo el planeta, particularmente desde mediados del S. XIX a la actualidad.
Definiciones fundamentales del anarquismo:
- Justificación de la utopía racional y posible de un orden social autogestionario, con democracia directa, sin burocracia autoritaria ni jerarquías permanentes.
- Cuestionamiento radical al Estado, por ser la expresión máxima de concentración autoritaria del poder; crítica a la delegación de poder en instituciones fijas y sobre-impuestas a la sociedad.
- Llamada a un cambio revolucionario - producto de la acción directa consciente y organizada de las mayorías – que conduzca a la desaparición inmediata del Estado, reemplazado por una organización social federal de base local.
- Defensa del internacionalismo e impugnación al concepto de “patria”, en tanto se ligue a la justificación del Estado-nación.»
En cuanto a “gastronomía”, es evidente que no nos conformamos con ninguna de las escuetas tres acepciones que da el Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española [2] así que nos inclinamos a la perspectiva mucho más rica en relación a tal tópico que apuntan, por ejemplo, el Diccionario Actual o la Wikipedia [3]. A continuación lo que enuncian estas referencias:
«... existe otra definición que va más allá del arte de cocinar y servir una buena mesa y es: el estudio e interrelación entre una cultura y la alimentación. Esto se debe a que dentro de esta disciplina se estudian también determinados factores culturales que están vinculados con la comida. Así se enlazan las ciencias naturales, las sociales, incluso las bellas artes con la manera en que el ser humano se alimenta. De hecho es fundamental comprender que la alimentación está básicamente ligada a las costumbres, tradiciones, geografía, historia de una comunidad o pueblo.» [Diccionario Actual]
«La gastronomía... es el estudio de la relación del ser humano con su alimentación y su medio ambiente o entorno. El gastrónomo es el profesional que se encarga de este arte. A menudo se cree erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo, ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales, tomando como eje central la comida.» [Wikipedia]
Tal vez haya quien piense que establecer posibles relaciones entre un asunto político-social como en todo caso podría ser el anarquismo y un tópico que presuntamente le es tan remoto como la gastronomía, es algo que no tendría asidero ni fundamento en tanto tópico válido como objeto de investigación rigurosa. Semejante presunción se rebate observando la creciente propensión académica por el estudio sistemático de los temas gastronómicos en su dimensión sociocultural, lo que abarca la incidencia de lo político en dichos temas. Citemos a título de referencia esclarecedora lo que señala la Revista Colombiana de Antropología en la Introducción a un número dedicado al nexo que nos interesa:
«La dimensión política de la comida se refiere tanto a los aspectos del poder implicados en la regulación de los procesos agroalimentarios y culinarios como a la gastropolítica de la vida cotidiana. Alude al papel del estado y del mercado frente a las políticas de producción, distribución, comercio y consumo, y a su influencia en las dietas y la situación nutricional de la población. Nos remite a su vez a las contradicciones y conflictos económicos, políticos y morales por el acceso y control de la comida, así como a los acomodamientos, resistencias y alternativas a la hegemonía del sistema alimentario moderno. En cada caso, sin embargo, las políticas y las tendencias alimentarias y nutricionales, se nutren de las ideologías, representaciones y prácticas culturales que se desarrollan en torno de la comida, la cocina y el comer.» [4]
Pruebas adicionales del interés académico por incursionar a profundidad en las dimensiones políticas de la gastronomía las proporciona la compilación de estudios presentada por Letamendía y Coulon [5]. Otros ejemplos de indagaciones sistemáticas en el área, enfocados en contextos latinoamericanos, están en los artículos de Albán [6] y de Saldarriaga [7]. Pero no ha sido únicamente a partir del mundo intelectual desde donde se ha desarrollado la atracción por estos tópicos, los mismos no han dejado de estar presentes en la opinión vertida en columnas de prensa y blogs, e incluso hay que reseñar la presencia de Alain Ducasse, uno de los chefs estelares de la "Haute cuisine" francesa, cuya firma calza al pie del libro, Comer es un acto político [8], título lo suficientemente explícito de cómo se juzga en la actualidad la relación entre gastronomía y política.
Otra consideración teórica sobre la que cabe reflexionar así sea brevemente, tiene que ver con recordar que siendo el anarquismo en modo fundamental una propuesta de cambio sociopolítico radical, debe pensarse lo relacionado con el cambio en lo gastronómico. En tal sentido, entendemos que hay tres enfoques básicos a considerarse respecto a los procesos alimentarios: El primero tiene que ver con lo que pueda cambiarse en lo concerniente a cada quien individualmente en el plano gastronómico, es decir lo que haga cada persona por comer, cocinar y/o obtener los alimentos de modo diferente a cómo venía haciéndolo; el segundo es gestionar el cambio y ser agente transformador en el propio entorno, convirtiéndose por ejemplo en productores, distribuidores y/o propagandistas de opciones alternativas a las que han imperado en el respectivo contexto social; y el tercero (ciertamente el de mayor alcance y más ardua ejecución) impulsar transformaciones estructurales en el ámbito socioeconómico en su conjunto y en los patrones políticos e ideológico culturales imperantes. En la pesquisa que nos proponemos llevar adelante veremos de ocuparnos cómo esas tres posibles dimensiones de mutabilidad en lo gastronómico han sido asumidas desde el anarquismo en el pasado y en el presente con una amplia gama de propuestas y acciones.
Arrancando entonces desde tales bases conceptuales, emprenderemos un recorrido por el interesante, complejo y, por lo general, desconocido o menospreciado proceso histórico de la relación gastronomía-anarquismo, deteniéndonos en las más significativas reflexiones, acciones y debates que han marcado su devenir. Ese itinerario no es, de ninguna manera, el melancólico vistazo a un pasado ya del todo superado, pues para sorpresa de algunos encontraremos que se trata de una temática vigente y viva en el pensamiento, las discusiones y con plurales expresiones prácticas que hoy se hacen presentes tanto en el anarquismo como en la gastronomía, proceso contemporáneo que nos proponemos estudiar en posteriores fases de esta investigación.
Notas
[1] Acceso vía Internet al libro en su 2ª edición, en http://www.nodo50.org/ellibertario/descargas/BITACORA-Marzo-2004.zip.
[2] Ver “gastronomía” (entrada en el Diccionario de la Lengua Española), en http://dle.rae.es/?id=IzvvHNh.
[3] Definiciones tomadas de Diccionario Actual https://diccionarioactual.com/gastronomia y Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Gastronom%C3%ADa.
[4] Revista Colombiana de Antropología (2014), Vol 50 # 2, Introducción. Número accesible en http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0486-65252014000200001.
[5] Cocinas del mundo. La política en la mesa, libro accesible en https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=IWCPFbidI_wC&oi=fnd&pg=PA19&dq=gastronom%C3%ADa+pol%C3%ADtica&ots=cRTlmokmJ9&sig=CSusKVE62AHNpAxQTh9kaQmiJk4#v=onepage&q=gastronom%C3%ADa%20pol%C3%ADtica&f=false).
[6] "Comida y colonialidad. Tensiones entre el proyecto hegemónico moderno y las memorias del paladar". http://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/c14/article/view/1200.
[7] "Comer y ser: la alimentación como política de la diferenciación en la América española, siglos XVI y XVII". http://tesis.udea.edu.co/handle/10495/9484.
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[8] DUCASSE, Alain y Christian REGOUBY (2018): Comer es un acto político. Tafalla (Navarra), Txalaparta.
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