Luis Crespo
El día jueves 29 de noviembre Nicolás Maduro en cadena nacional de radio y televisión realizó anuncios en materia económica, dentro de los cuales destacaron el aumento en el precio del Petro, que pasó de Bs.S.3.600 a Bs.S.9.000 representando un incremento de 150%, hecho que carece de una explicación económica creíble oracional, evidenciando que dicho valor no es más que el resultado de la manipulación de ese falso criptoactivo, dado que el ajuste ocurre en un momento en el que los precios del barril de petróleo venezolano han caído en un 17%.
El dictador también anunció el incremento del salario mínimo nominal en 150% llevándolo de Bs.S.1.800 a Bs.S.4.500, siendo importante señalar que el mismo había sido “reconstruido” hace 100 días en el marco del Programa Económico anunciado por el régimen. Es así entonces que como resultado del fenómeno hiperinflacionario que vive el país su poder de compra fue destruido en un corto periodo al enfrentarse a una inflación diaria de 5% en promedio; al mismo tiempo incluyó el aumento del monto de las pensiones, pago de los beneficiarios del plan chamba juvenil, hogares de la patria y el pago de dos bonos durante el mes de diciembre a quienes poseen el carnet de la patria. Todo en medio de alardes sobre los resultados de su plan económico, alejados de la realidad vivida de manera cruda por las familias que padecen la crisis hospitalaria, el hambre, la hiperinflación, la escasez entre otros.
El día jueves 29 de noviembre Nicolás Maduro en cadena nacional de radio y televisión realizó anuncios en materia económica, dentro de los cuales destacaron el aumento en el precio del Petro, que pasó de Bs.S.3.600 a Bs.S.9.000 representando un incremento de 150%, hecho que carece de una explicación económica creíble oracional, evidenciando que dicho valor no es más que el resultado de la manipulación de ese falso criptoactivo, dado que el ajuste ocurre en un momento en el que los precios del barril de petróleo venezolano han caído en un 17%.
El dictador también anunció el incremento del salario mínimo nominal en 150% llevándolo de Bs.S.1.800 a Bs.S.4.500, siendo importante señalar que el mismo había sido “reconstruido” hace 100 días en el marco del Programa Económico anunciado por el régimen. Es así entonces que como resultado del fenómeno hiperinflacionario que vive el país su poder de compra fue destruido en un corto periodo al enfrentarse a una inflación diaria de 5% en promedio; al mismo tiempo incluyó el aumento del monto de las pensiones, pago de los beneficiarios del plan chamba juvenil, hogares de la patria y el pago de dos bonos durante el mes de diciembre a quienes poseen el carnet de la patria. Todo en medio de alardes sobre los resultados de su plan económico, alejados de la realidad vivida de manera cruda por las familias que padecen la crisis hospitalaria, el hambre, la hiperinflación, la escasez entre otros.
Los referidos anuncios demuestran que la dictadura mantiene la práctica de aumentar por la vía de decretos unilaterales el salario mínimo varias veces al año, al igual que las pensiones y bonos. No obstante, en un lapso de 100 días después de haberlo decidido pierden efecto y poder de compra. Para finales del año 2017 y primer semestre del 2018, Nicolás Maduro alardeaba de tomar estas medidas de manera bimensual mientras que engendraba la hiperinflación, y sus promesas de prosperidad, estabilidad y crecimiento económico no se cumplieron y por el contrario se agudizó la emergencia humanitaria compleja que vive el país.
Durante el mes de octubre y parte del mes de noviembre los venezolanos vivieron el colapso del consumo, con apenas dos meses y medio de un nuevo salario mínimo que ya se había pulverizado. Ahora el dictador pretende crear la ilusión de bonanza con el aumento del salario mínimo a Bs.S.4.500, en medio de su desastre económico y construyendo momentos o intervalos de tiempo de ilusión monetaria como realizando pagos retroactivos del bono de aguinaldo o fraccionando los mismos.
Se agudiza la hiperinflación, el engendro de Nicolás Maduro
La opacidad que reina en el manejo de las finanzas públicas venezolanas deja clara la actuación irresponsable de la dictadura al mantener un déficit fiscal crónico que se ubica por encima del 50% del PIB y peor aún en persistir con su incremento. Maduro quiere gastar lo que no poseen las arcas del país, su talante populista explica porqué insiste en este abismo, convirtiéndose en un fenómeno patológico, al comprometer recursos que no produce la nación sin importarle el deterioro en las condiciones de vida de los venezolanos.
Los anuncios del 29 de noviembre trajeron también como consecuencia una nueva devaluación del bolívar con respecto al dólar de 43,3%, ya que el BCV fijó, a partir del lunes 03 de diciembre, el precio del DICOM en Bs.S.151,64 por dólar, es decir a tan solo 100 días el DICOM aumentó en 152,7%, a pesar de la “maxidevaluación” encubierta detrás del “programa de recuperación económica” anunciado el 20 de agosto.
Esta grave crisis generada por el propio régimen tiene peligrosas consecuencias en las condiciones de vida de los venezolanos. Se estima que la pobreza supera el 90% de los hogares junto con el alarmante aumento de la desnutrición, donde destaca que entre el año 2015-2017 el 11,7% de la población esta subalimentada (FAO) y sobresalen problemas como la desnutrición, miseria y colapso de los servicios públicos que padecen las familias en su día a día.
Los venezolanos sentimos que estaremos peor
La economía venezolana en la actualidad se caracteriza por la incertidumbre, falta de incentivos, destrucción de sus factores productivos, colapso de los servicios públicos, escasez, el alza exacerbada de los niveles generales de precios a diario y de manera más agresiva, y no se observa una estrategia económica por parte del régimen para corregir los factores que inciden en estos problemas, el día a día en el país refleja el desastre económico y la crisis social, que desembocó en una situacion de empobrecimiento estructural.
Ante el aumento del salario mínimo y las pensiones, los venezolanos perciben que todo será peor en materia económica y se agudizará el fenómeno de la hiperinflación, la escasez y que los controles enmascarados con el eufemismo de precios acordados profundizarán la escasez y el desabastecimiento. El panorama económico para el cierre del año 2018 y perspectivas 2019 augura mayores niveles de pobreza, hambre y miseria para los venezolanos con lo cual también podemos concluir que Nicolás Maduro profundiza la crisis económica del país.
[Tomado de https://www.derechos.org.ve/actualidad/los-anuncios-de-nicolas-maduro-son-hambre-y-miseria.]
La opacidad que reina en el manejo de las finanzas públicas venezolanas deja clara la actuación irresponsable de la dictadura al mantener un déficit fiscal crónico que se ubica por encima del 50% del PIB y peor aún en persistir con su incremento. Maduro quiere gastar lo que no poseen las arcas del país, su talante populista explica porqué insiste en este abismo, convirtiéndose en un fenómeno patológico, al comprometer recursos que no produce la nación sin importarle el deterioro en las condiciones de vida de los venezolanos.
Los anuncios del 29 de noviembre trajeron también como consecuencia una nueva devaluación del bolívar con respecto al dólar de 43,3%, ya que el BCV fijó, a partir del lunes 03 de diciembre, el precio del DICOM en Bs.S.151,64 por dólar, es decir a tan solo 100 días el DICOM aumentó en 152,7%, a pesar de la “maxidevaluación” encubierta detrás del “programa de recuperación económica” anunciado el 20 de agosto.
Esta grave crisis generada por el propio régimen tiene peligrosas consecuencias en las condiciones de vida de los venezolanos. Se estima que la pobreza supera el 90% de los hogares junto con el alarmante aumento de la desnutrición, donde destaca que entre el año 2015-2017 el 11,7% de la población esta subalimentada (FAO) y sobresalen problemas como la desnutrición, miseria y colapso de los servicios públicos que padecen las familias en su día a día.
Los venezolanos sentimos que estaremos peor
La economía venezolana en la actualidad se caracteriza por la incertidumbre, falta de incentivos, destrucción de sus factores productivos, colapso de los servicios públicos, escasez, el alza exacerbada de los niveles generales de precios a diario y de manera más agresiva, y no se observa una estrategia económica por parte del régimen para corregir los factores que inciden en estos problemas, el día a día en el país refleja el desastre económico y la crisis social, que desembocó en una situacion de empobrecimiento estructural.
Ante el aumento del salario mínimo y las pensiones, los venezolanos perciben que todo será peor en materia económica y se agudizará el fenómeno de la hiperinflación, la escasez y que los controles enmascarados con el eufemismo de precios acordados profundizarán la escasez y el desabastecimiento. El panorama económico para el cierre del año 2018 y perspectivas 2019 augura mayores niveles de pobreza, hambre y miseria para los venezolanos con lo cual también podemos concluir que Nicolás Maduro profundiza la crisis económica del país.
[Tomado de https://www.derechos.org.ve/actualidad/los-anuncios-de-nicolas-maduro-son-hambre-y-miseria.]
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