Aporrea
A través de las redes y diferentes medios han publicado videos y fotos de la fiesta de navidad celebrada por disposición de la directiva del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ... el problema es que cuando en el país se presenta una crisis profunda que se eleva a niveles preocupantes, donde se ven niños descalzos pidiendo en los centros comerciales, como sucede en el Este de la ciudad, y surgen legítimas protestas de muchas comunidades a quienes no les llegó el pernil porque no alcanzaron en la repartición, una de las pocas oportunidades que tienen de ingerir proteínas, así como celebrar las tradiciones navideñas en familia; en contraste, en el TSJ si llegó el ansiado pernil y de manera abundante, con ensalada de gallina, pan de jamón, como contorno y acompañado, refieren algunos comensales, de whisky y diferentes tipos de postres.
El significado que tiene esto para muchos, es que si estuviéramos en un verdadero socialismo estas desigualdades no existirían y sería vergonzozo y ofensivo, porque si hubiese una verdadera revolución, la crisis se repartiría entre todos y no como ocurre con los perniles que deberían ir al pueblo, quienes mas lo necesitan, pero a quienes tratan de dorarles la píldora y el descontento, mandando a sus voceros para informarles que lamentablemente se tienen que conformar porque no hay suficiente para tanta gente, o en otros casos, el deber ser solidarios y dividir la pieza de carne entre otras cuatro familias. O bien, entre los mas necesitados si se aplica la repartición solidaria, pero entre ministerios, instituciones, organismos y en forma piramidal de abajo hacia arriba no se aplica esta regla.
¿Quién podría aclarar estas fallas en la repartición de las 4 mil toneladas de perniles llegados a Puerto Cabello? y ¿Y quién explica esta situación de extrema desigualdad que ofende e indigna porque mientras unos pasan hambre y necesidades, una minoría nada en el lujo con marcas costosas de zapatos, carteras, relojes, vehículos, celulares, etc y la abundancia en la ingesta de alimentos reflejados en estómagos protuberantes y mejillas mofletudas?
Si es que hay una guerra económica, no debe ser selectiva, que afecte a la mayoría y de ella se excluya a una minoría privilegiada.
¿De qué revolución y socialismo estamos hablando?
A través de las redes y diferentes medios han publicado videos y fotos de la fiesta de navidad celebrada por disposición de la directiva del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ... el problema es que cuando en el país se presenta una crisis profunda que se eleva a niveles preocupantes, donde se ven niños descalzos pidiendo en los centros comerciales, como sucede en el Este de la ciudad, y surgen legítimas protestas de muchas comunidades a quienes no les llegó el pernil porque no alcanzaron en la repartición, una de las pocas oportunidades que tienen de ingerir proteínas, así como celebrar las tradiciones navideñas en familia; en contraste, en el TSJ si llegó el ansiado pernil y de manera abundante, con ensalada de gallina, pan de jamón, como contorno y acompañado, refieren algunos comensales, de whisky y diferentes tipos de postres.
El significado que tiene esto para muchos, es que si estuviéramos en un verdadero socialismo estas desigualdades no existirían y sería vergonzozo y ofensivo, porque si hubiese una verdadera revolución, la crisis se repartiría entre todos y no como ocurre con los perniles que deberían ir al pueblo, quienes mas lo necesitan, pero a quienes tratan de dorarles la píldora y el descontento, mandando a sus voceros para informarles que lamentablemente se tienen que conformar porque no hay suficiente para tanta gente, o en otros casos, el deber ser solidarios y dividir la pieza de carne entre otras cuatro familias. O bien, entre los mas necesitados si se aplica la repartición solidaria, pero entre ministerios, instituciones, organismos y en forma piramidal de abajo hacia arriba no se aplica esta regla.
¿Quién podría aclarar estas fallas en la repartición de las 4 mil toneladas de perniles llegados a Puerto Cabello? y ¿Y quién explica esta situación de extrema desigualdad que ofende e indigna porque mientras unos pasan hambre y necesidades, una minoría nada en el lujo con marcas costosas de zapatos, carteras, relojes, vehículos, celulares, etc y la abundancia en la ingesta de alimentos reflejados en estómagos protuberantes y mejillas mofletudas?
Si es que hay una guerra económica, no debe ser selectiva, que afecte a la mayoría y de ella se excluya a una minoría privilegiada.
¿De qué revolución y socialismo estamos hablando?
[Tomado de https://www.aporrea.org/contraloria/n335924.html.]
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