Carlos Solero
No pueden matar al Wenuy
No pueden matar al Wenuy, ni las balas de los gendarmes, ni las calumnias de los cagatintas mediáticos, ni los fallos judiciales a la medida de los poderosos y sus esbirros. Más temprano que tarde todos estos infames verdugos de las hijas e hijos del pueblo serán solo un mal recuerdo.
No pueden matar al Wenuy
No pueden matar al Wenuy, ni las balas de los gendarmes, ni las calumnias de los cagatintas mediáticos, ni los fallos judiciales a la medida de los poderosos y sus esbirros. Más temprano que tarde todos estos infames verdugos de las hijas e hijos del pueblo serán solo un mal recuerdo.
En mapudugun, lengua mapuche Wenuy significa amigo, compañero de los que luchan por la libertad integral, por la justicia para todas las personas sin distinción alguna. Santiago Maldonado fue un hombre que comprendió que la solidaridad es mucho más que una palabra, que lo que se dice y lo que se escribe se sostiene con el cuerpo o es letra estéril.
Santiago Maldonado, asumió el anarquismo como la práctica de la ética solidaria, la única válida y la enarboló con coraje en este sórdido tiempo del desprecio en que nos toca vivir. Su enrancia tenía un sentido concreto participar de las luchas por la tierra y contra el capital en todos los lugares posibles, junto al pueblo mapuche en resistencia, contra las predadoras empresas salmoneras del mar en Chiloé (Chile), en Viedma con los rebeldes, en la Pu Lof de Cushamen donde los chacales artillados siguiendo órdenes precisas atacaron arteramente a hombres digno que no aceptan el escarnio de vivir sin sentido.
No pueden por más que lo intenten borrar la memoria rebelde de Santiago Maldonado.
Como bien decía nuestro compañero el hombre pertenece a la tierra y la tierra no pertenece al hombre. El cosmos no sabe de fronteras y las y los luchadores no nos permitimos las claudicaciones.
La lucha continúa y a aquí y ahora, sobran los motivos para la rebeldía, la insumisión y las luchas.
¡Compañero Santiago Maldonado Presente ahora y siempre!
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