[Nota
previa de El Libertario: Publicamos
esta opinión que deja clara una perspectiva anarquista que se desmarca tanto
de las intenciones del fascista que pronto asumirá la presidencia de aquel país
como de esa izquierda autoritaria que solo concibe soluciones burocráticas de
corto plazo a las graves carencias populares en materia de salud, y a la
dictadura cubana, que intenta sacar provecho propagandístico al presentar como “solidaridad
internacionalista” lo que en verdad es para ella una lucrativa operación de
negocios donde el personal médico es objeto de descarada trata y explotación, como
tan cerca lo hemos podido ver en Venezuela y hemos denunciado desde este blog
(ver http://periodicoellibertario.blogspot.com/2017/12/vida-laboral-de-los-medicos-cubanos.html
y otros materiales disponibles vía http://periodicoellibertario.blogspot.com/search?q=m%C3%A9dicos+cubanos&max-results=11.
).]
Federalista Ácrata
Claro que la intención de Boisonaro era cancelar el programa médico
cubano. En su proyecto, si es que puede llamarse eso un proyecto, ya parloteaba
que él querría cortar el dinero dado al gobierno cubano, y pagar solamente al
profesional. Ya sabíamos que quería cancelar el proyecto, pero que no iba a
tomar la medida impopular así, que anunció condiciones que el gobierno de Cuba
no aceptaría, pues el recibe parte sustancial del dinero que retribuye el
servicio del profesional.
Sucedió desde 2013, cuando comenzó el proyecto, que muchos reaccionarios se molestan con él. ¿Por qué era un proyecto malo? ¿Por qué ha empeorado la salud del país? No, porque era del PT.
Siempre se veían críticas al programa, pero nada concreto. Hasta teorías de la conspiración alegaban que eran soldados cubanos que iban a empuñar las armas y ayudar al PT a implantar la dictadura del proletariado.
Pero necesitamos salir de estas líneas de pensamientos tan simplistas, ingenuas en la práctica, pero peligrosas en las consecuencias. Los médicos cubanos ayudaron al país. Mejoraron ciertamente la atención médica en Brasil. Estaban lejos de resolver todo el problema, pero suavizaron bastante la cuestión de la faltar de médicos para atención de amplios sectores de la población.
Sin embargo, con toda intención y disposición en desagradar a procastristas y anticastristas, hay que decir que el proyecto en sí, para el médico cubano, es el ejemplo clásico de que el socialismo marxistaleninista no libera al trabajador de sus verdugos. Sigue siendo despojado de su fuerza de trabajo, sólo que el patrón pasa a ser el Estado. Y el Estado cubano despoja a los médicos que envía al exterior. Y mucho.
La burocracia marxistas, al igual que los
reaccionarios capitalistas a quienes dice oponerse, va a disimular y justificar su ideología
simplista y maniquea, diciendo que el Estado tenía el derecho de recibirlo ese
dinero porque daba educación para que el individuo se hiciera médico.
Si usted concuerda con una línea de pensamiento así, usted está en el período equivocado, debería volver unos 500 años atras, donde se creía que el Estado monopolista, propietario de bienes inigualables en comparación al individuo, incluso bienes territoriales, al usar de su monopolio, que restringe a todos, el acceso a una formación, se convertía en dueño de la producción del individuo.
Es algo inhumano, es esclavista. Es considerar el individuo propiedad monopolizada del Estado, donde la producción individual debe ser retribuida no a la persona sino a quien tiene “derecho” sobre ella.
No sabemos cómo Bolsonaro va a lidiar con la cuestión de la salud. Lo más probable es mal, muy mal. Las empresas privadas de Planes de Salud son quienes deben estar felices.
En Brasil donde hasta la salud privada es deficiente, Hay mucha demanda para médicos privados, y poca oferta. La situación de los problemas en la salud pública, se veía en parte paliada con un programa que ayudaba a corto plazo a resolver el problema de la falta de profesionales. Sacar de la salud pública sacar de la salud pública a ese contingente que ahora se va es algo muy grave e irresponsable.
Sí, tenemos un presidente irresponsable. Hay que decirlo. El mayor perjudicado no será el gobierno de Cuba. Sus médicos serán muy bien recibidos en cualquier otro país que negocie con la dictadura marxista y acepte las condiciones explotadoras que se imponen a ese personal médico.
Pero Brasil se quedará sin médicos para tratar a su pueblo, y con un presidente que no quiere invertir en educación superior, pues dice que el brasileño tiene limitaciones para la formación superior. Es de suponer que no va a resolver la falta de médicos con formación básica y media.
[Publicado
originalmente en portugués en https://noticiasanarquistas.noblogs.org/post/2018/11/16/vamos-falar-sobre-o-caso-do-fim-do-projeto-mais-medicos-no-brasil.
Versión al castellano por la Redacción de El
Libertario.]
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