Con la tecnología de Blogger.

jueves, 4 de octubre de 2018

¿Para qué existen las "instituciones culturales" del Estado?



Francisco Carrasquer (1915-2012)

Si en principio nos parecen dos conceptos incompatibles, para demostrarlo palmariamente, bien podríamos empezar partiendo de la contradicción que entraña el término «instituciones culturales». De momento es un hecho que estamos invadidos y, por lo tanto, empapados por esa expresión ubicua y omnipresente como Dios, y así no hay hora del día y de la noche que no nos asalte con una u otra institución cultural, ya sea de alcance local, regional o nacional, ya por vía de la tele, de la radio, de la prensa, de la publicidad en la calle, en los tablones de anuncios y periódicos murales que cuelgan en los vestíbulos de escuelas, iglesias, academias, universidades, ateneos, bibliotecas, sociedades recreativas y comercios en general.

Bien pensado, es este un tema que abarca mucho más de lo que parece a simple vista, porque como la cultura se mete por todas partes en que hay hombres y mujeres para hacerles mover como tales, es natural que el Estado y todo lo que de él depende trate de controlar ese movimiento. Por eso se empeña en intervenir en la enseñanza, desde el parvulario hasta la Universidad; por eso quiere meter baza en las artes y en el espectáculo, en la urbanización y en el paisaje, pero sobre todo en las comunicaciones y en la información. Y así resulta que esas instituciones culturales son el instrumento más idóneo del Estado para alcanzar sus fines de mediatización, resultado éste con el que tiene a los pueblos cada día más a su merced. O sea, que tiene a los pueblos cada vez más incultos. Dado que mediatizar es quitarle principios y fines a la gente, mientras que la cultura no tiene otro objeto, precisamente, que éste: procurar siempre mejores fines y principios, que para los medios ya tenemos a la civilización.

De hecho, nos lo jugamos todo en esta baza. Hace mucho tiempo que se discute en los países llamados avanzados sobre si el Estado ha de ayudar o no al artista, al investigador, al inventor. Pero, ayudar ¿cómo?, ¿y a qué? No será a hacer su trabajo, porque entonces habría de ayudar a toda la población activa. Y si el investigador, el inventor y el artista trabajan, justo es que se les pague; pero su trabajo, no su creación cultural. Por eso habríamos de tener cuidado en que al hablar de trabajo y su correspondiente remuneración, la noción «cultural» no interfiera para nada y venga a trabar esas ruedas de relación mecánica, porque sólo sirve para pararlas. Y así, cuando los autores reivindican, por ejemplo, que se les dé un porcentaje del importe de sus libros leídos en bibliotecas de préstamo, no tienen razón en exigir semejante reivindicación fundándose en criterios culturalistas, y sí en bases laborales, sin más. La cultura no es ni deviene jamás producto, sino que es, precisamente un constante salirse del producto hecho para ennoblecer constantemente la vida del hombre. Los holandeses han obtenido, seguramente, las mejores patatas de la Tierra a fuerza de experimentar con razas cruzadas y estudiar los condicionamientos de suelo, clima, humedad, etc., hasta conseguir óptimos tubérculos. Pues bien, a eso lo llaman «ennoblecer» la patata. ¿Y no es eso también, mutatis mutandis, la cultura entendida como un permanente ennoblecimiento del ser humano? Decimos muchas veces «enriquecimiento» a ese resultado (¿o sería mejor decir a ese «resultar»?), pero ennoblecimiento es más exacto y completo. Y está más que claro que no nos referimos a una nobleza de pergamino y blasón, porque en tal caso sí que podría el Estado darnos cultura como da títulos de nobleza. No, no. Se trata de ennoblecer por la obra, nos referimos a esa nobleza que tan clara y distintamente sentimos en nuestros grandes pensadores y artistas, en nuestros poetas, en nuestros intelectuales, en una palabra (por cierto muy baqueteada, últimamente). No hay nada que ennoblezca como la obra. O mejor: no hay nada que ennoblezca más que la obra. Y el conjunto de esas noblezas es la cultura. Pero el conjunto en acción y pasión, no en mercadería, como un stock. Porque si ya la naturaleza no entiende de economías, aún es menos compatible con la economía la cultura que la naturaleza. La economía, como todo lo infraestructural, es cosa de automatismos y de procesos mecánicos del tipo vagatónico o del gran simpático, a lo más, en un marco de homeóstasis organicista. Mientras que la cultura circula por todo el cuerpo social y siempre entre los intersticios que quedan al margen de todo determinismo y donde se aloja la libertad. No hay noción de utilidad ni de servicio en la cultura. Por lo tanto, nada tampoco susceptible de beneficiarse por parte de los empresarios y políticos.

Por eso, en cuanto las instituciones se ponen a «hacer cultura», la deshacen. Como pasa con las revoluciones, que todas se pierden al institucionalizarse. Y es que institución es pararse para ordenar el Poder, no para poder ordenarse, como algunos pretextan. No hay institución que no esté creada para servir de instrumento de manipulación, expropiación o apropiación de algún derecho ajeno o común, de algún poder en manos de aquel o de aquellos que, para eso, la han puesto en pie y en marcha, más o menos conscientemente ya desde el principio. La cultura, como la revolución, como la libertad, en suma, no puede pararse ni ser dependiente, sino que ha de estar siempre en tiro, en movimiento, pero eso sí: motu propio. Por lo mismo, a todo lo más que puede aspirar una institución, que se dice fundada para favorecer a la cultura, es a servir de infraestructura «coyuntural» (otra contradictio in terminis). Y si quiere fomentarla, promoverla o «potenciarla» –como tanto se dice hoy– pierde nobleza. De ahí que haya que andarse con mucho cuidado con eso de vulgarizar, propagar y popularizar la cultura. Porque no es de extrañar que saque la oreja, por entre estas expresiones hechas realidad, el nefasto despotismo ilustrado, esa imposible falacia que desde Carlos III hasta Carlos Marx ha hecho tantos estragos farisaicamente, ya que siempre se sobrentiende bajo ese concepto que hay que enseñar, instruir, amaestrar, guiar, dirigir, mentalizar, imbuir, inculcar, dictar y, en definitiva, someter a la gente que se pretende «ilustrar», al consabido lavado de cerebro orwelliano.

No por otra razón se oponen tanto los intelectuales de entre los más finos detectores de la verdadera cultura, a esa avalancha de certámenes, concursos, encuentros, festivales, «movidas culturales» de todo género y número que viene últimamente desencadenando el Poder en España. Hace tiempo que nos advierten contra el peligro plumas bien cortadas y maestros del libre pensamiento. Baste citar dos de entre los más incorruptibles y libres de nuestros escritores: Rafael Sánchez Ferlosio, y Agustín García Calvo. Y no hay que entender tal actitud como la podría interpretar –¡vulgarizándola!– un beocio cualquiera: · «Antes, con Franco, todo era quejarse de que se machacaba lo que oliese a cultura, y ahora que tenemos un régimen que se desvive por la vida cultural, se quejan igualmente; y es que no hay quien los saque de un llevar siempre la contraria». No van por ahí los tiros, claro, sino contra ese «desvivirse», exactamente, por una labor que no les incumbe a los que mandan. Todo lo que ha de hacer el gobierno, o en general el Estado, es observar el undécimo mandamiento: con no estorbar basta y sobra. Que los políticos hagan su política, mientras no podamos impedirlo, y que los economistas hagan ver que hacen su economía, pero los mandados, los funcionarios, que no se metan en lo que no les importa. Es más: no creemos que se pueda hacer verdadera política ni economía ni justicia social, mientras se entiendan estas tareas como de oficio y planificación desde apartados gabinetes y sobre el papel al compás y a la regla, fuera del tajo y a espaldas de la gente que ha de sufrir la planificación, sin estar viviendo la problemática política, económica, social y humana in situ. En el fondo, tenemos una mala política, una mala economía y una mala administración por haberse puesto todo eso de espaldas a la cultura -que es la gente- y por no entenderse como artes esas actividades «profesionales» y sobre todo el arte englobadora de todas: el arte de vivir solos y acompañados.

Pero la cultura de que estamos hablando es todavía más exigente en materia de localización y de utopías, porque se da en el plano del individuo como centro; y nada que esté o sea ajeno al individuo capaz de hacer cultura puede intervenir en el proceso de culturalización. Y así se explica que la cultura no pueda instituirse, y menos institucionalizarse, porque sería tanto como negarse a sí misma. Toda institución es una lata de conservas, mientras que la cultura es un constante reventar de latas (de conservas y de las otras), un empecinado romper moldes, hacer saltar casillas, quebrantar normas… Por cierto, recuerdo que el uruguayo Mario Benedetti escribía a este propósito, que la cultura avanza a golpes de transgresión de normas. En todo caso, lo establecido requiere institución, que por algo al conjunto de instituciones de una nación se llama en anglicismo universalizado «establishment».

¿Qué actitud tomar, pues, para hacernos eco de lo que Rafael Sánchez Ferlosio y Agustín García Calvo, entre otros no tan pares, sugieren? Ya va con lo dicho implícitamente aludida, ¿no? Que las instituciones no se metan en hacer cultura, que la cultura no se hace sino que nace, mana como una fuente; que los robots del Estado se limiten a dejar hacer y deshacer a los agentes de cultura, a los creadores en el campo que sea: del pensamiento, de la ciencia, de las artes, de las letras, del espectáculo y de la comunicación e información. Sólo con decir «creación» basta para calar en el sentido que distingue a la cultura de las instituciones. Una institución, no sólo no es creadora, sino que es anticreadora. Mientras que la cultura, por el contrario, sólo vive en creación continua, sobre todo la alta cultura. Los aspectos van referidos a modos de estar y aparecer, pero los niveles se corresponden con categorías del ser. Si no perdemos de vista nuestra premisa de que cultura no es producto, sino proceso de creación y recreación ennoblecedor, los aspectos de la cultura dependerán del punto de aplicación y de sus catalizadores en cada caso; intelectual puro, sicosomático, manual, mixto, abstracto, concreto, parcial, global. Pero lo que reviste mayor importancia son los niveles de la cultura, puesto que –como decíamos– se trata de ennoblecimiento, y las ejecutorias de cultura son tanto más altas cuanto más y mejor mezcladas, complejas, poligénicas, contrariamente a la tristemente célebre condición de la nobleza española tan tratada por nuestros clásicos de teatro que se fundaba en la esterilizante «pureza de sangre». La nobleza cultural se habría de medir –de ser necesario, que no lo es en absoluto–, por la abundancia de sangres ingredientes, de genes culturalizantes, culturíferos o culturógenos formando bellas síntesis, también tanto más nobles cuanto más bellas, y cuantas más mutaciones provoquen mejor, porque es muy probable que las más grandes transgresiones de lo instituido se deban a esas mutaciones culturogenéticas que llamamos genios.

No haya miedo, por otra parte, a la falta de medios oficiales. Sabemos por experiencia que los fenómenos de cultura verdaderamente grandes surgen de los más insospechados y deslumbrados rincones y se gestan entre los más oscuros e inextricables matorrales generacionales, como el cante jondo, el tango, el romance, las catedrales, las herejías y las revoluciones. Lo que dice García Calvo de las lenguas podría decirse de las culturas:
«De las lenguas puede bien decirse que son del pueblo o de la gente, que es una manera de decir que no son de nadie y, consecuentemente, no aparecen nunca ni unificadas –sino mudando según se pasa de uno a otro valle–, ni limitadas a un territorio de fronteras definidas».

Porque es verdad que hasta ahora hemos estado hablando de cultura en singular, cuando hay razones para hacerlo también en plural. Pero desde el título hemos entendido la cultura como concepto generalizado, así como decimos «hombre» en vez de «hombres y mujeres», o «género humano». Hay sin embargo, algo más que aboga por el singular, y es que enfrentamos este fenómeno tan huidizo como universal y tan misterioso como específico de la cultura al plural de «instituciones». Y no podríamos emplear el plural de un singular sustancial como el nuestro sin que dejara de serlo, frente a un plural tan contingente como el de instituciones, que no puede reducirse, por otra parte, a singular, sin desnaturalizar su función semántica en nuestro contexto. Si decimos culturas hemos de poner instituciones para cada una de esas culturas. Así como tomando el ejemplo anterior de las lenguas, tampoco podríamos poner lenguas y pueblo, sino lengua de un pueblo o unos pueblos y sus lenguas, ya que lo uno y lo otro es sustancial, pero instituciones en plural valdría para el singular de ambos. Las culturas son ubicaciones no intercambiables, pero sí equivalentes en cuanto culturas in statu nascendi, impregnando todas y cada una al hombre siempre del afán de serlo cada vez más, sin renegar de su naturaleza. Un factor que ennoblece las culturas entre sí (cultura de segundo grado) es el traductor, lo que no siempre se estima bastante en su propio valor. Pero tanto aquí –recreación– como allá –creación de autoría–, siempre ha de haber ese afán. Cuestión de tensión, pues, es la cultura, y no sólo tendencia. Luego, sería cultura el tensar desde lo natural a lo humano –nunca demasiado, oh manes de Nietzsche, siempre más–. Todo el empeño del hombre, en cuanto tal o con conciencia de serlo, es estirarse hacia el saber, el misterio, la belleza y el amor en libertad. Todo lo contrario, en suma, de la tendencia a constreñirse, a ser intercambiable, a encogerse y anquilosarse o congelarse que es lo propio de las instituciones, por definición conservadoras.

La experiencia histórica que posiblemente se acerca más a esta lección nos la dio la anti institucional CNT antes de la guerra civil de España, que estuvo siempre de espaldas al Estado, sin consentir empleados a sueldo ni profesionales de la política ni del sindicalismo y que, en cambio, supo crear una cultura popular sui generis, probablemente irrepetible. Aquella cultura, ¡ay! la aplastaron en el huevo todas las instituciones habidas y por haber –nunca mejor dicho–. Y entre todas la mataron y ella sola se murió.

[Tomado de https://revistapolemica.wordpress.com/2018/10/03/poderes-y-cultura-instituciones-y-creacion-2.]


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.

Ser gobernado es...

Charla: El Anarquismo en América Latina

Seguidores

Etiquetas

10deLuluncoto 18 años El Libertario 1º de Mayo 27 de febrero 4 de febrero @kRata (comic) APPO Aana Wainjirawa Abdicación del rey de España Aborto Abstención Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat Acampadas Accion directa no violenta Acción Directa Autogestiva Acción Ecológica Acción Libertaria Acuerdo Venezuela China Agustín García Calvo Alan Furth Alan Moore Albert Camus Alberto Acosta Alcedo Mora Alejandro Álvarez Alentuy Alexander Luzardo Alfonso "el Set@" Alfredo Bonanno Alfredo Vallota Alternativa Antimilitarista Alto costo de la vida Alvaro García Linera Alí Moshiri Alí Primera Alí Rodríguez Araque Amador Fernández-Savater Aministía Internacional Amnistía Internacional Amnistía Internacional Venezuela Amor Amor y Rabia América Latina Américo Alejandro Balbuena Anarquismo en América Latina Anarquismo en México Anarquismo en Venezuela Anarquismo es movimiento Anarquismo social Anarquismo y Postestructuralismo Anarquismo y política Anarquistas contra el muro Anarquistas de Temuco Andreas Speck Antonio Ledezma Antonio Pasquali Antonio Serrano Antulio Rosales Anzoátegui Archivo Histórico del Anarquismo en Venezuela Armando Chaguaceda Armando Guerra Armando Investiga Armando la Resistencia Asier Guridi Asilo y refugio Autonomía Barquisimeto Bernhard Heidbreder Buenaventura Durruti Buenos Aires CNT CORPOELEC Cambiar el mundo sin tomar el poder Cambio Climático Campaña contra la Criminalización del Anarquismo Carlos Crespo Carlos Crespo Flores Carmen García Guadilla Casa de la Mujer "Juana la Avanzadora" de Maracay Casa de la Mujer Juana la Avanzadora de Maracay Centro de Derechos Humanos UCAB Civetchi Coalicion Anarquista y Libertaria de Porto Alegre Coalición Venezolana de Organizaciones LGBTI Colombia Comites de Defensa de la Revolución Comitê Popular da Copa 2014 Concretera la carlota Cooperativismo Correo A Criminalización de los pueblos indígenas Cuba Libertaria Cuba Libertaria 22 Daniel Ortega Daniel Pinos Douglas Bravo EZLN Ejército Venezolano Eliseo Reclus Emma Goldman Enfermedad Hugo Chávez Erick Benítez Escritos de Domingo Alberto Rangel Espacio Público Estado y corrupción en Venezuela Estado y economía en Venezuela Esteban Emilio Mosonyi Europa Eva Golinger Evo Morales FARC FIFA Fanzine Exilio Interior Federación Anarquista Centroamericana y Caribeña Federación Anarquista Centroamericana y del Caribe Federación Anarquista de México Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) Felipe Pérez Martí Feria del Libro Independiente y Autogestionario Feria del libro anarquista Ferrominera Ferrominera Orinoco Filosofía Filosofía en la Ciudad Francisco Flaco Prada Frente Clasista Argimiro Gabaldón GLBIT Gadafi Galsic Genocidio Global Voices Grupo de Estudio y Trabajo Jesús Alberto Márquez Finol Guardia Nacional Bolivariana Guardianas de Chávez Gustavo Godoy Gustavo Rodríguez Género Heinz Dieterich Henrique Capriles Historia de Venezuela Homofobia Humano Derecho Humberto Decarli Humberto Márquez Humor Indígenas Venezuela Informe situación indígenas en Venezuela Inseguridad Ciudadana en Venezuela Instituto de Prensa y Sociedad Venezuela Irak Iris Varela Isbel Díaz Torres Israel James C. Scott Javier Gárate John Holloway Jorell Meléndez Jorge Videla Jornadas Magonistas Jose Manuel Delmoral Jose María Korta José María Korta José Quintero Weir José Rafael López Padrino Juan Carlos La Rosa LEEME CARACAS Laura Vicente Lexys Rendón Ley Antiterrorista Liber Forti Luis Carlos Díaz Luis Fuenmayor Toro Luis Rafael Escobar Ugas Luis Reyes Reyes Líber Forti MOC Madres de Plaza de Mayo Madrid Manuales Manuel Castells Marc Saint-Upéry Marcela Masperó Marea Socialista Mario Antonio López María Esperanza Hermida Masacre de Cantaura Masacre de El Amparo Masacre de Haximú Masacre de Loma de León Masacre de Monte Oscuro Masacre de Uribana Mercosur Mijaíl Martínez Misiones Sociales Mujeres Libres Mundial de Fútbol 2014 Mérida Nicaragua Nicolás Maduro Niñas y Adolescentes Nu-Sol Observatorio Venezolano de Conflictividad Social Occupy Wall Street Octavio Alberola Organización Nelson Garrido Origen de las Fuerzas Armadas en Venezuela Orlando Chirino Pablo Hernández Parra Paquete económico Parque Verde La Carlota Pedro Pablo Peñaloza Pelao Carvallo Periódico Apoyo Mutuo Periódico El Amanecer Periódico El Libertario Picnic urbano Policía Nacional Bolivariana Punk Latinoamericano Quiteria Franco Rafael Ramírez Rafael Uzcátegui Raisa Urribarri Ramón Carrizales Ramón Rodríguez Chacín Ramón Álvarez Raúl Zibechi Red Latinoamericana Antimilitarista Red Protagónica Observatorio Crítico (OC) de la Revolución Cubana Red por los Derechos Humanos de Niños Regeneración Radio Represión en Cuba Repsol YPF Revolución ciudadana Roberto Yépez Rodolfo Montes de Oca Rodolfo Rico Roger Cordero Lara Rubèn González Rubén González Rusia Sacudón San Cristóbal Santiago de Chile Servicio Militar Obligatorio Sidor Sierra de Perijá Simón Rodríguez Porras Soberanía energética bolivariana Sociedad Homo et Natura Sociedad Homoetnatura Sofía Comuniello Sofía Esteves Subcomandante Marcos Taller Libertario Alfredo López Tamoa Calzadilla Tarek William Saab Testimonio represión Testimonios de la revolución cubana Todo por Hacer Tomás Ibáñez Trabajadores de la Chrysler Transexuales Transfobia Transformando información en acción Transparencia Venezuela Transportes Camila Trasnacionales Tribunal Supremo de Justicia Turquía Twitter UBV UCV ULA UNETE UNEY Uribana Uruguay Valles del Tuy Vaticano Venevisión Venezuela bolivariana Venezuela protests in February 2014 Vivienda Vladimir Aguilar Víctor Muñoz Williams Sanguino Wladimir Pérez Yaracuy Yendri Sánchez Zaida García Zapatistas Zara Zulia `Sabino Romero abajo los muros de las prisiones abolicionismo abstencion abstención electoral abuso militar en Venezuela abuso policial abuso sexual niños acampada acción directa anarquista actividades activismo actualidad del anarquismo adecos chavistas agresiones en Venezuela agresiones a sindicalistas en Venezuela agroecología alternativa amor libre anarchico anarchism anarchism kurdistan anarchism venezuela anarcofeminismo anarcopunk venezuela anarquismo a la venezolana anarquismo básico anarquismo caracas anarquismo en Argentina anarquismo en Francia anarquismo en Perú anarquismo en Uruguay anarquismo en barquisimeto anarquismo en rusia anarquismo hoy anarquismo ilegalista anarquismo suiza anarquismo venezuela anarquismo vs. Estado anarquismo y comunicación anarquismo y cárceles anarquismo y derecho anarquismo y ecología anarquismo y educación anarquismo y literatura anarquismo y luchas sociales anarquismo y marxismo anarquismo y nacionalismo anarquismo y planificación urbana anarquismo y religión anarquismo y violencia anarquismo zulia anarquistas anarquistas caracas anarquistas de Alemania anarquistas de Brasil anarquistas de Chile anarquistas de Cuba anarquistas de México anarquistas de Turquía anarquistas en Bolivia anarquistas en Colombia anarquistas en Costa Rica anarquistas en Cuba anarquistas en El Salvador anarquistas en Paraguay anarquistas en Venezuela anarquistas presos anarquistas solidarios con los yukpa anarquistas ucv anarquistas y prisiones anonymous venezuela antiimperialismo antimilitarismo antimilitarismo anarquista antropología análisis análisis anarquista sobre Venezuela análisis asamblea nacional análisis conflicto con Colombia análisis de izquierda Venezuela análisis de la revolución bolivariana análisis económico análisis reformas en Cuba análisis sobre Venezuela apagones apoyo a El Libertario apoyo internacional al chavismo apoyo internacional al madurismo armamentismo arte callejero arte y anarquismo artistas asesinato de estudiantes asesinatos de manifestantes ataques contra defensores de derechos humanos ataques contra defensores de derechos humanos en Venezuela ataques contra el movimiento anarquista ataques contra el movimiento popular en Venezuela ataques libertad de expresión autodefensa autogestion autogestión autonomía de los movimientos sociales autonomía universitaria autoritarismo burocratico en Cuba biblioteca anarquista bicentenario bakunin bicicletas biciescuela urbana bienes comunes brutalidad policial calentamiento global cambio social capitalismo y medio ambiente caracas chavismo y religiosidad popular chile ciberactivismo ciclismo urbano ciclo guerrilla urbana ciencia y tecnología en Venezuela comercio de armas comic comics comida vegetariana compra de armas concretera caracas concretera de chuao conflicto universitario conflicto yukpa consecuencias ambientales explotación petrolera en Venezuela contaminación PDVSA contaminación ambiental cooptación de movimientos sociales cooptación medios alternativos Venezuela coyuntura mexicana 2012 coyuntura venezolana 2010 coyuntura venezolana 2012 coyuntura venezolana 2013 coyuntura venezolana 2014 coyuntura venezolana 2015 coyuntura venezolana 2016 criminalización de la protesta en Colombia criminalización de la protesta en Venezuela crisis agropecuaria en Venezuela crisis economica venezuela crisis económica en Venezuela crítica anarquista al marxismo crítica de izquierda al chavismo críticas de izquierda al madurismo críticas revolucionarias a Rafael Ramírez deforestación delimitación de tierras indígenas demarcación de territorios indígenas demarcación de tierras en Venezuela deporte y anarquia deporte y capitalismo derecho a la manifestación derecho a la protesta desabastecimiento desaparecidos en Argentina desaparecidos en México desaparecidos en Venezuela desarrollo científico-tecnológico desencanto en el chavismo despidos injustificados detenciones difusión anarquista ecologismo ecologismo en Venezuela economía educación en Venezuela endeudamiento equidad de género en Venezuela extractivismo falso socialismo fascismo futbol brasil globalizacion en Venezuela golpe de Estado en Venezuela hacktivismo hiperinflación historia del anarquismo homicidios ilustraciones imágen El Libertario indigenas ecuador indigenas en venezuela individualismo y anarquismo industria forestal en Chile industria petrolera indìgenas y revolución bolivariana indígenas en Argentina indígenas en Bolivia indígenas en Brasil indígenas en México indígenas en Perú indígenas en Venezuela indígenas presos en Venezuela inflación en Venezuela informática libertaria izquierda antiautoritaria en Cuba izquierda antichavista izquierda en Venezuela jornadas de diversidad sexual la Justicia y los Derechos Humanos legado del chavismo liberacion animal liberación animal liberación humana libertad Bernhard Heidbreder libertad a los presos anarquistas libertad de expresión libertad de expresión en Venezuela libertad para detenidos en Lulea los Salarios y los Sindicatos lucha indígena en Colombia lucha indígena en Venezuela lucha revolucionaria lucha socio-ambiental luchas ambientales Venezuela luchas de los pueblos indígenas luchas de los trabajadores luchas de los trabajadores Venezuela luchas de mujeres luchas estudiantiles luchas indígenas en Venezuela luchas obreras luchas populares en Venezuela luciano pitronello madurismo maestros manifestaciones manifestaciones en Venezuela manipulación mediática manipulación religiosa mario gonzalez masa crítica masacre de San Vicente medio ambiente medios comunitarios y alternativos de Venezuela medios de transporte alternativos megaminería mineria en Venezuela minería minería en Venezuela movilizacion en la planta muerte de neonatos en Venezuela mujeres anarquistas narcotráfico neoliberalismo nicolas maduro no a la concretera no a la extradicion de Bernhard Heidbreder no a las corridas de toros objeción de conciencia organizacion nelson garrido paramilitarismo paro universitario patriarcado patriotismo pelea de almohadas periodico Bandera Negra periódico CNT periódico anarquista periódicos petróleo venezolano poder y política en Latinoamérica poder y política en Venezuela poesía libertaria polarización en Venezuela policías corruptos en Venezuela prensa anarquista preso anarquista presos anarquistas presos políticos en Venezuela prision venezuela prisiones en venezuela proceso bolivariano producción agrícola protesta creativa protesta pacífica protestas contra el Mundial 2014 protestas en venezuela proyecto de reforma de la Ley de Conscripción y Alistamiento Militar práctica anarquista pueblos originarios pugnas internas del chavismo punk veneziuela rebelion en venezuela recursos red Observatorio Crítico relaciones Cuba-EE.UU. relaciones de Venezuela con China relaciones de Venezuela con Colombia relaciones de Venezuela con Cuba relaciones de Venezuela con U$A relaciones entre la banca y chávez represion en Venezuela represion policial en Venezuela represión represión antianarquista represión en Colombia represión en Venezuela represión policial resistencia indígena resistencia venezuela revista AL MARGEN revolución bolivariana robert serra salario en venezuela salario mínimo en Venezuela sanciones sancocho secuestro seguridad industrial semana pro presos anarquistas 2014 sexismo sexualidad libre sicariato sindicalismo situación agraria latinoamericana situación de la salud situación de los trabajadores en Venezuela situación del periodismo en Venezuela situación del sindicalismo en Argentina situación del sindicalismo en Venezuela situación político-social en Brasil situación político-social en la península ibérica situación político-social mexicana situación venezolana situation in Venezuela 2014 soberanía alimentaria en Venezuela software libre solidaridad con Cuba tercerización en Venezuela terrorismo terrorismo cotidiano terrorismo de Estado en Colombia toma yukpa del TSJ torturas en Venezuela totalitarismo trabajadores del Estado trabajadores en Argentina transición transnacionales chinas turquia tweets anarquistas universidad central de venezuela utopía vegetarianismo venezuela vidas anarquistas viento sin fronteras vigilia frente al TSJ violaciones a los derechos humanos violencia contra la mujer violencia contra niños zona temporalmente autónoma Ángel Cappelletti ética y práctica médica