Andrea Pacheco/Francisco Elias Prada
La historia se
repite, ya es una práctica violenta interiorizada por los CRIOLLOS, los
hacendados, dueños de hatos, caporales, llaneros, fuerzas militares y
policiales, medios de comunicación, instituciones del Estado y la sociedad
criolla en general, la cual está llena de prejuicios e ignorancia en contra de
estas comunidades. se piensa y se actúa en el entendido que la vida de los
indígenas en general y en este caso la vida de los PUME NO VALE NADA.
Las prácticas de
violencia criminal con sus diversas expresiones son algo cotidiano y secular en
esos territorios (persecución, burla, hostigamiento, violación de mujeres,
amedrentamiento, trabajo esclavizante en los hatos, hasta llegar al asesinato
selectivo y a las masacres) por parte de los criollos, todas estas prácticas
son su arsenal cotidiano y van a seguir hasta que exista un cambio de valores.
Para ellos los
indígenas son sucios, malolientes, despeinados, violentos, flojos, haraganes,
groseros, indignos, ladrones, asesinos, brujos, seres sin alma, sin cultura,
sin derecho a nada. SALVAJES.
En este momento están exacerbadas las pasiones en Elorza estado Apure y en otros centros urbanos (Biruaca, San Fernando, Mantecal) cercanos donde los criollos repiten que van a tomar la justicia por su manos, ya que el gobierno no hace nada y que van asesinar a cada PUME que vean.
En este momento están exacerbadas las pasiones en Elorza estado Apure y en otros centros urbanos (Biruaca, San Fernando, Mantecal) cercanos donde los criollos repiten que van a tomar la justicia por su manos, ya que el gobierno no hace nada y que van asesinar a cada PUME que vean.
El sentido del
territorio para el pueblo Pume
Para el pueblo
indígena Pume la tierra en general tiene una cualidad sagrada que está, ausente
en el pensamiento occidental (nive=criollo), la naturaleza es, por lo tanto, no
sólo una fuente productiva, sino el centro del universo, el núcleo de la
cultura y el origen de la identidad étnica.
El territorio
garantiza la existencia y la continuidad de su pueblo… pero lamentablemente
este territorio ha sido copado, invadido por colonos criollos que no han
respetando los derechos ancestrales de estas comunidades y han tomado por la
fuerza y por la falta de la acción de un Estado que no garantiza los derechos
humanos de este pueblo, la verdad actual es que los indígenas están muriendo de
hambre, de enfermedades, desidia y encima de esta gravísima situación se les
hace imposible hacer uso de sus espacios de caza y pesca en sus propios
territorios, dada a la presencia armada constante de ejércitos privados de los
ganaderos quienes históricamente han ejercido una violencia criminal contra
este pueblo, este hecho recientemente sucedido es solamente uno más entre los
miles de casos de asesinatos y masacres cometidos por los hacendados, frente a
la indiferencia de la autoridades.
No podemos justificar
la muerte de seres humanos, pero es legítima la defensa de la vida por parte de
las comunidades Pume, otro factor que suma de manera criminal es la forma como
los medios han generado también históricamente y en esta circunstancia igual
donde están convocando a nuevas actos de violencia, generando información
falsa, sin ningún criterio, con un desconocimiento craso de este pueblo y el
conflicto histórico por los territorios, diciendo que los indígenas están
depredando –matando el ganado de los hacendados, que están robando todo lo que
está en los hatos, que están asesinando a los trabajadores de los hatos, esta
es una total mentira, acá no existe sesgo sino existe una intención criminal
con alevosía de criminalizar a los indígenas y hacerlos responsables de la
situaciones de violencia que se presentan en estos espacio, cuando es
totalmente contrario, cuando la violencia es generada siempre por los criollos
quien históricamente les arrebataron sus territorios, después cercaron a los
indígenas en especie de guetos rurales y les prohíben a sangre y fuego
movilizarse en su propio espacio para buscar recursos para su sustento, y
cuando los indígenas atrapados entre el hambre, las enfermedades, la desidia
del estado y sus instituciones burocráticas ( Estado lleno de falsas prácticas
y discursos, con una constitución de la cual alardean, la cual espura letra
muerta, indígenas olvidados, marginados dejados a su suerte por una sociedad
mayoritaria que se considera superior y que no procura la diversidad cultural )
cuando finalmente los hermanos indígenas Pume, deciden buscar su sustento en
los territorios que les pertenecen son violentamente asesinados.
Los hechos
Los hechos
El pasado 23 de
septiembre en horas de la tarde se presentó una situación irregular en la zona
del Manguito I, Sector Capanaparo del estado Apure. Una familia de la comunidad
Pume liderada por Fernando José Ramón Colonia de 47 años, se dirigió a
recolectar tubérculos desde tempranas horas de la mañana, cuando
aproximadamente a las 3 de la tarde fueron enfrentados por presuntos caporales
del hato ¨Tierra Negra¨ quienes detienen en principio a las mujeres, acusando
al grupo de ladrones e invasores. Según el testimonio de los propios indígenas
Fernando intentó intermediar y explicar que su familia no se encontraba robando
ganado, sin embargo fue herido de bala en un primer momento y posteriormente
asesinado.
Las averiguaciones
del trágico desenlace de éste evento aún no han salido a la luz pública y
muchas otras versiones se entrecruzan en el camino de la desinformación y la
desidia institucional. Lo cierto es que Fernando fue asesinado con 16 tiros en
todo su cuerpo, y que las consecuencias de ese hecho condujeron a una gran
indignación de la comunidad y la toma de represalias contra los asesinos,
causándole la muerte a 3 de ellos. [1]
Los indígenas en los
medios
¨Sin embargo el
tratamiento de los medios de comunicación ha sido criminalizar al indígena
hacerse eco de versiones poco sustentadas, cuando ni siquiera han culminado las
averiguaciones. Yo llamo a la responsabilidad y comprender los contexto de
absoluta exclusión y abandono estatal de estas comunidades, bajo ninguna
circunstancia justifico la muerte pero que no sea esa la excusa para sí
justificar el etnocidio contra los Pumé¨ Declara el profesor Esteban Emilio
Mosonyi, antropólogo y luchador por los derechos indígenas.
Diversos medios
digitales se han encargado de reproducir una matriz superficial con efectos
sensacionalistas en el que la figura del indígena es equiparable a la de un
salvaje. ¨Los efectos de estas matrices se han reproducido en un odio
generalizado contra el pueblo Pumé, la orden es matarlos, no pueden ni andar
por las calles de la ciudad¨ Cuenta Francisco Elías Prada, cineasta y activista
por los derechos indígenas. [2]
Antecedentes y
contexto actual
El espacio de las
comunidades Pumé es cada vez más reducido, son desplazados de sus propias
tierras, desde los tiempos de la colonia los hacendados se han expandido a sus
anchas en la sabana de Apure, diezmando a la población a través de arremetidas
sistemáticas en defensa de la propiedad terrateniente, entre otras cosas. Hasta
el año 2011 se estimaba que la población Pumé ascendía apenas a 9.479
individuos.
Los estudiosos de
este pueblo indígena coinciden en señalar que a lo largo del siglo XX, y hasta
la actualidad, el común denominador de su historia ha sido el desplazamiento y
eliminación sistemática de las que han sido objeto, lo cual constituye la
principal causa del alto número de muertes entre los Pumé, así como del lento y
mermado crecimiento poblacional que experimentan. En tal sentido, se puede
afirmar que las masacres colectivas perpetradas por terratenientes son parte de
ese proceso de etnocidio silencioso. [3]
Una llamado a
visibilizar la situación de nuestros pueblos originarios
La situación de
crisis económica de escala humanitaria ha afectado todos los sectores de la
vida social, impactando de forma más violenta contra los más vulnerables: sin
duda en esa esfera se encuentran nuestros pueblos originarios. Después de 526
años de la llegada de los conquistadores a territorio americano no hay una
mejor referencia para éste 12 de octubre de 2018 que la palabra resistencia,
esa que continua en el presente contra los embates del hambre, las
enfermedades, el desplazamiento, las masacres, el pranato… no solo ante la
desidia y completo abandono estatal, sino ante la extirpación de sus modos de
vida ancestrales. Visibilizar, sensibilizar y denunciar esta situación es la
tarea de todos.
Referencias:
[3] Maria Suarez,
educadora, activista de la Plataforma Contra el Arco Minero del Orinoco ¨Los
Pumé: Breve reseña¨
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