Daniel
Pinós
Mientras la
dictadura comunista continúa por ahora, después de la muerte de Fidel y el
medio paso a un lado de Raúl, la oposición anarquista y libertaria continúa su
lenta aparición desde la clandestinidad. No es la primera vez en casi un siglo y
medio de presencia política en la isla. Ha inaugurado hace poco en La Habana,
un centro social libertario, ecológico y LGBT.
Una
tradición más que secular
La tradición
libertaria de Cuba es de larga data. Los habitantes originales de la isla, los
indios siboney y tainos, tenían un estilo de vida que contenía varios
principios libertarios, como la ausencia de propiedad o del Estado. Luego vino
la colonización de los españoles y el genocidio de los pueblos indígenas.
En los siglos siguientes, las ideas y los pensadores anarquistas influyeron en numerosas personalidades centrales de la historia de Cuba y en la lucha por la independencia. Ejemplos perfectos son el héroe nacional, el apóstol de la independencia José Martí o los movimientos anarcosindicalistas de principios del siglo XX que estarán a la cabeza del movimiento obrero. Del mismo modo, incluso algunas tradiciones aún vivas, importadas por africanos deportados que son víctimas de la esclavitud, difunden ideas libertarias como la solidaridad y la resistencia al opresor.
En el Caribe
ha habido siempre una tradición libertaria, el sentimiento libertario siempre
ha calado en la población cubana, es una tendencia revolucionaria que comenzó
muy temprano, durante las primeras luchas contra la esclavitud y por la
independencia en el siglo XIX, incluso antes del nacimiento de Marx. En
resumen, esta es una isla fértil para el pensamiento anarquista, lo que explica
por qué los anarquistas ya estaban presentes cuando comenzó la revolución de
1959 en la Sierra Maestra y en otros lugares: en los sindicatos, en las logias,
en las universidades, en
cooperativas, en cofradías, en ciudades y en el campo.
Las ideas libertarias que florecieron en Cuba en 1857 se basaron en las teorías de Proudhon. Las primeras sociedades mutualistas fueron creadas en ese año. Desde entonces, a pesar de la represión y las dictaduras de Machado, Batista y Castro, las ideas anarquistas siempre han influido en los movimientos sociales y sindicales. El movimiento libertario tiene más de cien años en Cuba y ha sido innombrable para la historiografía, los historiadores y los editores oficiales de la isla. Esta es la razón fundamental por la que muy pocos cubanos hoy conocen la tradición de la lucha anarcosindicalista y el importante papel de los anarquistas en la historia de este país.
En 1865, en
la industria del tabaco, en la creación la Confederación Nacional Obrera de
Cuba, y en la militancia radical de Enrique Varona y Alfredo López, dos activistas
que incentivaron el movimiento anarcosindicalista. El
primero fue asesinado y el segundo desapareció y su cuerpo nunca fue
encontrado. Gracias
a sus ideas y batallas, nació como resultado la nueva República, que reconoce
los derechos de los trabajadores con la Constitución de 1940. Fueron también
los años de colaboración con la CNT española, debido a que muchos cubanos
participaron en la Guerra Civil Española y activistas españoles exiliados
llegaron a Cuba para fortalecer el movimiento anarcosindicalista.
Fulgencio Batista, el dictador cubano protegido por los Estados Unidos, es responsable de la muerte de más de 20.000 cubanos, entre ellos muchos anarquistas, cuya desaparición marcó un período sangriento para el movimiento sindical. Batista encarnaba al típico dictador latinoamericano: una mezcla de populismo y autoritarismo. Durante décadas, había participado en la política cubana y en 1940 fue elegido democráticamente durante cuatro años. Fue entonces que él votó por una constitución muy progresista para el período y se incluyen ministros comunistas en su propio gobierno (las mismas personas que más tarde ocuparon posiciones clave en el régimen de Castro).
En el
momento del triunfo de la Revolución cubana de 1959, el gobierno revolucionario
no tenía raíces marxistas o anarquistas, pero debe recordarse que muchos de los
que lucharon en las ciudades contra la dictadura e incluso en la guerrilla eran
militantes anarquistas. Los anarquistas cubanos eran un componente esencial de
las redes de la lucha política clandestina y de la guerra de guerrillas contra
la dictadura de Batista (a diferencia de las anteriores), lo que habría llevado
a la victoria de 1959.
El aparato de des-información estalinista de La Habana y Moscú
Las diversas organizaciones
anarcosindicalistas que lucharon clandestinamente o en la guerra de guerrillas
para la revolución de 1959 junto a los castristas nunca fueron reconocidas. Con
la llegada al poder del "líder máximo" en 1959 y su adhesión oportunista
a la doctrina marxista-leninista, todos aquellos que manifestaban ideas
libertarias en su pensamiento y en la práctica se negaron a alinearse a la
dictadura estalinista. En aquellos años, muchos libertarios terminaron
asesinados, encarcelados o forzados al exilio. Poco apoyo vino del movimiento
libertario internacional, embaucado por el aura de la Revolución Cubana, su
lucha de guerrilla heroica y la
difamatoria propaganda contra los anarquistas orquestada por el aparato
estalinista de información de La Habana y Moscú, que adormeció las conciencias
en América y Europa.
Por ejemplo en Francia, desafortunadamente, aparte de la federación anarquista, las organizaciones libertarias dieron crédito a las acusaciones del gobierno cubano contra los militantes del movimiento libertario cubano. En 1968, el entonces “apóstol revolucionario” Daniel Cohn-Bendit, ahora un partidario del liberalismo, llegó a acusar a los anarquistas cubanos de ser "sirvientes del imperialismo yanqui" en el Congreso de las federaciones anarquistas de Carrara. Es en la tradición de ese denigrado movimiento libertario que actualmente se está luchando por el renacimiento del anarquismo en Cuba.
Un grupo de
jóvenes de la red Observatorio Crítico, nucleados en el Taller Libertario Alfredo
López, analiza la realidad cubana, la historia del movimiento anarquista y sus
ideas. A
pesar de la represión y la imposibilidad de expresar en los medios de
comunicación, controlados por el régimen, cualquier punto de vista considerado
por el Estado “contrarrevolucionario”, los libertarios están reapareciendo
gradualmente: la presencia libertaria se manifiesta hoy a través de las
acciones del Observatorio Crítico de La Habana y se afirma en las calles y plazas.
Al salir de las catacumbas, anarquistas y antiautoritarios se hacen presentes en la Plaza de la Revolución al lado de la multitud el 1° de Mayo, reivindicando en su estandarte un socialismo sin burocracia. Protestan contra la violencia en la Calle 23, una de las calles principales de La Habana, con cientos de personas boca abajo. Rinden homenaje públicamente a Alfredo López, una de las figuras históricas del sindicalismo anarquista cubano. Instan a la lucha "contra las restricciones y prohibiciones" para defender la libertad de expresión y conciencia. Cada año organizan un foro social para coordinar acciones colectivas transformadoras y autónomas en la isla. La apertura de un centro social libertario en el corazón de La Habana reunirá en un solo lugar diversas actividades con debates, proyecciones, exposiciones y una biblioteca anarquista. Estos son algunos ejemplos de iniciativas importantes que dan visibilidad y credibilidad a la acción libertaria.
Grupos
informales compuestos principalmente por activistas sociales, artistas jóvenes
y estudiantes universitarios se reúnen para participar en debates,
conferencias, eventos culturales, conciertos, actividades varias, independientemente
de las estructuras oficiales. Cabe señalar que estos activistas, algunos de los
cuales han asistido a universidades del país, provienen de los estratos
sociales más pobres. Viven en los barrios suburbanos de La Habana y nunca han
perdido su conciencia de clase y el sentido de pertenencia a las zonas más
desfavorecidas. Este origen les permite proponer un análisis realista en total
armonía con el contexto social actual, tener una fuerza proactiva que muchos
intelectuales no tienen, poder pasar de las palabras a los hechos.
Estos actos
son indispensables para vivir con dignidad y libertad el inicio de los cambios
que transformarán una economía burocratizada y estatalizada en una economía
autogestionada, evitando así caer en la corriente del liberalismo conocida por
los países de Europa del Este al final de la Guerra Fría. En
el debate de hoy en la izquierda alternativa, los anarquistas desempeñan un
papel importante. para
advertir contra el oportunismo de los reformistas, que sostienen que es
necesaria en Cuba una fase de transición que debe pasar inevitablemente por el
reconocimiento de la conducción a cargo de los partidos políticos, la
celebración de elecciones y el establecimiento de un tipo especial de
capitalismo, en el marco
de una democracia burguesa. El
modelo que se ha establecido en los países del Este a la caída del imperio
soviético es un modelo inicuo en el que la arrogante riqueza de los antiguos
cuadros del Partido Comunista coexiste con la extrema miseria de la gran
mayoría de la población. Cuba
necesita una ruptura con los modelos políticos existentes, aquellos modelos que
han fracasado en todo nuestro planeta.
Una experiencia
social diversa
La historia
de Cuba aún está por escribirse, como empiezan a hacerlo a la luz de sus experiencias
y análisis, los compañeros cubanos, pues
la propaganda del Partido Comunista ha
ocultado las realidades históricas. Es necesario un juicio inflexible de la
revolución cubana que hoy alcanza su epílogo. El socialismo "no funciona,
ni siquiera para nosotros", había dicho Fidel Castro en septiembre de
2010. Es innegable que la revolución ha causado frustración y desilusión,
especialmente entre las nuevas generaciones. En Cuba existe un profundo anhelo
de libertad, dignidad y un gran deseo de hablar y actuar
Las relaciones sociales aún deben reinventarse para contribuir a una "revolución en la revolución" y para combatir la burocracia y la corrupción generalizada. Ahora se trata de avanzar con nuevas formas de organización basadas en la autonomía social, cultural, libertaria y federalista.
Las relaciones sociales aún deben reinventarse para contribuir a una "revolución en la revolución" y para combatir la burocracia y la corrupción generalizada. Ahora se trata de avanzar con nuevas formas de organización basadas en la autonomía social, cultural, libertaria y federalista.
En Cuba, a
pesar de que el gobierno se ha negado a aceptar la diversidad política, la
sociedad civil continuó existiendo. Lamentablemente,
los activistas de los movimientos de oposición siempre han tenido que sufrir el
exilio y la represión política interna.
En la isla, desde la década de los noventa, con la caída del campo "socialista", el modelo de una sociedad cerrada ha fracasado. La apertura económica y cultural brindó a los ciudadanos la oportunidad de apropiarse del espacio limitado que la sociedad civil había podido abrir. Una nueva generación, nacida después de la revolución, tuvo otra idea de la sociedad. Desde allí hemos visto la confluencia de los diferentes grupos y asociaciones que existen hoy en Cuba. Esta confluencia abre el debate sobre el modelo de desarrollo económico y social necesario para la isla, sobre el tema de los derechos civiles y las libertades, sobre qué los cubanos quieren y lo que no quieren para su país. Cuba hoy tiene la oportunidad de construir una experiencia social diferente, una experiencia que le da más poder a las personas y no al capital y la burocracia. Los compas anarquistas cubanos luchan por un socialismo libertario y participativo, que tendría como propuesta central el desarrollo de cooperativas y empresas autogestionadas.
Tres
proyectos libertarios
El Taller Libertario de La Habana ahora juega un papel muy importante en el desarrollo de
este escenario, ya que reúne a muchos activistas jóvenes que discuten
alternativas al sistema actual y coordinan acciones militantes para transformar
socialmente a Cuba. El Taller Libertario Alfredo López es un colectivo
específicamente anarquista, que ha mantenido una actividad
sistemática en los últimos años, radicalizando sus propuestas y manteniendo una
base sólida en la sociedad cubana. En
poco tiempo logró organizar los días de la Primavera Libertaria en La Habana anualmente,
donde nuestros compas logran combinar pensamiento y acción ácrata. Además,
los libertarios cubanos publican ¡Tierra
Nueva!, el periódico con el que tratan, no sin dificultad debido a la
activa represión del régimen, de difundir su visión de protesta entre una
población que en su mayoría no tiene acceso a Internet. . Buscan
promover el ideal anarquista y anarcosindicalista presente en la historia del
país antes de la revolución de 1959, cuya influencia está oculta por la
historiografía oficial. Una
de las principales iniciativas organizativas que nuestros camaradas han
implementado ocurrió en marzo de 2016, cuando junto con otros compas de la
región, constituyeron la Federación Anarquista de Centroamérica y el Caribe,
una red con gran potencial de expansión y crecimiento.
Los libertarios
cubanos animan en La Habana un colectivo ecológico llamado El Guardabosques y
el Proyecto Arcoiris que combate la discriminación por orientación sexual. El
Guardabosques es un proyecto lanzado en enero de 2007 por un grupo de jóvenes
cubanos para poner de relieve el daño al medio ambiente relacionado con la
contaminación urbana, el turismo de masas y por el desarrollo de la
permacultura. El colectivo publica un boletín electrónico, con suscripción gratuita
e información en el sitio web: https://guardabosquescuba.org.
Durante más
de diez años, la difusión del boletín en la red ha sido acompañada por cien
operaciones de limpieza en ríos, en las playas y en vertederos silvestres. Además,
el colectivo ha implementado proyectos comunitarios para plantar y cuidar
árboles en los distintos distritos de La Habana. Actualmente,
el boletín de El Guardabosques es recibido por más de 1000 destinatarios. El
78% de estos lectores son habitantes de la isla que acceden desde la red
interna, principalmente en universidades, institutos de investigación,
instituciones culturales o artísticas.
El Proyecto Arcoiris estuvo constituido por un grupo de personas que luchan juntas contra el estigma y la discriminación por orientación sexual e identidad de género en el contexto actual de la sociedad cubana, en sus espacios institucionales y culturales y en la comunidad LGBT. Los activistas del proyecto creen que es necesario luchar contra la homofobia, porque incluso hoy, en Cuba, es difícil salir todos los días a la calle y vivir normalmente como no heterosexuales. Los activistas LGBT en el país, sin embargo, informan varios miles de arrestos al año y condenas judiciales por su homosexualidad. En diciembre de 2016, durante el Festival de Cine Latinoamericano de La Habana, se excluyó de la competencia una película que denunciaba la represión de la homosexualidad en Cuba en los años setenta.
El
renacimiento de un movimiento libertario en Cuba es un elemento central para
emprender una amplia campaña de concientización que permita a los habitantes de
la isla discutir su futuro. Pero para desarrollar las corrientes libertarias y
las corrientes críticas de tipo autogestionario, federalista y ecologista, se
necesitan recursos materiales que son difíciles de encontrar en la isla. De ahí
la importancia del apoyo externo, aún cuando se trata de una acción delicada
porque la ayuda internacional a los movimientos de oposición es considerada por
el gobierno como una financiación del "Imperio" a favor de la
contrarrevolución. El intercambio de información con movimientos
anti-autoritarios y libertarios internacionales es extremadamente importante
para los activistas del Taller Libertario de La Habana.
La
solidaridad política internacional también es importante en caso de represión y
para superar los obstáculos planteados por los servicios del Ministerio del
Interior y Seguridad del Estado, dado que los compañeros están en permanente
riesgo de ser procesados por sus actividades.
[Publicado originalmente en italiano por la revista
A # 426, Milán, junio 2018. Traducido
al castellano por la Redacción de El
Libertario. El texto original es accesible en http://www.arivista.org/?nr=426&pag=Cuba.pdf.]
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