Carlos Solero
La justicia suele representarse como una figura femenina con una venda en los ojos, una espada en una mano y en la otra una balanza.
Ahora bien, más allá de los simbolismos está la realidad y en la realidad se tiende confundir la idea de justicia con los jueces y con el poder judicial. Lo cierto es que los que padecen el rigor de los fallos de los magistrados son siempre las mujeres y hombres desposeídos, aquellas y aquellos que se rebelan contra las injusticias y los privilegio de la élite dominante.
La justicia suele representarse como una figura femenina con una venda en los ojos, una espada en una mano y en la otra una balanza.
Ahora bien, más allá de los simbolismos está la realidad y en la realidad se tiende confundir la idea de justicia con los jueces y con el poder judicial. Lo cierto es que los que padecen el rigor de los fallos de los magistrados son siempre las mujeres y hombres desposeídos, aquellas y aquellos que se rebelan contra las injusticias y los privilegio de la élite dominante.
Mientras en la región argentina se despliega un show mediático acerca de actos de cohecho entre empresarios funcionarios públicos por otro lado continúa la violencia explícita contra luchadores sociales.
En efecto, mientras una caterva de tecnoburócratas de grandes corporaciones capitalistas y algún que otro funcionario, aparecen como arrepentidos, los luchadores sociales sufren el escarnio.
El militante anarquista Diego Parodi permanece como rehén del Estado argentino en el penal de Marcos Paz desde diciembre de 2017, luego de las multitudinarias protestas callejeras que fueron reprimidas ferozmente en la ciudad de Buenos Aires.
Además, las causas por la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado ocurrida en la Pu Lof Mapuche en Resistencia de Cushamen (Chubut), y el asesinato del joven mapuche Rafael Nahuel, ponen en evidencia la impunidad de los verdugos.
El pasado sábado 25 de agosto fue retirado violentamente de su domicilio en Esquel el Lonko Facundo Jones Huala, obligado a cumplir prisión domiciliaria durante varias horas se ignoraba su paradero hasta que se tomó conocimiento que nuevamente fue llevado a la cárcel.
F. Jones Huala fue juzgado dos veces por la misma causa y recientemente la Corte Suprema de la Nación determinó su extradición a Chile.
Estas situaciones y acontecimientos dejan al desnudo que el Estado y el capital inclinan siempre la balanza a su favor.
Parafraseando a Rafael Barrett, es posible decir que si pensamos en los jueces y sus conductas inmediatamente aparece como contraposición la noción de justicia, una verdadera abstracción en las sociedades.
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