La Izquierda Diario
Ya en el último trimestre del año comienzan a salir los diversos pronósticos económicos sobre cómo cerrará el ciclo anual del país. Esto tomando en cuenta que el gobierno nacional no publica los indicadores económicos oficiales desde hace varios años, por lo que diversos economistas de variadas tendencias, en base a sus propios estudios y metodologías, publican índices sobre el comportamiento de la inflación y sobre el producto interno bruto.
En un reciente artículo de la agencia AFP se recogían pronósticos de economistas locales, quienes indican que la crisis económica del país se intensificará sustancialmente este año, con una caída de su Producto Interno Bruto (PIB) de 14% y una inflación que podría escalar a 1.400%, según cálculos de la firma Ecoanalítica.
El economista Asdrúbal Oliveros, de corte liberal, y director de la consultora Ecoanalítica declaraba a periodistas luego de un foro denominado ¿A dónde va Venezuela? que "La inflación acumulada desde septiembre de 2016 está en 1.083%. Con un nivel promedio de 35% de inflación al mes, vamos a cerrar con un récord de 1.400%. Es un escenario hiperinflacionario". Entre otras cuestiones indicaba que prevé que a finales de 2017 la caída del PIB estará entre 12% y 14%, "debido a la crisis política que atraviesa el país y a la contracción de importaciones”.
Ya en el último trimestre del año comienzan a salir los diversos pronósticos económicos sobre cómo cerrará el ciclo anual del país. Esto tomando en cuenta que el gobierno nacional no publica los indicadores económicos oficiales desde hace varios años, por lo que diversos economistas de variadas tendencias, en base a sus propios estudios y metodologías, publican índices sobre el comportamiento de la inflación y sobre el producto interno bruto.
En un reciente artículo de la agencia AFP se recogían pronósticos de economistas locales, quienes indican que la crisis económica del país se intensificará sustancialmente este año, con una caída de su Producto Interno Bruto (PIB) de 14% y una inflación que podría escalar a 1.400%, según cálculos de la firma Ecoanalítica.
El economista Asdrúbal Oliveros, de corte liberal, y director de la consultora Ecoanalítica declaraba a periodistas luego de un foro denominado ¿A dónde va Venezuela? que "La inflación acumulada desde septiembre de 2016 está en 1.083%. Con un nivel promedio de 35% de inflación al mes, vamos a cerrar con un récord de 1.400%. Es un escenario hiperinflacionario". Entre otras cuestiones indicaba que prevé que a finales de 2017 la caída del PIB estará entre 12% y 14%, "debido a la crisis política que atraviesa el país y a la contracción de importaciones”.
Es de enfatizar que de acuerdo a diversas consultoras económicas, la economía del país se contrajo entre 36% y 40% en el último cuatrienio. El economista antes citado explicaba además que "Hay una caída del poder adquisitivo de 50%, cifra inédita. Las familias destinan más de 80% de sus ingresos para comprar alimentos, una clara señal de empobrecimiento (...). Los mejores signos de la hiperinflación son la escasez de efectivo y el alza del dólar negro".
En verdad en el país existe una gran escasez de efectivo que agobia la vida cotidiana de la población, dado el proceso hiperinflacionario que actualmente se vive. Muchos bancos otorgan por cajero automático apenas 5 mil bolívares luego de hacer una larga cola, una cantidad con la que se compran solamente cuatro huevos, además de que un usuario de un banco luego de un largo tiempo de espera se topa con la noticia de que ni por taquilla puede retirar dinero. La simpleza de la explicación del gobierno: el supuesto contrabando de sus piezas monetarias hacia la frontera con Colombia.
Es decir, como siempre, los supuestos ataques externos, y no el reconocimiento de la profunda crisis económica, la megadevaluación y el proceso hiperinflacionario. Y no terminar de reconocer que el gobierno ha sido incapaz incluso de suplantar el viejo cono monetario por el recién introducido por falta de la impresión en cantidades suficientes del nuevo papel moneda.
Pero es de tomar en cuenta que uno de los grandes agobios que sufre Venezuela es una pesada deuda externa, acumulada desde el propio chavismo, a la que el gobierno de Maduro ha venido pagando religiosamente a pesar de la gran situación de penuria y de los grandes padecimientos que cae con más fuerza sobre las mayorías trabajadoras y de los sectores populares. Además como un mecanismo de presión política, el imperialismo estadounidense ha venido avanzando en sanciones financieras que buscan impedirle al gobierno obtener nuevos financiamientos externos.
Pero como ya lo ha expresado, el gobierno hace todo lo que tiene a su alcance para cumplirle a los acreedores internacionales sin importarle que una galopante inflación y carestía de vida golpea brutalmente a los sectores más desfavorecidos. Maduro en estos momentos realiza una gira internacional, pero donde el foco ha estado puesto en su vista a Rusia en busca de un respiro económico procurando negociar una reestructuración de la deuda con este país. Maduro, aseguró este miércoles que pagará la deuda que tiene con países como Rusia y China, sosteniendo que el gobierno ruso ha tenido una posición más flexible y ofreció conversaciones para abordar los temas comerciales y reestructuración de la deuda con ese país.
El problema sobre los riesgos de que Venezuela entre en default vuelve a aparecer, pues entre octubre y noviembre, se deben pagar una cifra cercana a los 4 mil millones de dólares. Para el economista de Ecoanalítica, "Venezuela ha hecho importantes sacrificios para pagar la deuda, recortando el nivel de importaciones (...). Sin embargo, el peligro que vemos es el default técnico: que el gobierno tenga dificultades para mover el dinero". Pero en verdad, los sacrificios no los está haciendo el gobierno, sino a costa de los sacrificios del pueblo, que en vez de destinar todos esos cuantiosos recursos a las necesidades más inmediatas están yendo a engordar las arcas de los acreedores internacionales.
Es de enfatizar que la deuda de la República y de Pdvsa para octubre y noviembre no tiene periodo de gracia, por lo que cualquier demora en el pago representaría el "default técnico". En un reportaje publicado por la agencia Bloomberg se señala que “los inversionistas de los bonos venezolanos” se preparan para un "viaje abrupto" durante las próximas cinco semanas mientras el gobierno ve cómo se le avecina el vencimiento de una deuda de 3.500 millones de dólares". Indica además esta agencia que "Si bien todas las fechas de vencimiento del país en el último año han provocado serios retorcimientos, los próximos están en un nuevo nivel".
Explica además que esto se debe a que, a diferencia de las recientes transacciones en las que un período de gracia de 30 días permitió a Venezuela evitar el incumplimiento, los plazos venideros no tienen indulgencia. En otros momentos, algunos días de demora no importaban porque las reglas de los bonos permitían cierta flexibilidad. Pero ese no es el caso de un pago de 842 millones de dólares de la estatal de petróleo que se vencía el 27 de octubre, o los 1.100 millones de dólares por un bono que caducaron el 2 de noviembre.
Es de recordar que el 25 de agosto Estados Unidos prohibió, como una mecanismo de sanción financiera, "transar nueva deuda emitida por el gobierno de Venezuela y Pdvsa” que le hubiese permitido salir del atolladero al menos por el momento. Es por eso que en sus análisis sobre Venezuela, la agencia Stratfor de Estados Unidos, indica que "el devenir de las obligaciones externas de Venezuela, y de su gobierno, en parte están en manos de Washington (...) Como el gobierno estadounidense hace malabares con varias crisis en el mundo, asumirá un enfoque mesurado con Venezuela por ahora para evitar una catástrofe total en su propio patio trasero". Es decir, que seguramente evitará ejercer presiones más allá a manera de evitar la caída en una situación catastrófica completa, aunque las amenazas por parte de Estados Unidos son constantes, tal como lo declarara la embajadora en la ONU, Nikki Haley, que podría estar sobre el tapete un embargo petrolero.
Maduro realizó en una gira internacional donde hizo acuerdos en el sector petrolero tal como se ve con las empresas rusas Gazprom y Rosneft, y no hace poco con empresas como Chevron de Estados Unidos, donde el gobierno recurre a una mayor apertura a las trasnacionales, para la succión cada vez mayor de nuestras riquezas, como lo hace en el sector minero y ahora avanza en el área petrolera además de pagar religiosamente una deuda externa a los acreedores internacionales a costa de los padecimientos del pueblo.
[Tomado de http://www.laizquierdadiario.com.ve/Inflacion-en-1-400-anual-caida-del-PIB-en-14-y-riesgo-de-default-se-preve-para-Venezuela?id_rubrique=5442.]
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