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El
sábado, 8 de abril, la demostración “El Nacionalismo No Pasará” fue organizada
por el colectivo anarquista Rozbrat, en Poznan. La protesta fue organizada como
una oposición a la creciente ola de odio, xenofobia, racismo y homofobia. La
meta era la de mostrar a esta ola como un resultado de la explotación del
capitalismo. La demostración fue apoyada por varios grupos y organizaciones,
como extranjeros viviendo en Poznan, feministas y organizaciones LGBTQIA+, la
comunidad académica y persona del área de la cultura. La demostración comenzó
en el centro de la ciudad, al lado de uno de los centros comerciales donde unos
meses atrás sucedió el ataque racista contra un ciudadano polaco de origen sirio.
Luego de leer las declaraciones de “El Nacionalismo No pasará” y “Estudiantes y
Académicos Contra el Nacionalismo y el Racismo”, la demostración fue atacada
por unos nacionalistas. El ataque fue rápidamente repelido por la reacción
inmediata de los protestantes. Antifascistas corrieron tras los agresores, pero
la policía les bloqueó y protegió el paso hacia la entrada del centro comercial
en donde habían corrido a esconderse. La policía no fue tras los nacionalistas,
pero previnieron la persecución de los antifascistas e intentaron atraparlos a
ellos no a los agresores. Como se descubriría un rato más tarde, uno de los
agresores era el dueño de la tienda “patriótica” National (Narodowy) en Poznan.
Él es bien conocido por su colaboración con organizaciones nacionalistas y
fascistas como la All-Polland (Młodzież Wszechpolska) y National Dawn (Narodowy
Świt). Uno de los agresores le patearon el trasero luego que fuera abandonado
por sus amigos. Luego de calmar la situación, la marcha continuó.
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