Juan Pablo Núñez (corresponsal de El Libertario en Maracaibo)
El 10 de febrero del 2015, Maduro aprobó en gaceta
oficial 40.599 el decreto 1.606 que entra en abierta contradicción con las
luchas anti-extractivistas de los movimientos sociales, campesinos y
comunidades indígenas que han estado durante muchos años en pie de lucha contra
la minería de carbón en la Sierra de Perijá y son ellos los que han evitado que
las políticas neoliberales penetren en ese territorio.
Desde que se abrió la mina Paso Diablo en la cuenca
del Guasare por el año 87, muchos wayuu se vieron obligados a desplazarse de
esa zona a un poco más al sur y se concentraron en varias comunidades a orillas
del río Socuy. Los que intentaron resistir y permanecer en las cercanías de la
mina quedaron posteriormente rodeados cuando se abrió Mina Norte en el
92. Las aguas del rio Guasare fueron contaminadas por metales pesados
producto de la actividad minera. Estos argumentos pueden fácilmente
corroborarse con las distintas tesis que reposan en la Facultad de Ciencias de
La Universidad del Zulia (LUZ).
Los wayuu que emigraron al rio Socuy desde hace
algunos años emprendieron proyectos agroecológicos como es el caso de los Maikiraalasalii,
organización autónoma wayuu y protagonistas de esta lucha que tomó fuerza
cuando en el año 2003 Chávez anunciara que Corpozulia, presidida en ese entonces
por el oscuro General Martínez Mendoza, se encargaría de gestionar la actividad
minera y triplicaría su producción de 8 millones de toneladas al año a 24
millones.
El anuncio de Chávez, que se hizo en un contexto de
altos precios del barril de petróleo y una política que ganaba miles de adeptos
debido a la repartición de dinero a través de proyectos de todo tipo, generó un
descontento en los movimientos sociales, indígenas, campesinos quienes se
solidarizaron por la gesta ecologista. Las dantescas consecuencias de la minería
son conocidas en todo el mundo y en Latinoamérica protagonizan la mayoría de
los descontentos populares.
Distintas movilizaciones se hicieron en todo el
estado Zulia y en Caracas entre el 2003 y 2007, teniendo como clímax la gran
marcha de hace 10 años, en Marzo del 2005, que reunió mas de 3 mil personas en
la capital y que llegó a Miraflores donde Chávez no pudo atender la movilización
personalmente ya que estaba en una “importante reunión” con el futbolista
Maradona. Sin embargo, un delegado del presidente se reunió con los voceros de
la marcha y entre los puntos que acordaron destacaba la creación de una comisión
que investigaría la situación de la extracción carbonífera en el norte de la
Serranía de Perijá.
Después de aquella movilización que los medios
oficiales trataron de invisibilizar, Jacquelín Farías, Ministra de Ambiente en
ese entonces, difundió los resultados de dicha investigación en un
contundente informe publicado en el 2005 que corroboraba la denuncia de indígenas
y ecologistas: La actividad minera de carbón en esa zona es altamente riesgosa
debido a la cercanía de los embalses y ríos que surten de agua a la ciudad de
Maracaibo y otros poblados, como también que acabaría con ese ecosistema. En el
2007 Chávez finalmente dijo: -entre el carbón y los bosques me quedo con los
bosques-. Y reiteró su conclusión en varias oportunidades.
En el 2012, Arias Cárdenas, gana la gobernación del
estado Zulia. En su plan de gobierno no aparecía la palabra carbón por ninguna
parte. Pero figuraban muchos proyectos de infraestructura que solo respondían a
una sola cosa, minería.
En el continente entero desde el año 2000 todos los
países suramericanos tienen en sus planes de gobierno una agenda para
desarrollar infraestructura de todo tipo: carreteras, autopistas, puertos,
megapuertos, aeropuertos, y comunicaciones. No son para nada casualidad. Todos
responden a un plan que en nombre de la integración pretende unificar todo el
continente con el más salvaje espíritu neoliberal. IIRSA (Integración de la
Infraestructura Regional Suramericana) es una cartera de proyectos, que
involucra 12 países integrados a manera de ejes y comunicados por medio de vías
terrestres e hidrovías con la finalidad de que la materia prima tenga salida a
los distintos puertos ubicados estratégicamente en el Pacífico, Atlántico y Mar
Caribe.
Venezuela pertenece a dos grandes ejes primordiales:
El Eje Andino y el eje Escudo Guayanés. No es tampoco casualidad que los planes
de gobierno de la revolución concuerden perfectamente con la cartera de
proyectos que IIRSA propone para los ejes a los que pertenece el país.
Luego del triunfo de Arias Cárdenas, en la
toma de posesión, el nuevo gobernador habló de lo que todos los zulianos temían,
el carbón. En el 2013, luego de la muerte de Hugo Chávez, se anunció desde la
Gobernación del Zulia la instalación de una carboeléctrica justificando esta
con un déficit de 1000 MV de energía en la región.
Para los ecologistas, los movimientos sociales y
pueblos originarios la carboeléctrica no vino a solucionar ningún déficit
energético. Es la carnada para desarrollar en el occidente del país todo lo que
IIRSA propone. Carlos Andrés Pérez lo llamaba el eje de desarrollo occidental.
Son proyectos neoliberales muy antiguos que debido a la resistencia no se han
podido llevar a cabo anteriormente pero el capitalismo es capaz de renovarse y
mostrar nuevas caras con el mismo fondo.
En la actualidad estos proyectos han sido renombrados
e incluyen: Megaminería de carbón en la Sierra de Perijá, Puerto América,
Puerto Bolívar, Puerto Hugo Chávez, vías ferroviarias, adecuar los puntos
fronterizos entre Venezuela y Colombia (con la finalidad de transportar el
carbón del sur de Colombia y poder embarcarlo en estos megapuertos con salida
al Mar Caribe y Atlántico). Los proyectos son los mismos, el imperialismo es el
mismo, los clientes sí han cambiado.
Sinohidro es la empresa chica
encargada de llevar a cabo la construcción e instalación de la dantesca
carboeléctrica. Ya antes la gigante china ha realizado otros proyectos en
Venezuela como las plantas termoeléctricas de El Palito y Cabrera. Según
Natalia Tobón, de la pagina web China-files, en su artículo “América Latina
encuentra en China a su banco de cabecera”, los préstamos que realiza China a
los países de la región suramericana “son cancelados con suministros de
materias primas como petróleo o cacao, o con la concesión de licencias de explotación
de recursos naturales.”
La resistencia por su parte ya ha
realizado muchas movilizaciones advirtiendo a la población sobre las
consecuencias que traería dicho proyecto, la pérdida de la fuentes de agua, la
contaminación de la zona, lluvias acidas en la región e incluso la denuncia de
como Venezuela hipócritamente seguiría aportando mas CO² a la atmósfera
contribuyendo directamente al calentamiento global a la par que sus discursos
se endurecen en las cumbres de cambio climático.
Jesse Chacón y Arias Cárdenas en varias
oportunidades han venido declarando que el tema de la minería de carbón y la
instalación de la carboeléctrica son asuntos que hay que sentarse a dialogar.
Sin embargo el debate público que exigen los ecologistas no parece llegar nunca
y por su parte han comenzado a autoconvocarse en asambleas para exponer y
difundir la propuesta de energías alternativas para el estado Zulia.
El 23 de marzo realizaron la 1ª asamblea popular
pública y autoconvocada. Actividad realizada en la Plaza Bolívar de Maracaibo
donde el gobernador y su cuñado, Secretario de Ambiente Víctor Padrón, así como
el presidente de Carbozulia, no asistieron a la convocatoria, quedando sus
sillas vacías en una plaza Bolívar que se dividía entre las personas vestidas
de rojo firmando contra el decreto de Obama y 120 asistentes a la exposición de
los ecologistas que analizaban el decreto 1.606 de Nicolás, que amenaza el
ecosistema que surte de agua los embalses que alimentan la ciudad.
Posteriormente el 8 de abril se realizó en Paraguaipoa,
principal pueblo wayúu de la Guajira venezolana, la segunda asamblea popular y
autoconvocada, donde asistieron aproximadamente unas 100 personas entre ellos
varios líderes wayuu y una anciana que años atrás en tiempos de los adecos
convocó a la histórica asamblea wayúu contra los mismos proyectos en aquella época.
La tercera asamblea en menos de un mes se realizó
el pasado 22 de abril, Día Mundial de la Tierra, en Caracas, frente al
Ministerio para el Poder Popular de la Energía Eléctrica y tenía como finalidad
precisar la posición del ministro Chacón en el tema de la carboeléctrica. El
ministerio propuso realizarla en su auditorio interno. El Ministro Chacón tampoco
asistió a la asamblea, en su lugar envió a varios directores de área que
concluyeron en su preferencia en la instalación de una termoeléctrica a base de
gas en vez de carbón para cubrir un déficit de casi 1000 mv en la región
zuliana y donde se dejó entrever la falta de presupuesto para el parque eólico.
Mientras tanto, en el Zulia, cuando se
escribe este artículo comenzaron los racionamientos eléctricos nuevamente. Y el
movimiento social se prepara para lograr un verdadero cambio en la visión de
gestionar las políticas públicas a través del poder desde abajo. El decreto
1.606 que se aprobó hace pocos meses no fue consultado con las comunidades
involucradas, y si bien la visión desarrollista neoliberal contempla que “allí
está ese carbón y hay que usarlo” los ecologistas responden que “allí también
están los ríos, los bosques, el agua, las comunidades autosustentables, la vida”
y apuestan por la organización popular para derrotar las intenciones fatídicas
de un gobierno claramente extractivista y muy alejado de lo que predica.
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