Simón Rodríguez
P.
Con justificada indignación,
organizaciones de defensa de los derechos de los pueblos indígenas y
ambientalistas están denunciando los planes de ampliación de la explotación del
carbón en la Sierra de Perijá impulsados por el gobierno de Maduro y por el gobernador
del Zulia, Arias Cárdenas. Sin embargo, genera confusión el hecho de que al
denunciar estos planes, algunos activistas pretendan apoyarse en el supuesto
legado del presidente Chávez, y peor aún en el Plan de la Patria. Dicho plan,
presentado por Chávez como programa para su reelección en 2012 y posteriormente
elevado al rango de ley por la Asamblea Nacional, prescribe muy claramente la
ampliación de la explotación del carbón, como uno de los objetivos enmarcados
en la consecución del estatus de “potencia energética mundial”.
Responsablemente debemos denunciar que
los decretos y medidas que impulsan Maduro y Arias Cárdenas son la
materialización de lo previsto explícitamente en el objetivo 3 del Plan de la
Patria, en el cual se establece la orientación de ampliar la explotación
carbonífera en Perijá con la participación de capitales privados en empresas
mixtas con hasta el 45% de las acciones (el Estado se reserva el 55%). Sin
importar que para ello se aplasten los derechos de los pueblos indígenas de
Perijá que vienen luchando contra ganaderos, militares y burócratas por el
reconocimiento de sus derechos territoriales; o que se comprometan las
principales fuentes de agua potables del estado Zulia.
Destacando las menciones de la
explotación carbonífera y de la Sierra de Perijá, así como la orientación de
constituir empresas mixtas, citamos el Plan de la Patria:
«Objetivo Nacional:
3.1. Consolidar el papel de Venezuela como Potencia Energética Mundial.
3.1.12.2. Diversificar la matriz de
energía primaria y adecuar el consumo energético a los mejores estándares de
eficiencia, incorporando coque, carbón
y otras energías alternativas.
3.1.15. Desarrollar el poderío económico
utilizando los recursos minerales.
3.1.15.1. Aumentar las reservas de
minerales a nivel nacional.
3.1.15.2. Ubicar los nuevos yacimientos
minerales en el Escudo de Guayana, Sistema Montañoso del Caribe, Cordillera de
los Andes y Sierra de Perijá, con la
prospección geológica y la utilización de nuevas tecnología de bajo impacto ambiental.
3.1.15.3. Duplicar las reservas
minerales de bauxita, hierro, coltán (niobio y tantalita), níquel, roca
fosfórica, feldespato y carbón con
la certificación de los yacimientos ubicados en el Escudo de Guayana,
Cordillera de los Andes, Sistema Montañoso del Caribe y la Sierra de Perijá.
3.1.15.9. Conformar empresas mixtas
para la explotación y procesamiento de bauxita, hierro, coltán (niobio y
tantalita), níquel, roca fosfórica, feldespato y carbón; en las cuales la República Bolivariana de Venezuela tenga
el control de sus decisiones y mantenga una participación mayor del 55 %.»
(Resaltado en negrillas nuestro. Fuente:
http://blog.chavez.org.ve/programa-patria-venezuela-2013-2019/venezuela-potencia/#.VPsW2HyG_D0)
Rompamos con la manipulación oficial y
denunciemos la estrategia gubernamental. Se trata de una política
contrarrevolucionaria que profundiza el rol de Venezuela en el capitalismo
mundial como proveedor de materias primas, y recrudece su condición
semicolonial al abrir más yacimientos minerales a la explotación por parte de
capitales transnacionales e imperialistas, tal como ya ocurre con el petróleo,
el gas y el oro. En el marco de estos planes se ha agravado la represión contra
los pueblos Yukpa, Barí y Wayúu que resisten a la Guardia Nacional Bolivariana
y el Ejército bolivariano en sus territorios, y que se oponen a la ampliación
de la explotación minera.
El decreto 1606, emitido por el
Ejecutivo el 10 de febrero de 2015, para la ampliación de la explotación del
carbón en 24 mil hectáreas, de hecho se apoya en referencias directas al Plan
de la Patria y al Proyecto Nacional Simón Bolívar. Sería un trágico error
plantear que el presidente Maduro ha sido engañado por su entorno para firmar
el nefasto decreto. O considerar que es una “desviación” respecto del legado de
Chávez. En realidad constituye la continuidad de una orientación sistemática de
negar los derechos de los pueblos indígenas, hasta con la persecución y el
asesinato por parte de los cuerpos militares enclavados en la región, y de
apoyarse en la explotación minera en alianza con transnacionales para amasar
una cuantiosa renta que sostiene el funcionamiento del Estado e infla las arcas
de la banca privada, el gran comercio importador y la vieja y nueva burguesía,
a través de las asignaciones de dólares a tasa preferencial y la adjudicación
de grandes contratos y concesiones. En el marco de la caída de los precios del
petróleo de este año, el gobierno está desesperado por obtener fuentes
adicionales de ingresos y por ello acelera la ampliación de la explotación
minera no tradicional, descargando el costo social y ambiental de estas
decisiones sobre los hombros de los más pobres y los más marginados de nuestra
sociedad, siguiendo la más brutal dinámica capitalista. Por todo ello, es
urgente que unamos esfuerzos en una amplia campaña contra el decreto 1066 y en
defensa de los derechos de los pueblos indígenas de la Sierra de Perijá.
[Tomado de http://web.laclase.info/content/el-plan-de-la-patria-y-la-explotacion-del-carbon-en-perija.]
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