Rafael Iribarren
-* Igual que cuando el 26S
La derrota política para el chavismo que
fue el 26S no fue un triunfo electoral de la oposición
Sin
la festiva rítmica del “uh ah Chávez sí se va”; pero con igual sugestivo
mediático; aunque en tonos formales moderados; la MUD, la oposición en general anuncia, lo que, según, será la elección
presidencial del próximo 7 de octubre. Según, será una inflexión de gran alcance histórico en todos
los sentidos; Chávez perderá ante la unidad y su programa de cambio que el país
supuestamente quiere y necesita; se elegirá un nuevo presidente votado y
apoyado por las fuerzas democráticas,
mayoritarias; y, sin que se precise ni cómo ni porqué, no podrá evitar entregar
el poder; lo entregará y se iniciará el “postchavismo”, la transición hacia la
reconstrucción del país desvastado durante los últimos 13 años.
Igual
se anunció cuando el 26S del 2010, en relación a la AN, la certeza, absoluta, de
que la oposición ganaría la mayoría y controlándola revertiría todo el sistema
de leyes y decretos etcéteras chavistas; reponiendo la vigencia y el verdadero
sentido de la
Constitución del 99. Entonces se anunció tal inflexión; a pesar del CNE y de su
reestruturación ad hoc de la regionalización y circuitalización electoral; a
pesar de todo; igual entonces como ahora a pesar de las nuevas tecnologías
de control de la identidad de los
votantes, se predice un “antes y después del 07O”.
Se
sabe lo qué sucedió. Efectivamente el 26S fue una nueva y la mas profunda derrota
política de Chávez; la evidencia de ser sociopolítica y hasta electoralmente
rechazado el chavismo por la inmensa mayoría del país; y, una derrota concreta
al no lograr ni siquiera la mayoría absoluta que pretendió y anunció en la AN, a pesar del clientelismo y
el ventajismo continuados; a pesar del fraude sistémico del CNE cada vez mas
perfeccionado.
El
importante y denso contenido sociopolítico del 26S; de evidenciarse
dramáticamente que el chavismo a pesar de su grotesca hegemonía fáctica y
mediática es una minoría, solo otra minoría, tanto o mas que la oposición; sin
embargo, no implicó nada nuevo desde el punto de vista, el de fondo, de la
estructura y la dinámica del poder en el país. Entonces nada cambió; de fondo;
salvo que en la AN,
aún bajo el control cómodo y suficiente del chavismo; que continúa manejándose
igual aunque con más muñequeo y menos
estridencias, ahora hay una representación de la oposición que no llega a condicionar,
sino en tal caso mas formal que realmente el proceso parlamentario, tan
mediocre y atenido como antes. Mientras, el poder siguió y sigue siendo
ejercido tan concentrada autoritaria y circunstanciadamente como antes del 26S;
que en nada constituyó el punto de inflexión que se pretendió.
.-* La misma historia los mismos actores
igual discurso
Chàvez
ya está cantando los resultados que el CNE legitimado por la oposición dará en
octubre del 2012
Pasado
un año desde el 26S (2010); y como durante los meses anteriores de la campaña
parlamentaria, hasta hoy, la oposición, ni ahora, su vocero unitario, la MUD, han explicado la omisión
casi absoluta sobre la obvia inconsistencia que entre la votación que se sumara
y la elección concreta de parlamentarios iba a significar, como significó, la
reestructuración chavista a la medida de los circuitos electorales; ni ha
explicado, ni siquiera justificado, la legitimación que tal omisión significo y sigue significando
de los resultados concretos; y sobre todo, la legitimación que ello ha
conllevado del CNE como árbitro electoral “confiable”. Sigue prevaleciendo,
como entonces en la oposición, la lógica pragmática de que mencionar la
perversión esencial del sistema electoral venezolano de entonces y actual, bajo
control absoluto e indisumuladamente a las órdenes de Chávez, era, y es, “desestimular
a los electores”, “promover la abstención”; es “la antipolítico”; que según,
sería una de las determinantes de la estrategia electoral chavista. Peor aún,
cuando triunfalísticamente se sostenía, que, según, a pesar de todo, se iba a
arrasar; que el chavismo no le quedaría opción sino aceptar la derrota; y se
tendría una nueva Asamblea Nacional.
Sobra
decir que hoy la historia se repite con básicamente los mismos actores y roles;
con el mismo pragmatismo justficatorio; o pretextual; con igual triunfalismo
inconsistente; irresponsable. Con la diferencia, peor que entonces, de que
ahora el chavismo y el CNE, su poder electoral, base fundamental de su legitimación
y continuidad políticoinstitucional; juegan mas duro; consolidando y
evidentemente blindando cada vez mas su control electoral, perfeccionando el
fraude multifactorial que viene realizando desde el 2004; de manera que los
resultados, concreta y particularmente los de la elección presidencial, que
produzca el CNE el 8 o el 9 de octubre
del 2012, sean los que ya Chávez y el chavismo están cantando..
.-* El peor
momento de Chávez; el mejor de la oposición
La oposición, como ya igual el chavismo son fenómenos
esencialmente mediáticos
Desde
la campaña para la elección parlamentaria, a la próxima presidencial de octubre
del 2012; y a las regionales y locales de diciembre siguiente y abril del 2013;
las condiciones en las que se encuentran Chávez y el chavismo son peores; e inercialmente
serán peores. Se ha dicho con toda razón que este es su peor momento; tanto que
a pesar de lo su que pretenden mostrar las encuestas, ni siquiera la enfermedad
lo logra salvar realmente. E igualmente por otra parte se ha dicho, pero solo con muy poca o relativa razón, que es el
mejor momento de la oposición por los avances unitarios que ha logrado; una
verdad bien parcial; tan parcial y relativa que notoriamente sigue siendo incapaz
de capitalizar ese deterioro inercial de Chávez y el chavismo.
Sin
entrar en enumeraciones, ya de casete, no se recuerda un régimen nacional que
haya llegado a estar tan sin piso ni soporte, tan movido, como éste de Chávez;
que sólo se mantiene colgado del terco balanceo hacia arriba de los 100$ el barril
de petróleo y la repartidera clientelar que ello le permite mantener. Agotado
Chávez ideológica política y físicamente; ya sin ni siquiera amagos
político-organizativos de un Psuv desecho y un Polo Patriótico inexistente,
inviable; ni siquiera como el “Gran Polo Patriótico” como ahora se llama ; un
aparato gubernamental sin capacidad siquiera de aparecer intentando ir mas allá
de responder cada vez a las crisis de
todo tipo que en secuencia diaria vive el país; agitación y protestas momento a
momento y día a día en todas partes y en todos los sectores; desplome
permanente de la infraestructura, agotamiento de las redes básicas estructurantes
del funcionamiento de la vida nacional, parálisis creciente del aparato
productivo, inflación imparable; etcéteras; aislamiento internacional
empastelamiento diplomático; en fin; un régimen postrado ya sin perspectiva ni
impulso retóricos para siquiera aparecer como saliendo de la postración. Ciertamente; el peor momento
de Chávez y su régimen; se diría que, es el peor momento que régimen alguno
haya vivido en nuestra historia política.
Por
su parte, la oposición, como tal, ciertamente está en su mejor momento desde
1998; pero solo, realmente en su mejor momento mediático; presentándose como una
alternativa electoral, solo circunstancialmente electoral; para nada de
contrapeso al chavismo; ni como alternativa real ni siquiera de gobierno; en la
medida de que sus consensos, realmente cupulares abren la posibilidad de
unificar la votación de buena parte del antichavismo del rechazo ya
mayoritario, abrumadoramente mayoritario a Chávez y su chavismo; pero nada mas
allá..
.-* Cae el chavismo; pero la oposición no
sube
La
mitad de los venezolanos rechaza igual al chavismo que a la oposición
puntofijista
La
realidad es que el antichavismo y/o el rechazo
al chavismo hoy por hoy nacionales, mayoritarios, no se equivalen ni se
identifican con la oposición; con la oposición concreta existente de la que su
mas importante y exitosa representación, es la MUD; que aparte el caso específico regional de
UNETE, no tiene nada o casi que ver con el país con la gente con sus realidades actuales y sus dinámicas
sociopolíticas. Y no es, como se pretende, que ”todavía” no está conectada con
los sectores mayoritarios populares, que “falta ganárselos” etcétera. Es que no
tiene que ver ni siquiera, ni siquiera es asumida por ellos, con los sectores sociales medios de los que sus activistas salen y a los que están
vivencialmente vinculados. Pues, aunque ya del chavismo puede decirse los
mismo; la oposición no pasando de ser una hechura absolutamente mediática; en
concreto, ni es una alternativa real a aquel a pesar de su postración actual;
ni es vista por el país sino y en tal caso, solo como un recurso electoral.
Sin
entrar en referencias pomenorizadas acerca de los números electorales para sustentar
lo anterior; el que oposición no equivale a rechazo a Chávez; que no
“capitaliza” su descenso inercial ni el del chavismo; el de éste mas marcado y
acelerado que el de aquel; vale referir solo que la relación 5/3 votantes o 3/2 que hubo hasta el 2006 entre Chavez y el
chavismo y la oposición; del 2007 al 2009 se ya es de 1/1; o sea,
electoralmente las votaciones de ambos se han acercado y en casos se ubican en el “empate técnico”; hoy por hoy ni
siquiera con el fraude, la votación chavista supera importantemente a la de la
oposición. Esto es cierto; hasta el punto de que es notorio que
político-electoralmente los venezolanos conformamos tres minorías, el chavismo
la oposición y el ni-nismo. Dándose un elemento decisivo, el equiparamiento o
el igualamiento electoral entre aquellos
no se da por transferencia de votos de uno a otro; sino por el descenso
sostenido del chavismo mientras la oposición se ha mantenido, concretamente en
términos absolutos, prácticamente la misma en los últimos cinco años.
Evidentemente ello indica que es por el deterioro del chavismo, la pérdida de
apoyo, que ha cambiado la correlación
electoral; y no, o muy poco, por el crecimiento del apoyo a la oposición;
significa que el deterioro del chavismo, en tal caso suma al ni-nismo.
Caracas
octubre 201
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