Periódico Rojo y Negro (Madrid)
* Editorial de la edición de noviembre de 2020.
En este año 2020, hemos constatado que el COVID-19 mata mientras que las mujeres llevamos años y años sufriendo que el virus del machismo nos asesina. Y este 25 de Noviembre, Día Internacional contra las Violencias Machistas, volvemos a preguntar y exigir ¿para cuándo una vacuna contra este virus asesino?
Lamentablemente la pandemia por el COVID-19 ha transformado nuestra vida, ha provocado una enorme crisis sanitaria, millones de contagios y más de un millón de muertes en todo el mundo.
También ha afectado directamente a la economía significando la pérdida de millones de puestos de trabajo y un incremento generalizado de la pobreza y precariedad entre las clases más populares y la juventud.
En definitiva, este virus COVID-19 ha mostrado que tiene un fuerte componente de clase al afectar principalmente a las y los trabajadores, a las personas excluidas socialmente y también un fuerte componente de género ya que son las mujeres uno de los sectores sociales que más sufren sus consecuencias, ya sea perdiendo el puesto de trabajo, volviendo a ser recluidas en las casas y/o obligadas a convivir con sus maltratadores y asesinos.
En cualquier caso, la sociedad se ha movilizado en su conjunto, adoptando medidas para paliar los efectos de la pandemia y desplegando todo un proceso de investigación a nivel mundial, puesto en marcha para buscar el mejor tratamiento sanitario y desarrollar una ansiada vacuna que libere de esta enfermedad. También se están diseñando y aplicando políticas sociales, en determinadas áreas geográficas, para paliar esos efectos económicos.
Y todo esto se ha producido a escala mundial y en los escasos (aunque emotivamente largos) meses de este 2020.
Sin embargo, el terrorismo machista, el virus de las violencias machistas que agrede a millones y millones de mujeres en todo el mundo, un virus que no solo mata sino que asesina, sigue campando a sus anchas con la más absoluta impunidad.
Recordemos que en lo que va de año son 79 las mujeres que han sido asesinadas [en España]; que 3 hijos y 3 hijas han sido también asesinadas y que desde el año 2010, en nuestro país son un total de 1.097 mujeres, incluidos hijos e hijas, las que ya no están con nosotras. Recordemos también, que los asesinatos, siendo lo más dramático, solamente representan la punta del iceberg de lo que supone la lacra de las violencias machistas.
Las mujeres sufrimos un machismo como expresión aterradora de un sistema patriarcal que se nutre y fortalece con el sistema capitalista en el que la mujer ocupa un papel secundario, con trabajos muy precarios, con una enorme brecha salarial, asignándosele el papel de mero objeto sexual...
El machismo lleva siglos conviviendo y siendo consentido entre nosotras y nosotros. Como sociedad no hay un acuerdo unánime sobre su condena y repudio; no se comparte la necesidad de encontrar una vacuna contra el machismo y su versión más terrorista; no se establecen planes para prevenirnos del mismo; no se investiga para encontrar el medicamento y la vacuna que erradique este virus.
Y realmente debería ser más fácil de erradicar que el virus COVID-19 porque, entre otras cosas, el virus del machismo no lo ha creado la naturaleza sino que es fruto de nuestra cultura, de los valores y tradiciones ancestrales, de los intereses económicos de esta demagógica, farsante y capitalista sociedad.
Demos un paso al frente y tomemos como ejemplo la lucha a nivel mundial por conseguir erradicar el COVID-19. Aprendamos también de los errores que se están cometiendo en este impulso mundial, como están siendo las disputas vergonzantes que mantienen las organizaciones políticas partidarias, de la locura que suponen las teorías negacionistas y su impacto terrible en las mentiras mediáticas y en las redes sociales.
Las mujeres, en complicidad con los hombres que aspiren al humanismo integral que postulaba Lucía Sánchez Saornil y el movimiento anarquista Mujeres Libres, busquemos la complicidad en la educación, en la formación, en la visibilidad pública de las mujeres, en la denuncia sistemática de cualquier tipo de violencia, física, psíquica, cultural, laboral, económica... que discrimine y excluya a la mujer.
Nadie podrá negar que el machismo existe, que el terrorismo machista existe. Las secuelas son evidentes, ahí están los datos. Si existe hay que acabar con él.
En pleno confinamiento, estado de alarma, toque de queda, las mujeres hemos tenido que convivir con nuestros maltratadores, hemos sufrido en primera persona la violencia de los despidos como recoge la última Encuesta de Población Activa y seguimos estando a su merced, sometidas a su dictadura irracional y animal.
Pero las mujeres seguimos aquí, con la frente muy alta, con absoluta dignidad, denunciando lo que nos está pasando por el mero hecho de ser mujeres, haciéndonos visibles no solo el 25 de Noviembre sino todos y cada uno de los días del año en todos y cada uno de los planos de la vida.
Y no nos valen las buenas palabras ni las promesas. No nos sirve nada más que la lucha contra esta pandemia del machismo. Es hora de elegir de qué bando estás. Quienes sufrimos la pandemia machista somos las mujeres, por eso somos las primeras en compadecer y denunciar lo que nos pasa y tendemos la mano al resto de la sociedad para que se una, lo mismo que contra el COVID-19, en nuestra lucha contra el virus machista.
Del virus machista sabemos mucho, lo hemos estudiado a lo largo de siglos, hemos visto cómo son sus mutaciones, las mil caras con las que se presenta, de tal manera que ya no nos puede sorprender. Aislemos a sus portadores para que dejen de asesinar, confinémoslos para que no sigan contagiando. Las mujeres somos rastreadoras expertas en su detección.
Librémonos de esta lacra de una vez, erradiquemos las violencias machistas y construyamos una sociedad para la igualdad y la felicidad.
EN NINGÚN ESPACIO DE LA VIDA,
BASTA DE VIOLENCIAS MACHISTAS
[Publicado originalmente en el periódico Rojo y Negro # 350. Madrid, noviembre 2020. Número completo accesible en http://rojoynegro.info/sites/default/files/rojoynegro%20350%20noviembre.pdf.]
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