Consejo Federal FORA
Se fue. No como hubiésemos querido, mediante
una revuelta popular que pusiera fin a sus atropellos, o que de mínima pidiera
su renuncia y la de todo su gobierno. Pero no. Duró e hizo todo el mal que pudo
al pueblo trabajador hasta cumplir su mandato y dejó un desastre que no sabemos
cuánto podrá revertirse… o cuánto es lo que se querrá revertir. Aun así, para
alegría de muchos, ya no está más.
Repasaremos la “pesada herencia” macrista, el
balance necesario. Desempleo, 10,6% (promedio nacional), pobreza, 37%, 53% de
niños bajo la línea de pobreza, 1 millón más de nuevos indigentes, el salario mínimo
medido en dólares, fue bajado de US$ 580 a US$ 280, más de 180 mil puestos de
trabajo perdidos, precarización y trabajo “en negro” (40%) en franco
crecimiento, una deuda con el FMI de 57 mil millones de dólares que junto con
la deuda emitida en tan sólo 4 años, ya compromete al 91% del PBI (US$ 276 mil millones
en total), incluida la contraída a 100 años, en la que el ministro que la emitió
es uno de los grandes beneficiarios. Ni que hablar del enriquecimiento que
tuvieron los empresarios amigos y los integrantes del gobierno mismo con la
emisión de bonos que los mismos funcionarios compraban.
La timba financiera llevada a cabo en estos años
no tiene comparación en la historia. Una transferencia fenomenal de riqueza
hacia las multinacionales, sobre todo las de energía, las cuales tuvieron ganancias
siderales a lo largo de estos cuatro años, y que seguirán ganando, ya que las
tarifas no serán retrotraídas.
Por otro lado, la represión a la protesta social
y el gatillo fácil estuvo a la orden del día, desde el Comando Unificado hasta
la doctrina Chocobar, murieron a manos de las fuerzas represivas del Estado
unas 1833 personas, según cifras del informe de CORREPI. La desaparición
forzada y asesinato de Santiago Maldonado, el asesinato de Rafael Nawel y de
tantos otros anónimos y la ley antipiquete están inscritos en este negro legajo
represivo y asesino con el que gobernaron durante cuatro años y con el que
intentaron mantener a raya a la protesta social.
Finalmente, en las elecciones se le dio la
espalda ante tan desastroso gobierno (aunque quizás, lo más justo es decir que
fue exitoso, ya que lo que hicieron durante todos estos años fue enriquecerse y
favorecer a las grandes multinacionales) y colocó al mando del estado a quienes
durante el gobierno de Cambiemos aseguró la gobernabilidad que posibilitó a
Cambiemos hacer lo que hicieron: el peronismo.
Ahora comenzó otra etapa, el de surfear con
las consecuencias, y el del “todo vale”. Estos meses que pasaron, fueron un ir
y venir de parte del anterior gobierno nacional ante la derrota contundente que
tuvo en las elecciones. Quien ganó, Alberto Fernández, se la pasó hablando de
poner al país de pie, y en su discurso inaugural, habló de igualdad, de
derechos, de cuidados del ambiente y de trabajadores que se recuperarán, aunque
la única promesa que viene cumpliendo de forma contundente en este primer mes
de gobierno, es el pago de la deuda ilegítima que nos dejaron y el impulso al
extractivismo minero y petrolero, junto con el ajuste no prometido pero sí obvio
debido a la situación económica.
El eje central de este nuevo gobierno, (dicho
una y otra vez en campaña, así que no se puede decir que no avisó) será el pago
de la deuda externa. Para esto se sirvió en sus primeros días de diversas políticas
que enumeraremos. Como primera medida, mediante la ley de emergencia y
solidaridad, se congelaron los aumentos jubilatorios para aquellos que no cobren
la mínima por el término de 6 meses, impidiendo que los trabajadores retirados por
primera recuperen algo de lo perdido en estos años con la funesta reforma
impuesta a tiros, gases y palos por el macrismo, sus aliados directos e
indirectos en 2017, y se dio al poder ejecutivo facultad para manejar los
aumentos a voluntad. Para mitigar esto, dieron dos bonos de $ 5000 que no son más
que una “ayudita” y que en nada solucionan elproblema de estos trabajares y
trabajadoras.
Acto seguido, echaron mano a los fondos de la
ANSES para pagar vencimientos de deuda. Así nomás, en medio de la algarabía de
muchos por el f n del gobierno Macri. Luego, profundizaron el modelo
extractivista que se mantiene incólume desde hace más de 20 años, y que desde
2003 es el camino elegido por los distintos gobiernos para alguna entrada de
divisas. Tampoco esto se puede decir que no lo avisó en campaña.
Tanto el agronegocio, la megaminería y el fracking
son las actividades impuestas hacia estas regiones por la división
internacional del trabajo capitalista, somos una cantera gigante de minerales y
petróleo, y un territorio enorme y enormemente despoblado fértil para el
negocio del agro contaminante. Aunque hasta el momento está teniendo mucha resistencia
de parte del pueblo que adquiere cada vez más conciencia y determinación en la
defensa de los bienes comunes y de la posibilidad de una vida digna. Tanto
Mendoza como Chubut son algunas zonas claves para el negocio minero y son
territorios reacios a aceptar la contaminación y destrucción en nombre de una
necesidad artificial creada por los mismos estafadores y capitalistas de
siempre. A pesar de sus reuniones con empresarios y de anunciar públicamente que
habían conseguido la aprobación de leyes favorables a la depredación de las
megamineras, y de la rebaja a las retenciones a mineras y petroleras; el pueblo
de Mendoza y Chubut fi rmemente se oponen a sus planes, a pesar de la extorsión
de la que son víctimas por la defensa del agua.
El impedimento de la modificación de la 7722
en Mendoza y de la 5001 en Chubut, son claras muestras de la capacidad que
tenemos como pueblo trabajador de hacernos valer y no dejarnos atropellar por
estas ratas. Ejemplo que está dando impulso a otras zonas donde la lucha está en
otro estadío pero que no deja de avanzar.
Finalmente, la tercera medida a adoptar, es el
ajuste a trabajadoras y trabajadores activos,mediante la paralización, de una
manera informal, de las paritarias que se vienen. Están probando cuánto vamos a
aguantar aumentos por decreto negociados con las patronales y las burocracias
sindicales. ¿Pondrán trabas a las paritarias? ¿Impulsarán reformas laborales a
nivel general en los convenios, algo que el macrismo no pudo hacer de la manera
que hubiese querido? Todo está por verse, aunque nos están dando varios botones
de muestra de lo que se viene y que muchos sabíamos que iba a suceder.
En estos primeros meses de gobierno, lo único
seguro que vemos es que el endeudamiento y el modelo extractivo y de
agronegocio son política de estado. Están íntimamente ligados y uno lleva al otro,
para pagar la deuda ilegítima que nos dejaron, debemos resignar nuestra salud y
nuestros bienes comunes y a la vez, la megaminería, el fracking y el
agronegocio son vendidas como las únicas opciones para conservar nuestros
trabajos, ya de por sí cada vez más precarios, y la posibilidad de transitar lo
mejor que se pueda esta vida.
No podemos dejar que un desfalco tan bien
organizado como lo fue el descomunal endeudamiento nos obligue a perder el agua
y el territorio, así como tampoco dejar que nuestras condiciones de vida y
trabajo empeoren cada vez más. Macri se fue, pero los problemas siguen
presentes, la lucha y aprendizaje que se fue desarrollando en estos años de
resistencia también están presentes y deben profundizarse más y más, a fi n de
dar mediante la organización del pueblo un cambio social que permita la vida
digna de las personas sin estar sometidas a las arbitrariedades y ambiciones de
un grupo saqueadores que no respetan en lo más mínimo la vida y el ambiente.
[Publicado
originalmente en el periódico Organización
Obrera # 81, Buenos Aires, enero-febrero 2020. Número completo accesible en
https://mega.nz/#!clYViQYL!ZBnMGvnBguOxohx_yfdg04CYvRxgzFCVBuIuIEEjuHU.]
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