I.- Guerra de clases
Patricio Ruedas
A quien
lee: Sabemos bien que leer un título tan fuerte como el que elegimos a veces
puede causar confusiones, asombro e, incluso en algunxs, terror. Pero nosotrxs
¿por qué elegimos un título así? entre lo simple y lo complejo la respuesta
tiene que ver con el lado de la vereda desde el cual nos posicionamos.
A través de la historia moderna
el concep to de clase se ha visto tan maniatado, minimizándolo a solo una
cuestión económica, lo cual creemos abiertamente que es erróneo y fuera de la
realidad. Para nosotrxs desde la opresión sólo existen dos clases, la clase
oprimida, que es donde nos posicionamos, y la clase opresora, quienes son los
que toman las decisiones de manejo del capital, manejo de la política
parlamentaria, hasta el manejo de nuestras propias vidas. Hay quienes dicen que
la guerra de clases es algo añejo, que eso ya no existe, a lo cual no sabemos
en qué realidad viven quienes hacen esas aclaraciones, pues para nosotros tanto
ayer como hoy la guerra de clases es algo que nunca ha cesado. Puede que en lo
material no se vea una guerra tangible ya que en la mayoría del mundo la clase
oprimida no tiene una capacidad de respuesta material en contra de quienes
están ejerciendo el poder, pero desde el poder sí replican una implacable
guerra para lxs que estamos por construir un mundo nuevo y alejado de toda
lógica de su sistema capitalista, tanto en la práctica individual como en lo
colectivo.
Podemos ver la guerra plasmada en
la represión efectuada hacia los movimientos en resistencia, vemos la guerra
plasmada en la desigualdad social, vemos la guerra plasmada en el desplante de
la represión a la cual se le ha dado rienda suelta en estos últimos tiempos de
revuelta en distintos lugares del mundo. Hoy podemos presenciar cómo poco a
poco nos adentramos en una crisis del sistema actual, tanto en lo político
parlamentario, reflejado en la abstención y los problemas de confianza hacia
los partidos que cruzan en el poder tanto desde la socialdemocracia, la
izquierda centralista hasta la derecha más autoritaria, como así también en lo
económico con las exigencias del pueblo que se contrarrestan evidentemente con
el modo de producción y consumo al que nos ha arrastrado el sistema, convirtiendo
necesidades vitales en negocios.
Así, para finalizar con la
explicación y a modo editorial es que desde nuestras posibilidades como
oprimidxs creemos que es necesario tomar posición en la guerra que se está
dando y darle resistencia desde la organización, la acción y la propaganda que
se ve plasmada en este periódico el cual llega a tus manos, esperamos que con
la creación de este nuevo órgano de difusión se pueda llegar a propagar la
palabra y acontecimientos que el monopolio de medios de comunicación no
difunden por el hecho de no ser apropiados a los intereses de sus dueños.
Alentamos la organización y creación de la prensa anarquista, es hora de
plasmar nuestras ideas para empezar a construir un movimiento sólido con la capacidad
de articulación necesaria para que más pronto que tarde seamos capaces de dar
una respuesta tanto a nuestras necesidades como también a nuestros objetivos.
En este primer número dejamos
varios artículos los cuales relatan situaciones de lucha en diversos sectores
del mundo, demostrando así los distintos focos de lucha que se dan desde la
clase oprimida en diversos territorios, como también en diversas realidades.
Para finalizar dedicamos este primer número
a todxs quienes creen en la lucha constante contra el actual sistema de dominación,
a todx aquel que carga con el dolor que significa vivir bajo la dominación y
aun así decide seguir plantando cara, a quienes se fueron esperando un mundo
mejor, a lxs caídos en la revuelta de octubre, a quienes hoy no pueden ver la
luz.
¡Por la consolidación del
movimiento anarquista, por la dignidad de los pueblos, por la
difusión de la idea, por la anarquía!
Amedeo Sabaté
“El Anarquismo no se abandona sin abandonar la propia alma. Del
mismo modo que el suicida no está cansado de la vida, sino de sí mismo, así el
compañero disgustado es un luchador cansado. Compañeros apartados, todavía hay
fuego encendido en nuestra casa (...) La hora es oscura. Pero es nuestra hora.
Para nosotros la virtud y el orgullo de saberla aferrar. Si vencemos la noche,
podremos hacer nuestra la aurora’’.
Camillo Berneri
No pretendo entregar en el
presente un nuevo saber desde lo alto de una palestra, ya sea una primitiva o
una intervenida por el humano, pues ambas son cosa que no magnificaría en un
altar. No me quiero respaldar bajo ninguna ciencia exacta, hablo desde mi
experiencia y posicionamiento como individuo, enriquecida por los pormenores y
atascos del devenir en la metrópolis. No soy más que una voz intermitente y
parpadeante que se refleja en actos articulados desde mí y ocasionalmente,
pero siempre en consenso, con demás parias y relegados, que dan lugar a
bibliotecas, banderas, lienzos, panfletos varios, proyectos en su diversidad
que han seguido el rastro desde ya hace seis años.
Entro en colisión permanente con
el mundo, pues las vivencias, desde que soy consciente, son los datos
adquiridos por el ejercicio de ser precisamente lo que soy. Abogo y me
desenvuelvo desde el cómo veo y el asimilo el medio, la potencia del cambio y
lo efectivo de la labor. No soy más que un lumpen, un resto marginal dentro de
los otros restos, con algo de formación que opera en un tablero complejo, con
objetivos varios; más que un triunfo al que ascender, lo que algunxs mesianicxs
llaman y aclaman para denostar a lxs demás, encegueciéndose ante lo que puede
ser el inmediatismo de vivir la anarquía por fuera de lo romántico de la
revuelta, algo ya problematizado por la pluma, la máquina o el teclado de compañerxs
que me precedieron. Escribo desde un lugar llamado Santiago, con una disposición
fraterna a lxs camaradas que libran la contienda que se disputa desde ser
anarquista en lo contemporáneo con sus contradicciones, diferencias y
divergencias entre sí.
Me es grato contarles que el
anarquismo se está reencontrando, Me es grato decirles que se ha subestimado
lo que podemos y estamos haciendo. Me he topado con críticas muy lucidas, de
que el anarquismo ha sido en ocasiones sectario, como también ha abogado
livianamente por la organización amplia con demás sujetos de manera orgánica;
desde donde han existido derivas hacia un reformismo digno de escupirle en el
rostro y largarse a casa. No me encuentro denostando ni la articulación en
afinidad, como tampoco las proyecciones de lucha orgánicas, tanto en
organizaciones numerosas, como grupos que quizás abogan al tensionamiento
social (no piensen que hablo del despotismo del entrismo insurreccionalista, al
que me refiero de forma vulgar, dado que se aboga a tensionar a través de la
violencia a movimientos del cual vagamente son participes, tampoco entraría a
la discusión con compañerxs que intentan en realidad cambiar esto, quienes
comparten la misma calle, o tal vez no).
Necesitamos de la afinidad para
muchos proyectos, desde ahí partimos a la articulación según nuestros
intereses. Hablo de nosotrxs, hablo de individualidades, no somos parte de
ningún hilo de la historia en este territorio como anarquistas, ya que desde
antes del golpe militar las organizaciones y propuestas desde este color se
fueron difuminando, no estamos bajo el régimen de ninguna directriz, no creo
únicamente en la afinidad, ni tampoco en la organización numerosa y social.
Somos anarquistas moviéndonos en el entramado y somos cuchillos andantes,
participando de la lucha como también pétalos de flores, posándonos
tiernamente sobre los hombros de quienes tengamos la felicidad de llamar
camaradas, mas allá de abogar a una estética única de un anarquismo. No se
sorprendan o intenten rastrear mi error, de que intento ser el equilibrio de
fuerzas e intenciones puestas en escena, no soy ni me considero ningún avatar
reuniendo las mejores cualidades, he aprendido y confiado en mis negaciones y
afirmaciones. Soy, según quien tiendo y afirmo ser, no de la distancia que tome
de lxs demas (o sí), no aspiro a ser la luz que responde todo, ni la misma
piedra que pueda arrojar cada posicionamiento. Basta de buscar la paz falsa
entre lxs anarquistas o quienes se atreven a llamarse a si mismxs como tal, que
cada unx haga lo que quiera hacer y vea como surten sus efectos en el medio,
las críticas son críticas y enfrascarse en rencillas de ego bastante daño han
hecho a lo largo del tiempo -que por lo demás no espera a nadie, las revueltas
tampoco, hay que estar organizados-.
Este es un llamamiento
anarquista, donde llamo a que nos encontremos y vivamos cada día como lo
importante que nos podría significar. Donde llamo, no empujo a nadie a
seguirme, sino a poder afirmar que seguimos ardiendo y viéndonos las caras.
Pasemos a ser el terror de quienes sustentan el colapso del planeta, pero no de
manera efímera sino sustentada en poner en jaque a quienes nos oprimen de
manera concreta y prolongada. Se nos vienen eventos inesperados, se nos
avecina el colapso, tejamos redes y que el asesinato de la humanidad, de
nuestrxs compañerxs, de lxs animales no quede sin la presencia firme de quienes
decimos ¡NO!. A todxs quienes encontré y perdí en el camino, a quienes se
perdieron, a ti que puedes estar leyendo esto, a lxs compañerxs defraudadxs,
sigamos riendo y alegren el corazón con la dicha de quienes seguimos luchando,
hoy como ayer
.
Las asambleas se ponen en movimiento, por las urbes posibles, los
grupos se articulan y las caras se encuentran, se conocen y se repiten. Las
mismas caras dispuestas a abandonar el letargo del anarquismo somnoliento y
anestesiado, que se encuentra entumecido por el duro golpe encestado por un
movimiento que devino aleccionador. Los años pasan, los días y minutos
transcurren y veo en mi espalda la misma mochila cargada con fracasos y caídas,
al fin me he encontrado con un lugar donde poder vaciarla, donde estos fracasos
descansen en esa memoria que me hace aprender, donde entender que los golpes
recibidos son las balas cargadas para el porvenir.
“Aquellos que reclaman lo posible, jamás logran nada. Pero
aquellos que reclaman lo imposible, al menos logran lo posible”.
Mijail Bakunin
[Textos tomados del periódico Guerra
de Clases # 1, Santiago de Chile, noviembre 2019. Número completo accesible
en http://www.mediafire.com/file/7d18y7dlgr335bs/Guerra_de_Clases_-_Peri%25C3%25B3dico_Asamblea_Libertaria_Santiago.pdf/file.]
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