Humberto Decarli
En los últimos días, desde el río Grande hasta la Patagonia, ha ocurrido un estremecimiento en diferentes pasocialíses producto de la situación de minusvalía, en todos los órdenes, de las grandes mayorías preteridas por los modelos de dominación. Ecuador, Bolivia y Chile son las expresiones más diáfanas de esta efervescencia como antes, en años inmediatamente anteriores, lo fue Venezuela y Nicaragua. La gente acude a las calles para manifestar su ira por las condiciones de vida paupérrimas.
Es una demostración del atraso de la región en su lucha contra la pobreza y la desigualdad y por la institucionalidad democrática. Las circunstancias sociales son terribles y no se avanza más allá de eventos comiciales, muchos de ellos cuestionados, en el plano de profundidad democrática. Hace algunos años un estudio del PNUD apuntaba a considerar a nuestros países como regímenes electorales porque su visión de democracia se limitaba a los actos comiciales. Aparte, la zona se orienta hacia el extractivismo y la producción de materias primas, lejos de la industrialización. Es una coyuntura delatadora de la difícil condición a la cual ha sido llevada por los factores mundiales de poder en connivencia con las élites locales.
En los últimos días, desde el río Grande hasta la Patagonia, ha ocurrido un estremecimiento en diferentes pasocialíses producto de la situación de minusvalía, en todos los órdenes, de las grandes mayorías preteridas por los modelos de dominación. Ecuador, Bolivia y Chile son las expresiones más diáfanas de esta efervescencia como antes, en años inmediatamente anteriores, lo fue Venezuela y Nicaragua. La gente acude a las calles para manifestar su ira por las condiciones de vida paupérrimas.
Es una demostración del atraso de la región en su lucha contra la pobreza y la desigualdad y por la institucionalidad democrática. Las circunstancias sociales son terribles y no se avanza más allá de eventos comiciales, muchos de ellos cuestionados, en el plano de profundidad democrática. Hace algunos años un estudio del PNUD apuntaba a considerar a nuestros países como regímenes electorales porque su visión de democracia se limitaba a los actos comiciales. Aparte, la zona se orienta hacia el extractivismo y la producción de materias primas, lejos de la industrialización. Es una coyuntura delatadora de la difícil condición a la cual ha sido llevada por los factores mundiales de poder en connivencia con las élites locales.
Lenin Moreno pacta con el FMI sin consultar al pueblo
El presidente ecuatoriano llegó a acuerdos con los organismos multilaterales de una manera inconsulta. Luego, cuando aplicó el aumento del combustible después de recibir recursos financieros, encontró resistencia del movimiento social. La Confederación de Pueblos Indígenas, poderosa organización de los aborígenes, tomó la calle y Quito se transformó en una ciudad paralizada y altamente reprimida, lo cual obligó a Moreno a trasladarse a Guayaquil. Como la capacidad de respuesta social fue tajante, el jefe del Estado de Ecuador rectificó y derogó las medidas que incrementaban la gasolina. Aparentemente apagó las movilizaciones por el avenimiento. No puede ser legítimo un gobierno que administra al país de espaldas a los derechos de la gente aunque es bueno aceptar la capacidad de negociación porque de haber estado allí Ortega o Maduro la masacre hubiese sido la respuesta definitiva.
Evo Morales pretende eternizarse en Bolivia
El líder cocalero perdió el referéndum donde aspiraba a la reelección indefinida pero una artera sentencia del tribunal supremo, burlando palmariamente la voluntad del pueblo, le permitió presentarse nuevamente como candidato en una arrogante postura rompiendo la más elemental institucionalidad. Las elecciones se efectuaron y escrutado más del ochenta y cinco por ciento de los sufragios los resultados presagiaban la necesidad del balotaje porque Morales no llegaba a la mayoría absoluta ni tenía un diez por ciento de diferencia sobre Carlos Mesa, el candidato opositor, no cumpliendo con las condiciones establecidas para ganar en la primera vuelta. No obstante, como es de todos conocidos, el tribunal electoral suspendió el conteo sin explicación alguna y luego de varias horas proclamó a Evo como presidente ganador de la ronda inicial sin necesidad de acudir a la segunda. El vicepresidente de ese órgano jurisdiccional denunció la maniobra y renunció a su cargo. Evidentemente hubo un ostensible fraude electoral para impedir concurrir a una nueva elección porque esa segunda oportunidad la consideraban perdida. De esa manera evadieron la expresión consignada por la gente en las mesas de votación. Ha habido violencia en las calles muy intensas pero van a permitir una revisión de la OEA. Quedaría por verse las conclusiones de esa supervisión para impedir la reelección.
Es la continuación de un proyecto totalitario mediante el cual se adueñan del poder en forma absoluta y solo saldrían por actos de fuerza. Cuba fue el paso inicial porque los barbudos ganaron una guerra y además, como lo cree Vargas Llosa en su última novela, el derrocamiento de Jacobo Arbens en Guatemala fue el esquema que empujó a Castro hacia los brazos soviéticos. Las demás experiencias han nacido por la vía electoral como Venezuela, Ecuador, Bolivía, Argentina, Brasil, Uruguay y Nicaragua posterior a la reconquista presidencial porparte de Daniel Ortega. Bolivia se inscribe en esta dirección para mantener una liga de naciones caracterizadas por la concentración de poder, eternización del mandato, la militarización de la sociedad, el ejercicio cotidiano del autoritarismo, el armamentismo, el caudillo presidencial y la paz social lograda a punta de represión.
El derrumbe del mito chileno
Chile, posterior al derrocamiento del presidente constitucional electo Salvador Allende en el marco de la guerra fría, entró en un caos económico por aproximadamente un lustro y los gobernantes militares apelaron a los economistas de la Escuela de Chicago, encabezados por el premio Nobel Milton Friedman, quienes promovieron un programa económico basado en el libre mercado y en la diversificación de la economía. Se expandieron hacia el sector alimenticio y el vinícola para rescatar la situación difícil por la cual atravesaba el país austral. Ciertamente alcanzaron a equilibrar la producción de bienes y servicios y hubo un crecimiento macroeconómico. No obstante, a tantos años del 11 de septiembre de 1973 cuando la asonada castrense, se han precisado algunos datos que demuestran ciertas fisuras en ese paraíso bien perdido. Para comenzar no se invirtió en las industrias del futuro y todavía Chile depende del cobre, una materia prima, como lo desean los factores mundiales de poder.
El problema además, es la persistencia de un Estado diseñado por el pinochetismo donde las fuerzas armadas tienen un rol preponderante dentro de la vida nacional, la educación es altamente privatizada, los sueldos son limitados, la jornada de trabajo es de 45 horas semanales y predomina una atmósfera castrense en todos los intersticios del país. Ya durante la primera presidencia de Michelle Bachelet se produjo la gran rebelión estudiantil contra la privatización mantenida por el gobierno socialista que actuaba como si desconociera esa condición negadora del derecho al acceso al conocimiento. Como dato curioso, los médicos venezolanos han sido empleados en Chile porque tienen postgrados, inaccesible para los médicos autóctonos por su enorme costo. Este tétrico panorama se vio expresado con la gota rebasadora del vaso, el aumento del metro santiaguino. Fue la olla de presión espitada con una medida no muy exacerbada pero constituyó el empuje de tantas humillaciones. Como lo decían los chilenos, no son los 30 pesos de aumento en el transporte, son 30 años de genuflexión de los sectores populares.
La resultante de tantas vicisitudes se manifestó en la salida a la calle de la gente para reclamar esos aumentos no consultados con la población en un ejercicio antidemocrático por parte del presidente Piñera. Al inicio éste denunció una guerra pero luego aceptó la pésima situación social y pidió disculpas, derogó los incrementos en el pago de los servicios, mejoró las condiciones de labor, decretó aumentos en los salarios, pensiones, jubilaciones y prestaciones y en una maniobra coyuntural, le pidió la renuncia a sus ministros, en una mea culpa tangible. La enseñanza para el sector popular es nítida: las conquistas sociales se alcanzan luchando. De no haber ocurrido el estremecimiento en las avenidas de Santiago y sobre todo la monstruosa manifestación allí efectuada teniendo como himno una canción de Los Prisioneros, El baile de los olvidados, no hubiese acontecido esas concesiones gubernamentales. Muchas personas han condenado las demostraciones en los espacios públicos varias de las cuales terminaron en vandalismo y han apelado al macartismo más pedestre como si siguieran sin enterarse que la guerra fría concluyó en 1989 cuando cayó el Muro de Berlín. Los estalinistas, por su parte, ahora critican las actuaciones arbitrarias de las fuerzas armadas chilenas pero guardan silencio respecto las cubanas, las nicaragüenses y las venezolanas.
Chile ha generado una economía de cierta escala pero con incremento de la pobreza. Solo se atisban favorablemente los dígitos macroeconómicos pero se obvia la inicua distribución social de esa generación de bienes y servicios. Es la deuda o hipoteca social contraída con la población a la cual se desprecia y se incumple con esa obligación. Reproduce la experiencia de Fujimori en Perú y la China Popular del autor de la masacre de la Plaza de Tianamen, Deng Xiao Ping, expansión del cuerpo económico acompañado de miseria, pobreza y desigualdad en la población.
Asimismo, los milicos chilenos han cometido toda clase de desmanes, torturas, golpes, lesiones, desapariciones y muertos en los últimos disturbios, como lo estatuyó un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, evidenciando la naturaleza prusiana de su formación. El cuadro político organizado ha mostrado igualmente el desconocimiento de la grave coyuntura de pobreza e insuficiencia que padecen los trabajadores y la clase media del país, pues sus actividades son meramente electorales. Solo las organizaciones sociales han interpretado acertadamente el problema.
El fracaso de los cartabones aplicados en América Latina
Los modelos económicos aplicados en la región han resultado ineficaces para las personas. El populismo, usado en Venezuela, Brasil y Ecuador, es un verdadero fiasco con la consiguiente desmoralización de la población. Los neoliberales llevados a cabo en Chile y en menor grado en Ecuador, también redundan en los mismos daños a la población. El combate contra la pobreza no se ha dado como uno de las metas del nuevo milenio mientras los logros productivos cada vez decaen. América Latina actualmente es un productor de las materias primas necesitadas por el mundo en desarrollo sostenido y las transnacionales, cuyos precios se encuentran a la baja como sucede con las oscilaciones típicas de los conmodities. No ha habido una inserción en el mundo del despegue incursionando e invirtiendo en las industrias del futuro, la microelectrónica, la biotecnología, la robótica, la inteligencia artificial, la informática, la educación adecuada a la expansión y los marcadores de la Cuarta Revolución Industrial.
Son efectos en el ámbito económico porque el institucional está por el piso como lo prueba múltiples ejemplos en el desempeño del poder ejecutivo como eje fundamental del Estado enviando a los demás, el legislativo, el judicial, el controlador, la fiscalía y electoral, al foso como simples apéndices. Las constituciones se cambian frecuentemente y las reformas o constituyentes son harto elocuentes como instrumentos del gobierno respectivo. Es indispensable reducir la influencia de los uniformados en nuestros países porque representan un peligro antidemocrático al convertirse en un factor de poder fundamental por encima del resto de la sociedad. En Venezuela es ingente el presupuesto asignado a la fuerza armada, a la compra de armamentos y en Chile se conoce que la empresa pública de cobre entrega el treinta por ciento de sus ingresos al ejército. Deben dejar de ser guardias pretorianas al servicio de un caudillo, un partido o grupos empresariales y adquirir el respeto institucional. Adicionalmente en el plano presupuestario el gasto corriente es el dominante, cubriendo la operatividad mínima del Estado, erogaciones clientelares para satisfacer a las organizaciones políticas, la construcción de obras faraónicas y el pago del servicio de la deuda externa e interna. No hay inversión en investigación, ni en patentes de invención ni nada por el estilo.
Balance actual de la subregión
Durante los años setenta de la pasada centuria Latinoamérica era considerada el continente del futuro porque había una ficción provocada por los altos precios de las materias primas que otorgaba esa apariencia. El petróleo, por ejemplo, era una expresión de bonanza porque un nuevo cártel, la OPEP, imponía un embargo petrolero a Occidente como castigo por su apoyo a Israel en la guerra del Yom kippur. Esa situación favorable a los países productores del oro negro creaba una sensación de bienestar obviamente pasajera. Los gobiernos, en conjunción con las transnacionales se las arreglaron para materializar el péndulo del valor de los conmodities y de esa manera resolver la coyuntura. Lo que no realizaron las élites fue invertir la renta en áreas de reproducción para incorporarnos al automóvil de la Tercera Revolución Industrial a la sazón.
La denominada América mestiza atraviesa en la actualidad un pésimo momento en múltiples ámbitos. Así lo indican las masas hambrientas y afectadas por las políticas de sacrificio sobre esas mayorías impuestos por los gobiernos regionales. siguiendo las recetas de los organismos multilaterales. Argentina es un desastre, parálisis más elevación de precios, pero el caso venezolano es catastrófico con una estanflación compuesta por una hiperinflación y una recesión rayana en la depresión.
En líneas generales hay un decaimiento en el cuerpo económico de la zona consecuencia del descenso del precio de las materias primas, eje central de la producción y poca actividad industrial y en las áreas del progreso futuro. La metódica de generación de bienes y servicios reside en el extractivismo y la minería, además de los hidrocarburos, concreta esa orientación. Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Brasil, Cuba y México, se mueven en esta operatividad. La seguridad social brilla por su ausencia al no haberse invertido las contribuciones de los trabajadores y las empresas, en los segmentos de salud, el régimen de jubilaciones y recreación, simplemente se otorgan sumas miserables en estos rubros. Donde se realiza algo es en el asistencialismo o previsión social, empleado con fines clientelares y de manipulación política. Las claves de la permanencia no existen acá. Los sanedrines dirigentes actúan con fines inmediatistas sin tener sentido de la sustentabilidad. Simplemente apuestan a la directo sin apreciar la mirada en perspectiva y de allí los resbalones regresivos. Pareciera que el manejo del tiempo es difuso, no es hoy, ni ahora, ni mañana ni nunca.
Los procesos de secesión de España fueron violentos y el poder naciente emergía de la fuerza, el ejército y los caudillos providenciales para lo cual se promovía el culto a la personalidad. El funcionario estaba por encima de la organización y decidía a su arbitrio. La discrecionalidad en la conducción de la cosa pública era la regla y las normas jurídicas eran ornamentales. Por esas circunstancias nacieron muchas repúblicas mientras que la colonia portuguesa, Brasil, era un solo centro y se creó una nación luso parlante. Pervive esa idea en los planos de inmanencia de nuestros pueblos y la institucionalidad no forma parte de su condición de existencia.
Las clases dirigentes, empresarios, alto clero, políticos, sindicales y militares, han sido responsables de toda esta calamitosa situación al no tener sentido de la historia ni de su rol de conducción. Simplemente administran en contubernio con los grandes centros de poder satisfaciéndolos en sus cometidos. Los países del primer mundo y las transnacionales se encuentran en el entorno de la Cuarta Revolución Industrial y parte de su población recibe los beneficios de ese estatus. Requieren materias primas para, en un comercio desigual, vendernos los productos con valor agregado y alta tecnología. Expenden, por ejemplo, celulares y computadoras y adquieren coltán, baterías eléctricas por litio, productos refinados por crudo, equipos e instalaciones industriales y acabadas por acero y aluminio, y paremos de contar.
La precaria conciencia de las élites ha generado este momento tan deprimente y algunas de ellas solo atinan a culpar al imperialismo yanqui y a los organismos multilaterales cuando éstos no hubiesen podido hacer nada sin haber contado con la aquiescencia de los dirigentes latinoamericanos. Antes empleaban una invasión, ahora cuentan con el concurso de sus colaboradores criollos. Acompañamos al África subsahariana y algunos países asiáticos en el patio trasero del avance. Hizo falta cuadros de profundidad como los protagonistas de Finlandia, un país limitado que vivía al término de la segunda guerra de la destrucción de sus bosques exportando madera y actualmente tienen tecnología y el más alto nivel de vida del orbe o de Estonia, que cuando se fue de la Unión Soviética era expulsada por los rusos por ser una carga y ahora hasta se vota por internet. Nos encontramos en medio de las horcas caudinas de la dominación mundial gracias al cipayismo existente.
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