Ronny Rodríguez
Hace seis meses Venezuela vivió un megaapagón que se extendió entre cuatro y seis días, según se iba restableciendo el servicio en las regiones. Pero 180 días después el panorama no es alentador para los estados del occidente del país.
Los pronósticos de José Aguilar, ingeniero y consultor internacional de generación de energía y riesgos, se centran en esa parte de la geografía nacional. Lo que se conoce como los Andes Eléctrico (Táchira, Mérida, Trujillo, Barinas, Portuguesa y la mitad del estado Apure), más Lara y Zulia, se verán sometidos, según advierte, a un severo racionamiento de electricidad en los próximos meses. «En los Andes Eléctrico la situación va a empeorar drásticamente a la vuelta de 4 o 5 semanas porque los embalses hidroeléctricos, que le están dando alivio, van a dejar de hacerlo, pues no son como la represa del Guri; son más pequeños y los están haciendo funcionar las 24 horas del día, cuando deben operar entre 6 a 8 horas diarias a máxima capacidad».
Hace seis meses Venezuela vivió un megaapagón que se extendió entre cuatro y seis días, según se iba restableciendo el servicio en las regiones. Pero 180 días después el panorama no es alentador para los estados del occidente del país.
Los pronósticos de José Aguilar, ingeniero y consultor internacional de generación de energía y riesgos, se centran en esa parte de la geografía nacional. Lo que se conoce como los Andes Eléctrico (Táchira, Mérida, Trujillo, Barinas, Portuguesa y la mitad del estado Apure), más Lara y Zulia, se verán sometidos, según advierte, a un severo racionamiento de electricidad en los próximos meses. «En los Andes Eléctrico la situación va a empeorar drásticamente a la vuelta de 4 o 5 semanas porque los embalses hidroeléctricos, que le están dando alivio, van a dejar de hacerlo, pues no son como la represa del Guri; son más pequeños y los están haciendo funcionar las 24 horas del día, cuando deben operar entre 6 a 8 horas diarias a máxima capacidad».
Para el ingeniero, «cuando esos embalses no tengan el agua (las autoridades) van a tener que racionar muchísimo más y habrá otra grave consecuencia: al Táchira le es suministrada la electricidad por Los Llanos y el Zulia, y cuando empiece a faltar el agua en los Andes, se van a arrastrar al Zulia y a Lara. Vamos a tener siete estados del occidente del país en una situación caótica«.
Las apreciaciones de Aguilar se corresponden con los constantes apagones que viven regiones como Lara, que ahora tendrá un doble racionamiento para surtir de electricidad al Zulia, donde, por generación propia, la entidad occidental solo puede producir 50 megavatios, una cifra que es igual a la que se generaba en la década de 1950, en plena dictadura perejimenista, apunta el experto.
En el Táchira también son constantes, diarios y sin ningún orden los cortes de electricidad, que vienen acompañados además de fallas de agua, la incomunicación por la caída de la red telefónica y la poca capacidad de respuesta de la red de comercios para responder a las necesidades de los tachirenses, ante la imposibilidad de ofrecer productos por las fallas de luz. Así lo expresan a diario en las redes sociales los tachirenses.
Pero si el 7 de marzo hubo un megaapagón, que se repitió a finales de ese mes y dejó a la Gran Caracas sin el servicio de Metro y con severas fallas para el suministro de agua, en abril y julio se volvieron a repetir. El lunes 22 de julio al menos 22 de los 24 estados de Venezuela, junto a la capital del país sufrieron una nueva caída prolongada del servicio. En cada uno de estos eventos, el chavismo gobernante ha repetido que los responsables son Estados Unidos junto a la oposición venezolana, que atacan el sistema eléctrico nacional. Incluso hablan de «ataques electromagnéticos«, sabotajes a las subestaciones y en el primero de marzo hasta de uso de francotiradores para atacar los sistemas de transmisión del Guri.
Aguilar dice que todo se trata de excusas, porque el sistema de transmisión y distribución del Guri quedaron expuestos, desde el primer evento que ocurrió en marzo y con pocos correctivos las fallas se repiten, las subestaciones se saturan y ocurren eventos como los de Aragua, donde hace dos semanas, el 24 de agosto, una explosión en la subestación El Macaro, dejó sin energía a los municipios Girardot, Mario Briceño Iragorry y Santiago Mariño por más de 24 horas.
Racionamiento zuliano drástico
Pero si hay una región donde las fallas eléctricas han provocado hasta el éxodo de sus residentes a Caracas es el estado Zulia, donde antes de marzo y desde 2018 ya vivían una crisis eléctrica que se agravó los últimos seis meses. «En el Zulia el racionamiento ha sido totalmente drástico, a veces tiene 50 megavatios disponibles con una demanda mayor a 2 mil megavatios, se pueden traer apenas entre 800 y 900 megavatios desde Guri», sostuvo. Aguilar recordó que en los últimos 20 años, es decir, en la gestión del chavismo, al Zulia se le invirtieron 9 millardos de dólares para generar electricidad, así que lo que está ocurriendo en una de las regiones productivas y poblacionales más importantes de Venezuela se debe a la «falta de mantenimiento y la desidia».
Sin generación termoeléctrica
El ingeniero dijo que en todo el país solo se pueden generar 2 mil megavatios de termoelectricidad de los 19 mil megavatios de capacidad instalada que tiene el país, por lo que 85 % de Venezuela recibe el servicio a través de la hidroelectricidad, cuando en mejores condiciones este último tipo de generación abastecía entre 55% y 70% del territorio nacional. «Hoy en día a seis meses de ese megaapagón, con cierta dificultad, nos cuesta llegar a 2 mil megavatios termoeléctricos, cuando antes podíamos generar hasta 3 mil megavatios… y tenemos que decirlo que mientras esté la usurpación en Miraflores esa parte no se va a poder solventar, esa vulnerabilidad queda allí», manifestó.
Afirmó que, para cambiar la actual realidad, primero debe haber un cambio político en el país. Ya que la solución del chavismo gobernante ha sido canibalizar equipos; es decir, tomarlos de subestaciones como San Jerónimo B y Yaracuy para reparar las fallas que tiene el Guri, con lo que estas regiones se quedan sin equipos y son más vulnerables que antes. «La perspectiva a futuro es que si no se acomete una urgente reposición de equipamientos y repuestos, pero además se logran mejores condiciones para los trabajadores eléctricos de Venezuela, y sino no se saca el militarismo de la conducción de los destinos de Corpoelec, esto va a seguir (apagones continuos)».
Los apagones y bajones de corriente semanales que ocurren a diario en las zonas periféricas de la Gran Caracas, e incluso los municipios como Baruta y El Hatillo, no escapan a la mirada de Aguilar. «Caracas que siempre era la consentida, porque es el asiento del gobierno, ya se ve lesionada en su zona periférica». Así ocurrió con un apagón en la zona este del área metropolitana, así como en localidades de Miranda, Aragua y Vargas hace dos semanas.
Guri lleno en medio del caos
Aguilar aseguró que, a pesar de que el Guri está lleno en 98 %, no se había visto en Venezuela una época de mayor racionamiento como el actual, lo que revela cómo el chavismo ha manejado el sector en los últimos 20 años.
Insistió que también se debe hacer retornar a los mejores técnicos para poder recuperar el sector, ya que Venezuela cuenta con un parque eléctrico de 36 mil megavatios y una demanda que no llega a 12 mil megavatios. «Venezuela tiene casi todas las plantas que se necesitan, no necesitamos más nuevos equipamientos», que combinada con los expertos en el área podrán realizar el mantenimiento que se requiere.
Además de manifestar que al mejorar el sistema -porque cree que más que un país petrolero, Venezuela es un país eléctrico- los ciudadanos en mejores condiciones económicas deberan pagar el verdadero valor de las tarifas, cuando sea necesario ajustarlas para tener un servicio de calidad.
[Tomado de https://efectococuyo.com/la-humanidad/occidente-del-pais-esta-expuesto-a-largo-apagon-advierte-jose-aguilar.]
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