Flavio
Guidi
El
5 de mayo, se cumplió otro aniversario del asesinato de Camillo Berneri y Francesco Barbieri, anarquistas
italianos que vinieron a combatir a Catalunya durante la Guerra Civil. Estos asesinatos, junto al de Andreu Nin,
representan el símbolo de la represión stalinista.
Berneri es uno de los exponentes del
anarquismo italiano y puede ser considera-do
casi el "sucesor" de Malatesta y Fabbri. Llega a la Barcelona
revolucionaria a finales de Julio de 1936. Son cerca de 700 los
libertarios italianos que luchan en la
columna Ascaso, en la Durruti y otras. Berneri, aún siendo un anarquista “malatestiano” (“organizadores”), iba a “lo suyo”. Era
muy abierto; no sectario. A pesar de
poder ser considerado, en los años 1921-36, de alguna manera más bien a la “derecha”
del movimiento anarquista (se enfrentará a las posiciones más intransigentes de Federica Montseny frente a las
elecciones de febrero de 1936, por ejemplo), a
partir del otoño de 1936 evoluciona hacia la oposición de izquierda al “gubernamentalismo”de la CNT-FAI.
No propone romper abiertamente con el
Frente Popular (por lo menos hasta
abril 1937), pero subraya la
necesidad de profundizar la revolución social si se quiere ganar la guerra, frente a la dirección
CNT-FAI que evoluciona de manera exactamente opuesta. Con el tiempo, Berneri irá radicalizando
sus críticas a la dirección del Frente Popular, ya que entendía que los
que mandaban preferían el riesgo del
fascismo a la revolución
social. Su opinión de que “el
liderazgo libertario en España está en
manos de idiotas”, describe
bien su decepción frente a lo que percibe como “ingenuidad
de la cúpula anarquista ibérica”.
Muy abierto hacia la revolución de
octubre y el mismo Lenin, después de la represión de Kronstandt en 1921
se convertirá en antibolchevique. Pero su actitud no sectaria lo llevará a matizar su
“antibolchevismo”. Llegará a proponer un frente común CNT-POUM.
La propia CNT tendrá una posición muy
crítica frente a Guerra di Classe, el periódico que publicaba Berneri
para los voluntarios italianos.
El propio cónsul general dela
URSS en Barcelona Antonov Ovseenko, se movilizará contra Berneri por sus escritos
en Guerra
di Classe. Son de destacar asi-mismo sus críticas ásperas hacia la
socialdemocracia y hacia
Stalin y la URSS, en un
momento en que la CNT no se planteaba
criticarla.Berneri será muy
duro contra el estalinismo. Ante
los procesos de Moscú Berneri
defenderá a los bolcheviques
purgados, (al lado del POUM y
de otros sectores marxistas revolucionarios, mientras la CNT-FAI guardaba silencio).
Ante el decreto de militarización de las
milicias, en abril de 1937, los voluntarios
libertarios italianos no la aceptarán y decidirán disolverse, aunque retrasarán
su disolución por la necesidad de participar en la batalla de Huesca (El
Carrascal). El 27 de abril, los
italianos regresan a Barcelona, decepcionados y opuestos al gobierno republicano. A pesar de las
críticas recibidas por “cobardes”, regresarán
al cuartel Espartakus y a los lugares en los que estaban concentrados como
voluntarios. Al empezar los ataques estalinistas en mayo, se rearmarán y
engrosarán las barricadas
antigubernamentales. Los
milicianos italianos estaban en contra de las concesiones al Gobierno, a pesar
de las presiones de Federica Montseny, García Oliver y otros. Los italianos continúan en las barricadas hasta que los
del PSUC retiran las suyas. Los libertarios italianos fueron los últimos
en abandonar las barricadas.
El 3 de mayo, Berneri estaba en el local
de la radio de la FAI para hablar de Antonio Gramsci, que acababa de
morir. El 4 de mayo doce hombres con el brazalete de la UGT, junto a un policía, registrarán el
piso de Berneri y se incautarán de tres fusiles. Al día siguiente, estos
mismos individuos volverán, siendo las propias compañeras de piso de
Berneri testigos de su detención. El 6 de mayo, una delegación de la UGT se personará en el piso de
Berneri para decirles a sus compañeras que
Berneri y Barbieri iban a ser liberados,
cuando ya sus cadáveres habían sido identificados y trasladados al
HospitalClínico.
Los stalinistas italianos consideraban
a Berneri responsable del alzamiento
anti-gubernamental y, por ese
motivo, justificaron abiertamente su asesinato en el periódico del
Partido Comunista Italiano editado en París.
La derrota de la revolución social en mayo de 1937, se convertirá dos años más tarde en la derrota de la República, y
pocos meses después, en la derrota de las mismas fuerzas
“democrático-burguesas” a cargo de los tanques alemanes e italianos.
[Artículo publicado originalmente en la
revista Viento Sur # 93, Madrid,
septiembre 2007. Número completo accesible en http://cdn.vientosur.info/VScompletos/vs_0093.pdf.]
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