Javier
Quizá
algunas personas que reflexionamos sobre el ideal anárquico y su praxis nos
empeñamos o ponemos nuestro empeño en una puesta en común de pensamiento,
voluntades, creación, esfuerzos y luchas, con el fin de cohesionar, enriquecer
y dar una imagen de fuerza que realmente se merece nuestra forma de entender la
vida humana. Tal vez, en este momento, este empeño sea vano y rechazado por la
inmensa mayoría de los proyectos libertarios en marcha en nuestro territorio.
Puede ser, mas nos es imposible dejar de pensar y concebir la práctica
anarquista sin las confluencias o sinergias de las acciones colectivas afines.
Existe
una concepción universalista, internacionalista y federalista detrás de esta propuesta
unificadora que no uniformadora. Que sabemos que ni se ve conveniente, ni se
aprueba, ni se apoya. Cada identidad anarquista tendrá sus razones para negar
la posibilidad de la suma de inteligencia y esfuerzo. Es respetable, desde
luego, pero no estaría de más que dicha negación fuera conocida al menos en
nuestro ámbito político, para así poder estudiar sociológicamente la realidad
del “movimiento anarquista” en la Península Ibérica, tanto en lo que se refiere
a su estrategia como a sus tácticas.
Con
el transcurso de los años se van conociendo detalles o aspectos sobre el tema
en cuestión, por ejemplo, que los grupos de afinidad o proyectos libertarios
duran de promedio –como mucho– dos años, que sus miembros fluctúan sin demasiada
constancia en los quehaceres militantes y que el último individuo que llega al
colectivo puede cuestionar todos los acuerdos estratégicos y tácticos que el
grupo ha desarrollado laboriosamente desde su nacimiento; también se sabe que
en el seno de dichos grupos se llega a cuestionar, se debate o se ignoran algunos
de los principios elementales del anarquismo militante como el antiestatismo,
el antiparlamentarismo, incluso la democracia directa; y, por último, que el anarquismo
que se practica en ciertos grupos de afinidad tiene mucho que ver con una forma
ocio accesible o de búsqueda de señas de identidad en momentos existenciales en
los que los individuos necesitan dotar de sentido a sus vidas.
Estas
reflexiones que compartimos están extraídas de un encuentro anarquista celebrado
en 2019 en Andalucía. Conocemos esto y podríamos conocer mucho más, pero para
ello lo primero que podríamos hacer es hablar de lo que nos preocupa, sobre lo
que sucede en nuestros grupos, debilidades y fortalezas, sobre lo que queremos
hacer y lo que se supone que tenemos que hacer, confraternizar entre los
distintos grupos, conocernos, compartir en sí mismo. Todo esto es bastante
difícil de lograr, bien por etiquetados inútiles, cuando no por sectarismos,
personalismos o la simple brecha generacional.
Los
encuentros que realizáramos periódicamente entre libertarios podrían servir
bien para debatir sobre los temas expuestos, también para establecer lazos de
fraternidad y respeto que se pudieran utilizar para unificar posturas y enlazar
luchas. Esto al menos sería un punto de partida importante hasta que llegado el
momento oportuno, fuéramos capaces de vislumbrar la organización de federaciones
territoriales de abajo a arriba, hasta construir una confederación peninsular. Sin
duda, un buen propósito para el próximo curso político que se inicia después de
agosto podría ser entrar en contacto con los grupos o proyectos antiautoritarios
que actúan en nuestra localidad o pueblo y compartir con ellos nuestras actividades,
ofreciendo de paso colaboración, manteniendo a la vez contactos permanentes. Lo
demás irá surgiendo poco a poco. Trabajar en esta línea supone, entre otras cosas,
conocer cuántos somos, qué hacemos y qué estamos dispuestos a hacer, más allá
de nuestros minúsculos cenáculos en los que nos regodeamos henchidos de auto
importancia e incapaces de salir de ellos.
[Tomado
de la publicación Siglo XXI # 49,
Madrid, agosto, 2019. Número completo accesible en http://grupopensamientocritico2014.blogspot.com.]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.