Melanie S. Pinkert
No hace mucho, el portal Reddit fue el escenario de una disputa entre un
marxista y un anarquista. Los dos hicieron la discusión habitual de lo que
sucede cuando un movimiento toma el poder de un Estado. El anarquista dijo algo
así: "Si tomas el estado, ¿prometes no enviarme a fusilar?" (Hay una
larga historia detrás de esta oración). La respuesta del marxista sonó más o
menos así: "Si tomamos el poder, ¿me prometemos no desencadenar una
insurrección?
"Touché", dijo el anarquista.
He tratado de seguir los eventos y debates en y sobre Venezuela en tiempos recientes. Con esto no me refiero a la presencia de personas en las calles, lo que me parece bastante evidente. Dedico mi atención a las disputas de "izquierda". He pensado mucho sobre cómo estas discusiones pueden realmente fortalecer los movimientos en pro de la justicia social y no ser elementos debilitantes que puedan ser explotados por aquellos que permanecen enraizados en su propio poder y privilegios.
"Touché", dijo el anarquista.
He tratado de seguir los eventos y debates en y sobre Venezuela en tiempos recientes. Con esto no me refiero a la presencia de personas en las calles, lo que me parece bastante evidente. Dedico mi atención a las disputas de "izquierda". He pensado mucho sobre cómo estas discusiones pueden realmente fortalecer los movimientos en pro de la justicia social y no ser elementos debilitantes que puedan ser explotados por aquellos que permanecen enraizados en su propio poder y privilegios.
Somos anarquistas y siempre seremos desconfiados y críticos del poder. Nunca aceptaré la jerarquía y la restricción, ni siquiera de aquellos que parecen compartir muchos otros de mis valores. Repudiaré el poder de la policía y sus abusos, incluso si estoy moderadamente de acuerdo con los que lo ordenan. Nunca me sentiré cómoda con un modelo de cambio impuesto desde arriba.
Sin embargo, también soy muy práctica. Entonces, si es verdad que no estoy a favor de un cambio desde arriba, puedo apoyar nominalmente una estructura de poder que ofrece más espacio para avanzar en la dirección de la sociedad que me gustaría ver.
Creo que l@s anarquistas debemos observar las estructuras de poder y hacernos algunas preguntas prácticas. ¿La población, especialmente la parte más oprimida, apoya la estructura de poder? ¿Estamos menos limitados y oprimidos bajo esta estructura? ¿Hay más espacio para afirmar nuestros proyectos de transformación? Si no puedo responder afirmativamente a estas preguntas, seré igual de hostil a esta estructura que a otra.
Por lo tanto, no dejaré de ser crítica y estar atenta a las inconsistencias e hipocresías. Y es irritante cuando estas críticas son recibidas con total oposición, como si expresar críticas fuera una traición a la revolución o abrir un flanco al servicio de los oligarcas. Es particularmente irritante porque la atención a nuestras críticas en realidad podría reforzar precisamente a esos procesos que se dicen revolucionarios.
Tomemos como ejemplo el artículo de José Antonio Gutiérrez D. sobre la situación venezolana. [*]
Dejando de lado las medidas urgentes (como la armonización del precio del
combustible, la lucha contra la fuga de capitales, la especulación y el
almacenamiento), es esencial comprender el carácter de las contradicciones sociales
que debe enfrentar el "proceso bolivariano". No es suficiente decir
que no es perfecto y que es natural tener contradicciones. Estas
contradicciones, estas limitaciones, deben ser identificadas, discutidas,
criticadas y corregidas. No podemos limitarnos a apretar filas a su alrededor,
no podemos justificarlos o incluso hacer que se conviertan en méritos y cerrar
los ojos ante el impecable liderazgo de los jerarcas al timón.
El pueblo venezolano no puede ser un agente pasivo o limitarse a ser la fuerza del gobierno: debe recuperar la capacidad de acción política, actuar en primera persona, con su propio programa, porque el Estado no construirá el socialismo. La descentralización, el desarrollo autónomo de los órganos de soberanía popular y el control social son tareas esenciales del momento. Debe haber un cambio de poder del aparato estatal a los movimientos y organizaciones de la colectividad.
Si tuviera que sintetizar mi forma actual de ver las cosas, creo que sería más o menos esto. Los movimientos de izquierda jerárquicos y centralizados deben prestar mucha atención a las críticas, incluso a las de l@s anarquistas más pedantes. Les mostramos sus debilidades, debilidades que pueden ser su ruina (y aquí me refiero tanto al riesgo de perder poder como a ser totalitario). Me doy cuenta de que este apenas daría un respiro difícil y algo temporal, pero absolutamente necesario. Cuando una crítica anarquista del autoritarismo a un movimiento o un gobierno, o cuando una mujer lo critica por sexismo, se trata de cuestionamientos que deben tomarse en serio, sin asumir actitudes defensivas o autosuficientes, ya que destacan las debilidades que deben abordarse. Desafortunadamente, no hay mucho margen para errores cuando se intenta con honestidad implementar un cambio social profundo. Afortunadamente, cada vez hay menos espacio para calmar a las personas al decirles que sus problemas se resolverán más adelante. Hemos escuchado esto antes y sabemos que ese prometido momento feliz nunca llegará.
Es así como la izquierda consecuente tiene que utilizar el debate y crítica para hacernos más fuertes. Porque las fuerzas que tenemos que enfrentar son inmensas y no tenemos mucho margen para desperdiciar.
[*]
Nota de El Libertario: J.A.G.D. es un
plataformista chileno radicado en Irlanda que ha escrito repetidamente en
medios de difusión de habla inglesa a favor del gobierno chavista. En cuanto al
artículo referido en esta nota, ver la completa replica y desmentido que desde El Libertario dimos al mismo en “Venezuela, una encrucijada
donde hay quien se extravía” http://periodicoellibertario.blogspot.com/2014/04/venezuela-una-encrucijada-donde-hay.html
[Publicado originalmente en inglés en http://www.broadsnark.com/venezuela-and-tensions-of-the-left.
Traducido por la Redacción de El
Libertario.]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.