Acciones del Estado solo han multiplicado la violencia de la crisis en Venezuela

Oriana Faoro (Correo del Caroní)

El director del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), Roberto Briceño León, estuvo en un foro de la Escuela de Derecho de la UCAB Guayana, disertando sobre el alto índice criminal del país y el aumento de muertes violentas en manos del Estado que no solucionan la violencia ni brindan seguridad ciudadana, sino la agravan. “Cuando se reportan 14 o 18 fallecidos en una incursión del Ejército en una mina, pero no hay detenidos ni heridos, hay una intencionalidad clara, abierta y extrajudicial...”, recordó.

La crisis humanitaria en Venezuela no se desliga de la violencia. El mayor empobrecimiento de la población nacional, reflejado en la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) 2017, influye no solo en el sostenimiento del alto índice criminal, sino en la aparición de nuevos tipos de sucesos: La violencia vinculada a la escasez de alimentos.

El director del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), Roberto Briceño León, lo explicó durante su ponencia este martes, cuando estuvo en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) Guayana, en el XVIII Curso sobre Sistemas Internacionales de Protección de los Derechos Humanos, organizado por la escuela de Derecho de la UCAB Guayana. “Están aumentando crímenes que antes no se veían, padres que le queman los labios a los hijos que, por hambre, se comieron la comida que había disponible para toda la familia…”, reportó el también director del centro de investigaciones Laboratorio de Ciencias Sociales de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

En 2017, el país obtuvo una puntuación de 89 homicidios por cada 100 mil habitantes, la tasa de muertes violentas más alta de todo el mundo, según el OVV. Así como no hay políticas ni para combatir la pobreza, tampoco las hay para revertir la criminalidad. El aumento impresionante de asesinatos en manos de funcionarios policiales y militares aparece como la nueva táctica del Estado, que no hace sino recrudecer la violencia en Venezuela.

Destrucción del sistema de seguridad

Briceño León fue enfático en el aumento de la “letalidad policial”. El estudio del OVV en 2017 recopiló que, para 2017, todos los días hubo 15 muertes violentas en manos de funcionarios, lo que totalizó 5.500 decesos, de los 26.670 que hubo en todo el año. “Se está institucionalizando una pena de muerte en un país donde no existe legalmente, y aun cuando existiera, debe haber un proceso penal, investigación, aprehensión y luego una decisión”, recalcó. El Estado ha resuelto nombrar estos procedimientos como “resistencia a la autoridad”.

Las ejecuciones no han tenido efectos positivos. La criminalidad en Venezuela sigue en aumento: En el sur de Bolívar se han registrado muchísimas muertes en manos del ejército por “resistencia a la autoridad”. No obstante, El Callao fue el municipio más violento del país durante 2017, según el OVV. “Las masacres no fortalecen la institucionalidad… Los homicidios disminuyen cuando se refuerza el sentido de la ley. Cuando la policía mata, está acabando con la ley”. Recordó que en El Callao, un municipio de tradición minera al sur de Bolívar, hay una tasa de homicidios de 816%, equiparable solo con la tasa que había en las barriadas populares de Medellín, Colombia, en los tiempos del narcotraficante Pablo Escobar.

“Cuando se reportan 14 o 18 fallecidos en una incursión del Ejército en una mina, pero no hay detenidos ni heridos, hay una intencionalidad clara, abierta y extrajudicial... Las políticas de ‘mano dura’ no disminuyen la criminalidad sino la aumentan, y eso se ve muy claro en los municipios del sur de Bolívar”, recordó Briceño León, lo que confirma una vez más que la explotación de la renta minera –impuesta por el Estado bajo el Arco Minero del Orinoco- genera más que violencia, conflictos armados por el control de los yacimientos.

Aumento de homicidios en Caroní

Durante el foro también intervino la representante del OVV en Bolívar, María Virginia Alarcón, quien reportó que en lo que va de año el municipio Caroní tiene la mayor cantidad de homicidios de la entidad, con 81 muertes violentas en enero y 78 en febrero. Enero tuvo 33 casos más que los registrados en el mismo mes de 2017 y febrero registró tres muertes menos que el año anterior. El 67,77% de los homicidios se registró en San Félix, donde la parroquia más violenta es 11 de Abril; mientras que el 32% sucedió en Puerto Ordaz, donde repite Unare como la parroquia más violenta de esta mitad de Ciudad Guayana. “Esta data debe motorizar a las autoridades en el reforzamiento de políticas públicas” de seguridad ciudadana, dijo Alarcón, no sin antes recordar que el índice de casos de violencia de género sigue presente, con casos crueles y denigrantes en Puerto Ordaz y San Félix, “realidad que debe terminar a como dé lugar”. Alarcon resaltó la alianza de la escuela de Derecho de la UCAB Guayana con el OVV Bolívar, que busca crear conciencia ciudadana y también generar propuestas para salir de la crisis de violencia que azota al estado.

¿Cómo salir de la espiral de violencia?
El director del OVV, Roberto Briceño León, recalcó que la violencia que se vive en el país es producto de la destrucción de la institucionalidad del Estado en los últimos 15 años. Muestra de ello es que el 91% de los homicidios permanece impune en Venezuela, lo cual se complementa con la poca confiablidad que tienen los venezolanos en las autoridades policiales como garantes del orden y la protección ciudadana, reflejada en la Encovi 2017. Para resolver la crisis de violencia y bajar el índice de homicidios en Venezuela, Briceño León apunta tres grandes premisas: Fortalecer el sentido de la norma, aumentar la protección personal y aumentar el castigo para los delitos.

En cuanto a la primera, “hay que fortalecer el sentido de las leyes. En Venezuela da lo mismo ser delincuente que ser un trabajador honesto y así no se puede lograr nada” como sociedad. En lo segundo, “hace falta fortalecer la cooperación entre policías y la sociedad, restablecer la confianza en las instituciones, y eso pasa por depurar los cuerpos policiales de los funcionarios corruptos”, así como dotar a las comisarías de mayor personal y equipos, inversión que ha sido sumamente descuidada por el Estado en la última década.

La última propuesta se refiere a hacer cumplir las leyes y disminuir la impunidad. “Cuando hablamos de 91% de impunidad no hablamos de cárcel o juicio, hablamos de que en el 91% de los homicidios no hay ni siquiera detenidos o investigados… Mientras eso se mantenga no podremos avanzar. Hay que demostrar como país que la aplicación de la ley y el castigo no es la excepción sino la norma”.

El informe del OVV en 2017, disponible en http://www.correodelcaroni.com/index.php/sucesos/item/61586-el-callao-fue-el-municipio-mas-sangriento-del-pais-durante-2017, refleja además que más del 80% de los homicidios son perpetrados por hombres identificados como trabajadores formales o informales, pobres, y en su mayoría entre 12 y 29 años. “Es lo que llamamos un espejo entre la víctima y el victimario”, concluyó Briceño León, al explicar cómo la crisis humanitaria influye en la violencia. “No es que todos los pobres sean violentos, sino que los pobres son los que más sufren la violencia”, remató.

[Tomado de http://www.correodelcaroni.com/index.php/sucesos/item/62919-director-del-ovv-cuando-la-policia-mata-esta-acabando-con-la-ley.]