Agencias
Venezuela registró el pasado mes de octubre una inflación del 50,6 %, respecto del mes anterior, entrando técnicamente en hiperinflación al repasar por primera vez en su historia el umbral del 50% que define este último concepto. Así lo anunció hoy la firma de asesoría económica y financiera Econométrica, que junto al Parlamento -en manos de la oposición- y otras entidades privadas ofrecen periódicamente un cálculo de la inflación en el país caribeño ante la ausencia de datos públicos por parte del Banco Central de Venezuela.
"Con la inflación general de oct-17 (50,6% respecto a sep-17), Venezuela entra en la definición técnica de hiperinflación planteada por Philip Cagan", se lee en la cuenta de Twitter de Econométrica, que hace referencia al economista norteamericano que acuñó este concepto en 1956.
Venezuela registró el pasado mes de octubre una inflación del 50,6 %, respecto del mes anterior, entrando técnicamente en hiperinflación al repasar por primera vez en su historia el umbral del 50% que define este último concepto. Así lo anunció hoy la firma de asesoría económica y financiera Econométrica, que junto al Parlamento -en manos de la oposición- y otras entidades privadas ofrecen periódicamente un cálculo de la inflación en el país caribeño ante la ausencia de datos públicos por parte del Banco Central de Venezuela.
"Con la inflación general de oct-17 (50,6% respecto a sep-17), Venezuela entra en la definición técnica de hiperinflación planteada por Philip Cagan", se lee en la cuenta de Twitter de Econométrica, que hace referencia al economista norteamericano que acuñó este concepto en 1956.
Econométrica habla de un "máximo histórico" de inflación en la historia de la nación petrolera, que atraviesa una grave crisis humanitaria marcada por la escasez y la carestía de productos básicos como alimentos o medicamentos. Fuentes de la firma explicaron que Venezuela lleva años cumpliendo con creces las condiciones que llevan habitualmente a la hiperinflación, entre las que destacan la emisión descontrolada de dinero por parte del Banco Central y el descenso de bienes en el mercado a causa de la caída de la producción.
Un día antes de que se difundieran los datos que sitúan a Venezuela, el presidente Nicolás Maduro anunció el quinto aumento del salario mínimo en lo que va de año y el número 39 desde que comenzara en 1999 la Revolución Bolivariana. Con el incremento de este miércoles 31/10, el salario mínimo mensual de los venezolanos se sitúa en 177.507 bolívares, cantidad equivalente a 53 dólares según la tasa del cambio oficial de referencia (3.345 bolívares por dólar) que se queda en poco más de 4 dólares al cambio que se aplica en el mercado paralelo.
"Estos no son aumentos genuinos de salario sino nominales con el que no se pueden comprar los productos", ha declarado el presidente de la Comisión de Finanzas del Parlamento, el economista José Guerra, que ha dicho que estos incrementos son "apagar la candela con gasolina de avión". Venezuela sufre además escasez de billetes, que obligan a los ciudadanos a hacer largas colas ante los cajeros para retirar el poco efectivo que los bancos reciben.
[Tomado de https://www.clarin.com/mundo/venezuela-entra-hiperinflacion-primera-vez-historia_0_SkNsF3_0Z.html.]
Explosión monetaria y caída productiva abocan a la hiperinflación a Venezuela
Agencias
La inyección descontrolada de dinero base en el sistema y el dramático descalabro de la producción en los últimos años han llevado a la hiperinflación a Venezuela, cuya economía superó por primera vez en la historia el pasado mes de octubre el umbral del 50 % de inflación que define este fenómeno.
“El Gobierno, para poder cubrir sus gastos, lo que hace es crear dinero base”, explicó el economista Henkel García, de Econométrica, firma de análisis financiero que calculó el mes pasado una inflación del 50,6 % respecto a la registrada en septiembre. Económetrica es, junto al Parlamento -en manos de la oposición- y otras compañías privadas, una de las fuentes que permite conocer la inflación en Venezuela desde 2015 cuando el Banco Central dejó de publicar las cifras oficiales sobre este y otros indicadores.
“La base monetaria está creciendo interanualmente en Venezuela más del 1.000 %”, apunta García, que destaca el elevado déficit fiscal del Estado. Según García, la inyección de dinero para compensarlo se lleva a cabo “sin ningún tipo de contraprestación, sin recaudación de impuestos ni nada que justifique este crecimiento de base monetaria”. Datos de la patronal venezolana Fedecámaras revelan que la economía del país suramericano ha visto cerrar en los últimos años a más de la mitad de las 12.000 empresas que tenía.
“Si medimos la oferta de bienes per cápita, tomando en cuenta tanto lo producido localmente como lo importado, hoy los venezolanos contamos con la mitad de productos que los que teníamos hace cuatro o cinco años”, dice García, aludiendo a otra de las causas canónicas de la hiperinflación. Este desequilibrio entre la abundancia de dinero nominal y la falta de bienes y servicios en el mercado provoca una caída de valor real del bolívar y del poder adquisitivo del ciudadano, que anticipando índices de inflación más altos en el futuro evita ahorrar en moneda nacional y se apresura a gastarlo.
“Hay una rotación o una velocidad de circulación del dinero mucho más alta que en años anteriores”, dice García sobre este fenómeno. En estas circunstancias, los ciudadanos se enfrentan a un crecimiento diario y descontrolado de los precios que amenaza con dispararse aún más con la llegada de la hiperinflación.
Según el más reciente estudio del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (CENDA), un venezolano necesita casi la mitad de su salario mínimo para cubrir para un solo día las necesidades básicas de un hogar promedio, una situación que solo tiene visos de empeorar si se atiende a la evolución de los precios. Los once productos básicos de la cesta alimentaria subieron de precio en septiembre, algunos de ellos de manera espectacular, como es el caso del azúcar (98,5 %), las bebidas no alcohólicas (87,4 %), los pescados (51,6 %), la leche, los quesos y los huevos (47,9 %) y las grasas y los aceites (40,5 %).
Para compensar esta explosión de precios, la llamada revolución bolivariana ha ordenado -desde que se estableciera en 1999- más de 40 aumentos del sueldo mínimo. El último -el quinto de este año- lo decretó el presidente Nicolás Maduro esta semana, y supuso para sus compatriotas un incremento del 30 % de su sueldo mínimo que según muchos economistas no es más que nominal, contribuye a subir aún más la inflación y supone en la práctica una pérdida de valor adquisitivo para los venezolanos.
“Salario mínimo contra inflación: uno sube por las escaleras y la otra en ascensor”, dicen desde la empresa de análisis macroeconómico Ecoanalítica. Según cálculos de esta firma, el salario mínimo ha subido un 555 % entre enero y noviembre de este año, mientras que la inflación ha registrado un aumento acumulado del 1.115 % en lo que va de 2017.
[Tomado de https://www.el-carabobeno.com/explosion-monetaria-caida-productiva-abocan-la-hiperinflacion-venezuela.]
La inyección descontrolada de dinero base en el sistema y el dramático descalabro de la producción en los últimos años han llevado a la hiperinflación a Venezuela, cuya economía superó por primera vez en la historia el pasado mes de octubre el umbral del 50 % de inflación que define este fenómeno.
“El Gobierno, para poder cubrir sus gastos, lo que hace es crear dinero base”, explicó el economista Henkel García, de Econométrica, firma de análisis financiero que calculó el mes pasado una inflación del 50,6 % respecto a la registrada en septiembre. Económetrica es, junto al Parlamento -en manos de la oposición- y otras compañías privadas, una de las fuentes que permite conocer la inflación en Venezuela desde 2015 cuando el Banco Central dejó de publicar las cifras oficiales sobre este y otros indicadores.
“La base monetaria está creciendo interanualmente en Venezuela más del 1.000 %”, apunta García, que destaca el elevado déficit fiscal del Estado. Según García, la inyección de dinero para compensarlo se lleva a cabo “sin ningún tipo de contraprestación, sin recaudación de impuestos ni nada que justifique este crecimiento de base monetaria”. Datos de la patronal venezolana Fedecámaras revelan que la economía del país suramericano ha visto cerrar en los últimos años a más de la mitad de las 12.000 empresas que tenía.
“Si medimos la oferta de bienes per cápita, tomando en cuenta tanto lo producido localmente como lo importado, hoy los venezolanos contamos con la mitad de productos que los que teníamos hace cuatro o cinco años”, dice García, aludiendo a otra de las causas canónicas de la hiperinflación. Este desequilibrio entre la abundancia de dinero nominal y la falta de bienes y servicios en el mercado provoca una caída de valor real del bolívar y del poder adquisitivo del ciudadano, que anticipando índices de inflación más altos en el futuro evita ahorrar en moneda nacional y se apresura a gastarlo.
“Hay una rotación o una velocidad de circulación del dinero mucho más alta que en años anteriores”, dice García sobre este fenómeno. En estas circunstancias, los ciudadanos se enfrentan a un crecimiento diario y descontrolado de los precios que amenaza con dispararse aún más con la llegada de la hiperinflación.
Según el más reciente estudio del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (CENDA), un venezolano necesita casi la mitad de su salario mínimo para cubrir para un solo día las necesidades básicas de un hogar promedio, una situación que solo tiene visos de empeorar si se atiende a la evolución de los precios. Los once productos básicos de la cesta alimentaria subieron de precio en septiembre, algunos de ellos de manera espectacular, como es el caso del azúcar (98,5 %), las bebidas no alcohólicas (87,4 %), los pescados (51,6 %), la leche, los quesos y los huevos (47,9 %) y las grasas y los aceites (40,5 %).
Para compensar esta explosión de precios, la llamada revolución bolivariana ha ordenado -desde que se estableciera en 1999- más de 40 aumentos del sueldo mínimo. El último -el quinto de este año- lo decretó el presidente Nicolás Maduro esta semana, y supuso para sus compatriotas un incremento del 30 % de su sueldo mínimo que según muchos economistas no es más que nominal, contribuye a subir aún más la inflación y supone en la práctica una pérdida de valor adquisitivo para los venezolanos.
“Salario mínimo contra inflación: uno sube por las escaleras y la otra en ascensor”, dicen desde la empresa de análisis macroeconómico Ecoanalítica. Según cálculos de esta firma, el salario mínimo ha subido un 555 % entre enero y noviembre de este año, mientras que la inflación ha registrado un aumento acumulado del 1.115 % en lo que va de 2017.
[Tomado de https://www.el-carabobeno.com/explosion-monetaria-caida-productiva-abocan-la-hiperinflacion-venezuela.]
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