Oriana Faoro (Correo del
Caroní)
[Nota
previa de El Libertario: En http://periodicoellibertario.blogspot.com/2017/05/maduro-destituyo-ministra-de-salud.html
informábamos de la destitución de la ahora exjerarca del MinPoPoSalud Antonieta
Caporale, culpable del desliz de permitir la salida del nuevo número del
Boletín Epidemiologico, donde se evidencia con las propias cifras oficiales la
catastrófica situación de la salud en el país. Ya en http://periodicoellibertario.blogspot.com/2017/05/mas-logros-en-salud-de-revolucion.html
publicamos un post referido a algunas dramáticas cifras de ese Boletín; aquí
van otras más.]
Luego
de más de un año de omisiones sin explicación, el Ministerio de Salud se
acuerda de su obligación como institución estatal y publica el boletín
epidemiológico… aunque solo hasta la última semana de 2016. El ocultamiento de
las cifras oficiales, que permanecieron rezagadas desde la semana 24 de 2015,
contraviene las recomendaciones y compromisos suscritos con la Organización
Mundial de la Salud, que insta a los estados miembros a mantener transparencia
de cifras para el monitoreo y mejoramiento de las políticas sanitarias. Y es
precisamente el declive de estas últimas lo que destapa el informe. El recuento
de 2016 admite el aumento de la mortalidad infantil, la reaparición de la
difteria en Venezuela y un estallido sin precedentes de los contagios de
paludismo.
La
malaria, un mal de nunca acabar en el estado Bolívar, se expandió en casi todo
el país, alcanzando una cifra histórica de 240.613 contagios en Venezuela, lo
que superó los 136.400 de 2015 en un 76,4%. De los 240.613 casos, 177.619 se
dieron en el estado Bolívar, lo que equivale a un 73,81 por ciento. Además del
importante aumento de contagios, el boletín epidemiológico revela también el
aumento del número de estados que se encuentra en el canal endémico de
epidemia. Mientras en 2015 la epidemia de malaria estaba en ocho estados, el
boletín epidemiológico de la semana 52 apunta que en 2016 la epidemia está en
13 entidades; entre estas, el Distrito Capital y Vargas, que en 2015 estaban
clasificadas en el éxito del control de la malaria. El paludismo es una
enfermedad erradicada del primer mundo, según la OMS. Actualmente es epidémico
en países pobres del África Subsahariana y algunos de Suramérica, donde
Venezuela lleva la batuta.
Detalle del Edo. Bolívar
Los
contagios de paludismo en el estado Bolívar aumentaron un 60,15% entre 2015 y
2016, al pasar de 106.853 a 177.619, de acuerdo con los boletines
epidemiológicos. La inmensa mayoría de los casos están concentrados en el
municipio Sifontes, donde se contabilizaron 102.543 casos de paludismo en 2016,
mientras que el año anterior hubo 71.934.
En
el municipio Caroní, la escalada fue gigantesca: el año pasado cerró con 8.178
contagios de paludismo, mientras que en 2015 hubo solo 922 casos de malaria en
todo ese año. El estallido representa un aumento del 887%, evidenciando el
descontrol sanitario por parte del Estado, que no ha sabido aislar los casos
del municipio Sifontes. En todo el país los contagios de paludismo ascienden a
240.613, un 73,81 por ciento de ellos dentro del estado Bolívar.barra ama650
Durante
2016, cuando todavía estaba oculto el Boletín Epidemiológico, comunidades como
Puerto Libre, La Laguna y Vista al Sol manifestaron la aparición de la enfermedad
por primera vez en sus comunidades, y su expansión a partir de la llegada de
vecinos que llegaban de trabajar en las minas de Tumeremo. En ninguna de estas
comunidades, pese a las cifras de contagiados, ha habido jornadas continuas de
fumigación. En La Laguna (Dalla Costa), por ejemplo, el Distrito Sanitario N° 2
Caroní no ha ido ni una sola vez para proveer mosquiteros y aislar a los
enfermos del sector.
En
el ambulatorio Vista al Sol, trabajadores han reportado en 2017 atender a 200
pacientes diarios, entre los turnos de la mañana y la tarde, para entregarles
el tratamiento antipalúdico, distribuido exclusivamente por el Estado. El
principal problema, revelan, es que el paludismo reincide dos y tres veces en
las mismas personas. Sin embargo, esta estadística de reincidencia no es
pública. De acuerdo con el boletín epidemiológico, en 2016 la parroquia Pozo
Verde encabezar los contagios con 6.412 casos, seguida de la otra parroquia
rural, Yocoima, con 722. La sucesión continúa con 450 en Simón Bolívar; 194 en
11 de Abril; 192 en Chirica; 90 en Dalla Costa, 39 en Cachamay; 37 en Vista al
Sol; 37 en Unare y cinco en Universidad.
Reconoce reaparición de difteria
El
Boletín confirma la aparición de la difteria en Venezuela en el año 2016,
reportando un acumulado de 324 casos en todo el país. La enfermedad comenzó en
el estado Bolívar, también en el municipio Sifontes. Los reportes comenzaron
con una alerta realizada por la Red Defendamos la Epidemiología, seguido de una
serie de publicaciones de Correo del Caroní,
a partir del mes de septiembre.
Correo del Caroní pudo confirmar la muerte de 24 niños por causa de la
enfermedad en el estado Bolívar, aunque el reporte solo habla de tres casos
atendidos en hospitales, a nivel nacional.
Aumenta mortalidad materna e infantil
La
mortalidad infantil subió un 30,12% desde 2015. El año 2016 cerró con un total
de 11.466 muertes (68,8% neonatales y 37,91% pos neonatales); mientras que el
año anterior hubo 8.812 decesos de este tipo. Vale resaltar que Correo del
Caroní comenzó a documentar, a mediados del año pasado, el aumento de muertes
por desnutrición en el estado Bolívar, confirmando siete fallecimientos de
niños entre 1 año y meses de nacidos. El boletín epidemiológico no reporta
cifras de desnutrición. En Bolívar se dieron 802 de estas muertes en 2016,
superando las 710 de 2015.
Según
el boletín, un total de 15 muertes maternas catalogan a una región como
concentración alta de fallecimientos. Bolívar (como casi todo el resto del
país), estuvo en esta categoría con 58 decesos, por encima de los 36
presentados en 2015.
La
publicación del Boletín Epidemiológico, si bien representa un avance en
políticas públicas de salud, reconfirma el retroceso del manejo de la salud
pública en el país en los últimos años, aumentando las cifras de contagios
epidemiológicos y de muertes infantiles y maternas.
La
escasez de medicamentos e insumos médico-quirúrgicos ha jugado un papel crucial
en el aumento de todos los números rojos. Mientras tanto, el Gobierno nacional
sigue negando la apertura de un canal humanitario para que lleguen donaciones
de otros países del mundo, y quienes importan fármacos los ofrecen a precios
impagables para el ciudadano.
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